3 de mayo de 2019

Domingo 5 de mayo de 2019. 3 PASCUA C.

Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
                  Queridos hermanos:
En el Evangelio de este domingo se suceden muchos detalles cargados de esperanza. Los discípulos han vuelto a su vida ordinaria tras la aventura de Judea y Jerusalén, tras la muerte y resurrección del Maestro. Están en Galilea, en las orillas del lago. No tienen idea de cómo sigue la aventura. Les puede parecer que todo está acabado. Que ha estado bien. Pero ¿y ahora? Y aparece ya un detalle interesante: que están juntos los discípulos. Que no se han dispersado. Y que Tomás, que en la primera aparición de Jesús no estuvo y en la segunda aparición se encontró con Jesús al que confesó Señor y Dios, aparece en esta tercera aparición pegadito a Pedro.
Otro detalle es el recuerdo de su experiencia de fracaso cuando fueron llamados los cuatro primeros discípulos y una pesca milagrosa similar. Y será el amor la clave para reconocer a Jesús. Es el discípulo amado el que dice: “Es el Señor”. El amor es la clave para ver, comprender, entender todo en la vida.
Jesús resucitado, lleno de amor, les ha concedido una pesca abundantísima: 153 peces grandes. Y les ha preparado un desayuno. Ha buscado leña, y les está asando un pescado y pan. Les pide que traigan de los peces que acaban de coger y les dice: “Vamos, almorzad”. Un almuerzo inolvidable. El amor parece detener el tiempo, disipar las dudas y los miedos. Jesús coloca a sus discípulos en Él, con Él, en el amor y con el amor.
Y a continuación viene un diálogo bellísimo. Dice San Agustín que “cuando el Señor interrogaba a Pedro, nos interrogaba a nosotros, interrogaba a la Iglesia.” (Sermón 229 N,2). Y dice en otro: “amar a Dios es un don de Dios. Cuando el Señor interrogaba a Pedro sobre el amor, le estaba exigiendo lo que le había donado.” (Sermón 297,1).
En ese diálogo estamos cada uno de nosotros. El amor dado por Jesús y pedido por Él abre horizontes de esperanza y de trabajo. Sin Él no pescaron nada. Con las indicaciones de su Palabra la pesca fue muy abundante. Y Jesús pide ser amado y se abaja en los grados de amor. “amar más que los demás”, “amar”, “querer”. La experiencia de la debilidad de Pedro en las negaciones podría haber marcado la trayectoria de Pedro para siempre. Y vivir su vida en un activismo estéril: “Me voy a pescar”, podría haber sido el intento sin fruto de toda su vida. Ahora Jesús le ha anclado en una mirada y una relación de amor por la llamada, por el perdón, por la misión. Jesús será el destinatario del amor de Pedro. Las ovejas serán las beneficiarias del amor de Pedro. Amar a Jesús conllevará el servicio de amor, de cuidado y alimento de las ovejas de Jesús.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 21, 1-19

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar».
Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo».
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?».
Ellos contestaron: «No». El les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger».
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: «Vamos, almorzad».
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos».
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero».
Él le dice: «Pastorea mis ovejas».
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le contestó:
«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió:
«Sígueme».
Palabra del Señor.

EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA
El Evangelio de hoy narra la tercera aparición de Jesús resucitado a los discípulos a orillas del lago de Galilea, con la descripción de la pesca milagrosa (cf. Jn 21, 1-19). El relato se sitúa en el marco de la vida cotidiana de los discípulos, que habían regresado a su tierra y a su trabajo de pescadores, después de los días tremendos de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Era difícil para ellos comprender lo que había sucedido. Pero, mientras que todo parecía haber acabado, Jesús va nuevamente a «buscar» a sus discípulos. Es Él quien va a buscarlos. Esta vez los encuentra junto al lago, donde ellos habían pasado la noche en las barcas sin pescar nada. Las redes vacías se presentan, en cierto sentido, como el balance de su experiencia con Jesús: lo habían conocido, habían dejado todo por seguirlo, llenos de esperanza... ¿y ahora? Sí, lo habían visto resucitado, pero luego pensaban: «Se marchó y nos ha dejado... Ha sido como un sueño...».
He aquí que al amanecer Jesús se presenta en la orilla del lago; pero ellos no lo reconocen (cf. v. 4). A estos pescadores, cansados y decepcionados, el Señor les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis» (v. 6). Los discípulos confiaron en Jesús y el resultado fue una pesca increíblemente abundante. Es así que Juan se dirige a Pedro y dice: «Es el Señor» (v. 7). E inmediatamente Pedro se lanzó al agua y nadó hacia la orilla, hacia Jesús. En aquella exclamación: «¡Es el Señor!», está todo el entusiasmo de la fe pascual, llena de alegría y de asombro, que se opone con fuerza a la confusión, al desaliento, al sentido de impotencia que se había acumulado en el ánimo de los discípulos. La presencia de Jesús resucitado transforma todas las cosas: la oscuridad es vencida por la luz, el trabajo inútil es nuevamente fructuoso y prometedor, el sentido de cansancio y de abandono deja espacio a un nuevo impulso y a la certeza de que Él está con nosotros.
Desde entonces, estos mismos sentimientos animan a la Iglesia, la Comunidad del Resucitado. ¡Todos nosotros somos la comunidad del Resucitado! Si a una mirada superficial puede parecer, en algunas ocasiones, que el poder lo tienen las tinieblas del mal y el cansancio de la vida cotidiana, la Iglesia sabe con certeza que en quienes siguen al Señor Jesús resplandece ya imperecedera la luz de la Pascua. El gran anuncio de la Resurrección infunde en el corazón de los creyentes una íntima alegría y una esperanza invencibles. ¡Cristo ha verdaderamente resucitado! También hoy la Iglesia sigue haciendo resonar este anuncio gozoso: la alegría y la esperanza siguen reflejándose en los corazones, en los rostros, en los gestos, en las palabras. Todos nosotros cristianos estamos llamados a comunicar este mensaje de resurrección a quienes encontramos, especialmente a quien sufre, a quien está solo, a quien se encuentra en condiciones precarias, a los enfermos, los refugiados, los marginados. A todos hagamos llegar un rayo de la luz de Cristo resucitado, un signo de su poder misericordioso.
Que Él, el Señor, renueve también en nosotros la fe pascual. Que nos haga cada vez más conscientes de nuestra misión al servicio del Evangelio y de los hermanos; nos colme de su Santo Espíritu para que, sostenidos por la intercesión de María, con toda la Iglesia podamos proclamare la grandeza de su amor y la riqueza de su misericordia. (Francisco. Regina Coeli 10-4-2016).
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«¿Cómo me mira hoy Jesús?». (…) «Hoy en la oración surgía en mi corazón, se me hacía presente cómo era la mirada de Jesús hacia Pedro». Y en el Evangelio, añadió, «encontré tres miradas diferentes de Jesús hacia Pedro».
«La primera mirada», se encuentra «al inicio del Evangelio de san Juan, cuando Andrés fue a su hermano Pedro y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”». Y «lo llevó al encuentro de Jesús», quien «fijó su mirada en él y dijo: “Tú eres Simón, hijo de Jonás. Te llamarás Pedro”». Es «la primera mirada, la mirada de la misión que, más adelante, en Cesarea de Filipo, explica la misión: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”: esta será tu misión».
«Mientras tanto Pedro se había convertido en un entusiasta de Jesús: seguía a Jesús. (…) Por lo tanto, «está la primera mirada: la vocación y un primer anuncio de la misión». Y «¿cómo se muestra el espíritu de Pedro en esa primera mirada? Entusiasta». Es «el primer tiempo del camino con el Señor».
Luego «he pensado en la segunda mirada». La encontramos «ya tarde la noche del Jueves santo, (…) Lo niega «tres veces». Luego «escucha el canto del gallo y se acuerda: ha negado al Señor. Lo perdió todo. Perdió a su amor». Precisamente «en ese momento a Jesús lo llevaron a otra sala, atravesando el patio, y fijó la mirada en Pedro». El Evangelio de san Lucas dice que «Pedro lloró amargamente». Así, «el entusiasmo de seguir a Jesús se convirtió en llanto, porque él había pecado, había negado a Jesús». Pero «esa mirada cambió el corazón de Pedro, más que al comienzo». Así, pues, «el primer cambio fue el cambio de nombre y también de vocación». Por el contrario, «esta segunda mirada es una mirada que cambia el corazón y es un cambio de conversión al amor».
(…) Lo narrado en la liturgia de hoy «es una tercera mirada: la confirmación de la misión; pero también la mirada con la que Jesús pide confirmación del amor de Pedro». De hecho, «tres veces —¡tres veces!— Pedro había renegado»; y ahora el Señor «tres veces le pide la manifestación de su amor». Y «cuando Pedro, cada vez, dice que sí, que le quiere, que lo ama, Él le confía la misión: “Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas”». (…) He aquí, «la tercera mirada: la mirada de la misión». (…) Pero «no termina ahí. Jesús va más allá: tú haces todo esto por amor y después, ¿serás coronado rey? No». Es más, el Señor afirma con claridad: «Te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieres». Como diciendo: «También tú, como yo, estarás en aquel patio en el cual yo fijé mi mirada sobre ti: cerca de la cruz». «Nosotros también podemos pensar: ¿cuál es hoy la mirada de Jesús sobre mí? ¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión?». Estamos seguros de que «en el camino que Él ha hecho, todos estamos bajo la mirada de Jesús: Él siempre nos mira con amor, nos pide algo, nos perdona algo y nos da una misión». (Francisco. Meditaciones diarias. Viernes 22 de mayo de 2015).
Peregrinación a Lourdes:

Del 26 al 30 de junio en autocar, tren o avión. Información e inscripciones: Elena. Tel. 675724509.
Peregrinación diocesana a Vannes (Francia) con motivo del año jubilar vicentino (VI Centenario de la muerte de San Vicente Ferrer). Del 17 al 19 de mayo de 2019. Información y reservas teléfono 961579227.
Curso de acompañamiento Psicoespiritual de las heridas afectivas con el equipo de trabajo Sagrada familia. Del 15 al 19 de julio de 2019 en la Casa de Espiritualidad “Nuestra Señora de los Ángeles” en la Plana de Jávea. Con intervenciones de los Rvdos. D. Santiago Bohigues y D. Jorge Morant Morant. Información  965790067
Encuentro Diocesano Fe-Cultura con profesionales de los diversos ámbitos de la Cultura en relación con la Fe. El 14 de mayo a las 19.00 h. en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia. Información: 626320031
Formación: La vida humana, ciencia y verdad. Razones para la esperanza. En el salón de actos, Sede Santa Úrsula de la Universidad católica de Valencia. Los martes de 18.30 h. a 20.30 h. Entrada libre.
· 7 de mayo. Final de la Vida: Eutanasia, sedación y cuidados paliativos. Ponente: Dr. D. Ignacio Gómez.
· 14 de mayo. Transhumanismo y posthumanismo. Ponente: Dr. D. Enrique Burguete.
Curso “Aprende a orar” para sacerdotes, vida consagrada y laicos. Director: Carlos Pons Rocher y Javier Aznar. Casa de Espiritualidad “Casa de la Madre de Dios” en Moncada.
Selección de nuevos escolanes de la Escolanía Ntra. Sra. De los Desamparados. Jornada de puertas abiertas: 25 de mayo y 8 de junio. Edad de los aspirantes: entre los 7 y los 9 años. No es necesario que tengan conocimientos musicales. Teléfono contacto: 963918434.

«Señor, tú estás aquí, entre nosotros. Fija tu mirada sobre mí y dime qué debo hacer; de qué forma debo llorar mis errores y mis pecados; con qué valor debo ir hacia adelante por el camino que primero tú hiciste». Enséñanos a dialogar contigo, a dejarnos mirar por Ti, a tener presente tu mirada en nuestra vida. Que tu mirada renueve nuestra vocación a seguirte. Que tu mirada nos mueva al arrepentimiento y la conversión. Que tu mirada nos dé las llaves de la caridad para realizar la misión de cuidar y alimentar a tus ovejas. (Inspirado en (Francisco. Meditaciones diarias. Viernes 22 de mayo de 2015).
1. Fiesta en honor al Beato Andrés Himbernón. Eucaristía: domingo 5 de mayo a las 11.30. Procesión a las 20.00 h.
2. Campaña Valencia Misionera: domingo 5 de mayo. Con el lema: Bautizados en Valencia y enviados al mundo. Hay 250 misioneros valencianos llevando el evangelio por todo el mundo.
3. El lunes 6 de mayo a las 10.15 h. habrá reunión del Equipo de Pastoral de la Salud para comenzar a preparar la Pascua del Enfermo.
4. Reunión para organizar la Pastoral de confirmación de 9 a 12 años. El miércoles 8 de mayo a las 20.30 h. Están invitados todos los niños de esa edad, sus padres y todos los jóvenes que asisten y padrinos que colaboran en la pastoral de postconfirmación.
5. Novenario en honor de Ntra. Sra. la Virgen de los Desamparados, patrona de Gandía: del 2 al 12 de mayo a las 19.00 h. en la Insigne Colegiata de Gandía. La Misa Solemne será el 12 de mayo a las 12.30 h. y la solemne procesión a las 20.00 h.
6. Colecta de Jueves Santo para Cáritas interparroquial: 421,23 €.
7. Campamento de confirmación para niños de 9 a 13 años y los que han tomado la comunión en este año: del 27 al 30 de junio de 2019 en la Casa Baradello-Casa de Don Cirilo de Alcoy en el parque natural de la Sierra de Mariola. Información: Josep: 661456211. María: 618075857.
Del 6 al 12 de mayo de 2019
Lunes 6.  19.30 h.: En sufragio de: Luis Moreno del Valle.
Martes 7. 19.30 h.: Sin intención.
Miércoles 8. María, Madre de las Gracias. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova.
Jueves 9. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 10. San Juan de Ávila, presbítero y doctor. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 11. Bienaventurada Virgen María, Madre de los Desamparados, patrona principal de la ciudad y de la comunidad valenciana.
DOMINGO CUARTO DE PASCUA
18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 12. DOMINGO CUARTO DE PASCUA
10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.


A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. En muchas de las ocasiones se acompaña de una ofrenda para el sacerdote llamada estipendio. Les invitamos a solicitar en el despacho la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.
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Puedes descargar la Hoja Parroquial:

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