4 de enero de 2014

Domingo 5 de enero de 2014. II NAV XIII A

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 5 de Enero de 2014 
                  Queridos hermanos:
En el Evangelio de este domingo San Juan nos presenta el misterio de la encarnación de la Palabra Eterna del Padre, que estaba con el Padre, que era Luz, y tenía Vida, por medio de la cual se ha creado todo.
Esta Palabra es amor misericordioso que transforma a quien lo recibe. El mejor ejemplo la Virgen María, y todos los santos. La Palabra los hace hijos de Dios. Ahora bien, esta Palabra no siempre es acogida, no siempre es amada: “Vino a los suyos y no la recibieron”. Acoger es amar. Amar al Amor. Solamente el amor abre la comprensión y eficacia de la Palabra. Primero se acoge, se ama, luego se entiende. Como dice el Papa Francisco: “se trata de amar a Dios que ha querido hablar. (La Alegría del Evangelio nº 146). La Palabra eterna, distinta a nosotros, se ha abreviado, se ha hecho sencilla, humilde, pequeña, se ha hecho como nosotros, para que podamos acogerla y amarla. Un niño. Tiene rostro. Jesús de Nazaret. De lo que ha hecho la Palabra Eterna con nosotros hemos de aprender para hacer lo mismo. Jesús es «el primero y el más grande evangelizador». En cualquier forma de evangelización el primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él e impulsarnos con la fuerza de su Espíritu. (La Alegría del Evangelio 12).
La Palabra viene con una fuerte carga matrimonial, esponsal, nupcial. Cada uno de nosotros es la esposa y la Palabra de Dios el esposo. Él nos dirige la Palabra primero. Nos habla, nos interpela, nos llama, nos invita a responder a este diálogo de amor iniciado desde nuestra creación en el seno materno. (cf. Benedicto XVI. Verbum Domini 22). Cada uno está llamado a escuchar y responder a esta Palabra que tiene luz (nos hace saber quienes somos, para quién vivimos…), tiene vida y está llena de alegría.
Jesús viene a cada uno y nos dice cada vez que se proclama la Palabra de Dios o se celebra un sacramento: «Yo soy tuyo, me entrego a ti». Para que tú y yo podamos responder: «Yo soy tuyo, me entrego a ti». (cf. Benedicto XVI. Verbum Domini 51).
Por ello te invito a escuchar hoy la voz del amado y responder pronto: «Yo soy tuyo, me entrego a ti». O como María: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mi según tu Palabra”.
Jesús vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Juan        1, 1-5. 9-14

En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.
Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal,
ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Palabra del Señor.
LA PALABRA SE HA HECHO PEQUEÑA
“La Palabra eterna se ha hecho pequeña, tan pequeña como para estar en un pesebre. Se ha hecho niño para que la Palabra esté a nuestro alcance. Ahora, la Palabra no sólo se puede oír, no sólo tiene una voz, sino que tiene un rostro que podemos ver: Jesús de Nazaret”. (Benedicto XVI. Verbum Dómini 12)
VINO A SU CASA:
LOS QUE RECIBEN Y LOS QUE NO RECIBEN LA PALABRA
El Señor pronuncia su Palabra para que la reciban aquellos que han sido creados precisamente «por medio» del Verbo mismo. «Vino a su casa» ( Jn 1,11): la Palabra no nos es originariamente ajena, y la creación ha sido querida en una relación de familiaridad con la vida divina. El Prólogo del cuarto Evangelio nos sitúa también ante el rechazo de la Palabra divina por parte de los «suyos» que «no la recibieron» (Jn 1,11). No recibirla quiere decir no escuchar su voz, no configurarse con el Logos. En cambio, cuando el hombre, aunque sea frágil y pecador, sale sinceramente al encuentro de Cristo, comienza una transformación radical: «A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios» (Jn 1,12). Recibir al Verbo quiere decir dejarse plasmar por Él hasta el punto de llegar a ser, por el poder del Espíritu Santo, configurados con Cristo, con el «Hijo único del Padre» (Jn 1,14). Es el principio de una nueva creación, nace la criatura nueva, un pueblo nuevo. (Benedicto XVI. Verbum Dómini 50)
LA INICIATIVA SIEMPRE LA TIENE LA PALABRA DE DIOS
«Es importante saber que la primera palabra, la iniciativa verdadera, la actividad verdadera viene de Dios y sólo si entramos en esta iniciativa divina, sólo si imploramos esta iniciativa divina, podremos también ser —con Él y en Él— evangelizadores». Benedicto XVI. Meditación en la primera Congregación general de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (8 octubre 2012). Citado en La Alegría del Evangelio 112)
PALABRA QUE HACE SALIR
“En la Palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de «salida» que Dios quiere provocar en los creyentes... todos somos llamados a esta nueva «salida» misionera. Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”. (Francisco. La Alegría del Evangelio 20)
PALABRA EFICAZ A SU MANERA
“La Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir. El Evangelio habla de una semilla que, una vez sembrada, crece por sí sola también cuando el agricultor duerme (cf. Mc 4,26-29). La Iglesia debe aceptar esa libertad inaferrable de la Palabra, que es eficaz a su manera, y de formas muy diversas que suelen superar nuestras previsiones y romper nuestros esquemas”. (Francisco. La Alegría del Evangelio 22)
Señor Jesús, Palabra Viva del Padre, que has encontrado tu mejor casa en la Virgen María y en todos los hijos de la Iglesia que te acogen con fe, fervor y devoción.
Señor Jesús, Palabra eterna, que te has hecho tan pequeña como para estar en un pesebre, te has hecho niño para que la Palabra esté a nuestro alcance, de tal forma que te podemos oír, pues tienes voz y tienes rostro: tú, Jesús de Nazaret, hijo de María.
Tú, Verbo de la Vida, que a través de la palabra vienes a decirnos: “Yo soy tuyo, me entrego a ti y te amo” concede a tu Iglesia recibirte y responder: “Yo soy tuyo, me entrego a ti y te amo”.
Tú, Palabra por la que el Padre nos ha creado y existimos, restáuranos para ser tu morada entre los hombres. Tú que vienes continuamente a nosotros como el Sol que sale de su alcoba dispuesto a recorrer su camino para encontrarte con nosotros, concédenos salir a tu encuentro, y aunque seamos frágiles y pecadores, transfórmanos, configúranos en Ti, pues a los que te reciben les das poder para ser hijos de Dios ( cf. Jn 1,12). Y que recibiéndote y conservándote en el corazón seamos tus heraldos que anuncien a todo el mundo la Buena Noticia del Evangelio encarnado. (Oración inspirada en fragmentos de la exhortación apostólica Verbum Domini de Benedicto XVI)

No es tan distinto lo que un Papa y otro nos dicen. Con lenguaje distinto. Pero nos dicen lo mismo. Y es novedoso. Y es lo mismo.
Es verdad también que hay quien pretende suscitar la ruptura con el pasado, la discontinuidad, el alejamiento de los planteamientos anteriores llevados a cabo por los Papas anteriores. Nada más falso. Novedad sí. Ruptura no. Novedad en la expresión, en el lenguaje, en los gestos… Pero nunca ruptura con la misma y única Iglesia de Jesucristo. Por eso el Papa cita en su exhortación 2 veces al Papa Juan XXIII, 17 veces al Concilio Vaticano II, 18 veces a Pablo VI, 45 veces a Juan Pablo II, 22 veces a Benedicto XVI.
Fijémonos, por ejemplo en esta frase que sigue a continuación. “Exhorto a todos los fieles a reavivar el encuentro personal y comunitario con Cristo, Verbo de la Vida que se ha hecho visible, y a ser sus anunciadores para que el don de la vida divina, la comunión, se extienda cada vez más por todo el mundo. En efecto, participar en la vida de Dios, Trinidad de Amor, es alegría completa (cf. 1 Jn 1,4). Y comunicar la alegría que se produce en el encuentro con la Persona de Cristo, Palabra de Dios presente en medio de nosotros, es un don y una tarea imprescindible para la Iglesia”. (Benedicto XVI. Verbum Dómini 2). Está sacada de la exhortación apostólica sobre la Palabra de Dios del año 2010, escrita por Benedicto XVI. En ella toca tres temas que desarrolla el Papa Francisco con palabras semejantes.
Primer tema: el encuentro con Jesucristo. Fíjense cómo lo dice el Papa Francisco: “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”. (nº 3 de la exhortación apostólica del papa Francisco sobre la Alegría del Evangelio). En uno y otro fragmento se invita o exhorta a todos los fieles cristianos al encuentro con Jesucristo.
Segundo tema: ser anunciadores de Cristo. Fijémonos cómo lo dice el Papa Francisco: “Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable”. (nº 14). Y con claridad añade más adelante: “Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un «estado permanente de misión». (Francisco. Evangelio Gaudium 25) 
Tercer tema: Comunicar la alegría. Fíjense cómo lo dice el Papa Francisco: “La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera (nº 21) La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie. Así se lo anuncia el ángel a los pastores de Belén: «No temáis, porque os traigo una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo» (Lc 2,10). (nº 23)
No hay duda de que hay elementos de diferencia. Son personas distintas, de experiencias distintas y continentes distintos. Claro. Pero “un solo Señor, una misma fe y un solo bautismo…” como dice San Pablo en la carta a los Efesios.
1. Visita de SS. MM. los Reyes a la Parroquia el domingo 5 de enero a las 20.00 h. Con este motivo la misa del domingo por la tarde (de la solemnidad de la Epifanía) será a las 6 tarde.
2. En el despacho parroquial podrán adquirir el calendario parroquial 2014 así como la exhortación apostólica del Papa Francisco “La alegría del Evangelio”.
3. Al volver de Navidad se reanudan todas las actividades parroquiales y nos encontraremos con diversas ofertas formativas, algunas ya comenzaron en octubre pasado y otras comienzan en enero: se reanudan el jueves 9 de enero a las 8 noche las clases del Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas; el lunes 13 a las 8 noche formación de catequistas y a las 9.30 noche la formación de familias misioneras; el martes 14 a las 9.30 noche las catequesis de jóvenes y adultos que seguirán martes y viernes.
4. El domingo 12 de enero, fiesta del Bautismo del Señor, en la misa de 12.00 h. daremos gracias a Dios con los padres y padrinos de los niños que han sido bautizados durante el año 2013
5. El viernes 10 de enero está prevista la visita ordinaria a los enfermos e impedidos de la parroquia.
6. El sábado 11 y domingo 12 en todas las misas será el anuncio de las catequesis de adultos que se realizarán en la parroquia los martes y viernes a las 9.30 noche a partir del martes 14 de enero.

Horario de misas en TIEMPO DE Navidad:
· 2º domingo de Navidad: Sábado 4 (18.00; 19.30.; 21.00 h.) y domingo 5 de enero: 9.30; 11.00; 12.00.
· Solemnidad de la Epifanía: Domingo 5 tarde (18.00 h.) y lunes 6 de enero: 9.30; 11.00; 12.00; 19.30 h.
· Bautismo del Señor: sábado 11 y domingo 12 de enero en el horario habitual
Del 6 al 12 de Enero de 2014
Domingo 5 de enero. Por la tarde: Solemnidad de la Epifanía. 18.00 h.: Sin intención. 
Lunes 6 de enero. Solemnidad de la Epifanía. 9.30 h.: Sin intención. 11.00 h.: Sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención. 
Martes 7. 19.30 h.: En sufragio de P. Ricardo Sánchez López. 
Miércoles 8. 19.30 h.: En sufragio de Antonio Casanova. 
Jueves 9. 19.30 h.: En sufragio de María Rocher Rocher. 
Viernes 10. 19.30 h.: sin intención. 
Sábado 11. Por la tarde: Fiesta del Bautismo del Señor. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de José Mª Juan Meseguer. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención. 
Domingo 12. Fiesta del Bautismo del Señor. 9.30 h.: Sin intención. 11.00 h.: Sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.


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