1 de junio de 2019

Domingo 2 de junio de 2019. 7 PASCUA C.

Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
                  Queridos hermanos:
Cuando sea levantado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mi. (Jn 12,32). Esto dijo Jesús. Su poder de atracción es su amor difundido en la cruz, en su resurrección y en su Ascensión. Desde el cielo enviará el Espíritu Santo y regalará dones y regalos a los hombres. Y hará de su Iglesia y de los santos personas que atraen, no por sí mismas, sino porque llevan en sí al que atrae, al amor que atrae, a Jesucristo y al Espíritu Santo que nos conducen al Cielo, al Padre.
Santa Teresita del Niño Jesús habla de esto mismo al comentar un versículo del Cantar de los Cantares:
«Atráeme, y correremos tras el olor de tus perfumes».
¡Oh, Jesús!, ni siquiera es, pues, necesario decir: Al atraerme a mí, atrae también a las almas que amo. Esta simple palabra, «Atráeme», basta. Lo entiendo, Señor. Cuando un alma se ha dejado fascinar por el perfume embriagador de tus perfumes, ya no puede correr sola, todas las almas que ama se ven arrastradas tras de ella.
Y eso se hace sin tensiones, sin esfuerzos, como una consecuencia natural de su propia atracción hacia ti. Como un torrente que se lanza impetuosamente hacia el océano arrastrando tras de sí todo lo que encuentra a su paso, así, Jesús mío, el alma que se hunde en el océano sin riberas de tu amor atrae tras de sí todos los tesoros que posee…” (Manuscrito C. Historia de un alma).
“El amor llama al amor”, dirá esta santa más adelante. Y concluirá poniendo la imagen del hierro y el fuego: “Atráeme y correremos. ¿Qué quiere decir, entonces, pedir ser atraídos, sino unirnos de una manera íntima al objeto que nos cautiva el corazón?
Si el fuego y el hierro tuvieran inteligencia, y éste último dijera al otro «Atráeme», ¿no estaría demostrando que quiere identificarse con el fuego de tal manera que éste lo penetre y lo empape de su ardiente sustancia hasta parecer una sola cosa con él? Madre querida, ésa es mi oración. Yo pido a Jesús que me atraiga a las llamas de su amor, que me una tan íntimamente a él que sea él quien viva y quien actúe en mí. Siento que cuanto más abrase mi corazón el fuego del amor, con mayor fuerza diré «Atráeme»; y que cuanto más se acerquen las almas a mí (pobre trocito de hierro, si me alejase de la hoguera divina), más ligeras correrán tras los perfumes de su Amado. Porque un alma abrasada de amor no puede estarse inactiva.”
Pidamos a Jesucristo que nos atraiga. Que nos dé su Espíritu Santo y nos inflame en el fuego de su amor para que muchos hermanos también deseen correr tras el olor de sus perfumes.
Jesús, vuestro párroco
+ Conclusión del santo Evangelio según San Lucas           24, 46-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Vosotros sois testigos de esto. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto.
Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.
Palabra del Señor.
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA

Hoy se celebra la Ascensión de Jesús al cielo, acaecida cuarenta días después de la Pascua. Contemplamos el misterio de Jesús que sale de nuestro espacio terreno para entrar en la plenitud de la gloria de Dios, llevando consigo nuestra humanidad. Es decir, nosotros, nuestra humanidad entra por primera vez en el cielo. El Evangelio de Lucas nos muestra la reacción de los discípulos ante el Señor que «se separó de ellos y fue llevado al cielo» (24, 51). No hubo en ellos dolor y desconsuelo, sino que se postraron «ante él, y se volvieron a Jerusalén con gran gozo» (v. 52). Es el regreso de quien no teme ya a la ciudad que había rechazado al Maestro, que había visto la traición de Judas y la negación de Pedro, había visto la dispersión de los discípulos y la violencia de un poder que se sentía amenazado. A partir de aquel día para los apóstoles y para todo discípulo de Cristo fue posible habitar en Jerusalén y en todas las ciudades del mundo, también en las más atormentadas por la injusticia y la violencia, porque sobre todas las ciudades está el mismo cielo y cualquier habitante puede alzar la mirada con esperanza. Jesús, Dios, es un hombre verdadero, con su cuerpo de hombre está en el cielo. Y esta es nuestra esperanza, es nuestra ancla, y nosotros estamos firmes en esta esperanza si miramos al cielo.
En este cielo habita aquel Dios que se ha revelado tan cercano que llegó a asumir el rostro de un hombre, Jesús de Nazaret. Él permanece para siempre el Dios-con-nosotros —recordemos esto: Emmanuel, Dios con nosotros— y no nos deja solos. Podemos mirar hacia lo alto para reconocer delante de nosotros nuestro futuro. En la Ascensión de Jesús, el crucificado resucitado, está la promesa de nuestra participación en la plenitud de vida junto a Dios.
Antes de separarse de sus amigos, Jesús, refiriéndose al evento de su muerte y resurrección, les había dicho: «Vosotros sois testigos de estas cosas» (v. 48). Es decir, los discípulos son testigos de la muerte y de la resurrección de Cristo, ese día, también de la Ascensión de Cristo. Y, en efecto, después de haber visto a su Señor subir al cielo, los discípulos regresaron a la ciudad como testigos que con gozo anuncian a todos la vida nueva que viene del Crucificado resucitado, en cuyo nombre «se predicarán a todos los pueblos la conversión y el perdón de los pecados» (v. 47). Este es el testimonio —hecho no sólo de palabras sino también con la vida cotidiana—, el testimonio que cada domingo debería salir de nuestras iglesias para entrar durante la semana en las casas, en las oficinas, en la escuela, en los lugares de encuentro y de diversión, en los hospitales, en las cárceles, en las casas para ancianos, en los lugares llenos de inmigrantes, en las periferias de la ciudad... Este testimonio nosotros debemos llevarlo cada semana: ¡Cristo está con nosotros; Jesús subió al cielo, está con nosotros; Cristo está vivo!
Jesús nos ha asegurado que en este anuncio y en este testimonio seremos «revestidos de poder desde lo alto» (v. 49), es decir, con el poder del Espíritu Santo. Aquí está el secreto de esta misión: la presencia entre nosotros del Señor resucitado, que con el don del Espíritu continúa abriendo nuestra mente y nuestro corazón, para anunciar su amor y su misericordia también en los ambientes más refractarios de nuestras ciudades. Es el Espíritu Santo el verdadero artífice del multiforme testimonio que la Iglesia y cada bautizado ofrece al mundo. Por lo tanto, no podemos jamás descuidar el recogimiento en la oración para alabar a Dios e invocar el don del Espíritu. En esta semana, que nos lleva a la fiesta de Pentecostés, permanezcamos espiritualmente en el Cenáculo, junto a la Virgen María, para acoger al Espíritu Santo. Lo hacemos también ahora, en comunión con los fieles reunidos en el Santuario de Pompeya para la tradicional súplica. (Francisco. Regina Coeli. 8 mayo 2016).

LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

662           "Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" (Jn 12, 32). La elevación en la Cruz significa y anuncia la elevación en la Ascensión al cielo. Es su comienzo. Jesucristo, el único Sacerdote de la Alianza nueva y eterna, no "penetró en un Santuario hecho por mano de hombre, ... sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro" (Hb 9, 24). En el cielo, Cristo ejerce permanentemente su sacerdocio. "De ahí que pueda salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor"(Hb 7, 25). Como "Sumo Sacerdote de los bienes futuros"(Hb 9, 11), es el centro y el oficiante principal de la liturgia que honra al Padre en los cielos (cf. Ap 4, 6-11).

666   Jesucristo, cabeza de la Iglesia, nos precede en el Reino glorioso del Padre para que nosotros, miembros de su cuerpo,  vivamos en la esperanza de estar un día con él eternamente.

667   Jesucristo, habiendo entrado una vez por todas en el santuario del cielo, intercede sin cesar por nosotros como el mediador que nos asegura permanentemente la efusión del Espíritu Santo.

2795   En Cristo se han reconciliado el cielo y la tierra, porque el Hijo "ha bajado del cielo", solo, y nos hace subir allí con él, por medio de su Cruz, su Resurrección y su Ascensión.
Señor Jesús, que subes al cielo, a la derecha del Padre, victorioso del pecado y de la muerte; que has reconciliado el cielo y la tierra, porque "has bajado del cielo", solo, y nos hace subir allí contigo, por medio de tu Cruz, tu Resurrección y tu Ascensión.
Señor Jesús, al ascender nos estás diciendo, no que te vas, sino que estás en medio de nosotros de un modo nuevo; ahora puedes estar presente en todo espacio y tiempo, cerca de cada uno de nosotros y así en nuestra vida, nunca estamos solos, contamos contigo abogado que nos esperas y nos defiendes en los problemas y dificultades, en las alegrías y esperanzas. Desde el Padre envías otro abogado: El Espíritu Santo. Pues nos invitaste a pedir, a buscar y a llamar, concédenos este Santo Espíritu que nos ayude a no separarnos de Ti. Gracias, Señor.

Durante varios domingos se realizarán encuentros de oración y predicación de la Buena Noticia llamados Misión en las Plazas con el Papa Francisco. Se realiza esta misión en las principales ciudades de Europa.

Es una reunión festiva, de oración y de anuncio del Evangelio durante una hora.
Será en el parque San Pere de 11.00 a 12.00 h.
Será los domingos 2 y 9 de junio.
Nos dice San Pablo que la fe viene por el oído. Pero ¿qué es lo que hemos de escuchar para tener fe? Dice San Pablo que Dios ha querido salvar a los creyentes por medio del Kerygma, la necedad de la predicación. 
Tu vida puede cambiar. Se puede ser feliz en este mundo. Puedes salir de la rutina, del desánimo, de la tristeza, de tus pecados. Cristo ha resucitado. La losa del pasado, la losa del rencor, la losa de la debilidad propia o ajena, la losa de los propios pecados ha sido retirada y Cristo ha salido del sepulcro resucitado y la muerte ya no tiene poder sobre él. Te invitamos.


Miércoles 5 de junio a las 20.30 h. Charla del Padre Pascal Nizeyimana sobre la experiencia de su país Ruanda, lo que allí se vivió, la posterior reconciliación, y el trabajo de la caridad.
Jueves 6 de junio a las 20.30 h. Adoración Eucarística pidiendo por los necesitados.
Viernes 7 de junio a las 20.30 h. Cena del hambre (pan, aceite y sal), aportaciones voluntarias a Cáritas parroquial y película de temática social.
CAMPAMENTOS PARROQUIALES
Campamento de confirmación para niños de 9 a 12 años y los que han tomado la comunión en este año: del 27 al 30 de junio de 2019 en la Casa Baradello-Casa de Don Cirilo de Alcoy en el parque natural de la Sierra de Mariola. Información: Josep: 661456211. María: 618075857.
Campamento interparroquial para niños de 6 a 12 años. Del 7 al 14 de julio. En la Sierra de Mariola (Bocairent).
Campamento de post-confirmación: del 14 al 18 de agosto en Villarluengo.
Los que necesiten ayuda de Cáritas para ir al Campamento rogamos la soliciten cuanto antes pues hay un plazo de petición de ayudas.
2. Fin de curso de la catequesis de Jesús es el Señor visitando la Colegiata, el Palacio Ducal y las Clarisas respectivamente los cursos de 1º el lunes 3 de junio, 2º el martes 4 de junio y 3º el miércoles 5 de junio.




Del 3 al 9 de junio de 2019
Lunes 3. San Carlos Lwanga y compañeros mártires. 19.30 h.: En sufragio de: Dolores Ramón.
Martes 4. 19.30 h.: Sin intención.
Miércoles 5. San Bonifacio, obispo y mártir. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 6. San Norberto, obispo. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 7. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 8. Por la mañana: San Eutropio, primer obispo de Valencia.
Por la tarde: SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS.
18.00 h.: Con niños. En sufragio de: Dif. Fam. García-Estruch.
19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova.
21.00 h.: VIGILIA DE PENTECOSTÉS
Domingo 9. SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS.
10.00 h.: Sin intención.
11.30 h.: Pro Pópulo.
19.30 h.: Sin intención.

A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. En muchas de las ocasiones se acompaña de una ofrenda para el sacerdote llamada estipendio. Les invitamos a solicitar en el despacho la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.
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Puedes descargar la Hoja Parroquial:

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