24 de diciembre de 2009

Domingo 27 de diciembre

HOJA

PARROQUIAL


Parroquia de Sant Francesc de Borja

Email de la parroquia: sfb500@gmail.com


Domingo 27 de diciembre de 2009







                                     




 

                  Queridos hermanos:
Llenos de alegría celebramos la Natividad del Señor en el seno de una familia, la Sagrada Familia de Nazaret.
Celebrar la Navidad es celebrar que lo pequeño salva al mundo. La señal que dio el ángel a los pastores para encontrar al Salvador, al Mesías, al Señor sigue siendo para hoy la misma: sólo un niño, la fragilidad de un niño, la pequeñez de un niño, la pobreza de un niño. Decía el Arzobispo de Tánger Fr. Santiago Agrelo Martínez: “Éste es el misterio de la Navidad: Noche de Dios, noche de lo pequeño, noche de humildad y de pobreza, noche del nacimiento de un niño que lleva la creación entera en el corazón, noche también de su cuerpo que es la Iglesia.”
Un niño pequeño en una pequeña familia. Jesús, María y José, que se fían de Dios. Y con esto basta ante los poderes de Herodes, Pilato, César Augusto, el Faraón de Egipto. Si miramos hoy los poderes de este mundo, “parecen decididos a demoler la cuna natural de la vida humana”, la familia. La familia cristiana es pequeña. Pero no temamos. A través del servicio a la vida, a la verdad, transmitiendo la fe y la caridad, la familia realiza un servicio aparentemente pequeño, pero “es grande precisamente lo que es pequeño y cómo, a través del servicio aparentemente pequeño de un hombre, Dios puede hacer cosas grandes, purificar y renovar el mundo desde dentro.” (Benedicto XVI Discurso 21 diciembre 2009).
Tenemos una gran misión a través de pequeños servicios: mostrar al mundo la belleza de la familia cristiana. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante los atentados terroristas que está sufriendo la familia. “La Iglesia no puede permanecer indiferente ante la separación de los cónyuges y el divorcio, ante la ruina de los hogares y las consecuencias que el divorcio provoca en los hijos.” (Benedicto XVI a los Obispos de Brasil). Tenemos la misión de regenerar el tejido social haciendo de las familias un hogar en camino hacia la santidad, que rezuma evangelio, que se reúne para “dejar que Dios hable al corazón de sus miembros a través de su Palabra viva u eficaz”, que se reúne a orar, celebrar los sacramentos. Un hogar donde se aprende a vivir verdaderamente, a valorar la vida y la salud, la libertad y la paz, la justicia y la verdad, el trabajo, la concordia y el respeto, el silencio, Un hogar que refuerza la confianza en el Señor, da vigor a la esperanza, y nutre la caridad. (cf. Mensaje Benedicto XVI VI EMF. Méjico). “La familia es una escuela de humanización del hombre, para que crezca hasta hacerse verdaderamente hombre. En este sentido, la experiencia de ser amados por los padres lleva a los hijos a tener conciencia de su dignidad de hijos. (Benedicto XVI V EMF. Valencia). Lo pequeño salva al mundo. Y ese pequeño se llama Jesús, Salvador.
Jesús, vuestro párroco

+   Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-52
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: — «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contesto: — «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que queda decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
Palabra del Señor.







 “Hay que volver a encender la luz y la gracia de Cristo en las sendas de la vida…
Hoy deseo hablaros de la primera de esas sendas: la familia fundada en el matrimonio, como "alianza conyugal en la que el hombre y la mujer se entregan y aceptan mutuamente" (cf. Gaudium et spes, 48). La familia, institución natural confirmada por la ley divina, está ordenada al bien de los cónyuges y a la procreación y educación de la prole, que constituye su corona (cf. ib.). Hay fuerzas y voces en la sociedad actual que, poniendo en tela de juicio todo ello, parecen decididas a demoler la cuna natural de la vida humana.
Que en cada hogar el padre y la madre, íntimamente robustecidos por la fuerza del Espíritu Santo, unidos sigan siendo la bendición de Dios en la propia familia, buscando la eternidad de su amor en las fuentes de la gracia confiadas a la Iglesia, que es "el pueblo unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Lumen gentium, 4).
La Iglesia compara la familia humana con la vida de la Santísima Trinidad —primera unidad de vida en la pluralidad de las personas— y no se cansa de enseñar que la familia tiene su fundamento en el matrimonio y en el plan de Dios, la conciencia generalizada en el mundo secularizado vive en la incertidumbre más profunda a ese respecto, especialmente desde que las sociedades occidentales legalizaron el divorcio. El único fundamento reconocido parece ser el sentimiento o la subjetividad individual que se expresa en la voluntad de convivir. En esta situación disminuye el número de matrimonios, porque nadie compromete su vida sobre una premisa tan frágil e inconstante, crecen las uniones de hecho y aumentan los divorcios. Con esta fragilidad se consuma el drama de muchos niños privados del apoyo de los padres, víctimas del malestar y del abandono, y se difunde el desorden social.
La Iglesia no puede permanecer indiferente ante la separación de los cónyuges y el divorcio, ante la ruina de los hogares y las consecuencias que el divorcio provoca en los hijos. Estos, para ser instruidos y educados, necesitan puntos de referencia muy precisos y concretos, es decir, padres determinados y ciertos que, de modo diverso, contribuyen a su educación. Ahora bien, este es el principio que la práctica del divorcio está minando y poniendo en peligro con la así llamada familia alargada o móvil, que multiplica los "padres" y las "madres" y hace que hoy la mayoría de los que se sienten "huér-fanos" no sean hijos sin padres, sino hijos que los tienen en exceso.
La Iglesia está firmemente convencida de que los problemas actuales que encuentran los cónyuges y debilitan su unión tienen su verdadera solución en un regreso a la solidez de la familia cristiana, ámbito de confianza mutua, de entrega recíproca, de respeto de la libertad y de educación para la vida social. Es importante recordar que "el amor de los esposos exige, por su misma naturaleza, la unidad y la indisolubilidad de la comunidad de personas que abarca la vida entera de los esposos" (Cat. Igl. cat., nº 1644). De hecho, Jesús dijo claramente: "Lo que Dios unió, no lo separe el hombre" (Mc 10, 9) y añadió: "Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio" (Mc 10, 11-12). Con toda la comprensión que la Iglesia puede sentir ante tales situaciones, no existen casados de segunda unión; esa es una situación irregular y peligrosa, que es necesario resolver con fidelidad a Cristo, encontrando con la ayuda de un sacerdote un camino posible para poner a salvo a cuantos están implicados en ella.
Para ayudar a las familias, os exhorto a proponerles con convicción las virtudes de la Sagrada Familia: la oración, la laboriosidad,  y el silencio. De este modo, animo a vuestros sacerdotes y a los centros pastorales de vuestras diócesis a acompañar a las familias para que no se vean engañadas y seducidas por ciertos estilos de vida relativistas, que promueven las producciones cinematográficas y televisivas y otros medios de información. Confío en el testimonio de los hogares que toman sus energías del sacramento del matrimonio; con ellas es posible superar la prueba que se presenta, saber perdonar una ofensa, acoger a un hijo que sufre, iluminar la vida del otro, aunque sea débil o discapacitado, mediante la belleza del amor. El tejido de la sociedad se ha de restablecer a partir de estas familias.
(Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos de Brasil en Visita «Ad Limina». Viernes 25 de sept. de 2009)


“El Santo Cura de Ars enseñaba a sus parroquianos sobre todo con el testimonio de su vida. De su ejemplo aprendían los fieles a orar”. (...) “Dicha educación de los fieles en la presencia eucarística y en la comunión era particularmente eficaz cuando lo veían celebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Los que asistían decían que “no se podía encontrar una figura que expresase mejor la adoración… Contemplaba la hostia con amor”. Les decía: “Todas las buenas obras juntas no son comparables al Sacrificio de la Misa, porque son obras de hombres, mientras la Santa Misa es obra de Dios”.
(De la carta del Papa Benedicto XVI para la convocación de un año sacerdotal con ocasión del 150 aniversario del dies natalis del santo cura de Ars)





Un día, en la celebración de la misa siente consolación espiritual mirando un cuadro de la Sagrada Familia que todavía hoy se venera en la capilla donde también celebraba la misa San Ignacio.
"Mirando la imagen de nuestra capilla y al niño Jesús en ella, como preguntando a la Madre para qué le criaba, y consideraba que para mí; su sangre para mí, su vida para mí" (Diario espiritual. San Francisco de Borja).

A nuestro Santísimo Padre el Papa,
dale, Señor, tu corazón de Buen Pastor.
A los Obispos, dales la plenitud de tu Espíritu y hazlos fieles a tu Evangelio.
A los Sacerdotes, dales amor a su sacerdocio y fidelidad hasta la muerte.
A los Párrocos, concédeles ejercer su ministerio con amor, humildad y actitud de servicio.
A los confesores y directores espirituales, infúndeles tu Espíritu y dales tu celo ardiente por la salvación de los hombres.
A los misioneros, que lleven tu palabra a los que no te conocen y su vida sea el mejor testimonio de lo que predican.
A los que trabajan con los pobres y los jóvenes, con los presos y los enfermos, asístelos en su apostolado y dales fortaleza y constancia.





1. El sábado 26 en las misas de 18.00 h. y 19.30 h.: Bendición de las Familias en las misas. En la misa de 19.30 h. celebración de las Bodas de Oro y Plata matrimoniales, así como dar gracias por los que han contraído su matrimonio en este año.

2. El domingo 27 de diciembre: salida a Madrid al encuentro de las Familias en la Pl. de Lima. Pueden apuntarse en despacho.

3. Lunes 28 de diciembre a las 20.30 h. Vigilia de Oración por la vida.

4. Domingo 3 de enero a las 17.30 h. Festival de villancicos. Cada familia o grupo interpretará al menos uno.

5. Martes 5 de enero a las 20.30 h. Visita de SS.MM. los Reyes de Oriente y entrega de regalos a los pequeños.


“Hoy se pide potencia al Padre para ablandar
el pesebre  del corazón duro.”
(S. Francisco de Borja. Diario Espiritual 182)

En este año jubilar, con motivo del 500 aniversario
del nacimiento de San Francisco de Borja,
deseamos para ti y tu familia
un corazón tierno,
una cuna de carne,
un pesebre sensible
 a Dios y a los demás,
donde la caridad
y el amor de Cristo
puedan nacer.


Feliz y Santa
Navidad 2009
y un año 2010
lleno de ternura





De no esperar que los difuntos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos; mas si consideraba que una magníficarecompensa está reservada a los que duermen piadosamente, era unpensamiento santo y piadoso.

2 Macabeos 12, 44-45
 Del 28 de diciembre al 3 de enero de 2010





Lunes 28. Fiesta de los Santos Inocentes. 19.30 h.: En sufragio de: Ana Mª Femenía Miralles. 20.30: Vigilia de Oración por la vida.
Martes 29. 19.00 h.: En sufragio de: Rosendo Roche.
Miércoles 30. 19.30 h.: En sufragio de: Carmen Escolano Escrivá.
Jueves 31. Solemnidad de Santa María Madre de Dios.
18.00 h.: Con niños. Sin intención.
19.30 h.: En sufragio de: Carmen Escolano Escrivá.
Viernes 1. Solemnidad de Santa María Madre de Dios.
12.00 h. Pro Pópulo
Sábado 2. Segundo domingo de Navidad.
18.00 h.: Con niños. Sin intención.
19.30 h.: En sufragio de: Dif.Fam. Ferrer-Puig; Modesto Iñesta Genaro.
Domingo 3. Segundo domingo de Navidad. 12.00 h. Pro Pópulo







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