22 de junio de 2019

Domingo 23 de junio de 2019. 10 CORPUS C.

Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
                          Queridos hermanos:
Es una tentación constante pensar que las nuevas generaciones se aburren ante Cristo Eucaristía, ante una adoración eucarística. Pensar que la liturgia no llega a nadie. Que los salmos, o cánticos de la Sagrada Escritura, no los entiende nadie. Y menos los niños. Sin embargo, nada más lejos. El Papa Francisco comenta esto mismo: “También pidamos que la libere [a la Iglesia] de otra tentación: creer que es joven porque cede a todo lo que el mundo le ofrece, creer que se renueva porque esconde su mensaje y se mimetiza con los demás. No. Es joven cuando es ella misma, cuando recibe la fuerza siempre nueva de la Palabra de Dios, de la Eucaristía, de la presencia de Cristo y de la fuerza de su Espíritu cada día. Es joven cuando es capaz de volver una y otra vez a su fuente.” (Exhortación Cristus Vivit 35). La Eucaristía es una fuerza siempre nueva. Es sorprendente ver a niños, jóvenes, adorando al Señor sin cansarse.
La Eucaristía es además un alimento para los débiles y un remedio para los pecadores: “la Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles.” (Francisco. Evangelii Gaudium 47). En ese mismo documento cita el Papa a San Ambrosio: «Tengo que recibirle siempre, para que siempre perdone mis pecados. Si peco continuamente, he de tener siempre un remedio» (De Sacramentis, IV, 6, 28). También cita a San Cirilo de Alejandría: «Me he examinado y me he reconocido indigno. A los que así hablan les digo: ¿Y cuándo seréis dignos? ¿Cuándo os presentaréis entonces ante Cristo? Y si vuestros pecados os impiden acercaros y si nunca vais a dejar de caer —¿quién conoce sus delitos?, dice el salmo—, ¿os quedaréis sin participar de la santificación que vivifica para la eternidad?» (In Joh. Evang. IV, 2).
En el comentario que San Romano el Cantor tiene al evangelio de este domingo del Corpus dice de Jesús: “Tú eres, Salvador, Pan celeste de incorruptibilidad” (San Romano el Cantor. Himno LX Proemio). Y un poco más adelante dice: “encontrándose el Agricultor y Médico en el desierto, aquel lugar insignificante y que producía espinos, se alegró en seguida al encontrar Bienhechor (…) y les otorgó graciosamente fuerza para su debilidad. Entonces aquellos, disfrutando de la medicina, reconocieron al que es el pan celeste de incorruptibilidad.” (Himno LX, 5).
Jesucristo, Pan de Vida, Pan celeste de incorruptibilidad, es también agricultor que cultiva la tierra de nuestro corazón, tantas veces despoblado de la gracia, desprovisto de virtudes, y lleno de espinos y zarzas, para que produzca los mejores frutos. Y también es el médico que cura las enfermedades espirituales de los hombres.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas                 9, 11b-17

En aquel tiempo, Jesús hablaba a la gente del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación.
El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:
«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado». Él les contestó:
«Dadles vosotros de comer».
Ellos replicaron:
«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».
Porque eran unos cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos:
«Haced que se sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».
Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.
Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.
Palabra del Señor.
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA

«Haced esto en memoria mía» (1Co 11,24.25).
El apóstol Pablo, escribiendo a la comunidad de Corinto, refiere por dos veces este mandato de Cristo en el relato de la institución de la Eucaristía. Es el testimonio más antiguo de las palabras de Cristo en la Última Cena.
«Haced esto». Es decir, tomad el pan, dad gracias y partidlo; tomad el cáliz, dad gracias y distribuidlo. Jesús manda repetir el gesto con el que instituyó el memorial de su Pascua, por el que nos dio su Cuerpo y su Sangre. Y este gesto ha llegado hasta nosotros: es el «hacer» la Eucaristía, que tiene siempre a Jesús como protagonista, pero que se realiza a través de nuestras pobres manos ungidas de Espíritu Santo.
«Haced esto». Ya en otras ocasiones, Jesús había pedido a sus discípulos que «hicieran» lo que él tenía claro en su espíritu, en obediencia a la voluntad del Padre. Lo acabamos de escuchar en el Evangelio. Ante una multitud cansada y hambrienta, Jesús dice a sus discípulos: «Dadles vosotros de comer» (Lc 9,13). En realidad, Jesús es el que bendice y parte los panes, con el fin de satisfacer a todas esas personas, pero los cinco panes y los dos peces fueron aportados por los discípulos, y Jesús quería precisamente esto: que, en lugar de despedir a la multitud, ofrecieran lo poco que tenían. Hay además otro gesto: los trozos de pan, partidos por las manos sagradas y venerables del Señor, pasan a las pobres manos de los discípulos para que los distribuyan a la gente. También esto es «hacer» con Jesús, es «dar de comer» con él. Es evidente que este milagro no va destinado sólo a saciar el hambre de un día, sino que es un signo de lo que Cristo está dispuesto a hacer para la salvación de toda la humanidad ofreciendo su carne y su sangre (cf. Jn 6,48-58). Y, sin embargo, hay que pasar siempre a través de esos dos pequeños gestos: ofrecer los pocos panes y peces que tenemos; recibir de manos de Jesús el pan partido y distribuirlo a todos.
Partir: esta es la otra palabra que explica el significado del «haced esto en memoria mía». Jesús se ha dejado «partir», se parte por nosotros. Y pide que nos demos, que nos dejemos partir por los demás. Precisamente este «partir el pan» se ha convertido en el icono, en el signo de identidad de Cristo y de los cristianos. Recordemos Emaús: lo reconocieron «al partir el pan» (Lc 24,35). Recordemos la primera comunidad de Jerusalén: «Perseveraban [...] en la fracción del pan» (Hch 2,42). Se trata de la Eucaristía, que desde el comienzo ha sido el centro y la forma de la vida de la Iglesia. Pero recordemos también a todos los santos y santas –famosos o anónimos–, que se han dejado «partir» a sí mismos, sus propias vidas, para «alimentar a los hermanos». Cuántas madres, cuántos papás, junto con el pan de cada día, cortado en la mesa de casa, se parten el pecho para criar a sus hijos, y criarlos bien. Cuántos cristianos, en cuanto ciudadanos responsables, se han desvivido para defender la dignidad de todos, especialmente de los más pobres, marginados y discriminados. ¿Dónde encuentran la fuerza para hacer todo esto? Precisamente en la Eucaristía: en el poder del amor del Señor resucitado, que también hoy parte el pan para nosotros y repite: «Haced esto en memoria mía».
Que el gesto de la procesión eucarística, que dentro de poco vamos a hacer, responda también a este mandato de Jesús. Un gesto para hacer memoria de él; un gesto para dar de comer a la muchedumbre actual; un gesto para «partir» nuestra fe y nuestra vida como signo del amor de Cristo por esta ciudad y por el mundo entero. (Francisco. Homilía 26 mayo 2016).
La presencia de Cristo por el poder
de su Palabra y del Espíritu Santo
1374         El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella "como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos" (S. Tomás de A., s.th. 3, 73, 3). En el santísimo sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente" el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Cc. de Trento: DS 1651). "Esta presencia se denomina `real', no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen `reales', sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente" (MF 39).

1375 Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento. Los Padres de la Iglesia afirmaron con fuerza la fe de la Iglesia en la eficacia de la Palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo para obrar esta conversión. Así, S. Juan Crisóstomo declara que:

No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino Cristo mismo que fue crucificado por nosotros. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia estas palabras, pero su eficacia y su gracia provienen de Dios. Esto es mi Cuerpo, dice. Esta palabra transforma las cosas ofrecidas (Prod. Jud. 1,6).
Y S. Ambrosio dice respecto a esta conversión:
Estemos bien persuadidos de que esto no es lo que la naturaleza ha producido, sino lo que la bendición ha consagrado, y de que la fuerza de la bendición supera a la de la naturaleza, porque por la bendición la naturaleza misma resulta cambiada...La palabra de Cristo, que pudo hacer de la nada lo que no existía, ¿no podría cambiar las cosas existentes en lo que no eran todavía? Porque no es menos dar a las cosas su naturaleza primera que cambiársela (myst. 9,50.52).
SECUENCIA DE LA SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
Alaba, alma mía, a tu Salvador; alaba a tu guía y pastor con himnos y cánticos.
Pregona su gloria cuanto puedas, porque él está sobre toda alabanza, y jamás podrás alabarle lo bastante.
El tema especial de nuestros loores es hoy el pan vivo y que da vida. El cual se dio en la mesa de la sagrada cena al grupo de los doce apóstoles sin género de duda. Sea, pues, llena, sea sonora, sea alegre, sea pura la alabanza de nuestra alma. Pues celebramos el solemne día en que fue instituido este divino banquete.
(…) Lo que Jesucristo hizo en la cena, mandó que se haga en memoria suya. Instruidos con sus santos mandatos, consagramos el pan y el vino, en sacrificio de salvación.
(…) Su Carne es alimento y su Sangre bebida; mas Cristo está todo entero bajo cada especie. Quien lo recibe no lo rompe, no lo quebranta ni lo desmembra; recíbese todo entero. Recíbelo uno, recíbenlo mil; y aquel lo toma tanto como estos, pues no se consume al ser tomado.
He aquí el pan de los ángeles, hecho viático nuestro; verdadero pan de los hijos, no lo echemos a los perros.
Figuras lo representaron: Isaac fue sacrificado; el cordero pascual, inmolado; el maná nutrió a nuestros padres.
Buen Pastor, Pan verdadero, ¡oh, Jesús!, ten piedad. Apaciéntanos y protégenos; haz que veamos los bienes en la tierra de los vivientes.
Tú, que todo lo sabes y puedes, que nos apacientas aquí siendo aún mortales, haznos allí tus comensales, coherederos y compañeros de los santos ciudadanos.
Campamento de confirmación para niños de 9 a 12 años y los que han tomado la comunión en este año: del 27 al 30 de junio de 2019 en la Casa Baradello-Casa de Don Cirilo de Alcoy en el parque natural de la Sierra de Mariola. Información: Josep: 661456211. María: 618075857.
Salida el jueves 27 de junio a las 11.15 h. desde el parking de Juzgados.
Campamento interparroquial para niños de 6 a 12 años. Del 7 al 14 de julio. En la Sierra de Mariola (Bocairent). Información D. Jesús:  608 286822.
Campamento de post-confirmación: del 14 al 18 de agosto en Villarluengo (Teruel). Información Oscar: 661 539 242.
INFORME DE CÁRITAS INTERPARROQUIAL
Disminuye un 2,1 por ciento la atención en 2018 pero aumentan las personas sin hogar un 16,6 por ciento. Cáritas Interparroquial de Gandía ha atendido durante 2018 a un total de 2.371 personas, un 2,1 por ciento menos que en 2017 debido a la puesta en marcha de la Renta Garantizada Valenciana y a la incipiente recuperación del mercado laboral, especialmente para la población española (donde el desempleo es menor respecto a la extranjera). Aunque el número de familias atendidas ha disminuido respecto a 2017, la cifra entre familias extranjeras y españolas se equipara. Por otra parte, un 34 por ciento de las personas atendidas lo hacen por primera vez, lo que significa que la pobreza sigue siendo crónica en el 66 por ciento de los casos atendidos.
La colecta de todas las misas del Corpus irá destinada a Cáritas Diocesana.



1. El domingo 23 de junio: Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La colecta de todas las misas irá destinada a Cáritas Diocesana. La procesión solemne acompañando el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo saldrá desde la Colegiata de la Asunción de Nuestra Señora a las 8 tarde.
2. El lunes 24 de junio es la Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista.
3. SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
El viernes 28 de junio a las 7.30 se celebrará la Eucaristía solemne.
4. El sábado 29 de junio es la Solemnidad de San Pedro y San Pablo. Por decreto del arzobispo el domingo 30 de junio se traslada la Solemnidad Extrínseca de esta festividad. La colecta será para ayudar a la caridad del Papa, el llamado Óbolo de San Pedro.
5. El sábado 29 de junio  tendrá lugar la Ordenación de diez presbíteros en nuestra diócesis. En la catedral de Valencia a las 11.00 h. Les invitamos a rezar por los candidatos al presbiterado.



Del 24 al 30 de junio de 2019
Lunes 24. SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA. 19.30 h.: En sufragio de: Rafael Belda; Juan Escrivá; Juana y María Gasen Rebolleda; Victoria Pellicer Sastre.
Martes 25. 19.30 h.: En sufragio de: Victoria Pellicer Sastre; Francisco Rodríguez.
Miércoles 26. San Pelayo, mártir. San José María Escrivá de Balaguer. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 27. San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 28. SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 29. SOLEMNIDAD DE LOS SANTOS APÓSTOLES PEDRO Y PABLO.
19.30 h.: En sufragio de: Rosendo Roche.
21.00 h.: Sin intención.
Domingo 30. SOLEMNIDAD EXTRÍNSECA DE LOS SANTOS APÓSTOLES PEDRO Y PABLO.
11.00 h.: Pro Pópulo.
19.30 h.: En sufragio de: Víctor Ferragut.


A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. En muchas de las ocasiones se acompaña de una ofrenda para el sacerdote llamada estipendio. Les invitamos a solicitar en el despacho la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.
-----------------------------------------------------
Puedes descargar la Hoja Parroquial:

13 de junio de 2019

Domingo 16 de junio de 2019. 9 TRINIDAD C.

Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
                  Queridos hermanos:
Dios, Buenísimo, infinitamente Perfecto, lleno de amor y ternura, Todo Bien, Sumo Bien, Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos ha creado libremente. Y no solo eso. Nos ha creado para que tengamos parte en su vida, la Vida Eterna, que empezamos a vivir aquí. ¡Participes de su vida, de su gracia, de su sabiduría, de su bondad, de su naturaleza! ¡Somos ricos! Ricos de Dios.
Además está cerca de cada uno:
“¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo,
allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.” (Salmo 139 (138), 7-10)
Si está cerca cuando le hemos ofendido, ¿cuánto más lo estará cuando lo buscamos por sí mismo y no por sus beneficios?
Y además de estar cerca de nosotros nos llama por nuestro nombre. Y nos ayuda a buscarlo, a conocerlo y a amarlo con todas las fuerzas. (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 1). Porque la felicidad es esta: "que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo" (Jn 17, 3).
Y para ello Dios Padre nos convoca a la Iglesia por medio de su Hijo. La Iglesia es la familia de Dios mismo, reflejo de la Santísima Trinidad, lugar de comunión y de gracia. Y nos da el regalo de su Espíritu Santo, que tiene “derecho de ciudadanía entre nosotros” (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 684).
El Espíritu Santo es un guía que nos lleva, que carga con nosotros, para llevarnos al Padre. Jesús sabe que no podemos cargar con muchas cosas: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena.” Nos da su Espíritu y nos carga sobre sus hombros. Nos lleva Él, nos lleva su Palabra, nos lleva su Espíritu que nos va haciendo ligeros, sencillos, desprendidos. “Tu Espíritu, que es bueno, me guíe por una tierra llana” (cf. Sal 143 (142), 10). Pidamos al Espíritu lo que el eunuco pidió al diácono Felipe cuando le dijo que no tenía nadie que le guiara: “rogó a Felipe que subiese [a la carroza] y sentase con él” (Hch 8,31). Sube a nuestro corazón, siéntate en él y conduce tú nuestra vida. La falta del fuego del amor en el corazón es la causa de tantas tristezas y divisiones. Que el Espíritu Santo nos conduzca a vivir el misterio de amor, donación y entrega del Padre y del Hijo. Que nos llene de amor a Jesucristo y al Padre y a los hermanos.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y lo que os anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará.
Palabra del Señor.
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA
Hoy, fiesta de la Santísima Trinidad, el Evangelio de san Juan nos presenta un pasaje del largo discurso de despedida, pronunciado por Jesús poco antes de su pasión. En este discurso Él explica a los discípulos las verdades más profundas relacionadas con Él; y así se expresa la relación entre Jesús, el Padre y el Espíritu. Jesús sabe que está cerca de la realización del designio del Padre, que se cumplirá con su muerte y resurrección; por esto quiere asegurar a los suyos que no los abandonará, porque su misión será prolongada por el Espíritu Santo. Será el Espíritu quien prolongará la misión de Jesús, es decir, guiará a la Iglesia hacia adelante.
Jesús revela en qué consiste esta misión. Sobre todo el Espíritu nos conduce a entender muchas cosas que Jesús mismo tiene aún que decir (cf. Jn 16, 12). No se trata de doctrinas nuevas y especiales, sino de una plena comprensión de todo lo que el Hijo oyó del Padre y dio a conocer a los discípulos (cf. v. 15). El Espíritu nos guía por nuevas situaciones existenciales con una mirada dirigida a Jesús y, al mismo tiempo, abierto a los eventos y al futuro. Él nos ayuda a caminar en la historia firmemente radicados en el Evangelio y también con dinámica fidelidad a nuestras tradiciones y costumbres.
Pero el misterio de la Trinidad nos habla también de nosotros, de nuestra relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En efecto, mediante el Bautismo, el Espíritu Santo nos ha insertado en el corazón y en la vida misma de Dios, que es comunión de amor. Dios es una «familia» de tres Personas que se aman tanto que forman una sola cosa. Esta «familia divina» no está cerrada en sí misma, sino que está abierta, se comunica en la creación y en la historia y ha entrado en el mundo de los hombres para llamar a todos a formar parte de ella. El horizonte trinitario de comunión nos envuelve a todos y nos anima a vivir en el amor y la fraternidad, seguros de que ahí donde hay amor, ahí está Dios.
Nuestro ser creados a imagen y semejanza de Dios-comunión nos llama a comprendernos a nosotros mismos como seres-en-relación y a vivir las relaciones interpersonales en la solidaridad y en el amor recíproco. Tales relaciones se juegan, sobre todo, en el ámbito de nuestras comunidades eclesiales, para que sea cada vez más evidente la imagen de la Iglesia icono de la Trinidad. Pero se juega en las distintas relaciones sociales, desde la familia, hasta las amistades y el ambiente de trabajo: son ocasiones concretas que se nos ofrecen para construir relaciones cada vez más humanamente ricas, capaces de respeto recíproco y de amor desinteresado.
La fiesta de la Santísima Trinidad nos invita a comprometernos en los acontecimientos cotidianos para ser fermento de comunión, de consolación y de misericordia. En esta misión, nos sostiene la fuerza que el Espíritu Santo nos dona: ella cura la carne de la humanidad herida por la injusticia, por los abusos, por el odio y la avidez. La Virgen María en su humildad, acogió la voluntad del Padre y concibió al Hijo por obra del Espíritu Santo. Que ella, espejo de la Trinidad, nos ayude a reforzar nuestra fe en el Misterio trinitario y a encarnarla con elecciones y actitudes de amor y de unidad.” (Francisco. Ángelus. 22 mayo 2016).
++++++++++++++++++++++++++
“El Dios Trinidad es comunión de amor, y la familia es su reflejo viviente. Nos iluminan las palabras de san Juan Pablo II: «Nuestro Dios, en su misterio más íntimo, no es una soledad, sino una familia, puesto que lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor, en la familia divina, es el Espíritu Santo». (Francisco. Amoris Laetitiae 11)
++++++++++++++++++++++++++
“Es el Espíritu Santo, enviado por el Padre y el Hijo, quien transforma nuestros corazones y nos hace capaces de entrar en la comunión perfecta de la Santísima Trinidad, donde todo encuentra su unidad. Él construye la comunión y la armonía del Pueblo de Dios. El mismo Espíritu Santo es la armonía, así como es el vínculo de amor entre el Padre y el Hijo.93 Él es quien suscita una múltiple y diversa riqueza de dones y al mismo tiempo construye una unidad que nunca es uniformidad sino multiforme armonía que atrae.” (Francisco. Evangelii Gaudium 117).
++++++++++++++++++++++++++
“El kerygma es trinitario. Es el fuego del Espíritu que se dona en forma de lenguas y nos hace creer en Jesucristo, que con su muerte y resurrección nos revela y nos comunica la misericordia infinita del Padre. En la boca del catequista vuelve a resonar siempre el primer anuncio: « Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte ». Cuando a este primer anuncio se le llama « primero », eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos.” (Francisco. Evangelii Gaudium 164)
EL DESEO DE FELICIDAD

1718         Las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad. Este deseo es de origen divino: Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo hacia él, el único que lo puede satisfacer:

Ciertamente todos nosotros queremos vivir felices, y en el género humano no hay nadie que no dé su asentimiento a esta proposición incluso antes de que sea plenamente enunciada (S. Agustín, mor. eccl. 1,3,4).

¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque al buscarte, Dios mío, busco la vida feliz, haz que te busque para que viva mi alma, porque mi cuerpo vive de mi alma y mi alma vive de ti (S. Agustín, conf. 10,20.29).

Sólo Dios sacia (S. Tomás de Aquino, symb. 1).

1721 Porque Dios nos ha puesto en el mundo para conocerle, servirle y amarle, y así ir al cielo. La bienaventuranza nos hace participar de la naturaleza divina (2 P 1,4) y de la Vida eterna (cf Jn 17,3). Con ella, el hombre entra en la gloria de Cristo (cf Rom 8,18) y en el gozo de la vida trinitaria.

1722 Semejante bienaventuranza supera la inteligencia y las solas fuerzas humanas. Es fruto del don gratuito de Dios. Por eso la llamamos sobrenatural, así como la gracia que dispone al hombre a entrar en el gozo divino.

"Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios". Ciertamente, según su grandeza y su inexpresable gloria, "nadie verá a Dios y vivirá", porque el Padre es inasequible; pero según su amor, su bondad hacia los hombres y su omnipotencia llega hasta conceder a los que lo aman el privilegio de ver a Dios... "porque lo que es imposible para los hombres es posible para Dios" (S. Ireneo, haer. 4,20,5).
Junto con nuestros hermanos y hermanas de vida contemplativa, unámonos en oración por los frutos del Mes Misionero Extraordinario:
Oración para el mes misionero extraordinario
Octubre 2019
Padre nuestro, tu Hijo Unigénito Jesucristo, resucitado de entre los muertos, encomendó a sus discípulos el mandato de «id y haced discípulos a todas las gentes»;
Tú nos recuerdas que a través de nuestro bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia.
Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la gracia de ser testigos del Evangelio, valientes y tenaces, para que la misión encomendada a la Iglesia, que aún está lejos de ser completada, pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces que traigan vida y luz al mundo.
Ayúdanos a hacer que todos los pueblos puedan experimentar el amor salvífico y la misericordia de Jesucristo;
Él, que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Campamento de confirmación para niños de 9 a 12 años y los que han tomado la comunión en este año: del 27 al 30 de junio de 2019 en la Casa Baradello-Casa de Don Cirilo de Alcoy en el parque natural de la Sierra de Mariola. Información: Josep: 661456211. María: 618075857.
Campamento interparroquial para niños de 6 a 12 años. Del 7 al 14 de julio. En la Sierra de Mariola (Bocairent). Información D. Jesús:  608 286822.
Campamento de post-confirmación: del 14 al 18 de agosto en Villarluengo (Teruel). Información Oscar: 661 539 242.
Los que necesiten ayuda de Cáritas para ir al Campamento rogamos la soliciten cuanto antes pues hay un plazo de petición de ayudas.


SEMANA DE LA CARIDAD GANDÍA 2019
Martes 18 de junio a las 20.30 h.: Vigilia de oración en la Capilla de las Clarisas.
Fiesta de Cáritas en la Plaza del Prado: Viernes 21 de junio

A partir de 18.30 h.: talleres y juegos infantiles, mercadillo de Comercio Justo, servicio de merienda...
A las 21.00 h.: Cena de fraternidad (ticket 5 €) 

El domingo 16 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, se celebra la Jornada Pro Orantibus. Los obispos españoles proponen como lema “La vida contemplativa. Corazón orante y misionero” , a partir  de la constitución apostólica  Vultum Dei quaerere del papa Francisco y la consecuente instrucción aplicativa Cor orans. Al mismo tiempo, en el horizonte eclesial cada vez está más cerca el mes extraordinario misionero, que viviremos en el  próximo mes de octubre.  Además manifiestan el agradecimiento y el apoyo a los innumerables hombres y mujeres que esparcidos por la geografía española mantienen vivo el ideal religioso de la vida contemplativa.
1. El jueves 20 de junio haremos una Oración por la vida: a las 18.30 h. expondremos el Santísimo Sacramento, a las 19.00 h. se hará el Rosario por la Vida y tras la Misa haremos una Hora Santa por la Vida.
Durante los próximos días estará expuesta en la entrada de la Iglesia una Exposición por la Vida.
2. Próxima salida del grupo “Paso a paso”:
a LES FOIES el sábado 22 de junio
a las 7.30 h. en el aparcamiento de los Juzgados de Gandía.
3. El domingo 23 de junio: Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La colecta de todas las misas irá destinada a Cáritas Diocesana. La procesión solemne acompañando el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo saldrá desde la Colegiata de la Asunción de Nuestra Señora a las 8 tarde.



Del 17 al 23 de junio de 2019
Lunes 17. 19.30 h.: En sufragio de: Vicente Lloret y José Antonio Lozano. 
Martes 18. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. D. Miguel Enrique Cerdá Cutanda. 
Miércoles 19. San Romualdo, abad. 19.30 h.: En sufragio de: Victoria Pellicer Sastre. 
Jueves 20. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí-Sanchis; Rvdo. D. Rafael Peiró Vitoria. 
Viernes 21. San Luis Gonzaga, religioso. 19.30 h.: En acción de gracias a San Juan Pablo II. 
Sábado 22. Por la mañana: San Paulino de Nola, obispo. Santos Juan Fisher, obispo y Tomás Moro, mártires. Por la tarde: SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO. 19.30 h.: En sufragio de: Mercedes Rovira Morant. 21.00 h.: Sin intención. 
Domingo 23. SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO. 10.00 h.: En sufragio de: José Antonio Cabanilles. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.
A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. En muchas de las ocasiones se acompaña de una ofrenda para el sacerdote llamada estipendio. Les invitamos a solicitar en el despacho la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.
-----------------------------------------------------
Puedes descargar la Hoja Parroquial: