24 de marzo de 2018

Domingo 25 de marzo de 2018. 6 DOM RAMOS B

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com



Domingo 25 de Marzo de 2018

                  Queridos hermanos:
Celebramos este domingo el inicio de la Semana Santa con la Liturgia de bendición de Palmas y Ramos y con la lectura del Evangelio de la entrada de Jesús en Jerusalén como Mesías humilde. Es recibido “por los niños y por los humildes de corazón” (Catecismo 570). La salvación no se ofrece nunca a nuestro orgullo, sino a nuestra alma de niño (cf. M.D, Molinie. El coraje de tener miedo. Ed Paulinas. Pág. 120). Para que podamos acoger al Salvador y la salvación que ofrece es necesaria la humildad. Y para ello ha de morir todo nuestro orgullo. Relata el autor anteriormente citado una parábola:
Nuestra situación es comparable a la de un país infestado de bandidos. Los bandidos son nuestro pecados, nuestros vicios, nuestro orgullo y suficiencia, que convive con nuestras virtudes y bondades. Este orgullo siempre quiere ser algo. A causa de los bandidos el país tiene muchas dificultades para vivir: falta de comunicación, aislamiento, falta de amor, violencia, rigideces, búsqueda del propio interés, instrumentalización del prójimo… Pero el país ha sabido que más allá de sus fronteras reina un Rey justo, compasivo, dotado de una armada poderosa. En su desesperación llaman al Rey, que entra en la ciudad con su armada poderosa, niños, pobres, discípulos desarmados. Apenas aparece el Rey, los bandidos van a ocultarse en lo más profundo de los bosques y de las grutas. El país respira, la vida se abre camino, vuelve la alegría y la paz.
Y el Rey, que ha ido ocupando ciudad tras ciudad, dice un día: “¿Cuándo vine no había bandidos en el país? ¿Qué ha sido de ellos?” Y le responden: “Señor, están escondidos, están adormecidos, neutralizados…” Y dice el rey: “Esto no puede seguir así. Hay que acabar con ellos. Voy a perseguirlos y exterminarlos.” “Pero Señor, le responden, vais a despertarlos, tendremos de nuevo guerra…” Y dice el Rey: “No he venido a traer la paz, la paz de este mundo. He venido a traer espada para aniquilar todo aquello que amenaza mi paz. Hay que aniquilar todo lo que amenace la circulación de la caridad.” Y comienza una batalla muy difícil, pues el mismo rey despierta a los bandidos escondidos para exterminarlos.
Quizá nosotros quisiéramos una convivencia pacífica con el hombre viejo, con nuestro orgullo. Lo que nos propone Jesús no es evitar que el hombre viejo haga de las suyas. Jesús viene a darle muerte. No puede coexistir el corazón de piedra con el corazón de carne, el orgullo y la humildad. Es verdad que hemos creído la propaganda de nuestro orgullo: “no es tan grave nuestra situación”, “no hace falta tanto”, “sin exagerar”, y otras muletillas tóxicas. Acojamos a Jesús, acojamos el camino de la humildad, como medicina para la muerte del orgullo para que Él sea el Único Rey.
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 11, 1-10

Cuando se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles:
«Id a la aldea de enfrente y, en cuanto entréis, encontraréis un pollino atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: "El Señor lo necesita, y lo devolverá pronto"».
Fueron y encontraron el pollino en la calle, atado a una puerta; y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron:
«¿Qué hacéis desatando el pollino?».
Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron.
Llevaron el pollino, le echaron encima los mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás gritaban:
«¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!».
Palabra del Señor.
La entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén

559           ¿Cómo va a acoger Jerusalén a su Mesías? Jesús rehuyó siempre las tentativas populares de hacerle rey (cf. Jn 6, 15), pero elige el momento y prepara los detalles de su entrada mesiánica en la ciudad de "David, su Padre" (Lc 1,32; cf. Mt 21, 1-11). Es aclamado como hijo de David, el que trae la salvación ("Hosanna" quiere decir "¡sálvanos!", "Danos la salvación!"). Pues bien, el "Rey de la Gloria" (Sal 24, 7-10) entra en su ciudad "montado en un asno" (Za 9, 9): no conquista a la hija de Sión, figura de su Iglesia, ni por la astucia ni por la violencia, sino por la humildad que da testimonio de la Verdad (cf. Jn 18, 37). Por eso los súbditos de su Reino, aquel día fueron los niños (cf. Mt 21, 15-16; Sal 8, 3) y los "pobres de Dios", que le aclamaban como los ángeles lo anunciaron a los pastores (cf. Lc 19, 38; 2, 14). Su aclamación "Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Sal 118, 26), ha sido recogida por la Iglesia en el "Sanctus" de la liturgia eucarística para introducir al memorial de la Pascua del Señor.

560 La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías llevará a cabo mediante la Pascua de su Muerte y de su Resurrección. Con su celebración, el domingo de Ramos, la liturgia de la Iglesia abre la Semana Santa.

569 Jesús ha subido voluntariamente a Jerusalén sabiendo perfectamente que allí moriría de muerte violenta a causa de la contradicción de los pecadores (cf. Hb 12,3).

570 La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías, recibido en su ciudad por los niños y por los humildes de corazón, va a llevar a cabo por la Pascua de su Muerte y de su Resurrección.
DOMINGO DE RAMOS CON EL PAPA

“En el centro de esta celebración, que se presenta tan festiva, está la palabra que hemos escuchado en el himno de la Carta a los Filipenses: «Se humilló a sí mismo» (2,8). La humillación de Jesús.
Esta palabra nos desvela el estilo de Dios y, en consecuencia, aquel que debe ser el del cristiano: la humildad. Un estilo que nunca dejará de sorprendernos y ponernos en crisis: nunca nos acostumbraremos a un Dios humilde.
Humillarse es ante todo el estilo de Dios: Dios se humilla para caminar con su pueblo, para soportar sus infidelidades. Esto se aprecia bien leyendo la historia del Éxodo: ¡Qué humillación para el Señor oír todas aquellas murmuraciones, aquellas quejas! Estaban dirigidas contra Moisés, pero, en el fondo, iban contra él, contra su Padre, que los había sacado de la esclavitud y los guiaba en el camino por el desierto hasta la tierra de la libertad.
En esta semana, la Semana Santa, que nos conduce a la Pascua, seguiremos este camino de la humillación de Jesús. Y sólo así será «santa» también para nosotros.
Veremos el desprecio de los jefes del pueblo y sus engaños para acabar con él. Asistiremos a la traición de Judas, uno de los Doce, que lo venderá por treinta monedas. Veremos al Señor apresado y tratado como un malhechor; abandonado por sus discípulos; llevado ante el Sanedrín, condenado a muerte, azotado y ultrajado. Escucharemos cómo Pedro, la «roca» de los discípulos, lo negará tres veces. Oiremos los gritos de la muchedumbre, soliviantada por los jefes, pidiendo que Barrabás quede libre y que a él lo crucifiquen. Veremos cómo los soldados se burlarán de él, vestido con un manto color púrpura y coronado de espinas. Y después, a lo largo de la vía dolorosa y a los pies de la cruz, sentiremos los insultos de la gente y de los jefes, que se ríen de su condición de Rey e Hijo de Dios.
Esta es la vía de Dios, el camino de la humildad. Es el camino de Jesús, no hay otro. Y no hay humildad sin humillación.
Al recorrer hasta el final este camino, el Hijo de Dios tomó la «condición de siervo» (Flp 2,7). En efecto, la humildad quiere decir también servicio, significa dejar espacio a Dios negándose a uno mismo, «despojándose», como dice la Escritura (v. 7). Este «despojarse» es la humillación más grande.
Hay otra vía, contraria al camino de Cristo: la mundanidad. La mundanidad nos ofrece el camino de la vanidad, del orgullo, del éxito... Es la otra vía. El maligno se la propuso también a Jesús durante cuarenta días en el desierto. Pero Jesús la rechazó sin dudarlo. Y, con él, solamente con su gracia y con su ayuda, también nosotros podemos vencer esta tentación de la vanidad, de la mundanidad, no sólo en las grandes ocasiones, sino también en las circunstancias ordinarias de la vida.
En esto, nos ayuda y nos conforta el ejemplo de muchos hombres y mujeres que, en silencio y sin hacerse ver, renuncian cada día a sí mismos para servir a los demás: un familiar enfermo, un anciano solo, una persona con discapacidad, una persona sin techo...
Pensemos también en la humillación de los que, por mantenerse fieles al Evangelio, son discriminados y sufren las consecuencias en su propia carne. Y pensemos en nuestros hermanos y hermanas perseguidos por ser cristianos, los mártires de hoy —que son muchos—: no reniegan de Jesús y soportan con dignidad insultos y ultrajes. Lo siguen por su camino. Podemos hablar, verdaderamente, de “una nube de testigos”: los mártires de hoy (cf. Hb 12,1).
Durante esta semana, emprendamos también nosotros con decisión este camino de la humildad, movidos por el amor a nuestro Señor y Salvador. El amor nos guiará y nos dará fuerza. Y, donde está él, estaremos también nosotros (cf. Jn 12,26). (Francisco. Homilía Domingo de Ramos. 29-3-2015).

ALGUNOS PENSAMIENTOS DE SAN JOSE MARÍA
ESCRIVÁ DE BALAGUER SOBRE LA HUMILDAD

Mira qué humilde es nuestro Jesús: ¡un borrico fue su trono en Jerusalén!... (Camino 606).
La humildad es otro buen camino para llegar a la paz interior. "El" lo ha dicho: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón... y encontraréis paz para vuestras almas". (607)
No es falta de humildad que conozcas el adelanto de tu alma. Así lo puedes agradecer a Dios. Pero no olvides que eres un pobrecito, que viste un buen traje... prestado. (608)
El propio conocimiento nos lleva como de la mano a la humildad. (609)
Ya puedes desechar esos pensamientos de orgullo: eres lo que el pincel en manos del artista. Y nada más. Dime para qué sirve un pincel, si no deja hacer al pintor. (612)
Señor Jesús, que de muchos modos has anunciado a tus discípulos que debías sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días, que también les decías que cuando destruyeran el templo (de tu cuerpo) en tres días lo levantarías, que tenías que ser levantado como medicina igual que fue levantada la serpiente de bronce en el desierto, que de esa forma, al ser levantado, atraerías a todos hacia ti, que eras como el grano de trigo que si muere da mucho fruto;
Concédenos aprender el camino de humildad para que muera el hombre viejo. Que no lo dejemos solamente huido o escapado por un tiempo. Que aprendamos el camino de siervo humilde y lleno de humillaciones que nos has mostrado para servirte por amor a Ti y a nuestros hermanos, amando como tú a nuestros enemigos.






Lunes 26 de marzo. Lunes Santo. 19.30 h.: En sufragio de:
Martes 27 de marzo. Martes Santo. 19.30 h.: En sufragio de: Juanita Saez.
20.30 H.: CELEBRACIÓN COMUNITARIA DEL PERDÓN.
Miércoles 28 de marzo. Miércoles Santo. 19.30 h.: En sufragio de: Rosendo Roche; Víctor Ferragut.
TRIDUO PASCUAL
Con la celebración del Triduo Pascual, Triduo del crucificado, sepultado y resucitado, se hace presente y se realiza el misterio de Pascua, es decir, el tránsito del Señor de este mundo al Padre.

Según la antigua tradición de la Iglesia primitiva, es sagrado el ayuno pascual. El viernes santo de la Pasión del Señor hay que observar en todas partes el ayuno y la abstinencia y se recomienda que se observe también durante el Sábado Santo, a fin de que la Iglesia pueda llegar con espíritu ligero y abierto a la alegría del Domingo de Resurrección.

Se encarece vivamente la celebración en común del Oficio de Lectura y Laudes del Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo.

Jueves 29 de marzo. JUEVES SANTO.
Con la Misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves santo la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies de pan y de vino, y los entregó a los apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen.

Toda la atención debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la Misa: la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el Mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna. El Lavatorio de pies significa el servicio y el amor de Cristo, que ha venido “no para ser servido, sino para servir” (Mt 20,28). Los donativos para los pobres, recogidos durante la Cuaresma como fruto de la penitencia pueden ser presentados en la procesión de ofrendas.

11.00 h.: ORACIÓN DE LAUDES. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 12 años por parte de los catequistas.

19.30 h.: MISA DE LA CENA DEL SEÑOR.  La colecta será para Cáritas interparroquial.
Viernes 30 de marzo. VIERNES SANTO.
En este día, en que “ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo” (1 Co 5,7), la Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido en la Cruz e intercede por la salvación de todo el mundo. La Iglesia, según una antiquísima tradición, en este día no celebra la Eucaristía.

8.00 h.: VÍA CRUCIS
11.00 h.: ORACIÓN DE LAUDES. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 12 años por parte de los catequistas.

16.30 h.: CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR. La colecta será para  los cristianos de Tierra Santa.

Sábado 31 de marzo. SÁBADO SANTO
Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor meditando su pasión y muerte, su descenso a los infiernos y esperando su resurrección mediante la oración y el ayuno.

11.00 h.: ORACIÓN DE LAUDES. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 12 años por parte de los catequistas.

22.00 h.: SOLEMNE VIGILIA PASCUAL.
Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor. La Vigilia de esta noche conmemora la noche santa en la que el Señor resucitó. Esta Vigilia es la “madre de todas las santas Vigilias”. Durante la Vigilia, la Iglesia espera la resurrección del Señor con la celebración de los Sacramentos de la Iniciación cristiana, mientras espera la venida escatológica o definitiva del Señor. Toda la celebración de la Vigilia Pascual ha de hacerse durante la noche. La Vigilia Pascual debe ser una celebración vigiliar prolongada.

Domingo 1 de abril. DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR.
10.00 h.; 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.
  
1. Limpieza general del Templo: El lunes santo desde las 16.00 h. y el sábado santo al acabar los Laudes.
2. Celebraciones del Perdón en nuestro arciprestazgo.

  •  Lunes 26 de marzo a las 20:00 h: Simat
  •  Lunes 26 de marzo a las 20:30 h: Cristo Rey
  •  Martes 27 de marzo a las 20:00 h: Benifairó
  •  Martes 27 de marzo a las 20:00 h: Santa María Magdalena de Gandia
  •  Martes 27 de marzo a las 20:30 h: San Francisco de Borja
  •  Miércoles 28 de marzo a las 20:00 h: San José de Tavernes
  •  Miércoles 28 de marzo a las 20:00 h: Sagrada Familia
  •  Jueves Santo confesiones en nuestra parroquia de 9 a 11 h.
3. En la madrugada del sábado 24 de marzo al domingo 25 se adelanta el reloj una hora de las 02:00 a las 03:00.

4. Lleven pequeñas campanitas para los niños para el canto del “Gloria” tanto el Jueves Santo como en la Vigilia Pascual.
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Puedes descargar la Hoja Parroquial:

17 de marzo de 2018

Domingo 18 de marzo de 2018. 5 CUA B.

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
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Domingo 18 de Marzo de 2018


                  Queridos hermanos:
Tras la resurrección de Lázaro, el evangelista San Juan  nos presenta la escena en que unos extranjeros, unos griegos, quieren ver a Jesús. Y es cuando Jesús anuncia que lo más importante va a pasar oculto a los ojos. Hablará de un grano de trigo que es enterrado, una semilla que cae en tierra y muere. Y allí, en lo oculto de la tierra, tras morir, es cuando germina y brota la espiga levantada con fruto abundante.
Parece que Jesús no responda al deseo profundo que tienen los gentiles de verle. Pero Jesús está dándoles una respuesta. Ante la buena noticia de las Palabras (su predicación, su enseñanza), Jesús ha añadido la Buena Noticia de las obras (la curación de un paralítico, la multiplicación de panes y peces, dar la vista a un ciego, resucitar a Lázaro…). Y ahora añade un evangelio superior: el evangelio del sufrimiento.
Escondido y oculto está enterrado el tesoro de este evangelio. Es más fácil ver a Jesús en el evangelio de las Palabras; también más fácil verlo y creer en El con el Evangelio de las obras y milagros. Pero para verlo de verdad hace falta verlo en el evangelio del sufrimiento. Y para ello Jesús nos propone dos caminos. Solamente uno lleva a seguir a Jesús: el odio de sí mismo, de lo que uno es, de lo que uno hace o dice, y también odiar lo que uno aparenta, buscando tantas veces hacer lo que los demás esperan de uno y mantener la fama adquirida: “el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.” El otro camino, el que intenta hacer compatible el seguir a Jesús con el mantener su “yo” no permite ver ni seguir a Jesús: “El que se ama a sí mismo, se pierde”.
Y para seguir este camino de odio a sí mismo, como el grano de trigo, Jesús nos llama. No sería posible participar de Jesús sin ser llamados: “que me siga”, “el que quiera servirme, que me siga”. Participar de Jesús, amarlo a Él más que a uno mismo, es lo que nos permite adentrarnos en el ser más íntimo de Jesús, verlo en el deseo de hacer la voluntad del Padre, pues para esto ha venido, y vencer de esta forma al Príncipe de este mundo y atraer a Él a todos. Sea nuestro deseo ser seguidores y servidores de Jesús: “El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor”.
“Cuando todas las palabras se agotan, cuando todos los llamamientos resultan ineficaces, sólo la cruz logra abrir brecha en la obstinación del corazón humano engangrenado por el odio y el egoísmo. … Hace falta el sufrimiento de los hijos de Dios, las tribulaciones de los santos, el dolor del Vicario de Cristo y de «todos los que sufren con Cristo, uniendo los propios sufrimientos humanos a su sufrimiento salvador» (Salvifici doloris, 26-27, cit. en: Card. Saraiva Martins Conferencia sobre el tema «el evangelio del sufrimiento en el magisterio de Juan Pablo II» 13-12-2003).
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan                    12, 20-33

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús».
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó:
«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre». Entonces vino una voz del cielo:
«Lo he glorificado y volveré a glorificarlo».
 La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí».
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Palabra del Señor.
SI EL GRANO DE TRIGO…

2731 Otra dificultad, especialmente para los que quieren sinceramente orar, es la sequedad. Forma parte de la contemplación en la que el corazón está seco, sin gusto por los pensamientos, recuerdos y sentimientos, incluso espirituales. Es el momento en que la fe es más pura, la fe que se mantiene firme junto a Jesús en su agonía y en el sepulcro. "El grano de trigo, si muere, da mucho fruto" (Jn 12, 24).

AHORA MI ALMA ESTÁ AGITADA, Y ¿QUÉ DIRÉ?:
PADRE, LÍBRAME DE ESTA HORA.

607 Este deseo de aceptar el designio de amor redentor de su Padre anima toda la vida de Jesús (cf. Lc 12,50; 22, 15; Mt 16, 21-23) porque su Pasión redentora es la razón de ser de su Encarnación: "¡Padre líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!" (Jn 12, 27). "El cáliz que me ha dado el Padre ¿no lo voy a beber?" (Jn 18, 11). Y todavía en la cruz antes de que "todo esté cumplido" (Jn 19, 30), dice: "Tengo sed" (Jn 19, 28).

CUANDO YO SEA ELEVADO SOBRE LA TIERRA
ATRAERÉ A TODOS HACIA MI.
ATRAE POR SU AMOR SIN IMPONER NADA
160 Cristo invitó a la fe y a la conversión, él no forzó jamás a nadie. "Dio testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradecían. Pues su reino...crece por el amor con que Cristo, exaltado en la cruz, atrae a los hombres hacia Él" (DH 11).

662 "Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí"(Jn 12, 32). La elevación en la Cruz significa y anuncia la elevación en la Ascensión al cielo. ...En el cielo, Cristo ejerce permanentemente su sacerdocio.

AHORA VA A SER JUZGADO EL MUNDO; AHORA EL
PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO VA A SER ECHADO FUERA.

550  La venida del Reino de Dios es la derrota del reino de Satanás (cf. Mt 12, 26): "Pero si por el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios" (Mt 12, 28). Los exorcismos de Jesús liberan a los hombres del dominio de los demonios (cf Lc 8, 26-39). Anticipan la gran victoria de Jesús sobre "el príncipe de este mundo" (Jn 12, 31). Por la Cruz de Cristo será definitivamente establecido el Reino de Dios: "Dios reinó desde el madero de la Cruz", (himno "Vexilla Regis").

2853  La victoria sobre el "príncipe de este mundo" (Jn 14, 30) se adquirió de una vez por todas en la Hora en que Jesús se entregó libremente a la muerte para darnos su Vida. Es el juicio de este mundo, y el príncipe de este mundo está "echado abajo" (Jn 12, 31; Ap 12, 11).
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA

“En este quinto domingo de Cuaresma, el evangelista Juan nos llama la atención con un particular curioso: algunos «griegos», de religión judía, llegados a Jerusalén para la fiesta de la Pascua, se dirigen al apóstol Felipe y le dicen: «Queremos ver a Jesús» (Jn12, 21). En la ciudad santa, donde Jesús fue por última vez, hay mucha gente. Están los pequeños y los sencillos, que han acogido festivamente al profeta de Nazaret reconociendo en Él al Enviado del Señor. Están los sumos sacerdotes y los líderes del pueblo, que lo quieren eliminar porque lo consideran herético y peligroso. También hay personas, como esos «griegos», que tienen curiosidad por verlo y por saber más acerca de su persona y de las obras realizadas por Él, la última de las cuales —la resurrección de Lázaro— causó mucha sensación.
«Queremos ver a Jesús»: estas palabras, al igual que muchas otras en los Evangelios, van más allá del episodio particular y expresan algo universal; revelan un deseo que atraviesa épocas y culturas, un deseo presente en el corazón de muchas personas que han oído hablar de Cristo, pero no lo han encontrado aún. «Yo deseo ver a Jesús», así siente el corazón de esta gente.
Respondiendo indirectamente, de modo profético, a aquel pedido de poderlo ver, Jesús pronuncia una profecía que revela su identidad e indica el camino para conocerlo verdaderamente: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre» (Jn 12, 23). ¡Es la hora de la Cruz! Es la hora de la derrota de Satanás, príncipe del mal, y del triunfo definitivo del amor misericordioso de Dios. Cristo declara que será «levantado sobre la tierra» (v. 32), una expresión con doble significado: «levantado» en cuanto crucificado, y «levantado» porque fue exaltado por el Padre en la Resurrección, para atraer a todos hacia sí y reconciliar a los hombres con Dios y entre ellos. La hora de la Cruz, la más oscura de la historia, es también la fuente de salvación para todos los que creen en Él.
Continuando con la profecía sobre su Pascua ya inminente, Jesús usa una imagen sencilla y sugestiva, la del «grano de trigo» que, al caer en la tierra, muere para dar fruto. En esta imagen encontramos otro aspecto de la Cruz de Cristo: el de la fecundidad. La cruz de Cristo es fecunda. La muerte de Jesús, de hecho, es una fuente inagotable de vida nueva, porque lleva en sí la fuerza regeneradora del amor de Dios. Inmersos en este amor por el Bautismo, los cristianos pueden convertirse en «granos de trigo» y dar mucho fruto si, al igual que Jesús, «pierden la propia vida» por amor a Dios y a los hermanos.
Por este motivo, a aquellos que también hoy «quieren ver a Jesús», a los que están en búsqueda del rostro de Dios; a quien recibió una catequesis cuando era pequeño y luego no la profundizó más y quizá ha perdido la fe; a muchos que aún no han encontrado a Jesús personalmente...; a todas estas personas podemos ofrecerles tres cosas: el Evangelio; el Crucifijo y el testimonio de nuestra fe, pobre pero sincera. El Evangelio: ahí podemos encontrar a Jesús, escucharlo, conocerlo. El Crucifijo: signo del amor de Jesús que se entregó por nosotros. Y luego, una fe que se traduce en gestos sencillos de caridad fraterna. Pero principalmente en la coherencia de vida: entre lo que decimos y lo que vivimos, coherencia entre nuestra fe y nuestra vida, entre nuestras palabras y nuestras acciones. Evangelio, Crucifijo y testimonio. Que la Virgen nos ayude a llevar estas tres cosas.” (Francisco. 22 de marzo de 2015).

Señor Jesús, grano de trigo que muriendo das fruto abundante. Señor Jesús que pudiéndote librar de la hora de la cruz has hecho la voluntad del Padre entregándote a la muerte por nuestros pecados. Señor Jesús, bandera levantada de amor que atraes hacia ti un ejército de pobres y humildes cuyo oficio es amar por medio tuyo, contigo, en ti. Señor Jesús que vences a un príncipe siendo crucificado como Rey. Señor Jesús, que realizas el verdadero exorcismo desde la Cátedra de la Cruz, echando fuera a satanás, para que el mundo sea liberado de su dominador.
Señor Jesús, como los griegos queremos verte.
Arranca de nuestros corazones el velo que nos impide verte como Señor clavado en la cruz y escarnecido, como Hijo de Dios sufriente. Concédenos un corazón limpio que vea la fecundidad de la cruz, ojos lavados que contemplen la obediencia amorosa que tienes al Padre. Renueva nuestro interior para dar gracias por la multitud de hermanos que han vencido y te glorifican en el cielo, y para descubrir que hay otros muchos militantes, combatientes, soldados que siguen tu bandera de caridad como peregrinos en este mundo. Señor Jesús, expulsa de mi al diablo y a mi no me arrojes lejos de tu rostro, pues quiero verte, echa fuera a los demonios que encuentran refugio en mi y no me quites tu Santo Espíritu.
La Cuaresma es un tiempo de conversión y de preparación a la Pascua.
Todos los viernes de Cuaresma también son días de abstinencia de comer carne.
Os recordamos que durante toda la cuaresma, en los días laborables, a las 6’30 de la mañana, se reza la oración comunitaria de Laudes en el Templo parroquial de modo solemne y cantado. Y a las 10.00 h. Oración de la mañana con Exposición del Santísimo Sacramento en la Capilla de la Comunión.
Esta semana solamente de miércoles a viernes. No habrá ni lunes 19 ni martes 20.
También los viernes de Cuaresma hay Adoración eucarística en la parroquia por la tarde de 16.30 h. a 19.00 h. Durante ese tiempo se puede celebrar el Sacramento del Perdón. A las 18.30 se rezará el Rosario y a las 19.00 h. se hará la Reserva para hacer el Ejercicio del Vía Crucis.
La celebración comunitaria del Perdón será el martes santo a las 20.30 h.
El sábado 24 de marzo a las 21.30 h. en el templo tendremos un rato de Adoración de la Cruz.
LIMPIEZA GENERAL DEL TEMPLO: El lunes santo desde las 16.00 h.; el miércoles santo desde las 21.00 h. y el sábado santo al acabar los Laudes.

Os invitamos a ser cireneos que alivien el peso de la cruz de hermanos nuestros colaborando con vuestra aportación en las diversas necesidades que aparecen en la cruz que hemos puesto a la entrada de la Iglesia. Podréis entregar las limosnas en sobres donde se especifique la ayuda concreta o entregándolo a los sacerdotes o en el buzón parroquial.
Recaudado hasta el momento:
798,55 €.
Muchas gracias en nombre de los que más lo necesitan.


  
1. En este tiempo de cuaresma, la Parroquia convoca a todos los miembros de las familias de la Parroquia a participar en este concurso de dibujo-pintura, redacción y poesía, con el fin de involucrarnos en la preparación de nuestros corazones a la Pascua de Nuestro Señor Jesucristo.
Este concurso se convoca para fomentar la lectura, la escritura y el dibujo, y el tema será: TU FAMILIA AL PIE DE LA CRUZ. Encontrarán las bases del concurso en la mesita de la entrada.
2. Proclamación pública de la fe en la Parroquia de Cristo Rey de Gandía: martes y viernes a las 20.30 h.
3. El miércoles 21 de marzo a las 17.45 h. habrá reunión del Equipo de Cáritas. Ese mismo día, a las 20.30 h. será la preparación para las catequesis con los niños durante la Semana Santa.
4. Encontrarán en la mesita dos ayudas para la celebración del Sacramento del Perdón:
- Un folleto para la PREPARACIÓN DEL SACRAMENTO con la explicación de los pasos a dar para prepararse bien a celebrar el Sacramento del Perdón: Examen de conciencia, Dolor de los pecados (contricción), Propósito de enmienda, Confesión de los pecados, Absolución y Satisfacción o cumplimiento de la Penitencia. Incluye un examen de conciencia al final del folleto.
- Y un folleto para LA CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO explicado paso por paso: Saludo inicial, lectura de la Palabra de Dios, confesión, Penitencia con el acto de contricción, Absolución, y despedida.
Del 19 al 25 de marzo de 2018

Lunes 19. Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María. 10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo.
19.30 h.: Sin intención.
Martes 20. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí-Sanchis.
Miércoles 21. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Olaso-Martínez; Jacinto Rodríguez SanBlas.
Jueves 22. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 23. Santo Toribio de Mogroviejo. 19.30 h.: En sufragio de: José Antonio Cabanilles; Rvdo. D. Rafael Reig Armiñana.
Sábado 24. Por la tarde. DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.30 h.: Adoración de la Cruz.
Domingo 25. DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR. 10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.
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Puedes descargar la Hoja Parroquial: