25 de marzo de 2011

Domingo 27 de marzo. III CUA - A

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
  
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 27 de marzo de 2011.

                  Queridos hermanos:
No hay nadie que no tenga sed. Todos acudimos a algún pozo. Como la samaritana somos repetitivos en buscar agua que sacie nuestra sed. Lo que no todos saben es que Jesús está buscándonos y esperándonos en ese pozo. Jesús ha querido tener sed para suscitarnos sed de Él, “verdadero” pozo, que da la “verdadera” agua viva que sacia la sed de felicidad que hay en nuestro corazón. La dificultad de nuestra sociedad es que sustituye la sed profunda del corazón por sed superficial de cosas secundarias. Bien sea en el pozo de los ídolos de este mundo, bien sea en el pozo de quien cree cumplir la Ley, se deja al “verdadero” pozo, “Manantial de aguas vivas, por cisternas agrietadas que no retienen el agua" (cf. Jr 2, 13).
Es necesario quitar la piedra que tapa y oculta la verdadera sed. Esto lo hace Jesús con su sed. La sed de Jesús es la palanca que él mismo utiliza para suscitar sed. La oración de petición se entiende tantas veces dirigida por los hombres hacia Dios. En este caso va a ser al revés. Jesús, mendigo, pide. Jesús sediento ora a la samaritana: “dame de beber”. Y su oración es eficaz. Pues hace vislumbrar en la mujer que el que pide de beber es el da de beber y sacia la sed. La sed de la mujer, desordenada por el pecado y dirigida a pozos que no sacian es ahora orientada hacia el verdadero pozo. La sed de felicidad que Eva tenía en el Paraíso, mal orientada por la serpiente hacia el pozo que no sacia, es ahora encauzada por un Dios mendigo que pide de beber, que tiene sed de la sed de la samaritana. (cf. Catecismo nº 2560). O como dirá el Papa Benedicto: “Jesús pone en marcha en su interlocutora un camino interior que hace surgir en ella el deseo de algo más profundo. San Agustín comenta: «Aquel que pedía de beber, tenía sed de la fe de aquella mujer». (...) Dios “desea ser deseado”. (Benedicto XVI. 24-2-2008).
Necesario, por tanto, recuperar la sed “verdadera” del pozo “verdadero” del agua “verdadera”. Para esto nos ayuda la Cuaresma, el Itinerario Diocesano de Renovación y todo Proceso que nos haga redescubrir nuestro Bautismo y nuestra identidad cristiana. “En muchos ambientes de antigua tradición cristiana, por desgracia, se va perdiendo cada vez más el auténtico sentido religioso. Por tanto, es urgente que los cristianos renueven la conciencia de su identidad. En otros términos, es necesario que redescubran su bautismo, valorando el inagotable vigor espiritual de la gracia santificante recibida en él, para irradiarla después en todos los ámbitos de la vida personal y social. El "surtidor de agua que salta hasta la vida eterna" (Jn 4, 14), del que habla la página evangélica de hoy, está presente en todo bautizado, pero hay que limpiarlo continuamente de la maleza del pecado, para que no se tape ni se seque. (Juan Pablo II. 3-3-2002).
Jesús, vuestro párroco

Lectura del santo evangelio según san Juan  4, 5‑15. 19b‑26. 39a. 40‑42

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: ‑ «Dame de beber.»
Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.
La samaritana le dice: ‑ «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.
Jesús le contestó: ‑ «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.» La mujer le dice: ‑ «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»
Jesús le contestó: ‑ «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.»
La mujer le dice: ‑ «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.»
Jesús le dice: ‑ «Créeme, mujer: se acerca. la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.
Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le, den culto así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.»
La mujer le dice: ‑ «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.» Jesús le dice: ‑ «Soy yo, el que habla contigo.»
En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: ‑ «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.»
Palabra del Señor.
2560         "Si conocieras el don de Dios"(Jn 4, 10). La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el encuentro de la sed de Dios y de sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de El (cf San Agustín, quaest. 64, 4).

2561         "Tú le habrías rogado a él, y él te habría dado agua viva" (Jn 4, 10). Nuestra oración de petición es paradójicamente una respuesta. Respuesta a la queja del Dios vivo: "A mí me dejaron, Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas" (Jr 2, 13), respuesta de fe a la promesa gratuita de salvación (cf Jn 7, 37-39; Is 12, 3; 51, 1), respuesta de amor a la sed del Hijo único (cf Jn 19, 28; Za 12, 10; 13, 1).

2557 El hombre que anhela dice: "Quiero ver a Dios". La sed de Dios es saciada por el agua de la vida (cf Jn 4,14).

2652 El Espíritu Santo es el "agua viva" que, en el corazón orante, "brota para vida eterna" (Jn 4, 14). El es quien nos enseña a recogerla en la misma Fuente: Cristo. Pues bien, en la vida cristiana hay manantiales donde Cristo nos espera para darnos a beber el Espíritu Santo.
Señor Jesús, que eres el primero en buscarnos y nos esperas junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua de forma rutinaria y repetitiva.
Señor Jesús, que desde el pesebre hasta la cruz has conocido el hambre, la sed y la privación, haciéndote pobre y sediento para saciarnos con tu sed.
Señor Jesús, cuya sed expresa la sed que Dios tiene de que tengamos sed de él.
Señor Jesús que al hacerte mendigo ante la samaritana diciéndole "Dame de beber" ( Jn 4, 7), estabas suscitando en ella y en todos nosotros la sed de ti y del agua viva que quieres derramar en nuestros corazones: el Espíritu Santo.
Señor Jesús, tú que nos invitas a beber de los manantiales de la vida eterna, haznos sedientos de tu amor.
Haz de nuestros corazones un surtidor de agua que no pare de brotar.
Que las aguas que broten de nuestro corazón vuelvan a su Fuente por la fe y la caridad.
Y adorándote y dándote culto solamente a Ti, colaboremos contigo con nuestras palabras y obras, con nuestro anuncio y nuestro testimonio, para la salvación del mundo, corriendo a comunicar la buena noticia a los demás.
Haznos sedientos de la Fuente de tu Espíritu Santo.
“Es imposible expresar en una breve explicación la riqueza de esta página evangélica: es preciso leerla y meditarla personalmente, identificándose con aquella mujer que, un día como tantos otros, fue a sacar agua del pozo y allí se encontró a Jesús sentado, «cansado del camino», en medio del calor del mediodía. «Dame de beber», le dijo, dejándola muy sorprendida. En efecto, no era costumbre que un judío dirigiera la palabra a una mujer samaritana, por lo demás desconocida. Pero el asombro de la mujer estaba destinado a aumentar: Jesús le habló de un «agua viva» capaz de saciar la sed y de convertirse en ella en un «manantial de agua que salta hasta la vida eterna»; le demostró, además, que conocía su vida personal; le reveló que había llegado la hora de adorar al único Dios verdadero en espíritu y en verdad; y, por último, le aseguró —cosa muy rara— que era el Mesías.
Todo esto a partir de la experiencia real y sensible de la sed. El tema de la sed atraviesa todo el evangelio de san Juan: desde el encuentro con la samaritana, pasando por la gran profecía durante la fiesta de las Tiendas (cf. Jn 7, 37-38), hasta la cruz, cuando Jesús, antes de morir, para que se cumpliera la Escritura, dijo: «Tengo sed» (Jn 19, 28). La sed de Cristo es una puerta de acceso al misterio de Dios, que tuvo sed para saciar la nuestra, como se hizo pobre para enriquecernos (cf. 2 Co 8, 9).
Sí, Dios tiene sed de nuestra fe y de nuestro amor. Como un padre bueno y misericordioso, desea para nosotros todo el bien posible, y este bien es él mismo. En cambio, la mujer samaritana representa la insatisfacción existencial de quien no ha encontrado lo que busca: había tenido «cinco maridos» y convivía con otro hombre; sus continuas idas al pozo para sacar agua expresan un vivir repetitivo y resignado. Pero todo cambió para ella aquel día gracias al coloquio con el Señor Jesús, que la desconcertó hasta el punto de inducirla a dejar el cántaro del agua y correr a decir a la gente del pueblo: «Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será este el Mesías?» (Jn 4, 28-29).
Queridos hermanos y hermanas, también nosotros abramos el corazón a la escucha confiada de la palabra de Dios para encontrar, como la samaritana, a Jesús que nos revela su amor y nos dice: el Mesías, tu Salvador, «soy yo: el que habla contigo» (Jn 4, 26). Nos obtenga este don María, la primera y perfecta discípula del Verbo encarnado.” (Benedicto XVI. 24 de febrero de 2008).
“La llamada a compartir los bienes resuena con mayor elocuencia en los países en los que la mayoría de la población es cristiana, puesto que su responsabilidad frente a la multitud que sufre en la indigencia y en el abandono es aún más grave. Socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad.” (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Cuaresma 2008).
Os damos las gracias por vuestras aportaciones para los más necesitados. La Colecta del segundo domingo de mes para Cáritas parroquial ha sido de: 524,40 €. A su vez, se han recaudado a lo largo de esta cuaresma 205,00 € en concepto de donativos y limosna penitencial para Cáritas.
Os animamos a poner en práctica la limosna en esta Cuaresma de Caridad.
“La cultura actual, en algunas partes del mundo, sobre todo en Occidente, tiende a excluir a Dios, o a considerar la fe como un hecho privado, sin ninguna relevancia en la vida social. Aunque el conjunto de los valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio –como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia–, se constata una especie de “eclipse de Dios”, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza.” (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011).
1.  De lunes 28 de marzo al viernes 1 de abril, a las 6.30 h. de la mañana rezo de Laudes y a las 9.30 h. Oración de la mañana con Exposición del Santísimo Sacramento.
2.  El lunes 28 de marzo a las 8 de la noche comienza a reunirse en la parroquia el primer grupo del Itinerario Diocesano de renovación.
3.  El lunes 28 de marzo a las 8.30 de la noche será la reunión con los padres de los jóvenes de confirmación.
4.  Del 1 al 10 de abril será el Novenario en honor del beato Andrés Hibernón en la Iglesia del Beato a las 8 de la noche.
5.  El viernes 1 de abril será la visita ordinaria a enfermos e impedidos desde las 10.00 h. de la mañana.
6.  El viernes 1 de abril a las 7 de la tarde será el Ejercicio del Vía Crucis.
7.  El sábado 2 de abril a las 10.30 h. de la mañana en los locales parroquiales será la reunión con los animadores y educadores para preparar el Campamento con los niños y jóvenes de la parroquia. El campamento será en Orea (Guadalajara) del 12 al 16 de julio.
8.  El sábado 2 de abril de 10.00 h. a 13.30 h. de la mañana habrá retiro de Cuaresma para profesores de religión de la Vicaría en el Colegio diocesano de Santa Ana de Villalonga.
9.  El domingo 3 de abril a las 5 tarde habrá reunión de oración interparroquial con los jóvenes.
10.  Del 18 al 20 de marzo se recaudó la cantidad de 442 € para las obras de los locales.
Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 17-3-2011:                                      42.746,66 €.                       
                                                                                                         +430 €
IIngresados hasta el 25-3-2011:                                     43.173,66

Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, C/. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170

Del 28 de marzo al 3 de abril de 2011
Lunes 28.  19.30 h.: Sin intención
Martes 29. 19.30 h.: En sufragio de: Rosendo Roche.
Miércoles 30. 19.30 h.: Sin intención
Jueves 31. 19.30 h.: Sin intención
Viernes 1. 19.30 h.: Sin intención
Sábado 2. Cuarto de Cuaresma. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Ferrer-Puig. 21.00 h.: Sin intención
Domingo 3. Cuarto de Cuaresma. 12.00 h. Pro Pópulo



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