9 de febrero de 2019

Domingo 10 de febrero de 2019. 5 TO C.

Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
               Queridos hermanos:
En este Evangelio San Lucas nos relata el amor y la misericordia que manifiesta Jesús, en primer lugar con la gente que “se agolpaba en torno a él para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret ” (v.1). Es esta una misión que la Iglesia sigue realizando: predicar la Palabra de Dios. Pero también hacerlo ofreciendo anchuras, lugares amplios, que llevan a contemplar la inmensidad, el horizonte, lo ancho, largo, profundo y elevado del amor de Dios (cf. Ef 3,18). Quien haya contemplado el lago de Genesaret en Galilea sabrá de lo que hablo. La Palabra de Jesucristo y la acción de su misericordia, ensancha el corazón y dilata el horizonte de vida.
En segundo lugar se ofrece la posibilidad de que Jesús suba a la barca de nuestra vida. (v. 3). Tantas veces rutinaria, llena de fracasos, insuficiencias, limitaciones, que no espera mucho de la vida más que el día a día, el “ir tirando”, el vivir arrastras. Trabajo, casa, casa, trabajo y alguna diversión de cuando en cuando. Sin aspirar a más. Dejemos a Jesús que suba a nuestra casa, a nuestra vida, a nuestro corazón y allí se siente y nos enseñe.
En tercer lugar viene la invitación a una aventura imposible y fuera de toda lógica: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca» (v. 4). Vienen de una experiencia de fracaso: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada» (v. 5). Es aquí donde el Señor suscita la confianza en Él. Basta que lo diga de Palabra y se hará. La fe viene dada con la Palabra de Jesús. La respuesta de Simón es modélica para nosotros: «por tu palabra, echaré las redes» (v. 5). Y desborda, sobreabunda, asombra: «hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse» (v. 6).
Y se produce el encuentro entre el pecador y la misericordia de Dios manifestada en Jesús. El lugar privilegiado para el encuentro con Jesucristo son los propios pecados. (cf. Francisco. Meditaciones diarias. 4 -9-2014). Ante tanta persona triste y sola, dejémonos alcanzar por la palabra, presencia, obra de Jesús, para llegar a ser colaboradores de su misericordia. Como dice el Papa Francisco en la carta Misericordia et Misera: ““La misericordia suscita alegría porque el corazón se abre a la esperanza de una vida nueva (…) Experimentar la misericordia produce alegría” (nº 3). “Soy amado, luego existo; he sido perdonado, entonces renazco a una vida nueva; he sido «misericordiado», entonces me convierto en instrumento de misericordia” (nº 16).
Yo también soy testigo de esto. También he sido pescado de la muerte y convertido en pescador de hombres.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas                 5, 1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a él para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
SANTIDAD DE DIOS QUE LLAMA
Y PEQUEÑEZ DE LOS LLAMADOS

208 Ante la presencia atrayente y misteriosa de Dios, el hombre descubre su pequeñez. Ante la zarza ardiente, Moisés se quita las sandalias y se cubre el rostro (cf. Ex 3,5-6) delante de la Santidad Divina. Ante la gloria del Dios tres veces santo, Isaías exclama: "¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros!" (Is 6,5). Ante los signos divinos que Jesús realiza, Pedro exclama: "Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador" (Lc 5,8). Pero porque Dios es santo, puede perdonar al hombre que se descubre pecador delante de él.

551  Desde el comienzo de su vida pública Jesús eligió unos hombres en número de doce para estar con él y participar en su misión (cf. Mc 3, 13-19); les hizo partícipes de su autoridad "y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar" (Lc 9, 2). Ellos permanecen para siempre permanecen asociados al Reino de Cristo porque por medio de ellos dirige su Iglesia.
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA
El Evangelio de este domingo cuenta —en la redacción de san Lucas— la llamada de los primeros discípulos de Jesús (Lc 5, 1-11). El hecho tiene lugar en un contexto de vida cotidiana: hay algunos pescadores sobre la orilla del mar de Galilea, los cuales, después de una noche de trabajo sin pescar nada, están lavando y organizando las redes. Jesús sube a la barca de uno de ellos, la de Simón, llamado Pedro, le pide separarse un poco de la orilla y se pone a predicar la Palabra de Dios a la gente que se había reunido en gran número. Cuando terminó de hablar, le dice a Pedro que se adentre en el mar para echar las redes. Simón ya había conocido a Jesús y había experimentado el poder prodigioso de su palabra, por lo que le contestó: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes» (v. 5). Y su fe no se ve decepcionada: de hecho, las redes se llenaron de tal cantidad de peces que casi se rompían (cf. v. 6).
Frente a este evento extraordinario, los pescadores se asombraron. Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un pecador» (v. 8). Ese signo prodigioso le convenció de que Jesús no es sólo un maestro formidable, cuya palabra es verdadera y poderosa, sino que Él es el Señor, es la manifestación de Dios. Y esta cercana presencia despierta en Pedro un fuerte sentido de la propia mezquindad e indignidad. Desde un punto de vista humano, piensa que debe haber distancia entre el pecador y el Santo. En verdad, precisamente su condición de pecador requiere que el Señor no se aleje de él, de la misma forma en la que un médico no se puede alejar de quien está enfermo.
La respuesta de Jesús a Simón Pedro es tranquilizadora y decidida: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres» (v. 10). Y de nuevo el pescador de Galilea, poniendo su confianza en esta palabra, deja todo y sigue a Aquel que se ha convertido en su Maestro y Señor. Y así hicieron también Santiago y Juan, compañeros de trabajo de Simón. Esta es la lógica que guía la misión de Jesús y la misión de la Iglesia: ir a buscar, «pescar» a los hombres y las mujeres, no para hacer proselitismo, sino para restituir a todos la plena dignidad y libertad, mediante el perdón de los pecados. Esto es lo esencial del cristianismo: difundir el amor regenerante y gratuito de Dios, con actitud de acogida y de misericordia hacia todos, para que cada uno puede encontrar la ternura de Dios y tener plenitud de vida. (…)
El Evangelio de hoy nos interpela: ¿sabemos fiarnos verdaderamente de la palabra del Señor? ¿O nos dejamos desanimar por nuestros fracasos? En este Año Santo de la Misericordia estamos llamados a confortar a cuantos se sienten pecadores e indignos frente al Señor y abatidos por los propios errores, diciéndoles las mismas palabras de Jesús: «No temas». Es más grande la misericordia del Padre que tus pecados. ¡Es más grande, no temas! Que la Virgen María nos ayude a comprender cada vez más que ser discípulos significa poner nuestros pies en las huellas dejadas por el Maestro: son las huellas de la gracia divina que regenera vida para todos. (Francisco. Ángelus. 7-2-2016).
Manos Unidas celebra este año su 60 aniversario. Recordamos con gratitud el gran esfuerzo realizado a lo largo de todo este tiempo por tantas personas, mujeres y hombres, para que los derechos humanos se hagan realidad, especialmente en la humanidad más pobre y vulnerable. Pero somos conscientes de que los discursos sobre los derechos humanos no se corresponden con la realidad de millones de personas que, siendo formalmente considerados como “sujetos de derechos”, en la práctica, no pueden acceder a ellos, incluso a los más elementales como el derecho a la alimentación. Por eso, Manos Unidas sitúa su 60 aniversario dentro del marco de un trienio “Promoviendo los derechos con hechos”, en el que pretendemos, de cara al futuro, abordar el reto de que lo escrito en los textos legales sea real en la vida de las personas y que millones de seres humanos, hermanos nuestros, puedan disfrutar de esos derechos que expresan la dignidad y la igualdad en las que creemos firmemente. En estos momentos, las cifras de la pobreza son escandalosas: 1300 millones de seres humanos, según la ONU. Y los principales rostros de la pobreza siguen siendo los mismos: rostros de niños y niñas; de jóvenes desempleados; de indígenas y campesinos expulsados de sus territorios; de trabajadores mal retribuidos; de marginados y hacinados urbanos, de ancianos excluidos de la sociedad del progreso y, sobre todo, rostros de mujeres. Ante este drama, no “nos podemos quedar tranquilos por haber hecho frente a las emergencias y a las situaciones desesperadas de los menesterosos. Todos estamos llamados a ir más allá. Podemos y debemos hacerlo mejor con los desvalidos” (Mensaje del Papa Francisco a la FAO 2018).
En Manos Unidas, creemos que la actual situación de pobreza y hambre en el mundo es la mayor demostración de la falta de reconocimiento de los derechos humanos. Por eso, para responder a ese llamamiento del Papa de “pasar a la acción, de modo que desaparezca totalmente el flagelo del hambre” nos proponemos, junto con las comunidades del Sur, abordar el “derecho al desarrollo” que constituye el marco necesario para que todos podamos llevar una vida digna. En esta tarea, las mujeres ocuparán un lugar destacado. Siendo agentes imprescindibles en el desarrollo humano de las personas más desfavorecidas, las mujeres se constituyen, sin embargo, en los rostros más atropellados en su dignidad. Su vida discurre dentro de unas condiciones que bien pueden considerarse como una violación generalizada de sus derechos porque, como bien dice nuestra Campaña de este año: “un tercio de las mujeres del siglo XXI no son como te las imaginas: ni independientes, ni seguras, ni con voz”. (Revista Manos Unidas).

El miércoles 13 de febrero celebraremos la Fiesta de la Virgen de Lourdes y la Jornada Mundial del enfermo. No la celebraremos el 11 de febrero.
Con este motivo realizaremos los siguientes actos:
1. A las 18.30 h. Exposición del Santísimo Sacramento.
2. A las 19.00 h. Santo Rosario. Y Reserva del Santísimo.
3. A las 19.30 h. Celebración de la Eucaristía en la Fiesta de la Virgen de Lourdes.
4. Después de la Misa charla a cargo del Dr. Amadeo Fons, acerca de la Eutanasia con el título: “Consideraciones en torno al final de la vida”.
5. El domingo 17 de febrero a las 17.00 h. pasaremos una película teniendo como fondo la temática de la salud.
  1. INFANCIA MISIONERA: Colecta 26 de enero: 95 €. Monedas de 1, 2, 5 céntimos: 106 €. Total recaudado hasta el momento: 201 €.
  2. Charla organizada por Cáritas: “La mujer, doble víctima de la pobreza, a cargo de Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas española. Viernes 15 de febrero a las 19.30 h. en la Casa de la Cultura de Gandia.
  3. Curso de formación sobre el despertar religioso: PARA PADRES, PROFESORES, CATEQUISTAS. Los lunes del mes de febrero, (11, 18, 25), en los locales nuevos de la parroquia de san Francisco de Borja de Gandia. NO TE LO PIERDAS.
  4. El Equipo de Pastoral de la Salud se reunirá el lunes 11 de febrero a las 10.15 para ultimar los detalles de la Semana del enfermo.
  5. El sábado 16 de febrero en la misa de 18.00 h. se hará la entrega del Credo a los niños de tercero de Jesús es el Señor.
  6. Catequesis para jóvenes y adultos: Martes y jueves a las 8.30 noche, entrando en los locales nuevos por la calle Ciudad de Laval 30.
Del 11 al 17 de febrero  de 2019
Lunes 11. 19.30 h.: Sin intención.
Martes 12. 19.30 h.: En sufragio de: Dolores Puig Matoses.
Miércoles 13. Nuestra Señora de Lourdes. Jornada Mundial del Enfermo. 19.30 h.: Pidiendo por los enfermos.
Jueves 14. Fiesta de los santos Cirilo, monje y Metodio, obispo, patronos de Europa. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 15. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 16. Por la tarde: DOMINGO SEXTO DEL TIEMPO ORDINARIO.
18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 17. DOMINGO SEXTO DEL TIEMPO ORDINARIO.
10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.
A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. Les invitamos a solicitar en el despacho la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.
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Puedes descargar la Hoja Parroquial:

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