21 de mayo de 2024

Domingo 26 de Mayo de 2024. LA SANTISIMA TRINIDAD

 LA SANTISIMA TRINIDAD. CICLO B

Cuando escuchamos a Cristo enviar a sus discípulos a bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo nos parece un dato muy normal; pero si pensamos que los discípulos de Cristo siempre habían creído que existía un solo Dios, nos podremos imaginar cuán grande revelación era esta. Es decir, creer que Jesús era un gran profeta y el Espíritu una manifestación de Yahvé, se podía entender; pero creer que Jesús era el Hijo de Dios y que junto con el Espíritu formaban una Trinidad a un lado de Dios Padre; eso sí que fue difícil de asumir.

¿Qué significa creer hoy en la Trinidad? Debemos buscar que la fe trinitaria sea una experiencia que nos transforme como personas, ya que si nosotros estamos creados a imagen y semejanza de Dios, significa que nosotros también estamos llamados a realizarnos como Él es: una comunidad en unidad. Es decir, si aceptamos que Dios es tres personas en un solo Dios, y en Él se da la perfecta diversidad así como la perfecta unidad; entonces debemos de buscar esa misma combinación en nuestras vidas. ¿Cómo? Aceptando que los demás son diversos, distintos y que junto con ellos debemos vivir la unidad a la que estamos llamados.

Por eso en una sociedad, en una familia, y hasta en una pareja, Dios tiene una palabra que decir. Cada una de estas realidades encontrará su plenitud cuando en ellas se promueva el respeto, la autoestima, la certeza de que cada uno es diferente, y por otro lado se viva la unidad y la integración de todos sus miembros.

+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo  28, 16-20.

                                En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.

                Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo os he mandado; y sabed que yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

Formación en la fe

Terminado el tiempo de cuaresma-pascua volvemos a retomar el curso de liturgia que quedó interrumpido al comienzo de ese tiempo litúrgico. 

CURSO DE LITURGIA

CAPITULO 8

LOS SIGNOS DE REVERENCIA: LAS POSTURAS (I) 

              La Ordenación General del Misal Romano da unas normas claras de las posturas corporales que hay que adoptar durante la Eucaristía. Para el Misal Romano "la postura uniforme, seguida por todos los que toman parte en la celebración, es un signo de comunidad y unidad de la Asamblea" (OGMR nº 42)

Las posturas corporales que el Misal Romano indica (OGMR 43) son las que resumimos a continuación:

ESTAR DE PIE: Es una forma de demostrar nuestra confianza filial, y nuestra disponibilidad para la acción, para el camino. El estar de pie significa la dignidad de ser hijos de Dios, no esclavos agachados ante el amo. Es la confianza llana del hijo que está ante el padre a quien respeta muchísimo y a quien al mismo tiempo tiene cariño. Al mismo tiempo, al estar en pie manifestamos la fe en Jesús resucitado que venció a la muerte, y la fe en que nosotros resucitaremos también; el estar agachado y postrado no es la última postura del cristiano; sino el estar en pie resucitado. Estaremos en pie:

-desde el canto de entrada hasta el final de la oración Colecta.

-durante la lectura del Evangelio y el canto del Aleluya que le precede.

-durante la profesión de Fe (Credo) y la oración de los Fieles.

-desde que empieza la oración sobre las ofrendas hasta la consagración.

-después de la consagración hasta después de la comunión.

-desde la oración de después de la comunión hasta que el sacerdote abandona el altar.

Todas las oraciones deben oírse de pie como actitud de respeto y buena disposición. Está generalizada en algunos lugares y asambleas la costumbre (errónea) de oír sentados la oración sobre las ofrendas.

SENTADOS: Significa la confianza de estar con los amigos, con paz y tranquilidad. Estamos en casa cuando estamos en el templo. Sentados podemos hablar con intimidad y largamente con el Señor que está ahí presente. También uno se sienta para escuchar y aprender cuando un maestro habla. Estaremos sentados:

-durante las lecturas que preceden al Evangelio, incluido el Salmo responsorial.

-durante la homilía.

-mientras se hace la preparación de los dones en el ofertorio.

-a lo largo del silencio posterior a la comunión.

Rincón de oración

Hay varios TIPOS de ORACIÓN:

b. ORACIÓN MENTAL O MEDITACIÓN

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica que la MEDITACIÓN es sobre todo una búsqueda, en la que la persona trata de comprender el por qué y cómo de la vida cristiana para responder a lo que el Señor le pide (cfr. #2705). En este tipo de oración contemplamos por medio de representaciones mentales y/o lecturas, algún pasaje de la Sagrada Escritura, o alguna verdad de nuestra fe, o alguna faceta o momento de la propia vida, para tratar de descubrir en la meditación la voluntad de Dios para sí. Es un trabajo intelectual con el que se busca mover la voluntad hacia un mejoramiento espiritual.

Dice Santa Teresa de Jesús sobre este tipo de oración: "Llamo yo meditación al discurrir mucho con el entendimiento", y en cierta forma la contrapone a la contemplación. La aprueba sin mucho entusiasmo ("es admirable y muy meritoria oración"), pero para ella, la meditación es búsqueda, tanteo; la contemplación, hallazgo, posesión.

Recomienda no convertir toda la oración en discurso: "Es bueno discurrir un rato ... pero que no se vaya todo el tiempo en esto ... porque la sustancia de la oración no está en pensar mucho, sino en amar mucho ... y amar es complacer a Dios en todo". Aconseja que "acallado el entendimiento" se dé paso al silencio amoroso, a la atención íntima, envolvente.

Advierte que no es lo mismo "componer razones" (discurrir) que "hacer actos de alabanza a Dios", ni trabajar el entendimiento "sacando muchos conceptos" que prorrumpir en palabras interiores de la persona que las expresa ante el Amigo. Y recomienda "se esté allí con Él, acallado el entendimiento. Si pudiere, ocuparle en que mire que le mira, y le acompañe, y hable, y pida, y se humille y regale con Él". El paso a esta oración más sencilla en la que "no se discurre" y se silencia el entendimiento puede hacerse "cuando por sus secretos caminos parece que entendemos que nos oye Dios o se siente la presencia de Dios".

Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

Oratorio de Universitarios

Los jóvenes del Oratorio presentarán el documental “Al principio no era así”. Tras la proyección habrá un diálogo abierto.

Sábado 1 de Junio a las 20:30 h.

El ejemplo de los Santos

27 de Mayo: San Agustín de Canterbury.

San Agustín, obispo de Canterbury, en Inglaterra, el cual, habiendo sido enviado junto con otros monjes por el papa san Gregorio I Magno para predicar la palabra de Dios a los anglos, fue acogido de buen grado por el rey Etelberto de Kent, e imitando la vida apostólica de la primitiva Iglesia, convirtió al mismo rey y a muchos otros a la fe cristiana y estableció algunas sedes episcopales en esta tierra. Murió el día 26 de mayo († 604/605). El papa encomendó la misión de evangelizar la Gran Bretaña al prior del monasterio benedictino de San Andrés, cuya principal cualidad no era la valentía, sino la humildad y la docilidad. Ese monje era Agustín. En el año 597 salió de Roma encabezando un grupo de cuarenta monjes.

Los misioneros avanzaron hacia el cortejo real en procesión y cantando las letanías, según el rito recientemente introducido en Roma. El rey acompañó a los monjes hasta la residencia que le habían preparado en Canterbury, a mitad de camino entre Londres y el mar, en donde se levantó la célebre abadía que después llevará el nombre de Agustín, corazón y sagrario del cristianismo inglés. La obra de los monjes misioneros tuvo un éxito inesperado, pues el mismo rey pidió el bautismo, llevando con su ejemplo a miles de súbditos a abrazar la religión cristiana. El santo pontífice envió con un grupo de nuevos colaboradores el palio y el nombramiento a Agustín como arzobispo primado de Inglaterra.

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