18 de junio de 2011

Domingo 19 de junio. Santísima Trinidad.

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 19 de Junio de 2011. SANTÍSIMA TRINIDAD

                  Queridos hermanos:
“Cada año celebramos en la Iglesia, en la solemnidad de la Santísima Trinidad, la Jornada Pro Orantibus, “por los que oran”, para dar gracias a Dios por el gran don de la Vida contemplativa y la presencia luminosa de los muchos monasterios que pueblan nuestra geografía. Los objetivos de la Jornada son fundamentalmente dos: agradecer y rezar.” Es necesario dar gracias a Dios por habernos dejado este testimonio: personas que se entregan a Cristo por la salvación del mundo. Éstos lo han dejado todo: casa, padres, trabajo porque han encontrado una perla de gran valor. Pero, al mismo tiempo, en esta jornada y continuamente es importante rezar por ellos para que su amor no sea siempre el “primero”, es decir, el que empezaron a sentir en los inicios de su vida monástica; o en el peor de los casos, se deteriore, sino que se renueve, crezca,. Esto será un foco iluminador para aquellos jóvenes que  están abiertos a lo que Dios les pide en el transcurso de su vida.

“Quienes han sido llamados a esta vida escondida con Cristo en Dios se entregan a la oración incesante, al trabajo y a la vida fraterna, en un ambiente de silencio y soledad habitado por la Palabra y visitado por el amor del Señor Resucitado.” Esta vocación especifica dentro de la Iglesia es vivida en clave esponsal, es decir, se vive en una relación de amor, en la que Cristo es el esposo y el/la religioso/a, la amada: “Qué hermoso eres, amor mío” (Ct 2, 16). De ahí que se entreguen de un modo completo. “Ningún cristiano puede quedar hoy al margen de esta fiesta y de esta jornada de oración “por los que oran”. Llamados a ser Iglesia, la Santa Trinidad nos muestra el camino de nuestra genuina vocación cristiana y eclesial: ser una comunidad de amor que nace del Padre, es convocada por el Hijo y alentada y conducida por el Espíritu.” Estas comunidades son reflejo de la Santísima Trinidad, misterio central de la fe y de la vida cristiana, en cuanto comunión de personas que tienen como meta comulgar con los sentimientos de Jesús. Nuestra Madre, la Virgen María, fue la primera en conocer los misterios del Reino, pues fue “hija del Padre”, “madre del Hijo” y “esposa del Espíritu Santo”. Todas las comunidades monásticas quedan bajo su patrocinio y protección. (Jornada Pro Orantibus, Conferencia Episcopal Española, 2011).

“A ejemplo de la primitiva Iglesia, en la cual la multitud de los creyentes eran un corazón y un alma, ha de mantenerse la vida común en la oración y en la comunión del mismo espíritu, nutrida por la doctrina evangélica, por la sagrada Liturgia y principalmente por la Eucaristía. Los religiosos, como miembros de Cristo, han de prevenirse en el trato fraterno con muestras de mutuo respeto, llevando el uno las cargas del otro, ya que la comunidad, como verdadera familia, reunida en nombre de Dios, goza de su divina presencia por la caridad que el Espíritu Santo difundió en los corazones.” (Perfectae caritatis).

“Aquí radica toda la esencia del cristianismo, porque es la esencia de Dios mismo. Dios es Uno en cuanto que es todo y sólo Amor, pero, precisamente por ser Amor es apertura, acogida, diálogo; y en su relación con nosotros, hombres pecadores, es misericordia, compasión, gracia, perdón. Dios ha creado todo para la existencia, y su voluntad es siempre y solamente vida.“ (Homilía Juan Pablo II).
Arturo, vuestro vicario.
Lectura del santo evangelio según san Juan         3, 16-18

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. 

Palabra del Señor.
“La Trinidad divina, en efecto, pone su morada en nosotros el día del Bautismo: «Yo te bautizo —dice el ministro— en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». El nombre de Dios, en el cual fuimos bautizados, lo recordamos cada vez que nos santiguamos. El teólogo Romano Guardini, a propósito del signo de la cruz, afirma: «Lo hacemos antes de la oración, para que… nos ponga espiritualmente en orden; concentre en Dios pensamientos, corazón y voluntad; después de la oración, para que permanezca en nosotros lo que Dios nos ha dado … Esto abraza todo el ser, cuerpo y alma, … y todo se convierte en consagrado en el nombre del Dios uno y trino». (Benedicto XVI, Angelus Santísima Trinidad).
“Este misterio —el más profundo: el misterio de la vida íntima de Dios mismo— nos lo ha revelado Jesucristo: "El que está en el seno del Padre, ése le ha dado a conocer" (Jn 1, 18). Según el Evangelio de San Mateo, las últimas palabras, con las que Jesucristo concluye su misión terrena después de la resurrección, fueron dirigidas a los Apóstoles: "Id... y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"(Mt 28, 19). Estas palabras inauguraban la misión de la Iglesia, indicándole su compromiso fundamental y constitutivo. La primera tarea de la Iglesia es enseñar y bautizar —y bautizar quiere decir "sumergir"— en la vida trinitaria de Dios.” (Audiencia General, Juan Pablo II).
TRES PERSONAS, UN SOLO DIOS
La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: "la Trinidad consubstancial" (Cc. Constantinopla II, año 553). Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: "El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza". "Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina".

Dios es eterna beatitud, vida inmortal, luz sin ocaso. Dios es amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios quiere comunicar libremente la gloria de su vida bienaventurada. Tal es el "designio benevolente" (Ef 1,9) que concibió antes de la creación del mundo en su Hijo amado, "predestinándonos a la adopción filial en él" (Ef 1,4-5), es decir, "a reproducir la imagen de su Hijo" (Rom 8,29) gracias al "Espíritu de adopción filial" (Rom 8,15). Este designio es una "gracia dada antes de todos los siglos" (2 Tm 1,9-10), nacido inmediatamente del amor trinitario. Se despliega en la obra de la creación, en toda la historia de la salvación después de la caída, en las misiones del Hijo y del Espíritu, cuya prolongación es la misión de la Iglesia (cf. AG 2-9).

Toda la economía divina es la obra común de las tres personas divinas. Porque la Trinidad, del mismo modo que tiene una sola y misma naturaleza, así también tiene una sola y misma operación (Cc. de Constantinopla, año 553). "El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no son tres principios de las criaturas, sino un solo principio" (Cc. de Florencia, año 1442).  Sin embargo, cada persona divina realiza la obra común según su propiedad personal. Así la Iglesia confiesa, siguiendo al Nuevo Testamento (cf. 1 Co 8,6): "uno es Dios y Padre de quien proceden todas las cosas, un solo el Señor Jesucristo por el cual son todas las cosas, y uno el Espíritu Santo en quien son todas las cosas (Cc. de Constantinopla II). Son, sobre todo, las misiones divinas de la Encarnación del Hijo y del don del Espíritu Santo las que manifiestan las propiedades de las personas divinas.

El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
“El Gloria, el canto de alegría que los ángeles entonaron en la noche de la Natividad del Señor, y que la Iglesia amplió transformándolo en una doxología –un himno de alabanza, a las tres Personas de la Santísima Trinidad. Del reconocimiento de nuestra nada –más aún, de nuestra condición de pecadores, necesitados de perdón– pasamos a proclamar la grandeza del Dios tres veces Santo. La lengua no logra encontrar las palabras adecuadas para manifestar el reconocimiento debido a Dios, y alargamos el canto en expresiones de alabanza por los bienes que hemos recibido: te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos. Y damos gracias a Dios por su grandeza infinita. Ojalá sea muy honda nuestra veneración, al pronunciar estas palabras. Fomentemos a la vez el afán de desagraviar al Señor por las ofensas que recibe y, en primer lugar, por las nuestras. Resulta muy aconsejable que nos percatemos de que la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús es un diálogo del Redentor con la humanidad y, por tanto, con cada uno de nosotros. Jesucristo, el Hijo del Altísimo, se dirige a Dios Padre desde la Cruz, ungido por el Espíritu Santo, para rendir el máximo acto de alabanza y para obtenernos la remisión de nuestras ofensas.” (Javier Echevarría).
(Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011). Mediante la fe, estamos arraigados en Cristo, así como una casa está construida sobre los cimientos. Estar arraigados en Cristo significa responder concretamente a la llamada de Dios, fiándose de Él y poniendo en práctica su Palabra. «El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra se parece a uno que edificaba una casa:  vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla.
1. Campamento interparroquial. Será este campamento del 12 al 16 de julio en Orea (Guadalajara).
2. El lunes 27 de junio a las 20.30 h. en los locales parroquiales tendrá lugar la reunión para organizar el Viaje parroquial a Tierra Ignaciana (Oñate, San Sebastián, Bilbao, etc). Este Viaje parroquial será del 19 al 24 de julio.
II Semana de Cáritas:
· Domingo 19 de junio a las 18.00 h.: Película cortometraje de Lino Varela, producido por Cáritas, "Al otro lado de la calle".
· Lunes 20 de junio a las 20.30 h.: Charla: “Al otro lado del corazón”, sobre el trabajo pastoral con transeúntes. A cargo de Eduardo Mahiques, director de Cáritas interparroquial
· Viernes 24 de junio: Adoración del Santísimo Sacramento: 9.30 h.: Oración de Laudes y Exposición del Santísimo Sacramento. 18.30 h.: Rezo de Vísperas y Reserva del Santísimo Sacramento. 19.00 h.: Rezo del Santo Rosario. 19.30 h.: Eucaristía en la Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista. 20.30 h.: Vigilia de Adoración al Santísimo Sacramento
3. Con motivo del 60 aniversario de la Ordenación sacerdotal del Papa Benedicto XVI, la Congregación del Clero ha invitado a las parroquias a organizar 60 horas de Adoración del Santísimo Sacramento pidiendo por la santificación del Clero y por las vocaciones sacerdotales. Con este motivo el día 24 de junio se expondrá el Santísimo Sacramento en la Parroquia todo el día.
4. El Sábado 25 y Domingo 26 de junio: Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, Día de la Caridad. La colecta será para Cáritas Diocesana. La procesión del Corpus a las 8 noche desde la Colegiata.
5. Los días 29 y 30 de junio y el 1 de julio celebraremos en la Parroquia un Triduo al Sagrado Corazón de Jesús. pidiendo por la santificación del Clero y por las vocaciones sacerdotales. Con este motivo estos tres días se expondrá el Santísimo Sacramento en la Parroquia todo el día.
6. El viernes 1 de julio a las 20.30 h. será la asamblea parroquial de fin de curso.
Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 10-6-2011: 45.963,66 €.
+ 0
Ingresados hasta el 17-6-2011: 45.963,66 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, C/. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170
Del 20 al 26 de junio 2011
Lunes 20.  19.30 h.: En sufragio de familia Espí Sanchis.  
Martes 21. 19.30 h.: En sufragio de Luis Borrull.  
Miércoles 22. 19.30 h.: En sufragio de Matías Diez Martín  
Jueves 23. 19.30 h.: En sufragio de : José Antonio Cabanilles, Ramona Vázquez Cerro. Rezo: Mª Amelia Rodríguez Rodríguez.  
Viernes 24. Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista. 19.30 h.: En sufragio de María y Juana Gassent, y Rafael Belda.  
Sábado 25. Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo. Bodas de oro de Marcos y Mª Teresa. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.:  sin intención. 
Domingo 26. Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo. 12.00 h. Pro Pópulo.                                                                          




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