10 de junio de 2016

Domingo 12 de junio de 2016. 11 TO C.

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com


Domingo 12 de Junio de 2016



Como no tenían con qué pagar,
les perdonó a los dos
                  Queridos hermanos:
El Evangelio que hemos escuchado nos abre un camino de esperanza y de consuelo.(Francisco. Homilía 13 de marzo de 2015).
Esperanza y consuelo porque ninguno podemos pagar al Señor todo el bien que nos hace. Más bien le pagamos con pecados de arrogancia e infidelidad.
Aparecen ante Jesús dos personajes bien distintos: Uno no sabe que tiene pecados. Es Simón, el fariseo. Cree que cumple con Dios. Vive en la arrogancia. Y acaba juzgando a Jesús y a la pecadora: —«Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.»
‘Señor, líbrame del abismo de mis obras, de creer que soy justo o de creer que mis pecados no tendrán perdón.’
El otro personaje es la pecadora que realiza múltiples gestos de caridad: “vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume.” Lágrimas para lavar los pies de Jesús, sus cabellos para secarlos, besos, perfume. Le ha movido a ello la confianza en la Palabra de Jesús, que no ha venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, la esperanza del perdón.
Es bueno percibir sobre nosotros la mirada compasiva de Jesús”. (Francisco. Homilía idem). Esa mirada dio confianza a la pecadora a humillarse de esa forma ante Jesús sin pensar en el qué dirán.
‘Señor, líbrame del abismo de mis obras, de creer que soy justo o de creer que mis pecados no tendrán perdón.’
La pecadora creyó que sus pecados tenían perdón. “Para ella ahora comienza un nuevo período; renace en el amor a una vida nueva.” (Idem).
Del fariseo, en cambio, no sabemos en qué quedó. Si se quedó en su pretendida justicia, en su juicio implacable a Jesús que perdona y a la pecadora. O bien dejó su altanería y soberbia que paralizan renunciando a su justicia para adentrarse en el camino de la misericordia, que va más allá de la justicia.
Recordemos que, según la parábola de Jesús, ni el fariseo ni la pecadora tenían con qué pagar. Y como no tenían con qué pagar, les perdonó a los dos.
‘Señor, líbrame del abismo de mis obras, de creer que soy justo o de creer que mis pecados no tendrán perdón.’
No olvidemos que Dios perdona todo, y Dios perdona siempre. No nos cansemos de pedir perdón.” (Idem).
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 36—8, 3

En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: —«Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.»
Jesús tomó la palabra y le dijo: —«Simón, tengo algo que decirte.» Él respondió: —«Dímelo, maestro.»
Jesús le dijo: —«Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?» Simón contestó:
—«Supongo que aquel a quien le perdonó más.»
Jesús le dijo: —«Has juzgado rectamente.»
Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón:
—«¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama.» Y a ella le dijo: —«Tus pecados están perdonados.» Los demás convidados empezaron a decir entre sí: —«¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?» Pero Jesús dijo a la mujer: — «Tu fe te ha salvado, vete en paz.»
Después de esto iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Palabra del Señor

1397         La Eucaristía entraña un compromiso en favor de los pobres: Para recibir en la verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregados por nosotros debemos reconocer a Cristo en los más pobres, sus hermanos (cf Mt 25,40):
                  Has gustado la sangre del Señor y no reconoces a tu hermano. Deshonras esta mesa, no juzgando digno de compartir tu alimento al que ha sido juzgado digno de participar en esta mesa. Dios te ha liberado de todos los pecados y te ha invitado a ella. Y tú, aún así, no te has hecho más misericordioso (S. Juan Crisóstomo, hom. in 1 Co 27,4).

2712         La contemplación es la oración del hijo de Dios, del pecador perdonado que consiente en acoger el amor con el que es amado y que quiere responder a él amando más todavía (cf Lc 7, 36-50; 19, 1-10).
«EL LUGAR PRIVILEGIADO
PARA EL ENCUENTRO CON CRISTO
SON LOS PROPIOS PECADOS».
El Señor salva «solamente a quien sabe abrir su corazón y se reconoce pecador». Es la enseñanza que el Papa Francisco dio del pasaje evangélico de san Lucas (7, 36-50) durante la por la mañana en Santa Marta. Se trata del relato de la pecadora que, durante la comida en la casa de un fariseo, sin ser ni siquiera invitada, se acerca a Cristo con «un vaso de perfume» y «colocándose detrás junto a sus pies, llorando», comienza «a bañarlos de lágrimas», luego los seca «con sus cabellos», los besa y los unge de perfume.
El Pontífice explicó que precisamente «reconocer los pecados, nuestra miseria, reconocer lo que somos y lo que somos capaces de hacer o hemos hecho es la puerta que se abre a la caricia de Jesús, al perdón de Jesús. Al respecto el Papa repitió una expresión muy querida por él: «el lugar privilegiado para el encuentro con Cristo son los propios pecados».
A un oído poco atento esto «parecería casi una herejía —comentó— pero lo decía también san Pablo» cuando, en la segunda Lectura a los Corintios (12, 9), afirmaba gloriarse «solamente de dos cosas: de los propios pecados y de Cristo Resucitado que lo ha salvado».
El Papa introdujo su reflexión reconstruyendo la escena descrita en el pasaje evangélico. Aquel «que había invitado a Jesús al almuerzo —hizo notar— era una persona de un cierto nivel, de cultura, quizás un universitario. Y «no parece que fuera una mala persona». Hasta que irrumpe en el banquete una figura femenina, una que no tenía cultura o si la tenía, aquí no lo demostró». En efecto, «entra y hace eso que quiere hacer: sin pedir disculpas, sin pedir permiso».
Es entonces cuando la realidad se revela detrás de las buenas maneras: «Si este fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, pues es una pecadora». Este hombre «no era malo», sin embargo, «no logra entender el gesto de la mujer. No logra entender los gestos elementales de la gente». En resumen, «estaba alejado de la realidad». Sólo así se explica «la acusación» imputada a Jesús: «¡Este es un santón! Nos habla de cosas hermosas, hace un poco de magia; es un curandero; pero al final no conoce a la gente, porque si supiera de qué clase es esta, habría dicho algo».
Hay entonces «dos actitudes» muy diferentes entre sí: por una parte la del «hombre que ve y califica», juzga; y por otro la de la «mujer que llora y hace cosas que parecen locuras», porque utiliza un perfume que «es caro, es costoso». El Evangelio sí utiliza la palabra «unción» para significar que el «perfume de la mujer unge: tiene la capacidad de ser una unción», al contrario de las palabras del fariseo que «no llegan al corazón, no llegan a la realidad». En medio a estas dos figuras tan antitéticas está Jesús, con «su paciencia, su amor», su «deseo de salvar a todos», que «le lleva a explicar al fariseo qué significa eso que hace esta mujer» y a reprocharle, si bien «con humildad y ternura», por no haber tenido «cortesía» con Él.
El Evangelio no dice «cómo terminó la historia para este hombre», pero dice claramente «cómo terminó para la mujer: “Tus pecados han quedado perdonados”». Una frase, esta, que escandaliza a los comensales, quienes comienzan a confabular entre sí preguntándose: «¿Pero quién es este, que hasta perdona pecados?». En resumen, «a ella se le dice que sus pecados le son perdonados, a los demás, Jesús les hace ver sólo los gestos y se los explica, incluso los gestos no realizados, o sea lo que no han hecho con Él». En consecuencia «la palabra salvación —“tu fe te ha salvado”— la dice sólo a la mujer, que es una pecadora. Y la dice porque ella logró llorar sus pecados, confesar sus pecados, decir: “Soy una pecadora”». Por el contrario, «no la dice a esa gente», que incluso «no era mala», sino porque estas personas «creían que no eran pecadoras».
He aquí entonces la enseñanza del Evangelio: «La salvación entra en el corazón solamente cuando abrimos el corazón en la verdad de nuestros pecados». Cierto, «ninguno de nosotros irá a hacer el gesto que hizo esta mujer», pero todos nosotros tenemos la posibilidad de llorar, todos nosotros tenemos la posibilidad de abrirnos y decir: Señor, ¡sálvame!». También porque, afirmó, «a esa otra gente, en este pasaje del Evangelio, Jesús no dice nada. Pero en otro pasaje dirá esa terrible palabra: “¡Hipócritas, porque os habéis alejado de la realidad, de la verdad!”». Y de nuevo, refiriéndose al ejemplo de esa pecadora, dice: «Pensad bien, serán las prostitutas y los publicanos que os precederán en el reino de los cielos». Porque ellos —concluyó— «se sienten pecadores» y «abren su corazón en la confesión de los pecados, en el encuentro con Jesús, que dio su sangre por todos nosotros». (Francisco. Homilía. Jueves 18 de septiembre de 2014).

Señor Jesús, tú eres la misma dulzura: ¿cómo podría vivir sin ti? Ven, Señor, a tomar tú solo posesión de mi corazón.
Señor Jesús, que al escuchar la Buena Noticia que se difunde como fragancia y perfume he olido la pestilencia de mis pecados, inspira en mí, el deseo de la conversión, de la penitencia y de la vuelta a Ti. Es a mí a quien buscas. Has venido por mí. ‘Señor, líbrame del abismo de mis obras, de creer que soy justo o de creer que mis pecados no tendrán perdón.’
Sean para Ti, Señor Jesús, mi perfume y mis lágrimas. Pues eres Tú quien me deseas y me buscas, sean para Ti mi deseo y mi amor. Concédeme arrepentirme, postrarme ante Ti, buscarte y esperarte en el silencio. Concédeme romper con el pasado de mis pecados, renunciar al abismo de mis obras para existir en Ti. (Inspirado en un escrito del Padre San Padre Pío de Pietrelcina, presbítero capuchino y en el Himno 21 de San Romano el Melódico)

Con gran alegría os comunico que el próximo domingo 19 de junio a las 12.00 h. celebraré la Eucaristía en acción de gracias en la parroquia de San Francisco de Borja por el 25 aniversario de la ordenación presbiteral. Fue el 1 de junio de 1991. Nos ordenó a 15 condiscípulos D. Miguel Roca Cabanellas, entonces arzobispo de Valencia. Cuento con tu oración, y si puedes, con tu presencia. Después de la Eucaristía tomaremos algo en el Centro de Acogida de los Franciscanos de la Tercera Orden Regular de Palma de Gandía.
Este año viajaremos con las familias de la parroquia a

Jaca, siguiendo las huellas del Santo Cáliz, del 12 al 15 de agosto.
Organizado por el grupo Anatolé, visitaremos San Pedro de Siresa, San Juan de la Peña, Jaca y Huesca. El precio oscilará sobre los 90 de los adultos, los 80 de los niños entre 9 y 14 años, los 60 de los niños entre 6 y 8 años los 40 de los niños entre 3 y 5 años y gratis los de 0 a 2 años. Ya daremos más detalles.



HORARIO DE VERANO de los sábados:
A PARTIR DEL SÁBADO 18 DE JUNIO:
Misas los sábados tarde a las 19.30 h. y a las 21.00 h.

HORARIO DE VERANO de los domingos:
A partir del domingo 26 de junio:
11.00 y 19.30 h.
El domingo 19 de junio habrá un horario especial con motivo de la celebración del 25 aniversario de la Ordenación presbiteral de D. Jesús, el párroco de esta parroquia. La misa solamente será a las 12.00 h. Y también habrá por la tarde a las 7.30 h.



1. El martes 14 de junio a las 20.30 h. será la reunión de fin de curso del grupo Descanso.
2. CAMPAMENTO DE VERANO. El viernes 17 de junio en la Parroquia de San Francisco de Borja de Gandía a las 20.30 h. se realizará la reunión informativa para los padres (normas, actividades, consejos…) del Campamento para niños El campamento de este año se realizará del 10 al 17 de julio en la población de Uña (Cuenca) en el Albergue la Canadilla (www.alberguelacanadilla.com) para niños entre 6 y 12 años. Es un campamento organizado por las Parroquias de Cristo Rey y San Francisco de Borja de Gandía.
3. INFORMACIÓN PEREGRINACIÓN JMJ CRACOVIA
25 jóvenes, 3 Matrimonios como Catequistas, 1 Presbítero, nuestro vicario parroquial D. José Manuel y 1 Seminarista, Juan Carlos, que en septiembre será ordenado presbítero, en total 33 personas, peregrinarán a la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Cracovia. Saldrán desde Gandía el 27 de julio y pasarán por Francia y Alemania, para llegar a Cracovia (Polonia) el día 30 y unirse al Encuentro con el Papa Francisco en la Vigilia de Oración y la Eucaristía. Visitarán también Wadowice y Campo de concentración de Auschwitz. La vuelta está prevista para el 6 de agosto.
Del 6 al 12 de junio de 2016
Lunes 13. San Antonio de Padua, pbro. y Dr. 19.30 h.: En sufragio de: Montserrat del Pilar Blai García; José Durá Roig. 
Martes 14. 19.30 h.: Sin intención. 
Miércoles 15. Santa María Micaela del Santísimo Sacramento. 19.30 h.: Sin intención. 
Jueves 16. 19.30 h.: Sin intención. 
Viernes 17. 19.30 h.: Sin intención. 
Sábado 18. Por la tarde: XII del T.O. 19.30 h.: Sin intención. No habrá Misa de 21.00 h. 
Domingo 19. XII del T.O. No habrá Misa de 9.30 h. ni de 11.00 h.
12.00 h.: Pro Pópulo. Acción de gracias por el XXV aniversario de Ordenación sacerdotal del párroco D. Jesús Sánchez. 19.30 h.: Sin intención.
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