20 de enero de 2018

Domingo 21 de enero de 2018. 3 T.O. B.

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 21 de Enero de 2018

                 Queridos hermanos:
Escuchamos en el Evangelio de este domingo la llamada de Jesús a los primeros cuatro discípulos misioneros. Como ellos, también nosotros hemos sido llamados. A seguir a Jesús. A estar con Él. Él nos pescó. Y nos alcanzó la vida. Y nos envió a pescar hombres, dando la vida abundante que es Cristo. “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás… la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión. … ojalá el mundo actual ...pueda así recibir la Buena Nueva, ... a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”. (Francisco. Evangelii Gaudium 10)
Muchos son los peces. Pocos los pescadores. (cf. Mt 9,37) ¿De qué aguas han de ser pescados los hombres? De las aguas del abismo, del naufragio al que nos somete la soberbia, de las olas de la muerte (Sal 18 [17],5), de las profundas aguas a que nos sometió la envidia del diablo (Sb 2,24), de los torrentes destructores del miedo y de la esclavitud al Señor de la muerte, es decir, al Diablo (cf. Hb 2,14-15).
De estas aguas fueron librados también los apóstoles. Y todo aquel que es pescado por la misericordia del Señor es llamado también a participar de su misión en pescar hombres.
¿Con qué redes? Con las del ejemplo de la humildad y la mansedumbre, de una debilidad apoyada y fortalecida en el amor. Con las palabras de la predicación, la Buena Noticia, el Kerygma, la Palabra de Dios: “Recibieron de él las redes de la palabra de Dios, las echaron al mundo cual a un mar profundo, y capturaron la muchedumbre de cristianos que vemos y nos causa admiración”. (San Agustín. Sermón 248,2)
“Contemplen cuántos oradores, cuántos filósofos de este mundo fueron apresados en las redes por aquellos pescadores para ser sacados del abismo a la salvación; reconocieron que aquel que descendió del cielo para sanar con el ejemplo de su humildad el gran mal del alma humana, es decir, la soberbia, eligió a los débiles del mundo para confundir a los fuertes; a los necios de este mundo para confundir a los sabios (no que lo fueran, sino que lo parecían), y las cosas despreciables y que no existen para anular las que existen.” (San Agustín. Sermón 51,4).
También con las redes de la pesca y repesca de la intercesión y agradecimiento a Dios (1 Ts 1,2; 2 Ts 1,11), con los dolores de parto hasta que Cristo tome forma en cada uno (cf. Ga 4,19), con la exhortación y aliento de un padre (1 Ts 2,11), con la amabilidad y cariño de una madre (1 Ts 2,7).
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según San Marcos 1, 14-20

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: —«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo. Jesús les dijo:
—«Venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Señor.
LA MISIÓN DE PESCAR HOMBRES

“También hoy se dice a la Iglesia y a los sucesores de los apóstoles que se adentren en el mar de la historia y echen las redes, para conquistar a los hombres para el Evangelio, para Dios, para Cristo, para la vida verdadera. Los Padres han dedicado también un comentario muy particular a esta tarea singular. Dicen así: para el pez, creado para vivir en el agua, resulta mortal sacarlo del mar. Se le priva de su elemento vital para convertirlo en alimento del hombre. Pero en la misión del pescador de hombres ocurre lo contrario. Los hombres vivimos alienados, en las aguas saladas del sufrimiento y de la muerte; en un mar de oscuridad, sin luz. La red del Evangelio nos rescata de las aguas de la muerte y nos lleva al resplandor de la luz de Dios, en la vida verdadera. Así es, efectivamente: en la misión de pescador de hombres, siguiendo a Cristo, hace falta sacar a los hombres del mar salado por todas las alienaciones y llevarlo a la tierra de la vida, a la luz de Dios. Así es, en verdad: nosotros existimos para enseñar Dios a los hombres. Y únicamente donde se ve a Dios, comienza realmente la vida. Sólo cuando encontramos en Cristo al Dios vivo, conocemos lo que es la vida. No somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario. Nada hay más hermoso que haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio, por Cristo. Nada más bello que conocerle y comunicar a los otros la amistad con él. La tarea del pastor, del pescador de hombres, puede parecer a veces gravosa. Pero es gozosa y grande, porque en definitiva es un servicio a la alegría, a la alegría de Dios que quiere hacer su entrada en el mundo.” (Santa misa imposición del palio y entrega del anillo del pescador en el solemne inicio del ministerio Petrino del obispo de Roma. Homilía de Benedicto XVI. 24 de abril de 2005).

Dios eligió lo débil del mundo: A UNOS PESCADORES

“El Señor …no quiso elegir primero a senadores, sino a pescadores. ¡Gran misericordia la del autor! Sabía, en efecto, que si elegía un senador, iba a decir: «Ha sido elegida mi dignidad». Si hubiera elegido primero a un rico, hubiese dicho: «Ha sido elegida mi riqueza». Si hubiese elegido antes al emperador, hubiese dicho: «Ha sido elegido mi poder». Si el elegido hubiese sido un orador, hubiese dicho: «Ha sido elegida mí elocuencia». Si el elegido hubiese sido un filósofo, hubiera dicho: «Ha sido elegida mi sabiduría». «Esta gente soberbia, dijo, puede sufrir una pequeña dilación; está muy hinchada»….Tú, pobre, ven y sígueme; nada tienes, nada sabes, sígueme. Sígueme tú, pobre ignorante. Nada hay en ti que se asuste, pero hay mucho para ser llenado». Ha de llevarse el vaso vacío a tan amplia fuente. Dejó sus redes el pescador, recibió la gracia el pecador y se convirtió en divino orador. He aquí lo que hizo el Señor, de quien dice el Apóstol: Dios eligió lo débil del mundo para confundir a lo fuerte; eligió Dios también lo despreciable del mundo y lo que no es como si fuera, para anular lo que es. Y ahora se leen las palabras de los pescadores y se doblega la cerviz de los oradores.” (San Agustín. Sermón 87,12).

ELIGIÓ discípulos humildes e ignorantes
“(Jesucristo) eligió, para continuar su obra, unos discípulos humildes e ignorantes, pescadores y publícanos, que predicaron la resurrección del Maestro y su gloriosa ascensión, de la que ellos, según propia declaración, fueron testigos oculares; y, llenos del Espíritu Santo, anunciaron este Evangelio en lenguas que no habían aprendido. Algunos de los que oyeron la buena nueva, creyeron ; otros se negaron a creer y se opusieron ferozmente a los predicadores y a los fieles, que lucharon por la verdad hasta la muerte, no haciendo mal, sino padeciéndolo con resignación; y vencieron, no matando, sino muriendo. Así se convirtió el mundo; así entró el Evangelio en el corazón de los mortales, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, sabios e ignorantes, prudentes y necios, fuertes y débiles, nobles y plebeyos, grandes y pequeños.” (San Agustín. De la fe en lo que no se ve, VII, 10)

¿QUÉ DEJARON? TODO ¿QUÉ RECIBIERON? TODO
“No se ensoberbezca el que dejó muchas cosas. Pedro, al seguir a Cristo, sabemos que era pescador. ¿Qué pudo dejar? Su hermano Andrés, los hijos del Zebedeo Juan y Santiago, también eran pescadores, y, con todo, ¿qué dejaron? Ve que nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido. El Señor no les contestó: "Os habéis olvidado de vuestra pobreza. ¿Qué abandonasteis para recibir en recompensa todo el mundo?
Mucho deja, hermanos míos, mucho deja el que no sólo deja cuanto tiene, sino también cuanto desea tener. ¿Qué pobre no se infla con la esperanza de las riquezas de este mundo? ¿Quién no desea, cotidianamente aumentar el caudal que posee? Este deseo fue cercenado; iba en aumento y se le puso coto. ¿Y no dejó nada? Al contrario, Pedro dejó todo el mundo, y recibió todo el mundo. Como quienes nada tenemos—dice San Pablo—, y todo lo poseemos (2 Co 6,10)." (San Agustín. Enarraciones sobre los Salmos. 103 III, 16). 
LA BUENA NUEVA:
DIOS HA ENVIADO A SU HIJO
422   He aquí "la Buena Nueva de Jesucristo, Hijo de Dios" (Mc 1, 1): Dios ha visitado a su pueblo (cf. Lc 1, 68).

"EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA"
541 "Cristo, por tanto, para hacer la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el Reino de los cielos" (LG 3). Pues bien, la voluntad del Padre es "elevar a los hombres a la participación de la vida divina" (LG 2). Lo hace reuniendo a los hombres en torno a su Hijo, Jesucristo. Esta reunión es la Iglesia, que es sobre la tierra "el germen y el comienzo de este Reino" (LG 5).

LA LLAMADA A LA CONVERSIÓN DE LOS QUE
NO CONOCEN A CRISTO Y DE LOS CRISTIANOS
1427  Jesús llama a la conversión. Esta llamada es una parte esencial del anuncio del Reino: "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva" (Mc 1,15). En la predicación de la Iglesia, esta llamada se dirige primeramente a los que no conocen todavía a Cristo y su Evangelio. Así, el Bautismo es el lugar principal de la conversión primera y fundamental. Por la fe en la Buena Nueva y por el Bautismo (cf. Hch 2,38) se renuncia al mal y se alcanza la salvación, es decir, la remisión de todos los pecados y el don de la vida nueva.

1428  Ahora bien, la llamada de Cristo a la conversión sigue resonando en la vida de los cristianos. Esta segunda conversión es una tarea ininterrumpida para toda la Iglesia que "recibe en su propio seno a los pecadores" y que siendo "santa al mismo tiempo que necesitada de purificación constante, busca sin cesar la penitencia y la renovación" (LG 8). Este esfuerzo de conversión no es sólo una obra humana. Es el movimiento del "corazón contrito" (Sal 51,19), atraído y movido por la gracia (cf Jn 6,44; 12,32) a responder al amor misericordioso de Dios que nos ha amado primero (cf 1 Jn 4,10).
Dios eterno, que no perteneces a ninguna cultura ni tierra sino eres Señor de todos, y nos llamas a acoger al extranjero que reside entre nosotros. Ayúdanos con tu Espíritu para vivir como hermanos y hermanas, acogiendo a todos en tu nombre y viviendo según la justicia de tu reino.
Dios misericordioso, muestras tu cercanía a los que son víctimas del tráfico de seres humanos, asegurándoles que conoces su situación y que escuchas su grito. Que tu Iglesia, manteniéndose unida, pueda luchar con compasión y valor para que llegue ese día en el que nadie será explotado y en el que todos podrán ser libres para vivir en paz unas vidas dignas. Que como pueblo tuyo podamos ser un signo visible de que la violencia de este mundo será vencida.
Dios de amor, que levantas al pobre y desvalido y restableces su dignidad, escucha ahora nuestros gritos por los pobres de nuestro mundo, restablece su esperanza y levántalos, para que todo tu pueblo pueda ser uno. Señor, que por tu gracia las Iglesias puedan ser en todo el mundo instrumentos de tu paz.

Los martes y jueves a las 8.30 noche, entrando por la calle Ciudad de Laval 29. Una ocasión para rejuvenecer la llamada del Señor o recibir su llamada por primera vez. Una gracia para escuchar del Señor: Venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres.
“Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder” (Ex 15, 16) es el lema para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2018 que se celebra del 18 al 25 de enero. Es la Palabra de Dios la que rompe nuestras cadenas.


El próximo domingo 28 de enero la Iglesia celebra la Infancia Misionera, con el lema:

“ATREVÉTE A SER MISIONERO”

La colecta de la misa con niños del sábado 27 de enero irá destinada a este fin.
Durante este mes de enero les invitamos a colaborar con la infancia misionera del Domund aportando `céntimos rojos´, es decir, monedas de 1, 2 y 5 céntimos. Traedlas en bolsitas. Gracias.

1. Oración de la mañana en la parroquia: de lunes a viernes a las 10.00 h.
2. Adoración eucarística en la parroquia: los viernes por la tarde de 16.30 h. a 19.30 h. Les invitamos a apuntarse en turnos de media hora para que la Iglesia esté abierta y el Santísimo Sacramento acompañado.
3. El sábado 20 y domingo 21 de enero la colecta será para Nuevos Templos.
4. FORMACIÓN ARCIPRESTAL DE CATEQUISTAS. El lunes 22 de enero a las 17.30 h. y a las 20.15 h. en los locales parroquiales habrá una sesión de formación sobre las Bienaventuranzas en el catequista.
5. El viernes 26 de enero los niños de Anatolé celebrarán el Sacramento del Perdón.
6. El sábado 27 a las 6 de la tarde se hará la entrega del Decálogo a los niños de 3º Jesús es el Señor.
Del 22 al 28 de Enero de 2018
Lunes 22. Fiesta de San Vicente, diácono y mártir. 19.30 h.: Sin intención. 
Martes 23. San Ildefonso. 19.30 h.: En sufragio de: José Antonio Cabanilles. 
Miércoles 24. San Francisco de Sales, obispo y doctor. 19.30 h.: Sin intención. 
Jueves 25. Fiesta de la Conversión del apóstol san Pablo. 19.30 h.: Sin intención. 
Viernes 26. Santos Timoteo y Tito. 19.30 h.: Sin intención. 
Sábado 27. Por la mañana. Santa Ángela de Merici. Por la tarde: DOMINGO CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención. 
Domingo 28. DOMINGO CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO. 10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención. 


Puedes descargar la Hoja Parroquial:


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