12 de diciembre de 2015

Domingo 13 de diciembre de 2015. 3 ADV C

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 13 de Diciembre de 2015 

                 Queridos hermanos:
Comienza el Año de la Misericordia en nuestra Diócesis en el Domingo de la Alegría. Jubileo, Misericordia y Alegría. Tres palabras que han de ir unidas. Pues son dichosos los misericordiosos. Y en este Año Santo Jubilar se nos invita a participar de la alegría de recibir y dar la misericordia.
Juan el Bautista, al que escuchamos este domingo dando orientaciones concretas a los que le preguntan, “¿qué hacemos?” nos da pistas para que también nos preguntemos: “¿qué hacemos nosotros para participar más intensamente del amor misericordioso? Al hilo de algunas indicaciones que nos hace el Papa en la Bula de la Convocatoria al Jubileo, ¿Qué hacemos para tener vivo el deseo inagotable de brindar misericordia? San Juan Bautista nos anunciaba el camino de la justicia basado en el compartir, en la honradez, en el uso recto de los bienes considerando a todos como hermanos, sin aprovecharse de nadie. La justicia “es el primer paso, necesario e indispensable” (Francisco. Misericordiae Vultus 10). Pero ¿Qué hacemos para ir más lejos de la justicia indicando y andando por la vía de la misericordia? ¿Qué hacemos para extender la cultura del perdón que se va desvaneciendo cada vez más en nuestra sociedad? ¿Qué hacemos para volver a anunciar con alegría la misericordia de Dios con gestos y palabras? ¿Qué hacemos para hacernos cargo de las debilidades y dificultades de nuestros hermanos? ¿Qué hacemos para infundir en los corazones el valor de mirar el futuro con esperanza? ¿Qué hacemos para unirnos al comportamiento del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos, sin excluir ninguno, compartiendo la mesa con los pecadores, como hizo Él ¿Qué hacemos para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre? ¿Qué hacemos para que tú, fiel cristiano, hagas de tu corazón y de la comunidad cristiana, de tu familia, un oasis de misericordia? ¿Qué hacemos para ayudar a superar la duda y el miedo de tantos? ¿Qué hacemos para ir al encuentro de tantos que están "heridos de la vida y huérfanos de alegría”? (Benedicto XVI. 17-12-2006). ¿Qué hacemos para ayudar a vencer la ignorancia de muchas personas? ¿Qué hacemos para ser cercanos a quien está solo y afligido? ¿Qué hacemos para rechazar el rencor o la violencia, crecer en paciencia, promover la reconciliación? ¿Qué hacemos para reconocer, tocar, asistir con cuidado al mismo Jesús en los “más pequeños”, pobres, hambrientos, sedientos, desnudos, enfermos, forasteros, presos, en fuga, faltos de consejo o instrucción o corrección, necesitados de consuelo, de perdón, de oración? ¿Qué hacemos para que nunca nos cansemos de ofrecer misericordia y seamos siempre pacientes en el confortar y perdonar? Obras de misericordia quiere el Señor y su fuente la Eucaristía.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: — «¿Entonces, qué hacemos?»
Él contestó: — «El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.»
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: — «Maestro, ¿qué hacemos nosotros?»
Él les contestó: — «No exijáis más de lo establecido.»
Unos militares le preguntaron: —«¿Qué hacemos nosotros?»
Él les contestó: — «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.»
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería pilca Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: — «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.»
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.
Palabra del Señor.


Homilía en la Misa de apertura de la Puerta Santa

“La fiesta de la Inmaculada Concepción expresa la grandeza del amor Dios. Él no sólo perdona el pecado, sino que en María llega a prevenir la culpa original que todo hombre lleva en sí cuando viene a este mundo. Es el amor de Dios el que previene, anticipa y salva. El comienzo de la historia del pecado en el Jardín del Edén desemboca en el proyecto de un amor que salva. Las palabras del Génesis nos remiten a la experiencia cotidiana de nuestra existencia personal. Siempre existe la tentación de la desobediencia, que se manifiesta en el deseo de organizar nuestra vida al margen de la voluntad de Dios. Esta es la enemistad que insidia continuamente la vida de los hombres para oponerlos al diseño de Dios. Y, sin embargo, también la historia del pecado se comprende sólo a la luz del amor que perdona. El pecado sólo se entiende con esta luz. Si todo quedase relegado al pecado, seríamos los más desesperados de entre las criaturas, mientras que la promesa de la victoria del amor de Cristo encierra todo en la misericordia del Padre. La palabra de Dios que hemos escuchado no deja lugar a dudas a este propósito. La Virgen Inmaculada es para nosotros testigo privilegiado de esta promesa y de su cumplimiento.
Este Año Extraordinario es también un don de gracia. Entrar por la puerta significa descubrir la profundidad de la misericordia del Padre que acoge a todos y sale personalmente al encuentro de cada uno. Es Él el que nos busca. Es Él el que sale a nuestro encuentro. Será un año para crecer en la convicción de la misericordia. Cuánto se ofende a Dios y a su gracia cuando se afirma sobre todo que los pecados son castigados por su juicio, en vez de destacar que son perdonados por su misericordia (cf. san Agustín, De praedestinatione sanctorum 12, 24) Sí, así es precisamente. Debemos anteponer la misericordia al juicio y, en cualquier caso, el juicio de Dios tendrá lugar siempre a la luz de su misericordia. Que el atravesar la Puerta Santa, por lo tanto, haga que nos sintamos partícipes de este misterio de amor. Abandonemos toda forma de miedo y temor, porque no es propio de quien es amado; vivamos, más bien, la alegría del encuentro con la gracia que lo transforma todo.
Hoy, aquí en Roma y en todas las diócesis del mundo, cruzando la Puerta Santa, queremos recordar también otra puerta que los Padres del Concilio Vaticano II, hace cincuenta años, abrieron hacia el mundo. Esta fecha no puede ser recordada sólo por la riqueza de los documentos producidos, que hasta el día de hoy permiten verificar el gran progreso realizado en la fe. En primer lugar, sin embargo, el Concilio fue un encuentro. Un verdadero encuentro entre la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo. Un encuentro marcado por el poder del Espíritu que empujaba a la Iglesia a salir de las aguas poco profundas que durante muchos años la habían recluido en sí misma, para reemprender con entusiasmo el camino misionero. Era un volver a tomar el camino para ir al encuentro de cada hombre allí donde vive: en su ciudad, en su casa, en el trabajo...; dondequiera que haya una persona, allí está llamada la Iglesia a ir para llevar la alegría del Evangelio y llevar la misericordia y el perdón de Dios. Un impulso misionero, por lo tanto, que después de estas décadas seguimos retomando con la misma fuerza y el mismo entusiasmo. El jubileo nos estimula a esta apertura y nos obliga a no descuidar el espíritu surgido en el Vaticano II, el del Samaritano, como recordó el beato Pablo VI en la conclusión del Concilio. Que al cruzar hoy la Puerta Santa nos comprometamos a hacer nuestra la misericordia del Buen Samaritano.” (Francisco. De la Homilía en la Misa de apertura de la Puerta Santa. 8-12-15).
El evangelio de san Lucas nos presentó el domingo pasado a Juan Bautista, el cual, a orillas del Jordán, proclamaba la venida inminente del Mesías. Hoy la liturgia nos hace escuchar la continuación de ese texto evangélico: el Bautista explica a las multitudes cómo preparar concretamente el camino del Señor. A las diversas clases de personas que le preguntan: "Nosotros, ¿qué debemos hacer?" (Lc 3, 10. 12. 14), les indica lo que es necesario realizar a fin de prepararse para acoger al Mesías. (…)"¿Qué debemos hacer?". La primera respuesta que os da la palabra de Dios es una invitación a recuperar la alegría. ¿Acaso no es el jubileo -término que deriva de "júbilo"- la exhortación a rebosar de alegría porque el Señor ha venido a habitar entre nosotros y nos ha dado su amor? Sin embargo, esta alegría que brota de la gracia divina no es superficial y efímera. Es una alegría profunda, enraizada en el corazón y capaz de impregnar toda la existencia del creyente. Se trata de una alegría que puede convivir con las dificultades, con las pruebas e incluso, aunque pueda parecer paradójico, con el dolor y la muerte. Es la alegría de la Navidad y de la Pascua, don del Hijo de Dios encarnado, muerto y resucitado; una alegría que nadie puede quitar a cuantos están unidos a él en la fe y en las obras (cf. Jn 16, 22-23). (San Juan Pablo II. 17 de diciembre de 2000) 
ORACIÓN DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA EL JUBILEO EXTRAORDINARIO
DE LA MISERICORDIA

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado
a ser misericordiosos como el Padre del cielo,
y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo
y a Mateo de la esclavitud del dinero;
a la adúltera y a la Magdalena
del buscar la felicidad solamente en una creatura;
hizo llorar a Pedro luego de la traición,
y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche como propia
la palabra que dijiste a la samaritana:
¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible,
del Dios que manifiesta su omnipotencia
sobre todo con el perdón y la misericordia:
haz que, en el mundo, la Iglesia
sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros
fueran revestidos de debilidad
para que sientan sincera compasión
por los que se encuentran en la ignorancia o en el error:
haz que quien se acerque a uno de ellos
se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos
a todos con su unción
para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor
y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo,  llevar la Buena Nueva a los
pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a
los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia,
a ti que vives y reinas con el Padre
y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN COMUNITARIA. - Oración de la mañana: De lunes a viernes, a las 6.30 de la mañana.
CELEBRACIÓN DEL PERDÓN
- Horario confesiones durante el tiempo de Adviento: De lunes a domingo media hora antes de la misa vespertina. Domingos por la mañana: Quince minutos antes de las misas de 9.30; 11.00 y 12.00 h.
- Celebración comunitaria del Perdón:
Lunes 21 de diciembre a las 20.30 h.: en la Parroquia de Cristo Rey de Gandía.
Martes 22 de diciembre a las 20.30 h.: en la Parroquia de San Francisco de Borja de Gandía.
Miércoles 23 de diciembre a las 19.30 h.: en la Parroquia de la sagrada Familia de Gandía.
LIMOSNA PENITENCIAL
Durante el tiempo de adviento las limosnas y donativos penitenciales (fruto de la conversión y el Sacramento del Perdón), irán destinadas a Cáritas parroquial.
CAMPAÑA DEL BOTE O DEL KILO
En todas las misas del tiempo de Adviento, durante la presentación de ofrendas y la colecta, se podrán ofrecer botes o kilos de alimentos no perecederos para el Economato Interparroquial que serán depositados al pie del altar.
Colecta del segundo domingo de mes
Será el 12-13 de diciembre. Prepare una buena aportación para los más necesitados.
Domingo 27 de diciembre a las 5 de la tarde.
Os invitamos a preparar un villancico con vuestro grupo o familia y pasar una tarde en alabanza gozosa al Salvador del mundo.
Al finalizar el festival habrá una merienda en los locales.
 
1. COMIENZA EL AÑO DE LA MISERICORDIA EN NUESTRA DIÓCESIS
El domingo 13 de diciembre en la Catedral de Valencia a las 6 de la tarde comenzará el Año de la Misericordia. Además de la Catedral de Valencia, La colegiata de Gandía está entre los Templos Jubilares, junto con la Basílica de la Virgen en Valencia; la Colegiata de la Asunción de Nuestra Señora, en Xàtiva; la Basílica de San Jaime Apóstol, de Algemesí; el Santuario de Nuestra Señora de la Encarnación, de Cullera; y el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, de El Puig.
2. El lunes 14 de diciembre a las 5.30 tarde habrá reunión con los padres de 1º de Jesús es el Señor.
3. El lunes 14 de diciembre a las 8.30 noche se reunirá el grupo del Itinerario Diocesano.
4. El martes 15 de diciembre a las 8.15 noche se reunirá el grupo Descanso y a las 20.30 h. el Equipo de Pastoral de la Salud.
5. El miércoles 16 de diciembre a las 17.30 h. se reunirá el Equipo de Cáritas parroquial y a las 20.30 h. el Equipo de Liturgia.
6. CONFIRMACIONES: El viernes 18 de diciembre a las 6 de la tarde serán las confesiones de los jóvenes y sus familiares. Ese mismo día a las 20.30 h. Vigilia de Oración y el domingo 20 de diciembre en la misa de 12.00 será la celebración de las Confirmaciones.
7. LIMPIEZA GENERAL DEL TEMPLO. El sábado 19 por la mañana (desde las 10.00 h.) y el lunes 21 por la tarde (desde las 15.30 h.) será la limpieza general. Rogamos máxima participación.
8. El sábado 19 de diciembre a las 11.00 h. será la celebración de la Siembra de Estrellas y el envío misionero de los niños para llevar la Buena Noticia del Nacimiento del Salvador por las calles del Barrio y en la misa de 6 tarde entrega del Avemaría a los niños de 2º curso de Jesús es el Señor
Del 14 al 20 de diciembre de 2015
Lunes 14. San Juan de la Cruz. 19.30 h.: Sin intención. 
Martes 15. 19.30 h.: Sin intención. 
Miércoles 16. 19.30 h.: Sin intención. 
Jueves 17. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. de la parroquia. 
Viernes 18. 19.30 h.: Sin intención. 
Sábado 19. Por la tarde: CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención. 
Domingo 20. CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO. 9.30 h.: En sufragio de: Dif. de la parroquia. 11.00 h.: Sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí-Sanchis.
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