7 de mayo de 2011

Domingo 8 de mayo. III de Pascua.

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 8 de mayo de 2011.

  
                  Queridos hermanos:
Utiliza el evangelio de San Lucas una imagen muy hermosa que Jesús refiere de sí mismo: ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas! (Lc 13, 34; cf. Mt 23,37). “¡Cuánto amor no delata esa imagen de la gallina! Porque ardiente es el que esta ave tiene por sus polluelos. Esta imagen de las alas aparece en muchos pasajes de los profetas, en el cántico de Moisés y en los salmos, y ninguna como ella para darnos a entender la mucha protección y providencia de Dios para con su pueblo”. (San Juan Crisóstomo. Homilías sobre el Evangelio de San Mateo, 74,3).
El evangelio de San Juan lo dice con otras palabras: “Jesús iba a morir por la nación - y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. (Jn 11, 51-52). Eso es lo que va haciendo Jesús: Reunir lo disperso bajo las alas de la misericordia divina como una gallina a sus polluelos. La muerte de Jesús en la cruz produce en todo hombre el desvelamiento de su situación existencial: el desamparo, la tristeza, la desesperanza, quizá el escándalo, quizá la rebeldía, la vanidad. En todos una huída. Jesús, con la paciencia del que reúne lo disperso, va, discípulo a discípulo, reuniendo a su comunidad: A María Magdalena en el sepulcro; a los once, escondidos por el miedo, en el Cenáculo, a Tomás, refugiado en su incredulidad, a estos dos del Evangelio de este domingo, camino de Emaús. Y hoy contigo. Decía el Beato Juan Pablo II: “La experiencia pascual de Emaús se renueva continuamente en la Iglesia”. Su muerte nos revela nuestra dispersión. Su resurrección revela su misericordia que nos devuelve bajo las alas amorosas de Dios, que es su Iglesia. “La localidad de Emaús no ha sido identificada con certeza. Hay diversas hipótesis, y esto es sugestivo, porque nos permite pensar que Emaús representa en realidad todos los lugares: el camino que lleva a Emaús es el camino de todo cristiano, más aún, de todo hombre.” (Benedicto XVI).
Hemos vivido esta semana grandes acontecimientos: la Beatificación de Juan Pablo II, la muerte de nuestro Cardenal Arzobispo emérito D. Agustín. Ambos han sido, para la Iglesia universal y para nuestra Iglesia Diocesana respectivamente, imagen de este amor del ave que reúne a sus polluelos.
En este domingo en que nuestra Iglesia Diocesana celebra a su patrona la Virgen de los Desamparados, veamos en ella, una prolongación de la tarea del resucitado: reunir a los hijos de Dios. ¡Qué pocas personas habrá que no hayan acudido a María para ponerse bajo su protección! Ella será especialmente madre y protectora de los hijos más débiles y desvalidos. Ella es la madre de los pobres, de los desamparados, es la salud de los enfermos, el refugio de los pecadores, el consuelo de los afligidos, el auxilio de los cristianos.
Que cada uno de nosotros pueda tener la experiencia de volver de “nuestros Emaús” particulares adonde nos ha acompañado el Señor resucitado y la maternal protección de la Virgen de los Desamparados, para celebrar y proclamar con esperanza que hemos encontrado el cobijo desde el que vivir: el Cenáculo, la verdadera ciudad, la Nueva Jerusalén, la Iglesia Católica, las alas maternales de María donde renovamos nuestro plumaje para ser alas amorosas de Dios.
Jesús, vuestro párroco

Lectura del santo evangelio según san Lucas        24, 13‑35

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. (...) Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: ‑ «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.» Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: ‑ «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: ‑ «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.» Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor.
 
Los alimentos recogidos en la campaña del kilo ya finalizada fueron destinados al economato de Cáritas Interparroquial. También el Jueves Santo se pasó la colecta, la cual fué destianda integramente a Cáritas. Desde Cáritas se agradecen todas las aportaciones, recordando que "la limosna cubre un sinfin de pecados".

“Dos discípulos desencantados y abrumados por los acontecimientos de los últimos días, deciden fugarse de aquella intragable realidad. Emaús no era Jerusalén, estaban en direcciones diversas y con diverso significado. En ese camino fugitivo y huidizo, les esperaba el Señor. Él va reuniendo su comunidad tan dispersa y asustada. A cada uno lo encontrará en su drama y en su evasión: llorando a la puerta del sepulcro, a María Magdalena; en el cenáculo escondidos por miedo a los judíos, a la mayoría de los discí­pulos; y camino de Emaús, a nuestros dos protagonistas de este domingo”. (Mons. Jesús Sanz Montes)
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"Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos" ( Lc 24, 15). Jesús, como acabamos de escuchar en la página evangélica de hoy, se convierte en viandante, acompañando a los dos discípulos que se dirigían a la aldea de Emaús. Les explica el sentido de las Escrituras y después, al llegar a su destino, parte el pan con ellos, precisamente como había hecho con los Apóstoles la noche anterior a su muerte en la cruz. En ese momento, a los discípulos se les abren los ojos, y lo reconocen (cf. Lc 24, 31). La experiencia pascual de Emaús se renueva continuamente en la Iglesia. (...) 3. "Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura" ( Lc 24, 27). En estas palabras del evangelio de hoy, Jesús se manifiesta como compañero en el camino de la vida del hombre y Maestro paciente que sabe modelar el corazón e iluminar la mente para que comprenda el designio de Dios. Tras su encuentro con él, los discípulos de Emaús, superado el abatimiento y la confusión, volvieron por su pie a la naciente comunidad cristiana para anunciarles la alegre noticia de haber visto al Señor resucitado.” (Juan Pablo II. 14 de abril de 2002).
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“La localidad de Emaús no ha sido identificada con certeza. Hay diversas hipótesis, y esto es sugestivo, porque nos permite pensar que Emaús representa en realidad todos los lugares: el camino que lleva a Emaús es el camino de todo cristiano, más aún, de todo hombre. En nuestros caminos Jesús resucitado se hace compañero de viaje para reavivar en nuestro corazón el calor de la fe y de la esperanza y partir el pan de la vida eterna.
En la conversación de los discípulos con el peregrino desconocido impresiona la expresión que el evangelista san Lucas pone en los labios de uno de ellos: «Nosotros esperábamos...» (Lc 24, 21). Este verbo en pasado lo dice todo: Hemos creído, hemos seguido, hemos esperado..., pero ahora todo ha terminado. También Jesús de Nazaret, que se había manifestado como un profeta poderoso en obras y palabras, ha fracasado, y nosotros estamos decepcionados.
Este drama de los discípulos de Emaús es como un espejo de la situación de muchos cristianos de nuestro tiempo. Al parecer, la esperanza de la fe ha fracasado. La fe misma entra en crisis a causa de experiencias negativas que nos llevan a sentirnos abandonados por el Señor. Pero este camino hacia Emaús, por el que avanzamos, puede llegar a ser el camino de una purificación y maduración de nuestra fe en Dios.
También hoy podemos entrar en diálogo con Jesús escuchando su palabra. También hoy, él parte el pan para nosotros y se entrega a sí mismo como nuestro pan. Así, el encuentro con Cristo resucitado, que es posible también hoy, nos da una fe más profunda y auténtica, templada, por decirlo así, por el fuego del acontecimiento pascual; una fe sólida, porque no se alimenta de ideas humanas, sino de la palabra de Dios y de su presencia real en la Eucaristía.” (Benedicto XVI. Regina caeli 6 de abril de 2008).
LA EUCARISTÍA
1374     El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. En el sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente" el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Cc. de Trento). "Esta presencia se denomina `real', no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen `reales', sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente" (MF 39).

1375 Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento.
LA COMUNIÓN EUCARÍSTICA
“Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, Él os lo concederá”. Nunca se nos habría ocurrido pedir a Dios a su propio Hijo. Pero lo que el hombre no puede decir o concebir ni se habría nunca atrevido a desear, Dios con su amor lo dijo, lo concibió y lo cumplió. ¿Acaso nos habríamos atrevido a decirle a Dios que diese muerte a su Hijo por nosotros, que nos diese a comer su carne y a beber su sangre? Si todo esto no fuese verdad el hombre habría podido imaginarse cosas que Dios no puede hacer; habría llegado más lejos que Dios en las invenciones de su amor. Lo cual no es posible.”
“Si nuestro Señor hubiese tenido en la cabeza nuestro ser dignos, nunca habría instituido su sacramento de amor, porque nadie en el mundo es digno de él, pero Él pensaba en nuestras necesidades, y todos tenemos necesidades”. (Pensamientos S. Juan María Vianney, Cura de Ars)

(Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011).
El mundo sin Dios se convierte en un “infierno”, donde prevalece el egoísmo, las divisiones en las familias, el odio entre las personas y los pueblos, la falta de amor, alegría y esperanza. En cambio, cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz, se construye concretamente la civilización del amor, donde cada uno es respetado en su dignidad y crece la comunión, con los frutos que esto conlleva.1.
 El lunes 9 de mayo a las 10 de la mañana reunión del Equipo de Pastoral de la Salud.
2. El lunes 9 de mayo a las 6 y a las 8.30 tarde reunión con los padres de 1º de comunión.
3. El mismo lunes reunión del Itinerario Diocesano de Renovación a las 8 de la noche.
4. En el Palacio Ducal tendrá lugar a las 8 de la noche la formación los Lunes compartidos sobre las Bienaventuranzas. “Bienaventurados los que trabajan por la paz”, a cargo del jesuita Adolfo Chércoles.
5. El lunes a las 8.30 reunión del Grupo de Oración.
6. El mismo lunes comienzan los cursillos prematrimoniales a las 9 de la noche. Continuarán lunes y jueves hasta el 9 de junio.
7. El martes 10 de mayo a las 7 tarde reunión de coordinadores de cada parroquia para preparar la Jornada de Formación integral de la Vicaría 8 que tendrá lugar en el Colegio Calderón del Grau el próximo 4 de junio.
8. El miércoles 11 de mayo la parroquia realizará la misa funeral en sufragio del Cardenal Arzobispo emérito D. Agustín García Gasco. A las 7 tarde será el rosario. A continuación la misa. Les invitamos a unirse a esta celebración.
9. El sábado 14 de mayo a las 11.00 h. tendrá lugar la ordenación de diáconos en el Seminario de Moncada. Uno de ellos pertenece a la Colegiata de Gandía. Les invitamos a rezar por ellos y por las vocaciones.
10.  Colectas. Diaria (18/20 abril) 141€; Jueves Sto. 867,50 (Cáritas); Viernes Sto. 544€ (Stos. lugares); Vigilia Pascual y Domingo de Resurrección 629€ + sobre 2000€ (obras).

Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 19-4-2011: 44.426,66 €. + 450
Ingresados hasta el 6-5-2011: 44.876,66 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, C/. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170

Del 9 al 15 de mayo 2011
Lunes 9. 19.30 h.: En sufragio de: Pilar Casasempere.
Martes 10. 19.30 h.: Sin intención.
Miércoles 11. 19.30 h.: En sufragio de: Emmo y Rvdmo. Sr. D. Agustín García-Gasco Vicente, Card. Arzob. emérito de Valencia.
Jueves 12. 19.30 h.: En sufragio de: Consuelo Canet Simó y Adela Santonja.
Viernes 13. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. D. Vicente Ferrando.
Sábado 14. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de: María López García.
19.30 h.: Sin intención.
21.00 h.: Sin intención.
Domingo 15. 12h: Pro populo.

 

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