14 de junio de 2014

Domingo 15 de junio de 2014. SANTISIMA TRINIDAD. A


Parroquia de Sant Francesc de Borja

Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 15 de junio de 2014

La semana pasada celebrábamos la Solemnidad de Pentecostés con la que terminaba la Pascua. Esta semana celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad. “Jesús nos ha revelado el misterio de Dios: él, el Hijo, nos ha dado a conocer al Padre que está en los cielos, y nos ha donado el Espíritu Santo, el Amor del Padre y del Hijo. La teología cristiana sintetiza la verdad sobre Dios con esta expresión: una única sustancia en tres personas. Dios no es soledad, sino comunión perfecta. Por eso la persona humana, imagen de Dios, se realiza en el amor, que es don sincero de sí”. (Benedicto XVI. 22-5-2005). El tanto amor de Dios por todos los hombres y por cada hombre le ha llevado a enviar a su Único Hijo y también el Espíritu Santo para que podamos vivir la vida de Dios y entrar en comunión con Él. Dice el Papa Francisco: “Es el Espíritu Santo, enviado por el Padre y el Hijo, quien transforma nuestros corazones y nos hace capaces de entrar en la comunión perfecta de la Santísima Trinidad, donde todo encuentra su unidad. Él construye la comunión y la armonía del Pueblo de Dios. El mismo Espíritu Santo es la armonía, así como es el vínculo de amor entre el Padre y el Hijo.” (La alegría del Evangelio 117). El Papa Francisco destaca en su encíclica el valor social que tiene nuestra fe: “Confesar a un Padre que ama infinitamente a cada ser humano implica descubrir que «con ello le confiere una dignidad infinita». Confesar que el Hijo de Dios asumió nuestra carne humana significa que cada persona humana ha sido elevada al corazón mismo de Dios. Confesar que Jesús dio su sangre por nosotros nos impide conservar alguna duda acerca del amor sin límites que ennoblece a todo ser humano…. Confesar que el Espíritu Santo actúa en todos implica reconocer que Él procura penetrar toda situación humana y todos los vínculos sociales: «El Espíritu Santo posee una inventiva infinita, propia de una mente divina, que provee a desatar los nudos de los sucesos humanos, incluso los más complejos e impenetrables». (La alegría del Evangelio 178). Acoger la Buena Noticia del amor de un Dios transforma a la persona y la lleva a “desear, buscar y cuidar el bien de los demás.” (ídem 178). Hacia el final de la encíclica el Papa habla del papel misionero de la intercesión (cf. Idem 281-283). Ésta es a la vez, una forma de contemplar el amor de Dios y de llevar a la oración muchos rostros y nombres. “Los grandes hombres y mujeres de Dios fueron grandes intercesores. La intercesión es como «levadura» en el seno de la Trinidad.” (Idem. 283). Os invitamos a la contemplación de la Santísima Trinidad, a la intercesión y a la oración por aquellas personas que han consagrado su vida a interceder.
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Juan         3, 16-18
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. 

Palabra del Señor.
"EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO"
234           El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la "jerarquía de las verdades de fe" (DCG 43). "Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a los hombres, apartados por el pecado, y se une con ellos" (DCG 47).
237 La Trinidad es un misterio de fe en sentido estricto, uno de los "misterios escondidos en Dios, que no pueden ser conocidos si no son revelados desde lo alto" (Cc. Vaticano I: DS 3015). Dios, ciertamente, ha dejado huellas de su ser trinitario en su obra de Creación y en su Revelación a lo largo del Antiguo Testamento. Pero la intimidad de su Ser como Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón e incluso a la fe de Israel antes de la Encarnación del Hijo de Dios y el envío del Espíritu Santo.
256 A los catecúmenos de Constantinopla, S. Gregorio Nacianceno, llamado también "el Teólogo", confía este resumen de la fe trinitaria:
Ante todo, guardadme este buen depósito, por el cual vivo y combato, con el cual quiero morir, que me hace soportar todos los males y despreciar todos los placeres: quiero decir la profesión de fe en el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Os la confío hoy. Por ella os introduciré dentro de poco en el agua y os sacaré de ella. Os la doy como compañera y patrona de toda vuestra vida. Os doy una sola Divinidad y Poder, que existe Una en los Tres, y contiene los Tres de una manera distinta. Divinidad sin distinción de substancia o de naturaleza, sin grado superior que eleve o grado inferior que abaje...Es la infinita connaturalidad de tres infinitos. Cada uno, considerado en sí mismo, es Dios todo entero...Dios los Tres considerados en conjunto...No he comenzado a pensar en la Unidad cuando ya la Trinidad me baña con su esplendor. No he comenzado a pensar en la Trinidad cuando ya la unidad me posee de nuevo...(0r. 40,41: PG 36,417).
260 El fin último de toda la economía divina es la entrada de las criaturas en la unidad perfecta de la Bienaventurada Trinidad (cf. Jn 17,21-23). Pero desde ahora somos llamados a ser habitados por la Santísima Trinidad: "Si alguno me ama -dice el Señor- guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él" (Jn 14,23).
“Señor y Dios mío, en Ti creo, Padre, Hijo y Espíritu Santo. No diría la Verdad: id, bautizad a todas las gentes en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mt 28, 19), si no fueras Trinidad. Y no mandarías a tus siervos ser bautizados, mi Dios y Señor, en el nombre de quien no es Dios y Señor. Y si Tú, Señor, no fueras al mismo tiempo Trinidad y un solo Dios y Señor, no diría la palabra divina: escucha, Israel; el Señor, tu Dios, es un Dios único (Dt 6, 4). Y si Tú mismo fueras Dios Padre y fueras también Hijo, tu palabra Jesucristo, y el Espíritu Santo fuera vuestro Don, no leeríamos en las Escrituras canónicas: envió Dios a su Hijo (Ga 4, 13); y Tú, ¡oh Unigénito!, no dirías del Espíritu Santo: que el Padre enviará en mi nombre (Jn 14, 26); y: que Yo os enviaré de parte del Padre (Jn 15, 26).
Fija la mirada de mi atención en esta regla de fe, te he buscado según mis fuerzas y en la medida que Tú me hiciste poder, y anhelé ver con mi inteligencia lo que creía mi fe, y disputé y me afané mucho. Señor y Dios mío, mi única esperanza, óyeme para que no sucumba al desaliento y deje de buscarte; haz que ansíe siempre tu rostro con ardor. Dame fuerzas para la búsqueda, Tú que hiciste que te encontrara y me has dado esperanzas de un conocimiento más perfecto. Ante Ti está mi firmeza y mi debilidad: sana ésta, conserva aquélla. Ante Ti está mi ciencia y mi ignorancia, si me abres, recibe al que entra; si me cierras, abre al que llama. Haz que me acuerde de Ti, que te comprenda y te ame. Acrecienta en mí estos dones hasta mi reforma completa.
Sé que está escrito: en las muchas palabras no estás exento de pecado (Pr 10, 19). ¡Ojalá sólo abriera mis labios para predicar tu palabra y cantar tus alabanzas! Evitaría así el pecado y adquiriría abundancia de méritos aun en la muchedumbre de mis palabras. Aquel varón a quien Tú amaste no ha aconsejado el pecado a su verdadero hijo en la fe, cuando le escribe: predica la palabra, insiste con ocasión y sin ella (2Tm 4, 2). ¿Acaso se podrá decir que no habló mucho el que oportuna e importunamente anunció, Señor, tu palabra? No, no era mucho, pues todo era necesario. Líbrame, Dios mío, de la muchedumbre de palabras que padezco dentro de mi alma, miserable en tu presencia, pero que se refugia en tu misericordia. [...]
Hablando el Sabio de Ti en su libro, hoy conocido con el nombre de Eclesiástico, dice: muchas cosas diríamos sin acabar nunca; sea la conclusión de nuestro discurso: Él lo es todo (Si 43, 29).
Cuando lleguemos a tu presencia, cesarán estas muchas cosas que ahora hablamos sin entenderlas, y Tú permanecerás todo en todos. Entonces modularemos un cántico eterno, alabándote a un tiempo unidos todos en Ti.” (S. Agustín, plegaria a la Santísima Trinidad)
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“Cuando pienso en la Eucaristía, mirando mi vida de sacerdote, de Obispo y de Sucesor de Pedro, me resulta espontáneo recordar tantos momentos y lugares en los que he tenido la gracia de celebrarla. [...] Estos escenarios tan variados de mis celebraciones eucarísticas me hacen experimentar intensamente su carácter universal y, por así decir, cósmico. ¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo. Ella une el cielo y la tierra. Abarca e impregna toda la creación. El Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada. De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida. Lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad. Verdaderamente, éste es el mysterium fidei que se realiza en la Eucaristía: el mundo nacido de las manos de Dios creador retorna a Él redimido por Cristo.” (S. Juan Pablo II, Ecclesia de Eucaristia)
Dios mío, Trinidad que adoro, ayúdame a olvidarme enteramente de mí mismo para establecerme en ti, inmóvil y apacible como si mi alma estuviera ya en la eternidad; que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de ti, mi inmutable, sino que cada minuto me lleve más lejos en la profundidad de tu Misterio. Pacifica mi alma. Haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo. Que yo no te deje jamás solo en ella, sino que yo esté allí enteramente, totalmente despierta en mi fe, en adoración, entregada sin reservas a tu acción creadora (Oración de la Beata Isabel de la Trinidad).
 El domingo de la Santísima Trinidad, en la que confesamos y adoramos al Único Dios en la Trinidad de personas se celebra también en la Iglesia la Jornada de Oración dedicada a orar por las personas consagradas contemplativas, dando gracias a Dios por esta forma de consagración. Les invitamos a orar y agradecer a Dios la existencia de estos pequeños oasis en medio del desierto de nuestro mundo. Estos son los lemas de esta Jornada desde el año 1986:

— 2014: Evangelizamos orando.
                 Vida consagrada contemplativa
— 2013: Centinelas de la oración.
                 Vida contemplativa en el Año de la fe
— 2012: La contemplación, luz de la Nueva Evangelización
— 2011: Lectio Divina, un camino de luz
— 2010: La vida contemplativa, cenáculo eucarístico.
¡Venid adoradores!
— 2009: El Espíritu de Cristo clama en nosotros:
¡Abba! Padre (Gal. 4,6)
— 2008: La Palabra en el silencio.
Escuchar a Dios en la vida contemplativa
— 2007: Un silencio elocuente.
Los contemplativos, lenguaje de Dios
— 2006: Los monasterios: escuelas de Fe en el corazón
de la Iglesia y del mundo
— 2005: Presencia en lo escondido.
El monacato una vida eucarística
— 2004: Edificad sobre la roca.
La vida monástica en la nueva Europa
— 2003: La vida contemplativa: brocal de intimidad
— 2002: "Fueron y permanecieron con Él" (Jn. 1,39)
— 2001: Monasterios, escuelas de oración
— 2000: Huellas de la Trinidad
— 1999: Ante Ti, por todos
— 1998: Presencia viva del Espíritu
— 1997: Corazón de la Iglesia
— 1996: Sólo Dios basta
— 1995: Velad y orad
— 1994: Testigos del amor
— 1993: Ora con nosotros
— 1992: En el silencio...
— 1991: Evangelizamos orando
— 1990: ...Como el incienso
— 1989: También orando se peregrina
— 1988: Raíces en la Iglesia
— 1987: Vidas que interrogan
— 1986: Oramos y trabajamos por ti
1. El lunes 16 se reunirá el grupo de oración para concluir el curso a las 20.30 h. en los locales parroquiales.
2. El equipo de prebautismales tendrán una reunión el lunes 16 a las 21.30 h. en los locales parroquiales.
3. El jueves 19, a las 20 h., terminarán las clases del 1º curso del IDCR que se han ido impartiendo en los locales parroquiales a lo largo del curso.
4. El sábado 21 finalizará el curso de Monitor de tiempo libre infantil y juvenil que se ha estado realizando en los locales parroquiales desde inicio de curso.
5. El Sábado 21 y Domingo 22 de junio es la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, Día de la Caridad. La colecta será para Cáritas Diocesana. La procesión del Corpus a las 8 noche desde la Colegiata.
6. El Campamento de verano con niños y jóvenes de las parroquias de Cristo Rey y de San Francisco de Borja será del 12 al 20 de julio en el camping Sierra Mariola.
7. El primer fin de semana del mes de agosto, del viernes 1 al domingo 3, la parroquia tiene intención de peregrinar en autobús y coches particulares a Ávila tras las huellas de Santa Teresa de Jesús con las familias cuyos niños están en Anatolé. Se celebra este año el 4º centenario de su beatificación (1614) y el año que viene el 5º centenario de su nacimiento (1515). Se trata de visitar el lugar de su nacimiento, el lugar de su muerte en Alba de Tormes, y algunos monasterios donde vivió y fundó Santa Teresa. Ávila es una ciudad amurallada muy hermosa de visitar. El hospedaje será en el Seminario de Ávila. Interesados contactar con D. Jesús.
8. La parroquia organiza una peregrinación a Santiago de Compostela del 7 al 17 de agosto haciendo la ruta norte. Interesados contactar con D. Arturo.
Del 16 al 22 de junio de 2014
Lunes 16. 19.30 h.: En sufragio del Rvdo. D. Vicente Estrems. 
Martes 17. 19.30 h.: En sufragio de Vicente Marques Pastor. 
Miércoles 18. 19.30 h.: sin intención. 
Jueves 19. 19.30 h.: sin intención. 
Viernes 20. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Espí—Sanchis. 
Sábado 21. Por la mañana: San Luis Gonzaga.  Por la tarde: SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO. 19.30 h.: En sufragio de Luis Borrull, y Antonio Campillo. 21.00 h.: sin intención. 
Domingo 22. SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO. 9.30 h.: sin intención. 11.00 h.: En acción de gracias al Espíritu Santo y a la Virgen María. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: sin intención.


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