28 de enero de 2017

Domingo 29 de enero de 2017. 4 TO A.

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 29 de Enero de 2017


                 Queridos hermanos:
Escuchamos hoy el Evangelio de las Bienaventuranzas. En él está reflejada la doctrina de los dos caminos: camino de la vida, de la libertad, la alegría y la felicidad o camino de la muerte.
Dice el Papa Francisco que las bienaventuranzas «son la guía de ruta, de itinerario, son los navegadores de la vida cristiana: precisamente aquí vemos, por este camino, según las indicaciones de este navegador, cómo podemos avanzar en nuestra vida cristiana». (Francisco. Meditación diaria. 10-6-2016). «Si alguno de nosotros plantea la pregunta: “¿Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?”», la respuesta es sencilla: es necesario hacer lo que dice Jesús en el sermón de las bienaventuranzas. (Francisco. Meditación diaria. 9-6-2014).
Junto al camino de la vida, está el otro camino que lleva a la muerte. Es el camino que ofrece este mundo. El Papa lo retrata así en la Evangelii Gaudium: ““El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado.” (Francisco. Evangelii Gaudium 2).
1. Las bienaventuranzas son una vocación. Expresan el deseo que Dios tiene de que seamos felices y participemos de su vida bienaventurada.” (Catecismo nº 1). Todos deseamos ser felices. Este deseo está inscrito por Dios en el corazón de todo hombre (cf. Catecismo 1718). Dios nos llama a participar de su felicidad. Y para ello nos propone el camino. 2. Las bienaventuranzas son el camino. Ese camino es Jesús. (cf. Catecismo 1697). 3. “Las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad.” (Catecismo 1717). Jesús es el pobre de espíritu, el manso, el que llora, el hambriento, el sediento, el misericordioso, el limpio de corazón, el que trabaja por la paz, el perseguido. Por ello 4. Las bienaventuranzas están cargadas de esperanza. En medio de las pobrezas, sufrimientos o persecuciones, Jesús es el rey, la tierra prometida, el consuelo, saciedad, la misericordia, el rostro mismo de Dios. La felicidad es responder a su llamada, entrar en este camino y dejar que nos transforme para parecernos a Él.
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Mateo     5, 1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
- «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan
y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»
Palabra del Señor.
1716         Las bienaventuranzas están en el centro de la predicación de Jesús. Con ellas Jesús recoge las promesas hechas al pueblo elegido desde Abraham; pero las perfecciona ordenándolas no sólo a la posesión de una tierra, sino al Reino de los cielos.

1717         Las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad; expresan la vocación de los fieles asociados a la gloria de su Pasión y de su Resurrección; iluminan las acciones y las actitudes características de la vida cristiana; son promesas paradójicas que sostienen la esperanza en las tribulaciones; anuncian a los discípulos las bendiciones y las recompensas ya incoadas; quedan inauguradas en la vida de la Virgen María y de todos los santos.

1718  Las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad. Este deseo es de origen divino: Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo hacia él, el único que lo puede satisfacer:

   Ciertamente todos nosotros queremos vivir felices, y en el género humano no hay nadie que no dé su asentimiento a esta proposición incluso antes de que sea plenamente enunciada (S. Agustín, mor. eccl. 1,3,4).

   ¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque al buscarte, Dios mío, busco la vida feliz, haz que te busque para que viva mi alma, porque mi cuerpo vive de mi alma y mi alma vive de ti (S. Agustín, conf. 10,20.29).  
Sólo Dios sacia (S. Tomás de Aquino, symb. 1).

1719  Las bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último de los actos humanos: Dios nos llama a su propia bienaventuranza. Esta vocación se dirige a cada uno personalmente, pero también al conjunto de la Iglesia, pueblo nuevo de los que han acogido la promesa y viven de ella en la fe.
1967  La Ley evangélica "da cumplimiento" (cf Mt 5,17-19), purifica, supera, y lleva a su perfección la Ley antigua. En las "Bienaventuranzas" da cumplimiento a las promesas divinas elevándolas y ordenándolas al "Reino de los Cielos". Se dirige a los que están dispuestos a acoger con fe esta esperanza nueva: los pobres, los humildes, los afligidos, los limpios de corazón, los perseguidos a causa de Cristo, trazando así los caminos sorprendentes del Reino.

BIENAVENTURADOS LOS POBRES
COMENTADO POR EL PAPA FRANCISCO
Los mensajes anuales de las Jornadas Mundiales de la Juventud del Papa Francisco desde el 2014 al 2016 han seguido tres Bienaventuranzas. El mensaje del año 2014 fue: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3). El del año 2015 fue «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Y el del 2016 que se celebró en Cracovia fue: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7) en el Año de la Misericordia. En el mensaje del año 2014 presentaba el Papa la fuerza revolucionaria de las Bienaventuranzas. Decía:
“Jesús enseña el camino de la vida, el camino que Él mismo recorre, es más, que Él mismo es, y lo propone como camino para la verdadera felicidad. En toda su vida, desde el nacimiento en la gruta de Belén hasta la muerte en la cruz y la resurrección, Jesús encarnó las Bienaventuranzas. Todas las promesas del Reino de Dios se han cumplido en Él.
Al proclamar las Bienaventuranzas, Jesús nos invita a seguirle, a recorrer con Él el camino del amor, el único que lleva a la vida eterna. (…) Las Bienaventuranzas de Jesús son portadoras de una novedad revolucionaria, de un modelo de felicidad opuesto al que habitualmente nos comunican los medios de comunicación, la opinión dominante. Para la mentalidad mundana, es un escándalo que Dios haya venido para hacerse uno de nosotros, que haya muerto en una cruz. En la lógica de este mundo, los que Jesús proclama bienaventurados son considerados “perdedores”, débiles. En cambio, son exaltados el éxito a toda costa, el bienestar, la arrogancia del poder, la afirmación de sí mismo en perjuicio de los demás. (…) Pero, ¿qué significa “bienaventurados” (en griego makarioi)? Bienaventurados quiere decir felices. (…)
Bienaventurados los pobres de espíritu… ¿En qué sentido podemos hablar de la pobreza como una bendición? En primer lugar, intentemos comprender lo que significa «pobres de espíritu». Cuando el Hijo de Dios se hizo hombre, eligió un camino de pobreza, de humillación. (…) Es el misterio que contemplamos en el belén, viendo al Hijo de Dios en un pesebre, y después en una cruz, donde la humillación llega hasta el final.
(…) ¿Cómo podemos hacer que esta pobreza de espíritu se transforme en un estilo de vida, que se refleje concretamente en nuestra existencia? Os contesto con tres puntos.
Ante todo, intentad ser libres en relación con las cosas. El Señor nos llama a un estilo de vida evangélico de sobriedad, a no dejarnos llevar por la cultura del consumo. Se trata de buscar lo esencial (…) Pongamos a Jesús en primer lugar. Él nos puede liberar de las idolatrías que nos convierten en esclavos. (…)
En segundo lugar, para vivir esta Bienaventuranza necesitamos la conversión en relación a los pobres. Tenemos que preocuparnos de ellos, ser sensibles a sus necesidades espirituales y materiales. A vosotros, (…) Tenemos que aprender a estar con los pobres. (…)
Pero los pobres –y este es el tercer punto– no sólo son personas a las que les podemos dar algo. También ellos tienen algo que ofrecernos, que enseñarnos. ¡Tenemos tanto que aprender de la sabiduría de los pobres! Un santo del siglo XVIII, Benito José Labre, que dormía en las calles de Roma y vivía de las limosnas de la gente, se convirtió en consejero espiritual de muchas personas, entre las que figuraban nobles y prelados. En cierto sentido, los pobres son para nosotros como maestros. (…) El Señor quiere una Iglesia pobre que evangelice a los pobres. (…) La pobreza evangélica es una condición fundamental para que el Reino de Dios se difunda. (…) La evangelización, en nuestro tiempo, sólo será posible por medio del contagio de la alegría.
(…) Los santos son los que más nos pueden ayudar a entender el significado profundo de las Bienaventuranzas.
(…) el Magnificat, el cántico de María, pobre de espíritu, es también el canto de quien vive las Bienaventuranzas. La alegría del Evangelio brota de un corazón pobre, que sabe regocijarse y maravillarse por las obras de Dios, como el corazón de la Virgen, a quien todas las generaciones llaman “dichosa” (cf. Lc 1,48). (Francisco. Mensaje para la 29 Jornada Mundial de la Juventud. 2014). 
“Señor Jesucristo, proclama una vez más las Bienaventuranzas (...).
Mírales con amor y escucha sus jóvenes corazones, dispuestos a arriesgar por ti su futuro.
Los has llamado a ser «sal de la tierra y luz del mundo». Sigue enseñándoles la verdad y belleza de la visión
que tú proclamaste en la Montaña. ¡Hazlos hombres y mujeres de tus Bienaventuranzas! Que la luz de tu sabiduría brille sobre ellos, de manera que con palabras y obras difundan en el mundo la luz y la sal del Evangelio. ¡Haz que toda su vida sea un reflejo luminoso de ti, que eres la verdadera luz, venida a este mundo para que todo el que crea en ti no perezca, sino que tenga vida eterna (Cf. Juan 3, 16). (San Juan Pablo II. Oración final del Discurso inaugural JMJ 2002 Toronto 26-7-02)
NUESTRA PARROQUIA ESTÁ LLAMADA A SER UNA CASA DE MISERICORDIA “para avivar la esperanza en los corazones y para ayudar a construir juntos espacios de solidaridad”. (Conferencia Episcopal Española. La Iglesia Servidora de los pobres 33).

“Los Padres de la Iglesia, inspirados en la Biblia, denunciaron la acumulación de bienes por parte de algunos mientras otros vivían en la pobreza. San Juan Crisóstomo afirmaba que “no hacer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida. Lo que poseemos no son bienes nuestros sino los suyos” (In Lazarum, concio 2,6. En Catecismo de la Iglesia Católica, 2446) y san Agustín decía que cuando tú tienes y tu hermano no, ocurren dos cosas: “Él carece de dinero y tú de justicia” (Sermón 239, 4). San Gregorio Magno concluía que “cuando suministramos algunas cosas necesarias a los indigentes, les devolvemos lo que es suyo, no damos generosamente de lo nuestro: Satisfacemos una obra de justicia, más que hacer una obra de misericordia”. (Regula pastoralis 3,21).” (Conferencia Episcopal Española. La Iglesia Servidora de los pobres 25).

Os ofrecemos estos espacios de formación para avivar la caridad:
CURSO BÁSICO DE VOLUNTARIADO. Miércoles de 18.30 h. a 20.00 h. durante el mes de febrero (1, 8, 15, 22) y el 1 de marzo. En la sede de Duque Carlos 15.

FORMACIÓN LOS LUNES COMPARTIDOS. Lunes 30 de enero a las 20.00 h. Se tratará la Fundación de Proyecto Hombre de Cáritas Diocesana. La sesión será impartida por Vicent Pla.
GASTOS RESTAURACIÓN VIVIENDA PARROQUIAL
5.623,32 €
Esta semana no hubo donativos
Se recaudaron:  1.735,90 €
Falta pagar:     3.887,42 €
Donativos en BANKIA
ES83-2038-6230-75-3000420970


1. CATEQUESIS PARA JÓVENES Y ADULTOS. Las catequesis serán los martes y viernes a las 9.30 noche, entrando por la calle Ciudad de Laval 29. Habrá servicio de guardería para los que tengan niños pequeños.
2. De lunes a viernes a las 9.30 h. en la Capilla de la Comunión de la parroquia se reza la oración de la mañana con Exposición del Santísimo.
3. VISITA A ENFERMOS. Si conoce alguna persona anciana o enferma, aunque sea con una enfermedad temporal, no dude en comunicarlo.
4. Puede adquirir y difundir el calendario 2017 y el evangelio 2017 en la parroquia.
5. El jueves 2 de febrero es presentación del Señor y la Jornada para la Vida consagrada. La popularmente llamada Candelaria.  Habrá bendición de candelas y si el tiempo acompaña, procesión por “el claustro exterior” de la parroquia. Después de la misa habrá un rato de Adoración del Santísimo Sacramento, por ser el primer jueves de mes.
6. El viernes 3 de febrero será la visita ordinaria a los enfermos.
7. El sábado 4 de febrero en la misa de 18.00 h. se hará la entrega de las bienaventuranzas a los niños de 2º de Jesús es el Señor.
Del 30 al 5 de febrero de 2017
Lunes 30. 19.30 h.: En sufragio de: Víctor Ferragut. 
Martes 31. San Juan Bosco, pbro. 19.30 h.: Sin intención. 
Miércoles 1. 19.30 h.: En sufragio de: Amparo Tordera Salcedo. 
Jueves 2. Fiesta de la Presentación del Señor. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Ferrer-Puig; Manuel Viturro García. 
Viernes 3. San Blas. San Oscar. 19.30 h.: Sin intención. 
Sábado 4. Por la tarde: DOMINGO QUINTO DEL TIEMPO ORDINARIO. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de: Consuelo y Fernando Deusa Castelló. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención. 
Domingo 5.  DOMINGO QUINTO DEL TIEMPO ORDINARIO. 10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.
A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. En muchas de las ocasiones se acompaña de una ofrenda para el sacerdote llamada estipendio. Les invitamos a solicitar en el despacho la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.

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