28 de enero de 2024

Domingo 27 de enero de 2024 - B.

DOMINGO 4º DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B

 Jesús hace una lectura teológica, no científica, del caso que tiene ante sí. Se encuentra frente a un individuo que no es quien es, está desintegrado, ocupado abusivamente por otro. Jesús es el médico que va siempre a la raíz de la situación. Su diagnóstico, más que llegar a las causas de lo que pudiera ser una enfermedad, consiste en descubrir al enemigo: un enemigo común de Dios y del hombre.

Por eso es absolutamente necesario que el espíritu inmundo sea expulsado para que el hombre deje de ser un prisionero, un poseído, y pueda encontrar la armonía y la unidad perdidas.

¿Quién de nosotros cree que no está de un modo o de otro "poseído"? Estamos penetrados de fuerzas que nos destruyen desde dentro. 

Jesús descubre esta situación de posesión y se enfrenta a ella con autoridad. El proyecto de Jesús es todo lo contrario de un hombre poseído. Por eso el diablo se rebela contra Jesús: "¿Qué quieres de nosotros? ¿Has venido a acabar con nosotros?"

Sí, Jesús ha venido a acabar con la posesión; a soltar al hombre de las amarras que lo tienen atado; a desenredarlo de la red que lo enmaraña; a liberarlo en lo más profundo de su ser: ¡Cállate y sal de él! Y salió.

+ Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1,21-28.

Llegó Jesús a Cafarnaúm, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad.

Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: -¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: El Santo de Dios.

Jesús lo increpó: -Cállate y sal de él.

El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: -¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y lo obedecen.

Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Formación en la fe

 CAPÍTULO 7

LOS GESTOS LITURGICOS (I)

 No podemos vivir sin gestos y actitudes corporales. Ellos expresan, provocan o dan realce a lo que pensamos y sentimos: el abrazo, el beso, el apretón de manos, las lágrimas, el silencio,...y todos estos gestos surgen "naturalmente", al compás de nuestros pensamientos y emociones.

       El hombre, participa y "crea" la liturgia. Por eso, la liturgia contiene muchos gestos y actitudes con los que intentamos expresar exterior y corporalmente nuestros sentimientos hacia Dios. Los gestos litúrgicos más importantes son: la señal de la cruz; las unciones; la imposición de la ceniza; los ojos elevados al cielo; ciertos gestos relacionados con las manos: manos juntas y plegadas sobre el pecho; manos que se golpean el pecho; manos elevadas y extendidas; manos que dan y reciben la paz; manos dispuestas para recibir el Cuerpo del Señor.

La Iglesia insiste en la necesidad de renovar, actualizar, "entroncar" los gestos con cada cultura, para que las palabras y gestos sean más "significativos" para la mentalidad del hombre moderno e incluso para cada región y comunidad. La liturgia consta de una parte inmutable por ser de institución divina (la fórmula de la consagración por ejemplo), y de otras partes sujetas a cambio, que pueden y aún, deben ir cambiando, como lo ilustra la historia de la Iglesia.

"Por esta razón, los textos y los ritos se han de ordenar de manera que expresen con mayor claridad las cosas santas que significan y, en lo posible, el pueblo cristiano pueda comprender fácilmente y participar en ellas por medio de una celebración plena, activa y comunitaria" (SC 21).

La tarea de renovación litúrgica exige reflexión, creatividad y participación. Mientras tanto es necesario conocer el significado de los gestos y ejecutarlos con espontaneidad y convicción.

Rincón de oración

 ORAR  ES...

¿CÓMO SE DEBE ORAR?

 

Al tratar la forma de orar debemos diferenciar la disposición externa, la interna y el método.

En primer lugar debemos resaltar la importancia de la postura corporal. Para el ser humano el cuerpo es un medio de comunicación, nos expresamos a través de él. Todo gesto es una manifestación de nuestra persona y a cada gesto le corresponde una vivencia interior. No expresamos ni sentimos lo mismo cuando estamos de rodillas, o elevando las manos, o cuando inclinamos la cabeza hacia abajo, etc. De esta forma la expresión corporal acompaña nuestra oración dándole forma e intensificándola.

Es aconsejable, entonces, buscar y adoptar siempre la postura más adecuada al tipo de oración que estemos realizando: adoración, alabanza, súplica, etc.

En segundo lugar hacemos constar el valor del silencio como disposición interna necesaria en la oración. Antes de entrar en comunicación con Dios, y como medio de llegar al encuentro con Él, es conveniente callar todos los ruidos, preocupaciones, pensamientos y distracciones que impidan centrar la atención solo y exclusivamente en su persona.

Este silencio exterior e interior debe ir acompañado de una actitud de disponibilidad y entrega. Abiertos siempre a la voluntad del Padre.

En cuanto al método, no consideramos oportuno hacer una exposición exhaustiva de cada una de las técnicas de oración, ni siquiera vemos provechoso detallar cada uno de los diferentes estilos. Nos limitamos solamente a enumerar algunas posibilidades:

Orar con la Biblia. Meditación de textos del A.T. o del N.T.

Orar con los salmos.

Orar ayudados por la lectura de textos de espiritualidad.

Orar con canciones religiosas.

Orar a partir de noticias de actualidad.

Orar con Iconos e imágenes sagradas.

Orar desde la contemplación de la naturaleza.

Orar desde el vacío interior total como espacio reservado solo para Dios

 Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

 El ejemplo de los Santos

3 de FEBRERO:   SAN  BLAS

 


San Blas nació aproximadamente a mediados del siglo III en la ciudad de Sebaste, en Armenia, primera nación que adoptó la fe cristiana, cuyo territorio es hoy la actual Turquía. Según la tradición ejerció como médico antes de ser elegido obispo de esta misma sede, en la que igualmente derramaría su sangre como mártir por odio a la fe en las persecuciones de Diocleciano. Realmente se sabe muy poco de la vida de este santo, y son las tradiciones las que llenan este vacío. Lo que sí parece claro es que fue elegido obispo por aclamación tanto por el clero como del pueblo, y ejerció su ministerio episcopal en una dura etapa de persecución de Roma.
De este modo, la tradición cuenta que el obispo Blas durante esta persecución se refugió en el Monte Argeo manteniendo desde allí en secreto contacto con los fieles. Precisamente allí es como lo habrían encontrado los soldados del prefecto Agrícola cuando buscaban por el monte Argeo fieras para el circo romano. Fue llevado a la presencia del procurador y allí se le juzgó por blasfemo. Le dieron la oportunidad de salvarse si encendía incienso a los dioses romanos. Como el obispo se negó fue brutalmente apaleado y colgado de un madero. Como seguía sin renegar de su fe destrozaron su cuerpo con garfios de hierro. Fue martirizado pero San Blas no renegó de Dios.

 

  


18 de enero de 2024

Domingo 21 de Enero de 2024 - B

                                     DOMINGO 3º DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B

 El evangelio de este Domingo empieza haciendo un resumen de la primera actividad de Jesús y resume su predicación con estas palabras: "Se ha cumplido el plazo. Está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia".   Jesús marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Dios no tiene ningún libro. Lo que Jesús proclama es la Buena Noticia de Dios. Que Dios es una buena noticia. Porque es Padre de los hombres. Que los ama y por eso los ha traído a la existencia. Veinte siglos después, los cristianos seguimos diciendo que el Reino de Dios está cerca. Es más, decimos que está dentro de nosotros. Pero los cristianos, probablemente, no creemos lo que decimos y, en consecuencia, no nos hemos convertido. Pedro, Andrés, Santiago y Juan oyeron estas palabras de Jesús y las creyeron.

Probablemente sin llegar a entenderlas, pero las creyeron y dejaron sus barcas, sus redes, su casa. Era todo lo que tenían. Pero había algo en la llamada de aquel hombre y en su promesa que, sin pensarlo dos veces, soltaron sus posesiones y marcharon en pos de Jesús.

"Venid conmigo". Esta es la invitación que hay que atender. Hay que intentar convertirse y procurar estar cada día un rato con Jesús. Ver lo que Jesús hace. Escuchar lo que Jesús dice y entablar con él una relación personal de amistad. Dejarse cautivar por Jesús. Poco a poco nos iremos dando cuenta -en la medida en que nos vamos contagiando de él-  que con Jesús es posible una nueva forma de ser y de vivir.

 

+ Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1,14-20.

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: -Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia.

Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.

Jesús les dijo: -Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con Él.

Formación en la fe

 CAPÍTULO 6

OBJETOS LITÚRGICOS (I)

 CRUZ PROCESIONAL: Signo de nuestra Redención, del Sacrificio de Cristo y de su victoria sobre la muerte. Precede toda procesión, y se inciensa por ser el signo por el cual Cristo nos ha conseguido la Salvación.

 ACETRE: Caldero de agua bendita que se usa para las aspersiones litúrgicas. El agua se recoge del acetre y se dispersa con el hisopo. Se usa sobretodo en Pascua.

 CÁLIZ: Copa, vasija donde se bebe. Recipiente en forma de copa con ancha apertura. En la Liturgia cristiana, el cáliz es el vaso sagrado por excelencia, indispensable para la Misa ya que debe contener el vino que se convierte en la Sangre Preciosísima de Cristo. Su forma, materia y estilo han variado mucho en el curso de la historia. Los cálices solían ser de oro y tenían a veces un valor extraordinario. Debe ser preferiblemente de metales preciosos. El pie o soporte puede ser de otra materia. El Cáliz debe consagrarse exclusiva y definitivamente para el uso sagrado en la Santa Misa.

 COPÓN: Vaso con tapa en el que se conservan las Sagradas Hostias, para poder llevarlas a los enfermos y emplearlo en las ceremonias de culto. En la actualidad los copones suelen ser de menos estatura que los cálices para distinguirlos de estos.

 PURIFICADOR: Servilleta de lino o de algodón para limpiar y secar el Cáliz, la Patena y el Copón.

 CORPORAL: Pieza cuadrada de tela sobre la que descansa la Eucaristía. Sobre ella se pone la patena y el cáliz durante la Misa. Antiguamente la Sagrada Hostia descansaba directamente sobre el corporal desde el ofertorio hasta la fracción. También se pone debajo de la custodia durante la Exposición del Santísimo. Debe de ser de lino o algodón. No debe llevar bordado más que una pequeña cruz. Para guardarlo debe doblarse en nueve cuadrados iguales.

 MANUTERGIO: Toallita para secarse las manos. Se usa en el lavabo de la Misa para que el sacerdote se seque las manos.

 CRISMERA: Vaso o ampolla donde se guarda el crisma. Por extensión junto con el crisma se guardan también los óleos de los catecúmenos y de los enfermos.

 CUSTODIA: Recipiente sagrado donde se pone la Hostia consagrada de manera que se pueda ver para la adoración, sobre todo en la Bendición eucarística y las procesiones. También se le llama ostensorium, del latín ostendere, mostrar. Hay gran variedad de tamaños y estilos. Generalmente tiene forma de sol, cruz o relicario.

 Rincón de oración

 ORAR  ES...

¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

 La semana pasada en esta reflexión hacíamos una distinción entre rezar y orar. Hoy siguiendo con el tema nos vamos a detener en las condiciones necesarias para la oración.

La primera es la actitud personal:

-Con sinceridad (Mt. 6, 5)

-Con humildad (Lc. 18, 9-14)

-Con perseverancia (Lc. 11, 5-13)

-Con confianza (Hb. 4, 15-16)

No importa dónde estemos, ya sea que estemos de pie o arrodillados; ya sea que oremos verbalmente o en silencio, en forma individual o en un grupo, debemos siempre hacerlo con fe, con un corazón sincero, con humildad y confiaza, perseverando en nuestra intención.

Pero para que nuestra oración sea provechosa se ha de hacer en el silencio; silencio interior y exterior:

Muchas veces resulta difícil acallar nuestra mente y nuestro corazón, porque llevamos al silencio de la oración nuestras preocupaciones, nuestras alegrías y sufrimientos, nuestros proyectos y frustraciones, y todo ello a veces nos distrae y nos aleja del recogimiento necesario para la oración.

Pero también es necesario el silencio exterior; procurar a nuestro alrededor un clima de silencio que favorezca nuestra comunicación con Dios en la soledad de nuestra habitación o en una capilla, o en un templo.

Entre todos hemos de intentar crear un clima que favorezca ese encuentro con el Señor:

En el templo antes de comenzar una celebración, porque el silencio nos va preparando interiormente para encontrarnos con el Señor que nos va a hablar a través de su palabra proclamada, y se va a hacer presente y se nos va a dar en la eucaristía.

Pero también en la capilla, lugar de la Reserva, donde el Señor está y nos espera para comunicarse con nosotros. Guardar silencio, evitar saludos y comentarios en voz alta es una muestra de respeto, no solo a los hermanos que allí están orando, sino sobre todo de respeto al Señor que está en el Sagrario.

Entre todos podemos conseguir ese clima de silencio y de oración antes y después de cada celebración respetando a aquellos que se preparan antes o dan gracias después de cada eucaristía.

Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado            19:30 h.

Domingos            10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado            19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves                  18:30—19:30 h.

Domingos            10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves                18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

Octavario de oración por la unidad

Del 18 al 25 de enero estamos celebrando en la Iglesia unos días de oración pidiendo por la unidad de los cristianos, por la unión de todos los que creemos en Cristo en las distintas confesiones religiosas. Para que se haga realidad el deseo de Jesús: “Que todos sean uno”.

 El ejemplo de los Santos

23 de enero: San Ildefonso. “Cuán prontamente deseo hacerme esclavo de esta Señora”

 

Nació en Toledo aproximadamente en el año 606. Pertenecía a una familia noble visigoda emparentada con el rey. Era a su vez sobrino de San Eugenio, al que sucedería en la sede episcopal de Toledo. Más tarde fue enviado a Sevilla y confiada su formación a San Isidoro, doctor y padre de la Iglesia. Tras la muerte de su tío San Eugenio fue elegido arzobispo de Toledo, sede que ocupó desde el año 657 hasta su muerte en el 667. Durante todo este tiempo no sólo promovió la fe sino que la defendió de los errores y herejías. Especialmente, defendió la virginidad de María. Del mismo modo, durante su vida dejó otros importantes escritos. Cuando falleció fue enterrado en iglesia toledana de Santa Leocadia. Sin embargo, tras la invasión musulmana sus restos fueron trasladados hasta Zamora, ciudad en la que reposan en estos momentos. El profundo amor y la defensa que siempre realizó de la Virgen tuvo una gran recompensa. Su devoción a la Inmaculada Concepción de María doce siglos antes de que se proclamara su dogma recibió como regalo una aparición de la propia Madre de Cristo. Ocurrió en una noche fría de diciembre. La Virgen le regaló una casulla y le dijo: “Tú eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi hijo te envía de su tesorería”. Ella misma lo invistió y le dijo que sólo la usara en los días festivos designados en su honor.

  


12 de enero de 2024

Domingo 14 de enero de 2024 - B

 2º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B

Este domingo tiene cierto carácter de tránsito entre Epifanía y el tiempo ordinario: Jesús se manifiesta a aquellos que iban a ser sus primeros discípulos. Por otro lado, el episodio que hoy nos narra el evangelio de Juan representa el paso del Antiguo al Nuevo Testamento, de Juan a Jesús. Este sería el núcleo del mensaje de este domingo. Lo que convierte a un hombre en testigo y discípulo de Jesús es el hecho de encontrarse, de quedarse con él. Hoy todo el mundo hablará seguramente del "encuentro con Jesús", de "escuchar la voz o la llamada del Señor". Pero, ¿qué puede significar, en la vida concreta o real del hombre de hoy, encontrarse con Jesús, escuchar su voz? Estas expresiones nos parecen muchas veces simples frases hechas, sin significado alguno en la vida. Ha pasado aquel tiempo, si es que existió alguna vez, en que un Samuel o un san Francisco de Asís podían escuchar con sus oídos la voz del Señor. ¿De qué modo, por tanto, podemos aún hoy día encontrarnos con Jesús y escuchar su voz? Podríamos decir que, más que de encontrar a Jesús, se trata de dejarse encontrar por él. Y la mejor disposición es una actitud de búsqueda sincera del bien y la verdad.


+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 1,35-42.

En aquel tiempo estaba Juan con dos de sus discípulos y fijándose en Jesús que pasaba, dijo: —Este es el cordero de Dios.
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y al ver que lo seguían, les preguntó: —¿Qué buscáis?
Ellos le contestaron: —Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?
El les dijo: —Venid y lo veréis.
Entonces fueron, vieron dónde vivía, y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encontró primero a su hermano Simón y le dijo: —Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: —Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que significa Pedro).


 Formación en la fe

CAPÍTULO 5

ELEMENTOS NATURALES DE LA LITURGIA (II)

 ACEITE: En la vida espiritual, simboliza: fortaleza espiritual y corporal, valor curativo y conservativo de carácter espiritual, efusión de la gracia, santificación e inhabitación del Espíritu Santo y testimonio cristiano, comunicación del poder divino y consagración de objetos sagrados. Y por eso se usa como materia en algunos sacramentos:

En el bautismo, el óleo de los catecúmenos se coloca en el pecho. Simboliza la fortaleza y la agilidad espiritual.

El crisma se compone de aceite y bálsamo. Se usa en el bautismo, confirmación y consagración de sacerdotes, obispos, cálices, altares, patenas, iglesias. Todo cristiano tiene que exhalar el suave olor de la santidad, el suave olor de Cristo, como dice San Pablo. En la ordenación sacerdotal se ungen las manos; en la episcopal, la cabeza.

Óleo de los enfermos: vehículo para la gracia divina, y para la salud del cuerpo y del alma.

CIRIO: Se usa para el alumbrado propiamente litúrgico, es decir, para las Misas y demás sacramentos y sacramentales. La vela encendida sirve para simbolizar a Cristo-Luz del mundo y significar la fe y la oración de los fieles en presencia del Señor.

PAN Y VINO: Son la base del alimento corporal del hombre. Simbolizan, al convertirse en verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo, que la Eucaristía es alimento indispensable de todos los cristianos. Son los signos del sacrificio de su cuerpo y sangre como manjar espiritual del alma. El pan, hecho de muchos granos, y el vino, de muchos racimos, son símbolo de la unión íntima entre los cristianos. Simbolizan también la unidad de la Iglesia y de los cristianos con Cristo y entre sí, pues compartir el mismo pan y el mismo vino son signos de fraternidad, amistad y unidad.

CENIZA: Es símbolo de la caducidad de la vida y de todo lo material, y, por lo mismo, símbolo del dolor, de la penitencia, del arrepentimiento, de una gran aflicción. La Iglesia nos la pone el día del miércoles de ceniza “en señal de la humildad cristiana y como prenda del perdón que se espera”.

INCIENSO: Nuestra vida se tiene que quemar en honor a Dios, dando suave aroma. En las solemnidades se inciensa el altar y los santos, la cruz y el Santísimo Sacramento en señal de respeto y veneración. Se inciensa al sacerdote como representante de Cristo, y a los fieles para recordarles que, como pueblo santo y sacerdotal, son concelebrantes y no sólo espectadores. Además, purifica el templo y nos eleva a Dios.

Rincón de oración

ORAR  ES...

 ¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

 Para empezar me gustaría distinguir entre rezar y orar.

Entiendo por rezar el hecho de recitar de memoria frases u oraciones aprendidas con anterioridad.

Para la oración, sin embargo, no es necesario ejercicio alguno del intelecto. Se trata de una disposición interior y afectiva que busca solamente un encuentro en la intimidad con el Señor. Para ello no hace falta construir frases, ni poner en marcha la memoria. Sobran las palabras, basta únicamente la voluntad: "Le quiero y quiero estar con Él".

En este sentido podemos afirmar que la oración es un diálogo profundo con Dios, y, como en todo diálogo, se hace imprescindible la escucha, la actitud abierta y receptiva hacia Aquel de quien lo esperamos todo, en quien confiamos y a quien entregamos nuestra vida.

Si la oración es comunicación con el Señor debemos ser conscientes de que, más esencial que lo que nosotros digamos es lo que Dios nos puede trasmitir, y más importante aún que el mensaje siempre será el Emisor. Toda comunicación es válida en tanto en cuanto favorece el encuentro, de esta forma la mejor finalidad de la oración será procurar el encuentro íntimo y personal con el Señor.

 Acoge y celebra la vida

 La apertura de unos a otros es el camino para abrirnos a Dios.

Una acogida incondicional hace presente el amor gratuito de Dios.
¿Cuándo comprenderemos que Dios está siempre donde está la vida?
¿Cuándo abriremos nuestros ojos y nuestros corazones para ver los milagros de la vida que se presentan diariamente?

"Haznos vivir nuestra vida, no como un juego de ajedrez en el que todo se calcula, no como un partido en el que todo es difícil, no como un teorema que nos rompe la cabeza, sino como una fiesta sin fin donde se renueva el encuentro contigo, como un baile, como una danza entre los brazos de tu gracia, con la música universal del amor".

Amén

 Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado            19:30 h.

Domingos            10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado            19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves                  18:30—19:30 h.

Domingos            10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves                18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

El ejemplo de los Santos

 17 de enero:  San Antonio Abad:  “Ya no temo a Dios, sino que lo amo, porque el amor aleja el temor”

Antonio nació el 2 de enero de 251 d. C. en el pueblo de Comas, cerca de Heraclea, en el Alto Egipto. Se cuenta que alrededor de los veinte años de edad vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir en una comunidad local haciendo ascética, durmiendo en un sepulcro vacío. Luego pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a dirigir su vida espiritual en el desierto, más tarde se fue internando mucho más en el desierto, para vivir en absoluta soledad. Su fama de hombre santo y austero atrajo a numerosos discípulos, a los que organizó en un grupo de ermitaños. Por ello, se le considera el fundador de la tradición monacal cristiana. Sin embargo, y pese al atractivo que su carisma ejercía, nunca optó por la vida en comunidad y se retiró a un monte cerca del Mar Rojo como ermitaño. Abandonó su retiro en 311 para visitar Alejandría y predicar contra el arrianismo. Murió el 17 de enero del año 356.  Se afirma que Antonio vivió hasta los 105 años, y que dio orden de que sus restos reposasen a su muerte en una tumba anónima. Sin embargo, alrededor de 561 sus reliquias fueron llevadas a Alejandría, donde fueron veneradas hasta el siglo XII, cuando fueron trasladadas a Constantinopla.

Se le ha otorgado el título de patrono de los animales.

 




7 de enero de 2024

Domingo 7 de enero de 2024-B

 BAUTISMO DEL SEÑOR


Hoy la Iglesia celebra la Fiesta del Bautismo del Señor. El tiempo litúrgico de Navidad termina con esta fiesta, que ocupa el primer domingo después de la Epifanía. La fiesta de hoy completa en cierta forma la del 6 de enero, porque vuelve a contemplar el mismo misterio desde otra perspectiva.
El 6 de Enero celebramos la manifestación de Dios a los magos que representaban a los paganos, y hoy celebramos la manifestación de Dios cuando proclama a Jesús como su Hijo amado.
Como Jesús, todos los cristianos son llamados por Dios y consagrados por Él para evangelizar y colaborar en la construcción del Reino. Así el Reino llega a todos y con la colaboración de todos.
La suerte de Jesús, ser hijo amado de Dios, está a nuestro alcance, si nos decidimos a cumplir todo lo que Él quiere de nosotros. Como Jesús, nosotros hemos sido bautizados y desde ese día, Dios nos aceptó como sus hijos, pero sólo cuando nos decidamos a hacer la voluntad de Dios, seremos sus hijos preferidos.

 

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 7-11

En aquel tiempo, proclamaba Juan:

«Detrás de mi viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.

Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Es­píritu Santo.»

Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.

Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:

«Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»


Formación en la fe


CAPÍTULO 5

ELEMENTOS NATURALES DE LA LITURGIA (I)

 La Iglesia, cantora de la naturaleza y de su Creador y amante del simbolismo, debía aprovechar para su liturgia algunos de esos elementos como signos eficaces de valores sobrenaturales y salvíficos. El mismo Cristo los usó y les comunicó virtudes secretas en orden a la vida sobrenatural. Por ejemplo: el agua en el perdón, la saliva en el ciego, el hálito en el cenáculo, etc. Jesús explotó su simbolismo en sus discursos y parábolas: la luz, la sal, la vid, el grano de mostaza, etc.

Vamos a analizar brevemente los principales elementos y símbolos litúrgicos que emplea la Iglesia, su significado y su uso:

 LUZ: De todas las obras de la creación, la luz parece ser la más excelente. Con ella empezó Dios a adornar el mundo. Es la más hermosa de las creaturas naturales y de ella beben la belleza todas las demás. En la Vigilia Pascual se nos da la clave. La Iglesia bendice la luz sacándola del nuevo fuego y la introduce a la iglesia con el cirio pascual. La luz, por tanto, representa y rinde tributo a Jesucristo, “Luz del mundo”, símbolo de la presencia divina y de fiesta.

 FUEGO: Es de los elementos más misteriosos y terribles, al mismo tiempo. Sin él, apenas se podría vivir. Es fuerza que quema y alumbra, mata y vivifica, destruye y purifica. La Iglesia utiliza constantemente el fuego para sus ritos:

Con el fuego anuncia la resurrección de Cristo, el Sábado Santo en la noche de la Vigilia Pascual.

En el incensario, fuego e incienso simbolizan el fervor de la oración y la entrega de nuestra vida, que se va consumiendo poco a poco como suave perfume en honor a Dios.

 AGUA: Es uno de los elementos más indispensables para la vida, y henchido de simbolismo. Al principio del mundo, el Espíritu de Dios la acarició con su soplo como elemento de fecundidad; eran aguas repletas de vida vegetal y animal. Y Jesús la santificó con su contacto en las corrientes del río Jordán. El agua con el crisma forma parte de la materia del Bautismo. La Biblia está llena de fuentes, de pozos; y con el agua del diluvio quiso Dios limpiar la maldad de la tierra. Y Jesús de su costado abierto hizo brotar “sangre y agua”. Y su agua calma siempre la sed.

 

Rincón de oración

 ORAR  ES...

 

• Orar no es “pensar” en Dios. Sólo eso no basta.

• Orar es conversar con Dios como se conversa con una persona con la que se tiene mucha confianza (con esa persona a la que se acude a contar los asuntos íntimos, lo que yo sufro y lo que me alegra, y estoy seguro que no va a ir con el chisme a nadie).

• Orar es tratar a Dios como amigo íntimo (“como un amigo habla con otro amigo”). Tratarle como algo muy natural, nada complicado, ni forzado, pero muy importante, necesario en nuestra vida...

• Orar es algo muy humano... Por eso no oran mejor los que más saben, sino los que más sienten: “Te doy gracias, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes y se les has mostrado a los pequeños” (Lc 10,21)

• Orar es dejar a Dios que nos haga descubrir la necesidad que tenemos de él y sentir el amor que él nos tiene.

• Orar es sentirse hijo de Dios. Sentirse en los brazos de un Padre tan bueno y misericordioso.

• Orar es ir dejándose llenar de los sentimientos de Jesús: pensar como pensaba Jesús, sentir como sentía Jesús, querer lo que quería Jesús, amar como él amaba, hablar de lo que él hablaba, actuar como él actuaba. Claro que... esto es un ideal y aquí hay tarea para rato, pero si no se empieza no se sigue ni se acaba.

• Orar es vivir. Orar es vivir la vida, la que vivimos... la que Dios quiere que vivamos. La oración que nos saca y nos hace huir de la vida, la que nos hace dormir y estar tranquilos, no es oración.

• La oración hay que vivirla, como la amistad. Es decir, hay que vivir el encuentro con Dios. Una cosa es soñar en un río y otra cosa es disfrutar del río metiéndose dentro de él... Una cosa es saber hacer dulces y otra cosa muy diferente es comerlos... La sed se quita bebiendo agua y no “pensando” en una fuente de agua fresca. La oración se experimenta “orando”.

 Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado            19:30 h.

Domingos            10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado            19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves                  18:30—19:30 h.

Domingos            10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes de cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves                18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

Tiempo ordinario

Con la celebración de la fiesta del Bautismo del Señor terminamos el ciclo de Navidad y comenzamos el Tiempo ordinario hasta el comienzo de la Cuaresma. En este tiempo no celebramos ningún misterio de Cristo en particular, sino que domingo tras domingo vamos recordando la Historia de la Salvación que el Señor ha querido hacer con nosotros.

 El ejemplo de los Santos


 9 de Enero: San Eulogio de Córdoba:  “Hasta el último momento quiero ser adorador de nuestro Señor Jesucristo”

 

San Eulogio nació en Córdoba y se le considera el gran Doctor de la Iglesia mozárabe. La comunidad cristiana española, sometida al Islam, encontró consuelo y aliento en los escritos y en el ejemplo de San Eulogio. Recibió educación cristiana en su familia, y luego fue confiado al monasterio de Santa Clara, cerca de Córdoba. A los 25 años, Eulogio es ya un destacado sacerdote de la iglesia de San Zoilo. Estando en Zaragoza se dedica a recoger en Leyre, Siresa y otros monasterios de Navarra y Aragón preciosos manuscritos de la antigüedad, que se llevó como botín a Córdoba, y sirven para conservar y restaurar la cultura cristiana. Entre los documentos recogidos los había de Horacio, Virgilio y San Agustín. Una vez en Córdoba y convertido ya en jefe del grupo de sacerdotes de San Zoilo, por su santidad y su sabiduría, se dedica a rezar y a escribir, a instruir y alentar a los cristianos, acosados y perseguidos por el Islam, si no abandonaban el cristianismo. El 11 de marzo del año 859, cuenta su biógrafo, fue decapitado. Los sagrados restos en el año 883 fueron trasladados de Córdoba a Oviedo. Su urna se conserva todavía en la Cámara Santa de esta ciudad.