16 de marzo de 2013

17 de marzo de 2013. V CUARESMA C.


 HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 17 de marzo de 2013  


           DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA

               Queridos hermanos:
Tras la feliz elección del Papa Francisco, y la Misión parroquial Porta Fidei, nos adentramos a vivir la Semana de Pasión, previa a la Semana Santa. En el Evangelio de este domingo escuchamos el pasaje de la mujer sorprendida en adulterio. Colocando el estribillo del Padrenuestro, deseamos sea nuestro pan de cada día el acudir a las enseñanzas de Jesús como el pueblo que acudía a Jesús.
1. Sea nuestro pan de cada día una mirada limpia, pues como decía Jesús: "Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mt 5, 28). “Cada hombre ha de mirar dentro de sí y ver si aquélla que le ha sido confiada como hermana en la humanidad común, como esposa, no se ha convertido en objeto de adulterio en su corazón; ha de ver si la que, por razones diversas, es el co-sujeto de su existencia en el mundo, no se ha convertido para él en un "objeto": objeto de placer, de explotación”. (Bto. Juan Pablo II. Mulieris Dignitatem 14).
2. Sea nuestro pan de cada día la responsabilidad en el trato hacia el otro, defendiendo su dignidad, sobre todo hacia la mujer. Pues el adulterio es cosa de dos, ¿dónde está el hombre que también fue sorprendido? “Su pecado escapa a la atención, pasa en silencio, aparece como no responsable del "pecado de la otra persona". A veces se convierte incluso en el acusador, como en el caso descrito en el Evangelio de San Juan, olvidando el propio pecado". (Idem).
3. Sea nuestro pan de cada día ver los propios pecados, pidiendo misericordia. «El que esté sin pecado...» San Agustín dice: “Cada uno de vosotros considérese a sí mismo, entre en sí mismo, ascienda al tribunal de su mente, preséntese ante su conciencia, oblíguese a confesar. (…) Cada uno, al poner la atención en sí mismo, se encuentra pecador”. (Tratado sobre el Evangelio de San Juan 33,5).
4. Sea nuestro pan de cada día el perdón ofrecido. El tentador invitó a Jesús a convertir las piedras en panes. En este caso los acusadores convierten el pan del perdón en piedras de acusación invocando la Ley de Moisés (Dt 22,22; Lv 20,10). De esta forma, tiradas las piedras de la acusación que hemos tomado por ver brizna en ojo ajeno, recogeremos los panes de la misericordia para darlos a los demás al ver viga en ojo propio.
5. Sea nuestro pan de cada día el encuentro a solas con el Misericordioso. Dice San Agustín: "quedaron sólo ellos dos: la miserable y la misericordia" (ib.). Sin más defensa que el reconocimiento de la culpa y el arrepentimiento. Sin acusadores o condenadores. Tampoco seas tú el que se condene. Más bien, vuelve cada día al Pan de Vida, que se amasa por nuestro pecados, para que te alimentes y vivas.
Jesús, vuestro párroco
  

+   Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?»
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
— «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.»
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: — «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?» Ella contestó: — «Ninguno, Señor.»
Jesús dijo: — «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.»
Palabra del Señor.
   

LA CELEBRACION DEL SACRAMENTO
DE LA PENITENCIA

1480         Como todos los sacramentos, la Penitencia es una acción litúrgica. Ordinariamente los elementos de su celebración son: saludo y bendición del sacerdote, lectura de la Palabra de Dios para iluminar la conciencia y suscitar la contrición, y exhortación al arrepentimiento; la confesión que reconoce los pecados y los manifiesta al sacerdote; la imposición y la aceptación de la penitencia; la absolución del sacerdote; alabanza de acción de gracias y despedida con la bendición del sacerdote.

1481 La liturgia bizantina posee expresiones diversas de absolución, en forma deprecativa, que expresan admirablemente el misterio del perdón: "Que el Dios que por el profeta Natán perdonó a David cuando confesó sus pecados, y a Pedro cuando lloró amargamente y a la pecadora cuando derramó lágrimas sobre sus pies, y al publicano, y al pródigo, que este mismo Dios, por medio de mí, pecador, os perdone en esta vida y en la otra y que os haga comparecer sin condenaros en su temible tribunal. El que es bendito por los siglos de los siglos. Amén."

1482 El sacramento de la penitencia puede también celebrarse en el marco de una celebración comunitaria, en la que los penitentes se preparan a la confesión y juntos dan gracias por el perdón recibido. Así la confesión personal de los pecados y la absolución individual están insertadas en una liturgia de la Palabra de Dios, con lecturas y homilía, examen de conciencia dirigido en común, petición comunitaria del perdón, rezo del Padrenuestro y acción de gracias en común. Esta celebración comunitaria expresa más claramente el carácter eclesial de la penitencia. En todo caso, cualquiera que sea la manera de su celebración, el sacramento de la Penitencia es siempre, por su naturaleza misma, una acción litúrgica, por tanto, eclesial y pública (cf SC 26-27).

PRIMERAS PALABRAS
DEL NUEVO PAPA FRANCISCO
Bendición Urbi et Orbi: 
Hermanos y hermanas, buenas tardes.
Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias. Y ante todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja. (Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre).
Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Deseo que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el cual me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan hermosa. Y ahora quisiera dar la Bendición, pero antes, antes, os pido un favor: antes que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis para el que Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí....
Ahora daré la Bendición a vosotros y a todo el mundo, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. (Bendición).
Hermanos y hermanas, os dejo. Muchas gracias por vuestra acogida. Rezad por mí y hasta pronto. Nos veremos pronto. Mañana quisiera ir a rezar a la Virgen, para que proteja a toda Roma. Buenas noches y que descanséis.
..........................
Homilía Misa con los Cardenales
En estas tres lecturas veo que hay algo en común: es el movimiento. (...) Caminar, edificar, confesar.
Caminar. «Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor» (Is 2,5). Ésta es la primera cosa que Dios ha dicho a Abrahán: Camina en mi presencia y sé irreprochable. Caminar: nuestra vida es un camino y cuando nos paramos, algo no funciona. Caminar siempre, en presencia del Señor, a la luz del Señor, intentando vivir con aquella honradez que Dios pedía a Abrahán, en su promesa.
Edificar. Edificar la Iglesia. Se habla de piedras: las piedras son consistentes; pero piedras vivas, piedras ungidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia, la Esposa de Cristo, sobre la piedra angular que es el mismo Señor. He aquí otro movimiento de nuestra vida: edificar.
Tercero, confesar. Podemos caminar cuanto queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, Esposa del Señor. Cuando no se camina, se está parado. ¿Qué ocurre cuando no se edifica sobre piedras? Sucede lo que ocurre a los niños en la playa cuando construyen castillos de arena. Todo se viene abajo. No es consistente. Cuando no se confiesa a Jesucristo, me viene a la memoria la frase de Léon Bloy: «Quien no reza al Señor, reza al diablo». Cuando no se confiesa a Jesucristo, se confiesa la mundanidad del diablo, la mundanidad del demonio.
Caminar, edificar, construir, confesar. Pero la cosa no es tan fácil, porque en el caminar, en el construir, en el confesar, a veces hay temblores, existen movimientos que no son precisamente movimientos del camino: son movimientos que nos hacen retroceder.
Este Evangelio prosigue con una situación especial. El mismo Pedro que ha confesado a Jesucristo, le dice: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Te sigo, pero no hablemos de cruz. Esto no tiene nada que ver. Te sigo de otra manera, sin la cruz. Cuando caminamos sin la cruz, cuando edificamos sin la cruz y cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor: somos mundanos, somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor.
Quisiera que todos, después de estos días de gracia, tengamos el valor, precisamente el valor, de caminar en presencia del Señor, con la cruz del Señor; de edificar la Iglesia sobre la sangre del Señor, derramada en la cruz; y de confesar la única gloria: Cristo crucificado. Y así la Iglesia avanzará.
Deseo que el Espíritu Santo, por la plegaria de la Virgen, nuestra Madre, nos conceda a todos nosotros esta gracia: caminar, edificar, confesar a Jesucristo crucificado. Que así sea.  (Homilía del Santo Padre Francisco. Santa Misa con los Cardenales. Jueves 14 de marzo de 2013)
   

· Todos los viernes de Cuaresma son días de abstinencia de comer carne.
· Esta semana la oración comunitaria de Laudes a las 6’30 de la mañana, será jueves y viernes.
· La oración de las 9.30 h. con Exposición del Santísimo Sacramento será el miércoles, jueves y viernes. Se suprime el lunes 18 y el martes 19 por Fallas.
· Los viernes de Cuaresma se hará el Ejercicio del Vía Crucis a las 7 tarde. Recuerden que el Santísimo está expuesto todo el viernes para la Adoración.
· Horario confesiones: De lunes a viernes, de 7.00 a 7.30 tarde y antes de las misas de sábado y domingo.
· Esta semana el viernes habrá un Vía Crucis nocturno por las calles de la parroquia a partir de las 9.30 noche. Al terminar el Vía Crucis se realizará la Exposición del Santísimo Sacramento para la Adoración de toda la noche por turnos. Por la mañana a las 8 de la mañana se hará la Reserva y la Eucaristía.
  


1. Horario especial de misas para la Solemnidad de San José: El lunes 18 habrá misa a las 6 y a las 7.30 tarde. El martes 19 habrá misa a las 9.30, 12.00 y 19.30 h.

2. El miércoles 20 habrá formación con el Equipo de Cáritas a las 17.30 h.
3. El jueves 21 reunión con el Equipo de Liturgia a las 20.30 h.
4. El sábado 23 habrá reunión de preparación del campamento a las 10.00 de la mañana en la Parroquia de Cristo Rey.
5. El sábado 23 a las 9.00 de la noche habrá oración ante la Cruz.
6. Horario especial de misas para el Domingo de Ramos: El sábado 23 habrá misa a las 6 y 7.30 tarde; el domingo 24 habrá misa a las 9.30 h. A las 11.00 de la mañana desde la Iglesia de las Esclavas tendrá lugar la bendición de palmas y ramos, la procesión de Domingo de Ramos y al llegar al Templo se celebrará la Eucaristía.
7. Por la tarde a las 8.00 de la noche tendrá lugar el concierto de Semana Santa, a cargo del Coro Veus de la Safor, que interpretará el Requiem de Fauré.

Escudo y lema episcopal de Su Eminencia Reverendísima Card. Jorge Mario Bergoglio s.j. Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina

MISERANDO ATQUE
ELIGENDO
Saca la frase de un sermón de San Beda sobre la vocación de San Mateo: “Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, "Sígueme", que quiere decir: "Imítame". Le dijo "Sígueme", más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él anduvo”. (San Beda el Venerable, presbítero; Homilía 21)
  

Del 18 al 24 de marzo de 2013
Lunes 18.  18.00 h.: sin intención. 19.30 h.: sin intención. 

Martes 19. S. JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN. 9.30 h.: sin intención. 12.00 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: sin intención. 
Miércoles 20. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Espí—Sanchis, Ricardo Rodrigo Martínez y difuntos familia. 
Jueves 21. 19.30 h.: En sufragio de Vicente Juan Selfa. 
Viernes 22. 19.30 h.: sin intención. 
Sábado 23. DOMINGO DE RAMOS. 18.00 h.: Con niños. sin intención. 19.30 h.: En sufragio de José Antonio Cabanilles. 
Domingo 24. DOMINGO DE RAMOS. 12.00 h. Pro Pópulo

 Hoja Parroquial

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