22 de febrero de 2014

Domingo 23 de febrero de 2014. VII TO A

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 23 de Febrero de 2014 


                  Queridos hermanos:
Decía San Agustín que “todo nuestro esfuerzo, hermanos, en esta vida ha de consistir en sanar el ojo del corazón con que ver a Dios….¿Qué es lo que perturba al ojo del corazón? La codicia, la avaricia, la iniquidad, la concupiscencia del mundo es lo que turba, cierra y ciega el ojo del corazón”. (San Agustín. Sermón 88). Porque si sana nuestro corazón solamente veremos amor. Veremos a Dios en todas las cosas, en todas las circunstancias, en todas las personas. Todo nos hablará de Dios. Decía el Papa Francisco en la encíclica Lumen Fidei que el Amor de Dios es capaz de transformarnos, de darnos ojos nuevos. (cf. LF 4). Es más, es capaz de darnos los ojos de Jesús. (18.21) para mirar como Jesús.
Jesús nos miró con amor. Y aun cuando éramos sus enemigos nos amó hasta el extremo. “Cuando le hicieron las mil y una - un juicio falso, las peores torturas y los responsables se lavaron las manos— exclamó: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Él se las arregló para buscar una excusa y, así, poder perdonarlos.” (El Jesuita. Conversaciones con el cardenal Jorge Bergoglio, sj. Pág 134).
La palabra de Jesús que escuchamos este domingo expresa su corazón. Quiere que todos participen de su amor.
Podría ocurrirnos que estemos enojados con alguien. El Papa nos invita a pedir al Señor entender la Ley del amor. ¡Qué bueno es tener esta ley! ¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo! Sí, ¡en contra de todo! A cada uno de nosotros se dirige la exhortación paulina: «No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien» (Rm 12,21). Y también: «¡No nos cansemos de hacer el bien!» (Ga 6,9). Todos tenemos simpatías y antipatías, y quizás ahora mismo estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Señor: «Señor, yo estoy enojado con éste, con aquélla. Yo te pido por él y por ella». Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso paso en el amor, y es un acto evangelizador. ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!” (La alegría del Evangelio 101). La Iglesia tiene la misión de ser Jesús en el mundo. Ser Sal y Luz: “La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio”. (La alegría del Evangelio 114). Se trata de ser misión. “Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar”. (273). Cada persona, incluso los enemigos, son dignos nuestra entrega. Por él dio Jesús su sangre en la cruz. Cada uno es inmensamente sagrado y merece nuestro cariño y nuestra entrega. (cf. 274).
María, madre de la Iglesia y madre de nuestra fe, “enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que él sea luz en nuestro camino”. (Lumen Fidei 60) y nos lleve a mirar y amar como Él con obras concretas y nuestra intercesión. (cf. La alegría del Evangelio 281).
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Mateo   5, 38-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente." Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia.  Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica; dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo.  Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen.  Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos?  Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles?  Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»
Palabra del Señor.
LA LEY DEL EVANGELIO ES IMITACIÓN DEL PADRE CON EL PERDÓN DEL ENEMIGO Y LA ORACIÓN POR LOS PERSEGUIDORES

1968   La Ley evangélica lleva a plenitud los mandamientos de la Ley. El Sermón del monte, ... El Evangelio conduce así la Ley a su plenitud mediante la imitación de la perfección del Padre celestial (cf Mt 5,48), mediante el perdón de los enemigos y la oración por los perseguidores, según el modelo de la generosidad divina (cf Mt 5,44).

IMITADORES DE CRISTO
1825         Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos todavía enemigos (cf Rm 5,10). El Señor nos pide que amemos como él hasta nuestros enemigos (cf Mt 5,44), que nos hagamos prójimos del más lejano (cf Lc 10,27-37), que amemos a los niños (cf Mc 9,37) y a los pobres como a él mismo (cf Mt 25,40.45).
1932   El deber de hacerse prójimo de otro y de servirle activamente se hace más acuciante todavía cuando éste está más necesitado en cualquier sector de la vida humana. "Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis" (Mt 25,40).
1933   Este deber se extiende a los que no piensan ni actúan como nosotros. La enseñanza de Cristo exige incluso el perdón de las ofensas. Extiende el mandamiento del amor que es el de la nueva ley a todos los enemigos (cf Mt 5,43-44). La liberación en el espíritu del evangelio es incompatible con el odio al enemigo en cuanto persona, pero no con el odio al mal que hace en cuanto enemigo.

ORACIÓN CRISTIANA Y PERDÓN
2844 La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos (cf Mt 5, 43-44). Transfigura al discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es cumbre de la oración cristiana.
2845 No hay límite ni medida en este perdón, esencialmente divino (cf Mt 18, 21-22; Lc 17, 3-4). Si se trata de ofensas (de "pecados" según Lc 11, 4, o de "deudas" según Mt 6, 12), de hecho nosotros somos siempre deudores.
SAN FRANCISCO DE ASÍS
Y EL AMOR AL ENEMIGO
“Ama de verdad a su enemigo aquel que no se duele de la injuria que le hace, sino que, por amor de Dios, se consume por el pecado del alma de su enemigo. Y muéstrele su amor con obras. (San Francisco de Asís. Admoniciones. IX). “Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: y lo que no perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que lo perdonemos plenamente, para que, por ti, amemos verdaderamente a los enemigos, y ante ti por ellos devotamente intercedamos, no devolviendo a nadie mal por mal (1 Tes 5,15), y nos apliquemos a ser provechosos para todos en ti. (San Francisco de Asís. Exposición del Padre Nuestro). “Consideremos todos los hermanos lo que dice el Señor: Amad a vuestros enemigos y haced el bien a los que os odian (cf. Mt 5,44 par.), porque nuestro Señor Jesucristo, cuyas huellas debemos seguir (cf. 1 Pe 2,21), llamó amigo a quien lo traicionaba (cf. Mt 26,50) y se ofreció espontáneamente a quienes lo crucificaron. Por lo tanto, son amigos nuestros todos aquellos que injustamente nos acarrean tribulaciones y angustias, afrentas e injurias, dolores y tormentos, martirio y muerte; a los cuales debemos amar mucho, porque, por lo que nos acarrean, tenemos la vida eterna. (San Francisco de Asís. Regla no bulada 22).
SAN AGUSTÍN Y EL AMOR AL ENEMIGO
El mismo Cristo, el Señor, amó a los enemigos, pues, pendiendo de la cruz, dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Siguió su ejemplo Esteban; cuando le apedreaban dijo: Señor, no les imputes este delito. El siervo imitó al Señor, para que ningún siervo sea perezoso pensando que lo hecho sólo podía serlo por el Señor. Si nos parece demasiado imitar al Señor, imitemos a nuestro consiervo. Todos, en efecto, hemos sido llamados a la misma gracia. (…) Si tenemos un enemigo al que nunca se nos ordena amar, éste es el diablo. (…) Jesús cuando dice: Amarás a tu prójimo, ahí están incluidos todos los hombres, aunque sean enemigos, porque pensando en la proximidad espiritual no sabes lo que en la presencia de Dios es para ti aquel hombre que temporalmente te parece enemigo. Dado que la paciencia de Dios lo lleva a la penitencia, quizá llegue a conocer y seguir a quien le lleva. Si el mismo Dios, no obstante saber quiénes han de permanecer en sus pecados y quiénes, abandonando la justicia, han de ir a dar irremisiblemente en la iniquidad, hace salir su sol sobre buenos y malos y deja caer la lluvia sobre justos e injustos, invitándoles con paciencia a la penitencia de forma que quienes desprecien su bondad experimenten al final su severidad, ¡cuánto no conviene que el hombre sea solícito en aplacarse, no sea que desconociendo cómo ha de ser en el futuro, prestando sólo atención a la enemistad actual, odie a aquel con quien ha de reinar en la felicidad eterna!” (San Agustín. Sermón 149).
EL PAPA JUAN PABLO II Y EL EVANGELIO DE LA VIDA
El Bto. Juan Pablo II en su encíclica sobre el Evangelio de la Vida nos habla de cómo el pecado original convirtió en enemigos a los cónyuges (Adán y Eva) y a los hermanos (Caín y Abel) (nº 8). Añade también a aquel que, “con su enfermedad, con su minusvalidez o, más simplemente, con su misma presencia pone en discusión el bienestar y el estilo de vida de los más aventajados, tiende a ser visto como un enemigo del que hay que defenderse o a quien eliminar” (nº 12). También “la vida que podría brotar del encuentro sexual se convierte en enemigo a evitar absolutamente, y el aborto en la única respuesta posible frente a una anticoncepción frustrada”. (nº 13). Amar al enemigo se expresa en hacerse “prójimo del necesitado, incluso asumiendo la responsabilidad de su vida, como enseña de modo elocuente e incisivo la parábola del buen samaritano (cf. Lc 10, 25-37).” Amar al enemigo es “«hacerle el bien» (cf. Lc 6, 27.33.35), socorriendo las necesidades de su vida con prontitud y sentido de gratuidad (cf. Lc 6, 34-35). Culmen de este amor es la oración por el enemigo.” (Bto. Juan Pablo II.  Evangelio de la Vida. nº 41)

Elevemos nuestras súplicas, guiados por la fe, la esperanza y la caridad que Cristo ha injertado en nuestros corazones, dispuestos a gritar con Cristo en la cruz: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen». Concédenos la gracia de amar a todos los hombres sin excepción y división alguna: sin diferencias de raza, cultura, lengua, concepción del mundo, sin distinción entre amigos y enemigos.
Concédenos desear todo bien verdadero a cada uno y a toda la comunidad humana, a toda familia, nación, grupo social; a los jóvenes, los adultos, los padres, los ancianos, los enfermos: es amor a todos, sin excepción.
(cf. Bto. Juan Pablo II. Dives in Misericordia 15)
Llega a su meta el “Curso Parroquial de Familias Misioneras”, que pretendía ayudar a las familias cristianas a redescubrir su misión como sujeto evangelizador y a organizarse entorno a la Parroquia. El lunes 24 de febrero, a las 21.30 h. será la última sesión que dará el párroco. Y el sábado 1 de marzo tendrá lugar el retiro espiritual de este curso de familias misioneras en el Preventorio. Se saldrá a las diez de la mañana desde los locales parroquiales. Será hasta después de comer. Se invita a llevar también a los niños.
RESUMEN DE LA ELECTRICIDAD
PARROQUIAL 2013
A lo largo del año 2013 la parroquia ha realizado un esfuerzo por hacer un descenso del consumo eléctrico y del coste total de la facturas. Un equipo de electricistas y técnicos feligreses de la parroquia ha ayudado a esto.
La colocación del limitador de potencia a mediados de agosto ha provocado un descenso en las facturas debido a que no se ha podido encender el aire acondicionado. De haberlo hecho hubiera saltado el interruptor general. Por otro lado, esto dificulta la climatización del templo tanto en invierno como en verano.
Para ayudar al descenso en las facturas de la luz desde octubre se ha cambiado de contrato a TUR, reduciendo en un 21% el gasto. Se ha procedido a la monitorización del consumo para controlar la potencia y la evolución del consumo.
El coste de gasto de luz en el templo, Capilla, despachos, salas de la catequesis ha sido de 2.378,32 €. Con un consumo de 10.715 Kwh. Un 29,9% menos de coste que el año 2012 que fue de 3.393,97 €. En los locales de Ciudad de Laval el coste ha sido de 1.448,40 €. Las viviendas de los sacerdotes ascienden a un gasto de luz de 1.473,10 €. Un 25 % menos de gasto de luz que el año pasado.
Entre las actuaciones a realizar para continuar la tarea de ahorro de luz y de gasto está la sustitución de lámparas alógenas dicroicas de 50 w por lámparas Led de 5 w. Un 85 % menos de gasto de energía eléctrica.
Con este motivo le invitamos a colaborar con nosotros aportando algún donativo de cara a la compra de estas lámparas. Bastará colocar el donativo en un sobre donde se indique electricidad parroquia o entregar en mano a cualquiera de los sacerdotes. Muchas gracias.
1. Los viernes a partir de las 9.30 h. se realiza una Jornada de Adoración en la Parroquia. Se hace la Exposición del Santísimo Sacramento (con oración de Laudes) y sus turnos de vela hasta las 19.30 h. Recuerden también que de lunes a jueves a las 9.30 h. se reza Laudes con Exposición del Santísimo Sacramento hasta las 10.15 h. Les invitamos a responder a la llamada a estar con Jesús realmente presente en el Santísimo Sacramento para adorarlo al menos media hora cada viernes en la Capilla de la comunión. Pueden apuntarse en la ficha de inscripción o comunicarlo a cualquiera de los sacerdotes para garantizar que cada media hora tenga al menos tres o cuatro personas adoradoras.
2. El lunes se reunirá el Equipo de pastoral de la salud a las 10.30 h. de la mañana.
3. El lunes a las 6 tarde habrá reunión de padres de primero de la catequesis de infancia.
6. El lunes a las 19.30 h. en los locales de Cáritas interparroquial habrá una sesión de formación “Los Lunes Compartidos” sobre la relación de ayuda a cargo de un padre Camilo.
7. Los martes y viernes a las 9.30 noche catequesis de jóvenes y adultos.
8. El martes a las 8.15 h. tarde se reunirá el grupo Descanso.
9. El miércoles continúa el curso de voluntariado en la sede de Cáritas interparroquial en el horario habitual.
10. El miércoles a las 20.30 h. se reunirá el Equipo de Liturgia.
11. Los jueves a las 8 noche las clases del Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas.
12. Los sábados Cursillo para Monitor de Tiempo libre infantil y juvenil a partir de las 9.00 h.
13. El sábado 1 de marzo a las 6 tarde se hará la entrega del Padrenuestro a los niños del segundo curso de la catequesis de infancia.

Del 24 de febrero al 2 de marzo de 2014
Lunes 24. 19.30 h.: sin intención. 
Martes 25. 19.30 h.: sin intención. 
Miércoles 26. 19.30 h.: sin intención. 
Jueves 27. 19.30 h.: sin intención. 
Viernes 28. 19.30 h.: En sufragio de Luis Borrull. 
Sábado 1. VIII T.O. 18.00 h.: Con niños. sin intención. 19.30 h.: En sufragio de Rosendo Roche. 21.00 h.: sin intención. 
Domingo 2. VIII T.O. 9.30 h.: sin intención. 11.00 h.: sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Ferrer—Puig.

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Hoja Parroquial en formato pdf

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15 de febrero de 2014

Domingo 16 de febrero de 2014. VI TO A

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 16 de Febrero de 2014 


    Queridos hermanos:
Dios quiere darnos diez palabras; se nos ha comunicado de ese modo. Ante esto, ¿qué decir? Primero nuestra fe en la revelación, y, en segundo lugar, la cultura actual racionalista.
En la actualidad el concepto de Dios queda abstracto, impersonal con el que el hombre no puede tener un contacto directo; no puede intervenir en nuestra historia. Hay una mentalidad racionalista que le parece absurdo que Dios pueda comunicarse, darnos palabras, relacionarse con nosotros. Tenemos, por ejemplo, el caso de Naamán el sirio, el cual pensaba que cuando se iba a presentar ante el profeta Eliseo le daría consejos muy sabios sobre cómo quedarse limpio de su lepra. Al encontrarse con todo lo contrario, es decir, consejos sencillos, “bajos” el general se revela. Pues bien, la actitud de este hombre es la propia de alguien que tiene un pecado de soberbia. A veces muchas personas cometen ese error: a Dios solo le pueden comprender (un poco) los sabios. Cuando es todo lo contrario: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios del mundo y se las has revelado a la gente sencilla”.
Por otra parte, al afirmar que Dios ha dado diez palabras, se puede decir que estos preceptos nos iluminan, nos indican un camino: el que nos muestra la revelación de que Dios es Padre y se quiere comunicar, hablar con sus hijos: Dios no se puede quedarse resignado a que sus hijos vayan por el camino del mal, y que Él se quede mudo. La imagen de Dios que quiere revelarse, comunicarse es muy coherente con la imagen que nos muestra Cristo sobre Dios: Él es Padre. El amor es comunicativo, nuestro Padre decidió libremente comunicarnos el camino de la vida.
Así pues esa resistencia de nuestra cultura a la revelación no es otra cosa que resistirse al amor de Dios, no dejarse querer, amar por Él; es la desconfianza hacia el Dios que nos habla; es el rechazo, porque tiene una sospecha de que Dios viene a robar la autonomía del hombre; desconfiar que Dios quiere tu bien.
Que nuestra Madre, la Virgen María, que se abandonó en las manos del Padre: “hágase en mí según tu palabra”, interceda por nosotros para que podamos escuchar su palabra y recibamos la vida que nos quiere regalar Dios, nuestro Padre.
Arturo vuestro vicario
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 20-22a. 27-28. 33-34a. 37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:   -«Os lo aseguro: Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
  Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No matarás», y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado.
  Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio”.  Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.
  Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor". Pues yo os digo que no juréis en absoluto. A vosotros os basta decir "si" o "no".  Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»
Palabra del Señor.
JESUS Y LA LEY: JESÚS LLEVA A
PLENITUD TODA LA LEY DEL SINAÍ
1968  La Ley evangélica lleva a plenitud los mandamientos de la Ley. El Sermón del monte, lejos de abolir o devaluar las prescripciones morales de la Ley antigua, extrae de ella las virtualidades ocultas y hace surgir de ella nuevas exigencias: revela toda su verdad divina y humana. No añade preceptos exteriores nuevos, pero llega a reformar la raíz de los actos, el corazón, donde el hombre elige entre lo puro y lo impuro (cf Mt 15,18-19), donde se forman la fe, la esperanza y la caridad, y con ellas las otras virtudes. El Evangelio conduce así la Ley a su plenitud mediante la imitación de la perfección del Padre celestial (cf Mt 5,48), mediante el perdón de los enemigos y la oración por los perseguidores, según el modelo de la generosidad divina (cf Mt 5,44).

2055  Cuando le hacen la pregunta "¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?" (Mt 22,36), Jesús responde: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas" (Mt 22,37-40; cf Dt 6,5; Lv 19,18). El Decálogo debe ser interpretado a la luz de este doble y único mandamiento de la caridad, plenitud de la Ley: En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud (Rm 13,9-10).
EL SEGUNDO MANDAMIENTO
2153  Jesús expuso el segundo mandamiento en el Sermón de la Montaña: "Habéis oído que se dijo a los antepasados: `no perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos'. Pues yo os digo que no juréis en modo alguno...sea vuestro lenguaje: `sí, sí'; `no, no': que lo que pasa de aquí viene del Maligno" (Mt 5,33-34. 37; cf St 5,12).
EL QUINTO MANDAMIENTO
2262 En el Sermón de la Montaña, el Señor recuerda el precepto: "No matarás" (Mt 5,21), y añade el rechazo absoluto de la ira, del odio y de la venganza.
EL SEXTO MANDAMIENTO
2336 Jesús vino a restaurar la creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón de la montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: "Habéis oído que se dijo: `no cometerás adulterio'. Pues yo os digo: `todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón'" (Mt 5,27-28). El hombre no debe separar lo que Dos ha unido (cf Mt 19,6). La Tradición de la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como una regulación completa de la sexualidad humana.
2338 La persona casta mantiene la integridad de las fuerzas de vida y de amor depositadas en ella. Esta integridad asegura la unidad de la persona; se opone a todo comportamiento que la lesionaría. No tolera ni la doble vida ni el doble lenguaje (cf Mt 5,37).
EL OCTAVO MANDAMIENTO
2466 En Jesucristo la verdad de Dios se manifestó toda entera. … Jesús enseña a sus discípulos el amor incondicional de la Verdad: "Sea vuestro lenguaje: `sí, sí'; `no, no'" (Mt 5,37).
EL NOVENO MANDAMIENTO
2528 "Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mt 5,28).
2529 El noveno mandamiento pone en guardia contra la codicia o concupiscencia de la carne.
EL AMOR ES EL CENTRO
DEL SERMÓN DE LA MONTAÑA
“En el «Sermón de la montaña», que constituye la carta magna de la moral evangélica, Jesús dice: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento» (Mt 5, 17). Cristo es la clave de las Escrituras: «Vosotros investigáis las Escrituras, ellas son las que dan testimonio de mí» (cf. Jn 5, 39); él es el centro de la economía de la salvación, la recapitulación del Antiguo y del Nuevo Testamento, de las promesas de la Ley y de su cumplimiento en el Evangelio; él es el vínculo viviente y eterno entre la antigua y la nueva alianza. Por su parte, san Ambrosio, comentando el texto de Pablo en que dice: «el fin de la ley es Cristo» (Rm 10, 4), afirma que es «fin no en cuanto defecto, sino en cuanto plenitud de la ley; la cual se cumple en Cristo (plenitudo legis in Christo est), porque él no vino a abolir la ley, sino a darle cumplimiento. (...) Jesús lleva a cumplimiento los mandamientos de Dios —en particular, el mandamiento del amor al prójimo—, interiorizando y radicalizando sus exigencias: el amor al prójimo brota de un corazón que ama y que, precisamente porque ama, está dispuesto a vivir las mayores exigencias. (...) Así, el mandamiento «No matarás», se transforma en la llamada a un amor solícito que tutela e impulsa la vida del prójimo; el precepto que prohíbe el adulterio, se convierte en la invitación a una mirada pura, capaz de respetar el significado esponsal del cuerpo: «Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal... Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5, 21-22. 27-28). Jesús mismo es el «cumplimiento» vivo de la Ley, ya que él realiza su auténtico significado con el don total de sí mismo; él mismo se hace Ley viviente y personal, que invita a su seguimiento, da, mediante el Espíritu, la gracia de compartir su misma vida y su amor, e infunde la fuerza para dar testimonio del amor en las decisiones y en las obras (cf. Jn 13, 34-35).” (Bto. Juan Pablo II, Veritatis splendor 15)
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“El miedo me hace retroceder, mientras que el amor no sólo me hace correr sino volar... ¡Qué dulce es, Madre querida, el camino del amor! Es cierto que se puede caer, que se pueden cometer infidelidades; pero el amor, haciéndolo todo de un sabor, consume con asombrosa rapidez todo lo que puede desagradar a Jesús, no dejando más que una paz humilde y profunda en el fondo del corazón... ¡Qué dulce es el camino del amor...! ¡Cómo deseo dedicarme con la mayor entrega a hacer siempre la voluntad de Dios...! (Santa Teresita del Niño Jesús. Historia de un alma. Cap. VIII)
Señor Jesús, que has llenado los mandamientos del Sinaí con el amor de Dios y con la fuerza del Espíritu Santo de tal forma que todos los preceptos se reúnen en un único mandamiento: ama a Dios con todo el corazón y ama al prójimo como a ti mismo. Y a través de la fe en Cristo, podemos abrirnos a la acción del Espíritu Santo, que nos hace capaces de vivir el amor divino. Concédenos por la gracia de la unión contigo vivir la «plenitud» de tu Ley y la «mayor» justicia que pides. Que la Virgen María, Espejo de Justicia, guíe también nuestros pasos en la fidelidad a la Ley de Cristo. (Oración inspirada en Benedicto XVI. Ángelus. 13-2-2011)

 1.  El domingo 16 de febrero, en la Misa parroquial de las 12.00 h., tendremos la celebración eucarística, a la que invitamos a que participéis todos de este encuentro con Cristo en nuestros hermanos enfermos.
2.  Terminará la semana del enfermo con un cine—forum en los nuevos locales parroquiales el domingo 16 a las 17.30 h. El nombre de la película será “Vivir para siempre.




MEMORIA DE CÁRITAS PARROQUIAL 2013
El Equipo de Cáritas está formado por 13 voluntarios miembros de la parroquia. Son el oído abierto para escuchar, los brazos abiertos para abrazar, el corazón vivo que late caridad en nuestra parroquia. En ellos estamos todos. Con ellos acogemos al débil, pobre, necesitado. Con ellos vivimos lo que nos dice el Papa Francisco: “la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que comprende, asiste y promueve” (La Alegría del Evangelio 179).
Durante el año 2013 atendió a 75 personas, de las cuales 56 personas eran extranjeras. Lo que más abunda eran familias normales que se han visto tocadas por la crisis y disponían de pocos o ningún ingreso por paro o endeudamiento. También algunos inmigrantes sin papeles y mujeres solas con hijos. Algunos corrían el peligro de perder la vivienda. Los miembros que forman el núcleo familiar de estas 75 personas asciende a 248 personas, de los cuales 59 son menores. Las necesidades más demandadas son alimentación, atención sanitaria o medicamentos, empleo, transporte y alquileres o suministros de la vivienda. El total de gastos ascendió a 5.609,67 €.
La parroquia aporta 2.400 € al año a Cáritas interparroquial (200 € al mes) fundamentalmente para ayudar al economato. Agradecemos también a las muchas personas que han colaborado con este economato interparroquial aportando comida no perecedera, botes o kilos que han sido llevados oportunamente al Economato.
El total de ingresos ha sido de 6.777,45 €, fundamentalmente de la colecta del segundo domingo de mes (1.782,87 €) y donativos (3.405,00 €). La colecta del Día de Caridad fue de 561 €.
La acogida es los miércoles desde las 7 tarde. Si eres miembro de la comunidad parroquial y quieres colaborar en este hermoso trabajo de acogida y acompañamiento comunícanoslo. Te hará bien. Les hará bien. Como Jesús, que pasó por el mundo haciendo el bien.
1. Se reanuda la Exposición del Santísimo los viernes a partir de las 9.30 h. (con oración de Laudes) y sus turnos de vela hasta las 19.30 h. Recuerden también que de lunes a jueves a las 9.30 h. se reza Laudes con Exposición del Santísimo Sacramento hasta las 10.15 h.
2. El lunes se reunirá el Equipo de pastoral de la salud a las 10.30 h. de la mañana.
3. El grupo de oración se reunirá el lunes a las 20.30 h.
4. Ese mismo lunes, a las 20.30 h. se reunirá el grupo del Itinerario Diocesano de Renovación y a las 21.30 h., continuará el curso de familias misioneras en los nuevos locales parroquiales.
5. Los martes y viernes a las 9.30 noche catequesis de jóvenes y adultos.
6. El martes a las 8.15 h. tarde se reunirá el grupo Descanso.
7. El miércoles continúa el curso de voluntariado en la sede de Cáritas interparroquial en el horario habitual. Y a las 5.30 tarde se reunirá el Equipo de Cáritas
8. Los jueves a las 8 noche las clases del Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas.
9. Los sábados Cursillo para Monitor de Tiempo libre infantil y juvenil a partir de las 9.00 h.
10. El sábado 22 a las 6 tarde se hará la entrega del Credo a los niños del tercer curso de la catequesis de infancia.
11. Les invitamos a responder a la llamada a estar con Jesús realmente presente en el Santísimo Sacramento para adorarlo al menos media hora cada viernes en la Capilla de la comunión. Pueden apuntarse en la ficha de inscripción o comunicarlo a cualquiera de los sacerdotes para garantizar que cada media hora tenga al menos tres o cuatro personas adoradoras.
Del 17 al 23 de Febrero de 2014
Lunes 17. Los siete santos fundadores de la Orden de los siervos de María. 19.30 h.: En acción de gracias a la Virgen de Tejeda. 
Martes 18. 19.30 h.: En acción de gracias al Espíritu Santo. 
Miércoles 19. 19.30 h.: sin intención. 
Jueves 20. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Espí—Sanchis. 
Viernes 21. San Pedro Damiani. 19.30 h.: sin intención. 
Sábado 22. (Por la mañana) LA CÁTEDRA DEL APÓSTOL S. PEDRO. (Por la tarde) 
VII Domingo del T.O. 18.00 h.: Con niños. sin intención. 19.30 h.: sin intención. 21.00 h.: En sufragio de Pedro Llobell y Josefina Martínez. Domingo 23. VII Domingo del T.O. 9.30 h.: sin intención. 11.00 h.: sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: En sufragio de José Antonio Cabanilles.

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13 de febrero de 2014

Mensaje de Cuaresma.

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2014
Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)

Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el
camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de san
Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo
pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a
los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén
que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo?
¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido
evangélico?
La gracia de Cristo
Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la
riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por
vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre;
descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”,
para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la
encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia,
generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a
las que ama. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace
semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros.
Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró
con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo
verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el
pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).
La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice san
Pablo— «...para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de
una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la
lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la
salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con
aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas
del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia,
conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros,
pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para
consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga
que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza.
Y, sin embargo, san Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3,
8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).
¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su
modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese
hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss).
Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros. La pobreza de Cristo
que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y
nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es
la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es
encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su
gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar
ni un instante de su amor y su ternura. La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo,
su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando
Jesús nos invita a tomar su “yugo llevadero”, nos invita a enriquecernos con esta “rica
pobreza” y “pobre riqueza” suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a
convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29).
Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir
también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de
Cristo.
Nuestro testimonio
Podríamos pensar que este “camino” de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros,
que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados.
No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el
mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la
Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a
través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y
comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.
A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los
hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de
aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin
solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la
miseria moral y la miseria espiritual. La miseria material es la que habitualmente llamamos
pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana:
privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la
comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de
crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para
responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad.
En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres
amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo
de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los
abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero
se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las
riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la
igualdad, a la sobriedad y al compartir.
No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del
vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a
menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía!
¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el
futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria
por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que
da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la
salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria
espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si
consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque
pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de
fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.
El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual: en cada ambiente el
cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal
cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y
que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar
con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza! Es hermoso experimentar la alegría
de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar
los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío.
Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el
pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con
valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.
Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia
dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y
espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre
misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida
en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La
Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué
podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos
que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial.
Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.
Que el Espíritu Santo, gracias al cual «[somos] como pobres, pero que enriquecen a
muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» (2 Cor 6, 10), sostenga nuestros
propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana,
para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi
oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el
camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os
guarde.
Vaticano, 26 de diciembre de 2013
Fiesta de San Esteban, diácono y protomártir

FRANCISCO