10 de septiembre de 2010

Domingo 12 de septiembre. XXIV T.O. - C

HOJA

PARROQUIAL

Parroquia de San Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 12 de septiembre de 2010




                 Queridos hermanos:
“La misericordia se hace elemento indispensable para plasmar las relaciones mutuas entre los hombres, en el espíritu del más profundo respeto de lo que es humano y de la recíproca fraternidad. Es imposible lograr establecer este vínculo entre los hombres si se quiere regular las mutuas relaciones únicamente con la medida de la justicia. (…) Recordemos además que el amor misericordioso indica también esa cordial ternura y sensibilidad, de que tan elocuentemente nos habla la parábola del hijo pródigo o la de la oveja extraviada o la de la dracma perdida. Por tanto, el amor misericordioso es sumamente indispensable entre aquellos que están más cercanos: entre los esposos, entre padres e hijos, entre amigos; es también indispensable en la educación y en la pastoral.” Esto lo publicaba el Papa Juan Pablo II en su segunda encíclica Dives in misericordia, nº 14, en aquel lejano 1980.
Él mismo, en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 1 de enero de 2002 con el título “No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón”, decía lo siguiente: “no se restablece completamente el orden quebrantado, si no es conjugando entre sí la justicia el perdón. Los pilares de la paz verdadera son la justicia y esa forma particular del amor que es el perdón. (…) Se tiende a pensar en la justicia y en el perdón en términos alternativos. Pero el perdón se opone al rencor y a la venganza, no a la justicia. La verdadera paz, pues, es fruto de la justicia. (…) Pero, puesto que la justicia humana es siempre frágil e imperfecta, expuesta a las limitaciones y a los egoísmos personales y de grupo, debe ejercerse y en cierto modo completarse con el perdón, que cura las heridas y restablece en profundidad las relaciones humanas truncadas.”
Queridos hermanos: el perdón es nuestro sello, la expresión más hermosa del rostro de Dios Padre y de su Hijo. El perdón es como el aceite, bálsamo y ungüento que penetra las heridas y las cura. Que misericordia nos lleve a recorrer las distancias que haga falta para ir por la oveja perdida, a emplear todos nuestros esfuerzos en encontrar la moneda, en acoger con amor y ternura al hijo o hermano que se fue. Pastores, mujeres, padres o hermanos con un sello de identidad: la misericordia y el perdón. Pero el perdón no es solo para los de la Iglesia. Es patrimonio de la humanidad. Con el perdón estamos trabajando por la justicia y por la paz.
Jesús, vuestro párroco




+  Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-10

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
— «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola:
— «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
“¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.” Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: “¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido.” Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»
Palabra del Señor.

545          Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: "No he venido a llamar a justos sino a pecadores" (Mc 2, 17; cf. 1 Tim 1, 15). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar en el Reino, pero les muestra de palabra y con hechos la misericordia sin límites de su Padre hacia ellos (cf. Lc 15, 11-32) y la inmensa "alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta" (Lc 15, 7). La prueba suprema de este amor será el sacrificio de su propia vida "para remisión de los pecados" (Mt 26, 28).

589          Jesús escandalizó sobre todo porque identificó su conducta misericordiosa hacia los pecadores con la actitud de Dios mismo con respecto a ellos (cf. Mt 9, 13; Os 6, 6). Llegó incluso a dejar entender que compartiendo la mesa con los pecadores (cf. Lc 15, 1-2), los admitía al banquete mesiánico (cf. Lc 15, 22-32).
Perdona nuestras ofensas

2839 Con una audaz confianza hemos empezado a orar a nuestro Padre. Suplicándole que su Nombre sea santificado, le hemos pedido que seamos cada vez más santificados. Pero, aun revestidos de la vestidura bautismal, no dejamos de pecar, de separarnos de Dios. Ahora, en esta nueva petición, nos volvemos a él, como el hijo pródigo (cf Lc 15, 11-32) y nos reconocemos pecadores ante él como el publicano (cf Lc 18, 13). Nuestra petición empieza con una "confesión" en la que afirmamos al mismo tiempo nuestra miseria y su Misericordia. Nuestra esperanza es firme porque, en su Hijo, "tenemos la redención, la remisión de nuestros pecados" (Col 1, 14; Ef 1, 7). El signo eficaz e indudable de su perdón lo encontramos en los sacramentos de su Iglesia (cf Mt 26, 28; Jn 20, 23)

“Jesús narró las tres parábolas de la misericordia porque los fariseos y los escribas hablaban mal de él, al ver que permitía que los pecadores se le acercaran, e incluso comía con ellos (cf. Lc 15, 1-3). Entonces explicó, con su lenguaje típico, que Dios no quiere que se pierda ni siquiera uno de sus hijos y que su corazón rebosa de alegría cuando un pecador se convierte. La verdadera religión consiste, por tanto, en entrar en sintonía con este Corazón "rico en misericordia", que nos pide amar a todos, incluso a los lejanos y a los enemigos, imitando al Padre celestial, que respeta la libertad de cada uno y atrae a todos hacia sí con la fuerza invencible de su fidelidad. El camino que Jesús muestra a los que quieren ser sus discípulos es este: "No juzguéis..., no condenéis...; perdonad y seréis perdonados...; dad y se os dará; sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso" (Lc 6, 36-38). En estas palabras encontramos indicaciones muy concretas para nuestro comportamiento diario de creyentes. En nuestro tiempo, la humanidad necesita que se proclame y testimonie con vigor la misericordia de Dios. El amado Juan Pablo II, que fue un gran apóstol de la Misericordia divina, intuyó de modo profético esta urgencia pastoral. Dedicó al Padre misericordioso su segunda encíclica, y durante todo su pontificado se hizo misionero del amor de Dios a todos los pueblos.” (Benedicto XVI. Ángelus. 16 - 9 - 2007).

“San Lucas ha narrado por orden tres parábolas: la de la oveja perdida y hallada después, la de la dracma que se había extraviado y fue encontrada, y el hijo que se había muerto y volvió a la vida; y todo esto para que aleccionados con este triple remedio, podamos curar nuestras heridas, pues “una cuerda triple no se rompe” (Eclo 4,12). «¿Quién es este padre, ese pastor y esa mujer? ¿Acaso representan a Dios Padre, a Cristo y la Iglesia? Cristo te lleva sobre sus hombros, te busca la Iglesia y te recibe el Padre. Uno porque es Pastor, no cesa de llevarte; la otra, como madre, sin cesar te busca y el Padre te vuelve a vestir. El primero por obra de misericordia; la segunda cuidándote, y el tercero, reconciliándote con Él. A cada uno de ellos le cuadra perfectamente una de esas cualidades: El Redentor viene a salvar, la Iglesia asiste y el Padre reconcilia. En todo actuar divino está presente la misma misericordia, aunque la gracia varíe según nuestros méritos. El Pastor llama a la oveja cansada, es hallada la dracma que se había perdido, y el hijo, por sus propios pasos, vuelve al Padre y vuelve arrepentido del error que le acusa sin cesar». (San Ambrosio. Tratado sobre el Evangelio de San Lucas lib. VII).


“Volviendo el hijo pródigo a la casa del padre, dice el evangelio que, aun antes que llegase, viéndole su padre desde lejos, movido su padre de misericordia, corrió hacia él, y le echó los brazos al cuello y le besó; cosa digna de notar, para mostrar la infinita bondad del Señor y la facilidad en dejarse hallar. Y ¿qué cosa puede ser más fácil que hallarle? Si él mismo dice: he sido hallado aun por los que no me buscan; pues luego mejor se dejará hallar a los que le buscan. (Tratado Primero. San Francisco de Borja).

“En el nombre de Jesucristo, crucificado y resucitado, en el espíritu de su misión mesiánica, que permanece en la historia de la humanidad, elevemos nuestra voz y supliquemos que en esta etapa de la historia se revele una vez más aquel Amor que está en el Padre y que por obra del Hijo y del Espíritu Santo se haga presente en el mundo contemporáneo como más fuerte que el mal: más fuerte que el pecado y la muerte. Supliquemos por intercesión de Aquella, la Virgen María, que no cesa de proclamar «la misericordia de generación en generación», y también de aquellos en quienes se han cumplido hasta el final las palabras del sermón de la montaña: «Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia». (Juan Pablo II. Encíclica “Dives in misericordia”. nº 15)
Valor incomparable de la persona humana
“El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia terrena, ya que consiste en la participación de la vida misma de Dios. Lo sublime de esta vocación sobrenatural manifiesta la grandeza y el valor de la vida humana incluso en su fase temporal. En efecto, la vida en el tiempo es condición básica, momento inicial y parte integrante de todo el proceso unitario de la vida humana. Un proceso que, inesperada e inmerecidamente, es iluminado por la promesa y renovado por el don de la vida divina, que alcanzará su plena realización en la eternidad (cf. 1 Jn 3, 1-2).” (Juan Pablo II. Encíclica Evangelium Vitae 2)


1. El Sr. Arzobispo ha nombrado al Rvdo. D. Arturo Monllor Colomina, vicario de esta parroquia. D. Arturo Monllor es natural de Alcoy, de 32 años, está licenciado en estudios eclesiásticos  y trabajó como profesor de Religión en el Instituto Clara Campoamor, de Alaquàs y en el María Enríquez, de Gandía. Tras abandonar sus estudios de administrativo, entró en el seminario. D. Arturo ha colaborado pastoralmente en la parroquia de Santa María de Cocentaina. Celebraremos su acogida en la Parroquia el próximo domingo 19 de septiembre en la misa de 12.00 h. Os invitamos a acompañarlo con vuestra presencia y oración, para que sea un santo sacerdote y ejerza su ministerio con solicitud. Después de la misa compartiremos con sus familiares y amigos un ágape en los locales.
2. La hermanita Victoria, miembro de la Comunidad del Cordero, feligresa de nuestra parroquia, celebrará la Primera Profesión, junto a otra hermanita, el próximo 14 de septiembre de 2010, en la Fiesta de la Cruz Gloriosa, a las 6 de la tarde en Navalón, durante la Eucaristía presidida por Mons. Don Carlos Osoro, Arzobispo de Valencia. Después habrá un pequeño ágape. Y el sábado 18 de septiembre a las 12 habrá una eucaristía de acción de gracias en Navalón.
3. El hasta ahora Vicario Episcopal de la Vicaría V, D. Juan José Llorens, entrará de párroco en la Asunción de Ntra. Sra. de Torrent el domingo 12 de septiembre a las 7 de la tarde. Os invito a rezar por él dando gracias por su fecundo servicio a la Diócesis.
4. Reuniones en la Parroquia:
Lunes 13 a las 20.30 h.: Con el Equipo de Pastoral de la Salud.
Miércoles 15 a las 17.00 h.: con los catequistas de comunión.
Viernes 17 a las 18.00 h.: Limpieza del templo y los locales.
Viernes 17 a las 20.30 h.: Preparación de la Eucaristía de acogida de D. Arturo.
Domingo 19 a las 12.00 h.: Misa de acogida de D. Arturo.
Domingo 19 a las 18.00 h.: Reunión de “Escrutatio” de la Palabra de Dios con los jóvenes.

Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 31 de agosto de 2010:     34.365,79 €.
                                                                    + 1000 €
Ingresados hasta el 8-9-2010:              35.365,79 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, c. Madrid 38:


 2045-6028-12-0000095170
De no esperar que los difuntos   resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos; mas si consideraba que una magnífica     recompensa está reservada a los que duermen piadosamente, era un   pensamiento  santo y piadoso.
2 Macabeos 12, 44-45

 Del 13 al 19 de septiembre de 2010


Lunes 13.  San Juan Crisóstomo. 19.30 h.: Sin intención.
Martes 14. Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. 19.30 h.: Sin intención.
Miércoles 15. Ntra. Sra. de los Dolores. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 16. Santos Cornelio y Cipriano. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. D. Jesús José Novell Carbó, segundo párroco de esta parroquia.
Viernes 17. San Roberto Belarmino. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 18. XXV del T.O.
19.30 h.: Sin intención.
21.00 h.: Sin intención
Domingo 19. XXV del T.O.  12.00 h. Pro Pópulo. Eucaristía de acogida del nuevo vicario parroquial D. Arturo Monllor Colomina.
 


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