27 de abril de 2024

DOMINGO 28 DE ABRIL DE 2024. DOMINGO 5º DE PASCUA. CICLO B

 DOMINGO 5º DE PACUA. CICLO B

 Seis veces se mencionan las palabras “dar fruto” y siete veces la palabra “permanecer”; y es que existe una relación estrechísima entre ambas acciones. Jesús quería dejar claro que Él no era un profeta más, Él era “la Palabra de Dios”, “el Mesías”, “el Hijo de Dios” y sólo por Él podríamos recibir la gracia, o el don de la salvación. No era cuestión de privilegios sino de una realidad que los discípulos tenían que experimentar: Dios Padre sólo podría amar a los suyos a través de su hijo; y sus hijos sólo podrían amar a Dios a través de Jesús. Palabras más sencillas no pudo escoger Jesús para describirlo: “yo soy la Vid, vosotros los sarmientos y mi Padre es el Viñador”.

No quisiera dejar de mencionar el significado tan importante de los primeros versículos: “al que da fruto lo poda para que dé más fruto”. Muchas veces nos preguntamos el “para qué” del sufrimiento, y esta puede ser nuestra respuesta: “para dar más fruto”. El sufrimiento no es un castigo, sino una oportunidad para purificar nuestro amor y nuestra adhesión a Cristo. Esto no quiere decir que lo tengamos que buscar, pero cuando es inevitable en nuestras vidas, ¿por qué negarlo si nos puede servir como santificación?

+ Lectura del santo Evangelio según san Juan  15, 1-8. 

                En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.

                Vosotros ya estáis purificados por las palabras que os he dicho. Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada podéis hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.

           Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y se os concederá. La gloria de mi Padre consiste en que déis mucho fruto y os manifestéis así como discípulos míos".
Formación en la fe

Celebrar la resurrección  

La alegría del tiempo pascual

La característica más destacada de este tiempo litúrgico es la alegría. La música, el canto, las vestiduras, las lecturas y otros textos, todo en él está orientado a expresar los sentimientos de júbilo. Tal exuberancia encuentra su punto culminante en la aclamación "Aleluya", que se oye repetir constantemente. En la noche de pascua, el sacerdote o el diácono la entona tres veces, y el pueblo la repite. Es el heraldo de la buena nueva de la resurrección.

"Aleluya" es una palabra de origen hebreo, que significa sencillamente "alabanza a Dios". Es una aclamación que la Iglesia ha heredado del Antiguo Testamento y, por tanto constituye un nexo de unión con la liturgia del templo y la sinagoga. Es difícil captar con precisión su significado en una traducción, puesto que, más que un pensamiento, expresa un sentimiento religioso, evoca una atmósfera particular de alabanza y gozo. Lo ideal sería que el Aleluya se cantara.

En la tradición occidental se ha perdido bastante la emoción del Aleluya pascual. En las celebraciones de las iglesias ortodoxas, tanto la griega como la rusa, se vive mucho más el gozo espontáneo. Algo parecido se encuentra, sin embargo, en las vibrantes congregaciones de Taizé con motivo de la pascua, de pentecostés o de un "fin de semana pascual". Nuestro pueblo ha de ser conducido a un mayor aprecio de aclamaciones como el aleluya; ésta debe llegar a ser una expresión genuina de gozo en la asamblea litúrgica.

Lo cierto es que el aleluya es la palabra clave en la liturgia pascual y expresa perfectamente la profunda alegría de este tiempo. Por eso no sorprende que los padres de la Iglesia no sólo se refiriesen al aleluya en su predicación, sino que, además, gustaran de exponerlo en sus homilías de pascua. Es característico especialmente en san Agustín, que solía repetirlo una y otra vez en sus sermones. He aquí un ejemplo:

El aleluya se dice durante estos cincuenta días. Porque aleluya significa alabanza de Dios; por tanto, para nosotros, que estamos trabajando, significa llegar a nuestro descanso. Porque cuando alcancemos nuestro descanso después de este período de trabajo, nuestra única ocupación será alabar a Dios, nuestras acciones serán un aleluya. Aleluya será nuestro alimento, aleluya será nuestra bebida, aleluya será nuestra apacible actividad, aleluya será nuestro gozo completo.

Rincón de oración

Todos sentimos muy dentro que necesitamos orar. A veces argüimos que la oración no tiene ya sitio en nuestra vida. Porque la ciencia y la tecnología modernas nos aseguran, por sí mismas, una vida más segura y cómoda. Para descubrir la oración, hace falta descubrir primero a Dios. Y esto quiere decir vaciarnos de nosotros mismos. Quiere decir que tenemos que dejar que Dios sea nuestro Señor, Señor de nuestras vidas. Lo que más nos importa -amor, paz, libertad y dignidad- no se encuentra en los supermercados. Viene sólo de Dios y es fruto de la oración.

Todos rezamos en los momentos desesperados, igual que corremos para no perder el tren. Pero si queremos que nuestra amistad con Dios se haga más intensa, hemos de prestarle la mayor atención.

La oración no es un método. Es un estilo de vida.

 FORMAS DE ORACION PERSONAL:

a. Vocal

          Petición. Intercesión. Arrepentimiento. Reparación. Acción de gracias. Alabanza. Oración en lenguas

b. Mental

c. Contemplativa

Aunque Sta. Teresa hace la diferencia entre las tres formas de oración personal, también es cierto que las considera íntimamente relacionadas entre sí. "Toda oración vocal, si se reza como hay que hacerlo, es ya y es antes oración mental” ... Considera que la oración vocal puede ser camino para la contemplación: "Es muy posible que estando rezando el Paternoster os ponga el Señor en contemplación perfecta". Y, característica de su humor y hasta ironía dice a los "enemigos de los contemplativos": "no penséis que estáis libres de serlo si las oraciones vocales rezáis como se han de rezar".

a. Oración vocal:

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica (#2704): "La oración vocal es la oración por excelencia de las multitudes ... se hace interior en la medida que tomamos conciencia de Aquél "a quien hablamos" (Sta. Teresa de Jesús).

Por ello, la oración vocal se convierte en una primera forma de oración contemplativa. Dicha desde el corazón puede ser una vía para llegar a la contemplación.

A los discípulos, atraídos por la oración silenciosa de su Maestro, éste les enseña una oración vocal: el Padre Nuestro ... Si bien los Evangelios nos muestran a Jesús orando en soledad y en silencio, también nos lo muestran elevando su voz al Padre para expresar vocalmente su oración personal. (cfr. CIC #2701)

Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

El ejemplo de los Santos

2 de Mayo: San Atanasio

 

(Alejandría, c. 295 - id., 373) Padre y doctor de la Iglesia, también llamado San Atanasio el Grande o Atanasio de Alejandría. Acudió a Nicea como compañero y diácono del entonces patriarca de Alejandría y contribuyó a definir la consustancialidad del Padre y del Hijo divinos y la condenación de Arrio (325). Elegido patriarca (328), mantuvo la fidelidad a las decisiones del concilio, lo cual le valió ser condenado, depuesto y desterrado cinco veces a lo largo de su vida, tras ser reintegrado a su sede otras tantas, siguiendo los avatares de tiempos y emperadores, favorables o no al arrianismo. Al fin, logró residir en su sede hasta morir en ella. Autor capital y admirado en la historia del dogma, San Atanasio escribió numerosas obras sobre las controversias arrianas, como su Discurso sobre la Encarnación del Verbo; es autor también del documento más importante del cristianismo primitivo sobre el monacato, la Vida de San Antonio. Hombre de carácter impetuoso y tenaz; en su fe, alimentada por un misticismo fervoroso y por una rígida moral, se preocupó ante todo de defender la realidad de la Redención por la encarnación de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, y la independencia de la Iglesia de la autoridad política. Fue el duro y tenaz luchador que requerían el tiempo y las circunstancias.

 

 

 


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