14 de julio de 2012

Domingo 15 de Julio de 2012. XV TO B

HOJA

PARROQUIAL

Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 15 de julio de 2012.  


              
                Queridos hermanos:

En el Evangelio de este domingo Jesús envía a los Doce de dos en dos a predicar la conversión con poder de expulsar demonios. Es como un ejercicio práctico de lo que será después su vida.

Ciertamente la Iglesia está en tiempos de poner en práctica este envío de Jesús. Para ello es necesario enamorarse, dejarse seducir por Aquel que nos llama. “El que está llamado a "enseñar a Cristo" debe por tanto, ante todo, buscar esta "ganancia sublime que es el conocimiento de Cristo"; ... De este conocimiento amoroso de Cristo es de donde brota el deseo de anunciarlo, de "evangelizar", y de llevar a otros al "sí" de la fe en Jesucristo.” (Catecismo 428-429).

No es solo una cuestión de método o de una mejor organización. Es necesaria la propia conversión, aspirando a vivir en santidad. Decía el Beato Papa Juan Pablo II que “el verdadero misionero es el santo”. “La llamada a la misión deriva de por sí de la llamada a la santidad. Cada misionero, lo es auténticamente si se esfuerza en el camino de la santidad… La vocación universal a la santidad está estrechamente unida a la vocación universal a la misión. Todo fiel está llamado a la santidad y a la misión… El renovado impulso hacia la misión ad gentes exige misioneros santos. No basta renovar los métodos pastorales, ni organizar y coordinar mejor las fuerzas eclesiales, ni explorar con mayor agudeza los fundamentos bíblicos y teológicos de la fe: es necesario suscitar un nuevo «anhelo de santidad» entre los misioneros y en toda la comunidad cristiana… Pensemos, queridos hermanos y hermanas, en el empuje misionero de las primeras comunidades cristianas. A pesar de la escasez de medios de transporte y de comunicación de entonces, el anuncio evangélico llegó en breve tiempo a los confines del mundo. Y se trataba de la religión de un hombre muerto en cruz, «escándalo para los judíos, necedad para los gentiles» (1 Cor 1, 23). En la base de este dinamismo misionero estaba la santidad de los primeros cristianos y de las primeras comunidades.” (Redemptoris Missio 90)

Para ello se requiere paciencia. Rabbí Tarphon, hacia el año 100, decía: “El día es corto y el trabajo es mucho y los trabajadores son perezosos y el jornal es grande y el amo tiene prisa”. La prisa de Dios se parece a la paciencia del sembrador que “espera el fruto precioso de la tierra aguardándolo con paciencia”. (St 5,7). Tengamos, pues, paciencia, pues el Señor espera nuestra conversión y anhelo de santidad para llevar a cabo su obra de salvación en el mundo.

Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 7-13

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió:
- «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor.




La falta de celo apostólico:

ejemplo de San Francisco de Sales

Nadie podría reprochar al joven obispo Francisco de Sales que no se entregaba en cuerpo y alma a su ministerio en Anneney. Predicaba, confesaba…; hasta la catequesis de los niños era tarea suya. Pero un día cuenta en una carta a la Señora Chantal un suceso trágico que había contemplado en la región de los Alpes. Vio cómo un pobre pastor, que corría de aquí para allá en persecución de una vaca, caía por una grieta del hielo. No se habría tenido más noticia suya si no fuera porque el sombrero, que perdió al caer, quedó junto al borde. Un vecino bajó a buscarlo, atado a una cuerda y con riesgo de la propia vida, y logró recuperar el cadáver.
Con humildad escribe San Francisco de Sales la lección que ha recibido: “¡Qué espoleo para mí! Este pastor que corre por tan peligrosos lugares por una sola vaca; esta caída tan horrible que le causa el ardor de la persecución; esta caridad del vecino que se echa al abismo para sacar a su amigo del fondo… ¡Oh, Dios mío!, exclamé, ¿y por qué he de ser yo tan cobarde en la busca de mis ovejas?”.

Oración y sacrificios por los misioneros

“Entre las formas de participación, el primer lugar corresponde a la cooperación espiritual: oración, sacrificios, testimonio de vida cristiana. La oración debe acompañar el camino de los misioneros, para que el anuncio de la Palabra resulte eficaz por medio de la gracia divina. San Pablo, en sus Cartas, pide a menudo a los fieles que recen por él, para que pueda anunciar el Evangelio con confianza y franqueza.
A la oración es necesario unir el sacrificio. El valor salvífico de todo sufrimiento, aceptado y ofrecido a Dios con amor, deriva del sacrificio de Cristo, que llama a los miembros de su Cuerpo místico a unirse a sus padecimientos y completarlos en la propia carne (cf. Col 1, 24). El sacrificio del misionero debe ser compartido y sostenido por el de todos los fieles. Por esto, recomiendo a quienes ejercen su ministerio pastoral entre los enfermos, que los instruyan sobre el valor del sufrimiento, animándoles a ofrecerlo a Dios por los misioneros. Con tal ofrecimiento los enfermos se hacen también misioneros, como lo subrayan algunos movimientos surgidos entre ellos y para ellos. Incluso la misma solemnidad de Pentecostés, inicio de la misión de la Iglesia, es celebrada en algunas comunidades como « Jornada del sufrimiento por las Misiones ». (Bto. Juan Pablo II. Redemptoris Missio nº 78).

El Ejemplo de Santa Teresita

El afán de almas que embargó a Teresa del Niño Jesús en el Carmelo de Lisieux es bien conocido, así como su deseo de trabajar desde allí por las misiones.
De su Autobiografía son estos párrafos: “El grito de Jesús moribundo ¡Tengo sed!, resonaba a cada instante en mi corazón, y lo encendía en un ardor vivísimo, hasta entonces para mí desconocido. Anhelaba dar de beber a mi amado, sentíame yo también devorada por la sed de almas, y a todo trance quería arrancar de las llamas eternas a los pecadores”. “Quisiera recorrer la tierra predicando vuestro nombre y plantando, amado mío, en la tierra infiel vuestra gloriosa cruz. Mas no me bastaría una sola misión, pues desearía poder anunciar a un tiempo vuestro Evangelio en todas partes del mundo, hasta en las más lejanas islas. Quisiera ser misionera, no sólo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo, y continuar siéndolo hasta la consumación de los siglos”.
Cuando ya estaba muy enferma, daba un breve paseo, y una hermana, al ver su fatiga, le recomendó descansar. “¿Sabe lo que me da fuerzas? – comentó la santa -. Pues bien, ando para un misionero. Pienso que allá muy lejos puede haber uno casi agotado de fuerzas en sus excursiones apostólicas, y para disminuir sus fatigas, ofrezco las mías a Dios”.


 
Señor Jesús, nosotros como el pueblo de Nazaret, reconocemos nuestra falta de fe. Nos parecemos a Eva. Su falta de fe, su desobediencia hizo un nudo difícil de desatar. Esta falta de fe se manifiesta, tantas veces en falta de piedad, de fervor, en la fatiga, el cansancio y la desilusión, en la acomodación al ambiente y en el desinterés, y sobre todo en la falta de alegría y de esperanza. Te pedimos nos concedas alimentar siempre el fervor del espíritu para tener la fe y obediencia de María, que desató el nudo de la desobediencia de Eva. Concédenos reconocerte y acogerte como mereces en la fe, la esperanza y el amor para proponer a todos los hombres la alegría del Evangelio. (Oración inspirada en Pablo VI, Evangeli Nuntiandi 80 y San Ireneo, citado en Lumen Gentium 56)




849 El mandato misionero. "La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser 'sacramento universal de salvación', por exigencia íntima de su misma catolicidad, obedeciendo al mandato de su Fundador se esfuerza por anunciar el Evangelio a todos los hombres" (AG 1): "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 19-20).
850 El origen y la finalidad de la misión. El mandato misionero del Señor tiene su fuente última en el amor eterno de la Santísima Trinidad: "La Iglesia peregrinante es, por su propia naturaleza, misionera, puesto que tiene su origen en la misión del Hijo y la misión del Espíritu Santo según el plan de Dios Padre" (AG 2). El fin último de la misión no es otro que hacer participar a los hombres en la comunión que existe entre el Padre y el Hijo en su Espíritu de amor (cf Juan Pablo II, RM 23).
851 El motivo de la misión. Del amor de Dios por todos los hombres la Iglesia ha sacado en todo tiempo la obligación y la fuerza de su impulso misionero: "porque el amor de Cristo nos apremia..." (2 Co 5, 14; cf AA 6; RM 11). En efecto, "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1 Tm 2, 4). Dios quiere la salvación de todos por el conocimiento de la verdad. La salvación se encuentra en la verdad. Los que obedecen a la moción del Espíritu de verdad están ya en el camino de la salvación; pero la Iglesia a quien esta verdad ha sido confiada, debe ir al encuentro de los que la buscan para ofrecérsela. Porque cree en el designio universal de salvación, la Iglesia debe ser misionera.
“Sanad a los enfermos...”
1506 Cristo invita a sus discípulos a seguirle tomando a su vez su cruz (cf Mt 10,38). Siguiéndole adquieren una nueva visión sobre la enfermedad y sobre los enfermos. Jesús los asocia a su vida pobre y humilde. Les hace participar de su ministerio de compasión y de curación: "Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mc 6,12-13).
1507 El Señor resucitado renueva este envío ("En mi nombre...impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien"; Mc 16,17-18) y lo confirma con los signos que la Iglesia realiza invocando su nombre (cf. Hch 9,34; 14,3). Estos signos manifiestan de una manera especial que Jesús es verdaderamente "Dios que salva" (cf Mt 1,21; Hch 4,12).



Las sectas en el Instrumentum laboris
En el contexto de los escenarios de la nueva evangelización: “la proliferación de sectas representa un desafío permanente”.
En el n. 13 del documento presenta la nueva evangelización tal como fue concebida por el papa Juan Pablo II, y cita un texto fundamental de la exhortación Christifideles laici (n. 34) que dice lo siguiente: “en otras regiones o naciones todavía se conservan muy vivas las tradiciones de piedad y de religiosidad popular cristiana; pero este patrimonio moral y espiritual corre hoy el riesgo de ser desperdigado bajo el impacto de múltiples procesos, entre los que destacan la secularización y la difusión de las sectas. Sólo una nueva evangelización puede asegurar el crecimiento de una fe límpida y profunda, capaz de hacer de estas tradiciones una fuerza de auténtica libertad”.
Y en el número 66 dice sobre el desafío pastoral que suponen las sectas para la Iglesia católica:
“…el problema urgente de la proliferación de nuevos grupos religiosos, que asumen la forma de la secta. Lo que es declarado en los Lineamenta (la dominante emotiva y psicológica, la promoción de una religión del éxito y de la prosperidad)
… que las comunidades cristianas no se dejen influenciar por estas nuevas formas de experiencia religiosa, confundiendo el estilo cristiano del anuncio, con la tentación de imitar los tonos agresivos y proselitistas de estos grupos. En presencia de estos grupos religiosos es necesario, …que las comunidades cristianas refuercen el anuncio y el cuidado de la propia fe. En efecto, este contacto podría contribuir a hacer la fe menos tibia y más dispuesta a dar sentido a la vida de las personas".
Se ha producido un cambio del escenario religioso. Se ha producido un “retorno al sentido religioso y la exigencia multiforme de espiritualidad que caracteriza muchas culturas y en particular las generaciones más jóvenes”. Junto a la secularización social nos encontramos con unos aparentemente contradictorios “signos de un consistente renacimiento religioso” (n. 63).



1. Del 13 al 15 de julio se va a realizar en el Templo parroquial de San Francisco de Borja de Gandía el Curso de Iniciación al Oratorio de Niños Pequeños dirigido por el Padre Gonzalo Carbó y los Cooperadores de la Verdad de la Madre de Dios. Va dirigido a catequistas, religiosos y presbíteros, padres de familia y educadores y cuantos se interesan por la iniciación de la fe en los niños. Los horarios serán: el viernes 13 julio de 16,30 h. – 21.00 h. El Sábado 14 julio de 9.30 h. - 14,00 h. y de 16,00 h. – 20.30 h. y el Domingo 15 julio de 9,30 h. – 14.00 h. Finalizaremos las Jornadas con la Eucaristía. Con este motivo las misas del viernes a las 7.30 tarde, del sábado a las 7.30 tarde y del domingo a las 12.00 h. serán en los locales parroquiales, entrando por Ciudad de Laval.


Actividades para el Verano:
2. Del 17 al 22 de julio será el campamento parroquial con niños en Siete Aguas. Con este motivo no habrá misa. Se rezará el rosario en la hora habitual, se leerán las lecturas del día y dará la comunión un ministro extraordinario de la comunión.
3. Del 24 al 26 de agosto está prevista la peregrinación a la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona con los niños de Anatolé y sus familias.


Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:

Ingresados hasta el  30-06-2012 : 62.179,95 €.
+ 361 €.
Ingresados hasta el 6-7-2012:


62.540,95 €.

Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en 
BANCAJA (Paseo Germanías 82)
2077-0249-55-1101860850

Del 16 al 22 de julio de 2012
Lunes 16. Fiesta de la Virgen del Carmen 19.30 h.: En sufragio de: Vicente Lloret Martí.
Martes 17. 19.30 h.: No habrá misa. Se rezará el rosario en la hora habitual, se leerán las lecturas del día y dará la comunión un ministro extraordinario de la comunión.
Miércoles 18. 19.30 h.: No habrá misa. Se rezará el rosario en la hora habitual, se leerán las lecturas del día y dará la comunión un ministro extraordinario de la comunión.
Jueves 19. 19.30 h.: No habrá misa. Se rezará el rosario en la hora habitual, se leerán las lecturas del día y dará la comunión un ministro extraordinario de la comunión.
Viernes 20. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí—Sanchis
Sábado 21. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 22. 12.00 h. Pro Pópulo

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