7 de diciembre de 2018

Domingo segundo de Adviento 2018 c

 

 

Domingo 9 de diciembre de 2018. 2º Adviento C

HOJA PARROQUIAL

Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com





                  Queridos hermanos: 


Escuchamos en el Evangelio de este domingo: “Y toda carne verá la salvación de Dios”. El tiempo de adviento, este avivar la llama de la esperanza en la venida del Señor, no es solamente para los que ya esperábamos en el Mesías (cf. Ef 1, 12). El adviento es también para los que no conocen a Éste que viene. Y esto requiere de nuestra conversión para estar más disponibles a la acción del Espíritu Santo en nosotros, de forma que pueda llegar también a través nuestro, la salvación a toda carne. El Evangelio nos coloca la figura de Juan el Bautista. La escucha de la Palabra, y la acción del Espíritu Santo en él, le llevó a estar disponible al Señor, le llevó a predicar la conversión y a a anunciar que si preparamos el camino del Señor, allanamos sus senderos, rellenando valles y rebajando montes y colinas, enderezando lo torcido y allanando lo escabroso, toda carne verá la salvación de Dios. Se trata de secundar la obra de la gracia en nosotros. Pues Dios no quiere soberbias o presunciones, ni desánimos o desesperanzas. Quiere que colaboremos con el Espíritu Santo en la preparación de la llegada al Señor. El Espíritu Santo es un buen preparador o aposentador del Señor. (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 1098).


También el Espíritu Santo nos enseña que “nadie se salva solo, como individuo aislado, sino (…) en la dinámica de un pueblo.” (Francisco. Gaudete et Exultate 6). Por tanto, de poco serviría recibir al Señor de forma individual si esto no nos empujara a estar disponibles a la misión. La santidad que realiza el Espíritu Santo en nosotros hace de nosotros misión. “Cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia, un aspecto del Evangelio.” (Francisco. Gaudete et Exultate 19).


No nos acostumbremos a que las cosas son así. Cambiemos el final de la película que algunos intentan imponer. Los emperadores Tiberios de nuestra época en diversas ideologías, como la de género; los Poncios Pilato que se lavan las manos; los Herodes que siguen ignorando a los débiles y matando a los niños, incluso no nacidos; los tetracas de cada época; los saduceos, subidos al poder e incapaces de escuchar algo distintos a sí mismos; todos estos no son capaces de ver que hay multitud de Juanes Bautistas que preparan y escuchan la Palabra de Dios en estos momentos de la historia y dejan que Dios escriba las páginas de sus vidas cambiando el final. “Dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz” del Señor. (cf. Francisco. Gaudete et Exultate 137).

Jesús, vuestro párroco

 




+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas                 3, 1-6



En el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tretarca de Iturea y Traconítide, y Lisanio tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:

«Voz del que grita en el desierto: 

Preparad el camino del Señor, 

allanad sus senderos; 

los valles serán rellenados, 

los montes y colinas serán rebajador; 

lo torcido será enderezado, 

lo escabroso será camino llano. 

Y toda carne verá la salvación de Dios».

Palabra del Señor.











PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR

535    Juan proclamaba "un bautismo de conversión para el perdón de los pecados" (Lc 3, 3). Una multitud de pecadores, publicanos y soldados (cf. Lc 3, 10-14), fariseos y saduceos (cf. Mt 3, 7) y prostitutas (cf. Mt 21, 32) viene a hacerse bautizar por él.



696    Juan Bautista, "que precede al Señor con el espíritu y el poder de Elías" (Lc 1, 17), anuncia a Cristo como el que "bautizará en el Espíritu Santo y el fuego" (Lc 3, 16).



827    La Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación y busca sin cesar la conversión y la renovación" (LG 8; cf UR 3; 6). Todos los miembros de la Iglesia, incluso sus ministros, deben reconocerse pecadores (cf 1 Jn 1, 8-10). En todos, la cizaña del pecado todavía se encuentra mezclada con la buena semilla del Evangelio hasta el fin de los tiempos (cf Mt 13, 24-30). La Iglesia, pues, congrega a pecadores alcanzados ya por la salvación de Cristo, pero aún en vías de santificación:



   La Iglesia es, pues, santa aunque abarque en su seno pecadores; porque ella no goza de otra vida que de la vida de la gracia; sus miembros, ciertamente, si se alimentan de esta vida se santifican; si se apartan de ella, contraen pecados y manchas del alma, que impiden que la santidad de ella se difunda radiante. Por lo que se aflige y hace penitencia por aquellos pecados, teniendo poder de librar de ellos a sus hijos por la sangre de Cristo y el don del Espíritu Santo (SPF 19).












EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA

En este segundo domingo de Adviento, la liturgia nos pone en la escuela de Juan el Bautista, que predicaba «un bautismo de conversión para perdón de los pecados» (Lc 3, 3). Y quizá nosotros nos preguntamos: «¿Por qué nos deberíamos convertir? La conversión concierne a quien de ateo se vuelve creyente, de pecador se hace justo, pero nosotros no tenemos necesidad, ¡ya somos cristianos! Entonces estamos bien». Pensando así, no nos damos cuenta de que es precisamente de esta presunción que debemos convertirnos —que somos cristianos, todos buenos, que estamos bien—: de la suposición de que, en general, va bien así y no necesitamos ningún tipo de conversión. Pero preguntémonos: ¿es realmente cierto que en diversas situaciones y circunstancias de la vida tenemos en nosotros los mismos sentimientos de Jesús? ¿Es verdad que sentimos como Él lo hace? Por ejemplo, cuando sufrimos algún mal o alguna afrenta, ¿logramos reaccionar sin animosidad y perdonar de corazón a los que piden disculpas? ¡Qué difícil es perdonar! ¡Cómo es difícil! «Me las pagarás»: esta frase viene de dentro. Cuando estamos llamados a compartir alegrías y tristezas, ¿lloramos sinceramente con los que lloran y nos regocijamos con quienes se alegran? Cuando expresamos nuestra fe, ¿lo hacemos con valentía y sencillez, sin avergonzarnos del Evangelio? Y así podemos hacernos muchas preguntas. No estamos bien, siempre tenemos que convertirnos, tener los sentimientos que Jesús tenía.

La voz del Bautista grita también hoy en los desiertos de la humanidad, que son —¿cuáles son los desiertos de hoy?— las mentes cerradas y los corazones duros, y nos hace preguntarnos si en realidad estamos en el buen camino, viviendo una vida según el Evangelio. Hoy, como entonces, nos advierte con las palabras del profeta Isaías: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos» (v. 4). Es una apremiante invitación a abrir el corazón y acoger la salvación que Dios nos ofrece incesantemente, casi con terquedad, porque nos quiere a todos libres de la esclavitud del pecado. Pero el texto del profeta expande esa voz, preanunciando que «toda carne verá la salvación de Dios» (v. 6). Y la salvación se ofrece a todo hombre, todo pueblo, sin excepción, a cada uno de nosotros. Ninguno de nosotros puede decir: «Yo soy santo, yo soy perfecto, yo ya estoy salvado». No. Siempre debemos acoger este ofrecimiento de la salvación. (…) Dios quiere que todos los hombres se salven por medio de Jesucristo, el único mediador (cf. 1 Tim 2, 4-6).

Por lo tanto, cada uno de nosotros está llamado a dar a conocer a Jesús a quienes todavía no lo conocen. (…) ¿cómo no sentir la pasión de darlo a conocer a todos los que conocemos en el trabajo, en la escuela, en el edificio, en el hospital, en distintos lugares de reunión? Si miramos a nuestro alrededor, nos encontramos con personas que estarían disponibles para iniciar o reiniciar un camino de fe, si se encontrasen con cristianos enamorados de Jesús. (…) Que la Virgen María, que es Madre y sabe cómo hacerlo, nos ayude a derrumbar las barreras y los obstáculos que impiden nuestra conversión, es decir, nuestro camino hacia el Señor. ¡Sólo Él, Jesús, puede realizar todas las esperanzas del hombre!” (Francisco. Ángelus. 6-12-2015).











El Rayo de Luz



Señor Jesús, uniéndonos al deseo de Isaías y a la oración de los que en ti esperan, te decimos: “¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes (Isaías 63,19). Y esto lo cumpliste de forma maravillosa cuando el Padre abrió los cielos y descendiste al seno de María, admirablemente preparada desde su Concepción Inmaculada.

El Padre, Luz indeficiente, que no conoce el ocaso, te ha enviado a Ti, Luz de Luz, y has bajado al interior de una montaña escarpada, rocosa y agrietada, austera, a un lugar duro, sin apenas vegetación ni vida, en una cueva oscura, llena de las tinieblas. Y HA COMENZADO A BRILLAR TU LUZ.

Tú luz ha penetrado en el lugar donde yacía la humanidad en medio de las tinieblas y las sombras de la muerte. Y de esta forma ha comenzado tu abajamiento, tu vaciamiento de ti mismo, el despojo de tu dignidad de Hijo de Dios para tomar la condición de siervo, de esclavo. Tú, luz humilde, que vienes a salvar al hombre para que participe de la fiesta de la Luz.

Y esta luz ha llegado a nosotros por medio de María.

Su asentimiento sereno e incondicional, su aceptación como humilde esclava a las disposiciones de tu Palabra, su hágase, es figura del hágase que ha de realizar en su vida cada hombre. Gracias, Señor, por darnos a María, que no se guardó nada para sí misma, sino que se entregó por entero a Dios y, de esta forma, Tú, la Luz del mundo, comenzaste a entrar en la cueva y a iluminar su oscuridad.

El Espíritu Santo ha realizado esta obra ante la que nos inclinamos y postramos. Pues los tres, Tu Padre, Tú, Señor, y el Espíritu Santo, habéis obrado en esta obra para salvarnos.

Concédenos que, como María, acojamos tu Luz, tu gracia, tu obra en nosotros. Concédenos convertir nuestra vida para ser instrumentos tuyos, y así, la Luz de tu amor divino y trinitario llegue a todos los corazones que habitan en las tinieblas del odio y la división, de la soberbia y la presunción, del desánimo y la desesperanza.



En el Icono de la Natividad, siempre hay un rayo de luz divina que conecta el cielo con María y el Niño, con la cueva, con nuestro mundo. En la parte superior aparece un óvalo parcialmente revelado, sólo se muestra una porción, simbolizando a Dios Padre (al cual nunca llegamos a ver por completo). Desde dicho óvalo, un rayo de luz que viene de lo alto se abre camino entre la tierra y desemboca en la gruta oscura. A mitad de camino aparece un círculo más pequeño que simboliza al Espíritu Santo, y en él se enciende una estrella; es el signo cósmico que revela el misterio que baja del cielo; la luz que guiará a los magos y el resplandor que contemplarán los pastores.

Los tres rayos que descienden de la estrella simbolizan la Santísima Trinidad, indican la participación de las tres personas divinas en el proceso de la salvación. En oriente, a la fiesta de la Navidad se le llama “Fiesta de la Luz”.












Colecta DE CÁRITAS EN ADVIENTO

Será el 15-16 de diciembre.

Prepare una buena aportación para los más necesitados.



LIMOSNA PENITENCIAL

Durante el tiempo de adviento las limosnas

y donativos penitenciales

(fruto de la conversión y el Sacramento del Perdón),

irán destinadas a Cáritas parroquial.



CAMPAÑA DEL BOTE O DEL KILO

En todas las misas del tiempo de Adviento,

antes o después de la misa, se podrán ofrecer

botes o kilos de alimentos no perecederos

para el Economato Interparroquial

que serán depositados en una cesta en el templo.



BIENHECHORES DE CARIDAD

Aportación de una pequeña cantidad mensual (5 €) en suscripción bancaria a la cuenta de Cáritas parroquial de Bankia:



ES62-2038-6230-7160-00004245







Del lunes 10 al domingo 16 de diciembre tendrá lugar en la Parroquia la semana de la Familia.

       
 El lunes 10 de diciembre la misa de 19.30 h. se ofrecerá por las familias que sufren.


El miércoles 12 de diciembre a las 21.30 h. habrá una charla de formación sobre la familia, a cargo de Javier Chust, Doctor en pedagogía, vicedecano de Pedagogía en la Universidad Católica de Valencia, profesor de pedagogía familiar en el Instituto Juan Pablo II sobre el matrimonio y la familia, esposo, padre seis hijos y abuelo de cuatro nietos.

El jueves 13 la misa de 19.30 h. la ofreceremos en sufragio por los miembros de nuestras familias recientemente fallecidos. 

El sábado 15 de diciembre a las 21.00 h. habrá una Vigilia de Adoración en el templo parroquial. 

El domingo 16 a las 11.30 h. será la Eucaristía de las familias con una comida fraterna y la acogida unas personas que nos darán por la tarde su testimonio. Habrá servicio de guardería para los niños. 

Habrá un buzón en la entrada de la Iglesia para que comuniquen las intenciones por las que desean que recemos en esta semana de la familia.



El domingo 23 de diciembre a las 5 de la tarde será el Festival de villancicos. Pueden participar las familias y grupos que lo deseen. Comunicar previamente la participación.





CONCURSO PARROQUIAL




concurso de dibujo-pintura,

redacción y poesía 


bajo el lema: “Busco posada”. Encontrarán las bases a la entrada de la Iglesia y en el blog de la parroquia.

El Plazo límite de presentación de trabajos:

el viernes 28 de diciembre de 2018.


Entrega de un detalle a cada participante:

el domingo 30 de diciembre en la misa de 11.30 h. 


Entrega de premios de los ganadores:

el 5 de enero a las 20.30 h., coincidiendo con la presencia de SSMM los Reyes de Oriente.






1. Durante el tiempo de ADVIENTO se realizará la ORACIÓN COMUNITARIA de lunes a viernes, a las 6.30 de la mañana.


2. Tienen a su disposición el Evangelio 2019, el Calendario 2019, tanto de mesa como de pared, libretas para apuntes y la rifa de un móvil. También encontrarán en el despacho Turrón solidario para ayudar a la Ciudad de la Esperanza.


3. El lunes 10 de diciembre a las 10.15 h. habrá reunión del Equipo de Pastoral de la Salud.


4. El sábado 15 de diciembre habrá en la parroquia un retiro de Adviento por la mañana de 9.30 h. a 13 .00 h.











Del 10 al 16 de diciembre de 2018

Lunes 10. Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir. 19.30 h.: En sufragio de: Jesús Antonio Sánchez López y pidiendo por las familias que sufren
 Martes 11. San Dámaso, Papa. 19.30 h.: A intención de una feligresa. 
 Miércoles 12. Nuestra Señora de Guadalupe. Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa. 19.30 h.: En sufragio de: Mari Chelo. 
 Jueves 13. Santa Lucía, virgen y mártir. 19.30 h.: En sufragio de: los miembros de nuestras familias recientemente fallecidos.  
Viernes 14. San Juan de la Cruz, presbítero y doctor. 19.30 h.: Sin intención.  
Sábado 15. Por la tarde: TERCER DOMINGO DE ADVIENTO. 18.00 h.: Con niños. A intención de una feligresa. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Burguera García y Catalá Esteve. 21.00 h.: habrá una Vigilia de Adoración en el templo parroquial. 
Domingo 16. TERCER DOMINGO DE ADVIENTO. 10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo.19.30 h.: A intención de una feligresa.



No hay comentarios: