22 de marzo de 2024

SEMANA SANTA 2024

 

SEMANA

 SANTA

 

Parroquia de san francisco de borja   Gandía

2024

 

El triduo pascual

 

La palabra triduo en la práctica devocional católica sugiere la idea de preparación. A veces nos preparamos para la fiesta de un santo con tres días de oración en su honor, o bien pedimos una gracia especial mediante un triduo de plegarias de intercesión.

El triduo pascual se consideraba como tres días de preparación a la fiesta de pascua; antes comprendía el jueves, el viernes y el sábado de la semana santa. Era un triduo de la pasión.

En el nuevo calendario y en las normas litúrgicas para la semana santa, el enfoque es diferente. El triduo se presenta no como un tiempo de preparación, sino como una sola cosa con la pascua. Es un triduo de la muerte, sepultura y resurrección del Señor, que abarca la totalidad del misterio pascual. Así se expresa en el calendario:

Cristo redimió al género humano y dio perfecta gloria a Dios principalmente a través de su misterio pascual: muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida. El triduo pascual de la pasión y resurrección de Cristo es, por tanto, la culminación de todo el año litúrgico.

Luego establece la duración exacta del triduo:

El triduo comienza con la misa vespertina de la cena del Señor, alcanza su cima en la vigilia pascual y se cierra con las vísperas del domingo de pascua.

Esta unificación de la celebración pascual es más acorde con el espíritu del Nuevo Testamento y con la tradición cristiana primitiva. El mismo Cristo, cuando aludía a su pasión y muerte, nunca las disociaba de su resurrección. En el evangelio del miércoles de la segunda semana de cuaresma (Mt 20,17-28) habla de ellas en conjunto: "Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen, y al tercer día resucitará".

Es significativo que los padres de la Iglesia, tanto san Ambrosio como san Agustín, conciban el triduo pascual como un todo que incluye el sufrimiento de Jesús y también su glorificación. El obispo de Milán, en uno de sus escritos, se refiere a los tres santos días (triduum illud sacrum) como a los tres días en los cuales sufrió, estuvo en la tumba y resucitó, los tres días a los que se refirió cuando dijo: "Destruid este templo y en tres días lo reedificaré". San Agustín, en una de sus cartas, se refiere a ellos como "los tres sacratísimos días de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo".

Esos tres días, que comienzan con la misa vespertina del jueves santo y concluyen con la oración de vísperas del domingo de pascua, forman una unidad, y como tal deben ser considerados. Por consiguiente, la pascua cristiana consiste esencialmente en una celebración de tres días, que comprende las partes sombrías y las facetas brillantes del misterio salvífico de Cristo. Las diferentes fases del misterio pascual se extienden a lo largo de los tres días como en un tríptico: cada uno de los tres cuadros ilustra una parte de la escena; juntos forman un todo. Cada cuadro es en sí completo, pero debe ser visto en relación con los otros dos.

Interesa saber que tanto el viernes como el sábado santo, oficialmente, no forman parte de la cuaresma. Según el nuevo calendario, la cuaresma comienza el miércoles de ceniza y concluye el jueves santo, excluyendo la misa de la cena del Señor. El viernes y el sábado de la semana santa no son los últimos dos días de cuaresma, sino los primeros dos días del "sagrado triduo".

 

Pensamientos para el triduo. 

La unidad del misterio pascual tiene algo importante que enseñarnos. Nos dice que el dolor no solamente es seguido por el gozo, sino que ya lo contiene en sí. Jesús expresó esto de diferentes maneras. Por ejemplo, en la última cena dijo a sus apóstoles: "Vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se cambiará en alegría" (Jn 16,20). Parece como si el dolor fuese uno de los ingredientes imprescindibles para forjar la alegría.

Todo el ciclo de la naturaleza habla de vida que sale de la muerte: "Si el grano de trigo, que cae en la tierra, no muere, queda solo; pero si muere, produce mucho fruto" (Jn 12,24).

La resurrección es nuestra pascua; es un paso de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, del ayuno a la fiesta. El Señor dijo: "Tú, en cambio, cuando ayunes, úngete la cabeza y lávate la cara" (Mt 6,17). El ayuno es el comienzo de la fiesta.

El sufrimiento no es bueno en sí mismo; por tanto, no debemos buscarlo como tal. La postura cristiana referente a él es positiva y realista. En la vida de Cristo, y sobre todo en su cruz, vemos su valor redentor. El crucifijo no debe reducirse a un doloroso recuerdo de lo mucho que Jesús sufrió por nosotros. Es un objeto en el que podemos gloriarnos porque está transfigurado por la gloria de la resurrección.

Nuestras vidas están entretejidas de gozo y de dolor. El camino cristiano es el camino de la cruz, que es también el de la resurrección.

 

HORARIOS DE LAS CELEBRACIONES DE LA

SEMANA SANTA

 

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR Conmemoramos la entrada de Jesús en Jerusalén.

- Misa vespertina del sábado                              19:30 h.

- Domingo.

- Bendición de Ramos (iglesia de las Esclavas) 10:15 h.    Procesión.

- Santa Misa (templo Parroquial) 11:30 h.

 

MIÉRCOLES SANTO

- Celebración Penitencial Comunitaria 20:30 h.

 

JUEVES SANTO Conmemoramos la institución del sacerdocio ministerial, de la Eucaristía y el día del amor fraterno. “Tomad y comed… tomad y bebed… Haced esto en memoria mía”.

- Rezo comunitario de Laudes 11:00 h.

- Misa en la Última Cena del Señor 19:30 h.

- Hora Santa ante el Monumento 22:00 — 24:00 h.

 

VIERNES SANTO Conmemoramos la Pasión y Muerte del Señor. “Jesús dijo: todo está cumplido. Y dando un fuerte suspiro expiró”.

- Oración del Via Crucis por las calles 8:00 h.

- Rezo comunitario de Laudes 11:00 h.

- Santos Oficios en la Muerte del Señor 16:30 h.

 

SÁBADO SANTO Conmemoramos el “paso” del Señor de la muerte a la vida, su gloriosa resurrección de entre los muertos. “Feliz la culpa que mereció tal Redentor”.

- Solemne Vigilia Pascual 21:30 h.


DOMINGO DE RESURRECCIÓN Conmemoramos  la alegría de la resurrección del Señor, ¡Aleluya! “Este es el día en que actuó el Señor. Sea nuestra alegría y nuestro gozo”.

- Solemne Misa de Pascua 11:30 h.

¡¡¡-CRISTO HA RESUCITADO, ALELUYA, ALELUYA-!!!



20 de marzo de 2024

Domingo 24 de Marzo de 2024. Domingo de Ramos - B

 

PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MARCOS. 14, 1 - 15, 47

Comentario:

Iniciamos la semana santa con este domingo en el que recordamos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y a la vez escuchamos el relato de la Pasión. La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo es un patético relato de lo que el hombre puede hacer con el anuncio gozoso y pacífico de salvación. Porque Dios no envío a su hijo a morir, sino a mostrarnos la salvación; pero fue el pecado del hombre (la envidia, el egoísmo, el apego a los ritos, la cerrazón de corazón, el odio, la intriga, la mentira, etc. ) lo que llevó a Jesús a tener que sufrir tal suplicio. La Pasión de Cristo no muestra hasta donde nos puede llevar el pecado cuando no somos sinceros para reconocerlo en nuestra vida; es el absurdo del hombre que rechaza la vida y elige la muerte; es la victoria de la oscuridad y el pecado sobre la luz y la vida.

Hoy, la palabra de Cristo se sigue haciendo presente para denunciar la muerte y anunciar la vida; su palabra resuena a través de su Evangelio y a través de tantos profetas actuales que denuncian la injusticia, la violencia, y la mentira de la sociedad. Pero la mayoría de nosotros seguimos actuando con la complicidad y el engaño en que vivieron los habitantes de Jerusalén cuando Jesús fue crucificado. Porque, no podemos creer que los líderes de aquel entonces pensaran que estaba mal lo que estaban haciendo; al revés! Ellos sentían que estaban salvando a su pueblo de la herejía de ese nazareno. Y el pueblo mismo que no hizo nada para defender a quien habían proclamado como Mesías, tampoco pensaba que estaba mal, pues al fin y al cabo, ya vendría otro a seguir hablándonos bien de Dios.

¿No nos estaremos engañando nosotros mismos también? Cuando ignoramos a quien sufre y está cerca de nosotros; cuando justificamos nuestras agresiones a otros “porque se las merecen”; cuando vivimos tranquilos sin perdonar a quien nos ha ofendido; cuando limitamos nuestro amor a quien nos “caen bien”. ¿Dónde está el amor, dónde el perdón y la comprensión; dónde está la justicia y la honestidad? Nosotros también hemos rechazado el plan de Dios con nuestras vidas; y hemos sido cómplices en la ineficacia del sufrimiento de Cristo.

Iniciamos la Semana Santa, y debemos detenernos a reflexionar (seriamente) ¿qué hemos hecho con el amor que Cristo derramó sobre nosotros en la Cruz? Esta semana, ofrece quince minutos cada día para reflexionar sobre todo lo que Dios te ha dado, y cómo le has respondido tú.

Formación en la fe

Introducción a la Semana Santa

 

Entre todas las semanas del año, la más importante para los cristianos es la semana santa, que ha sido santificada precisamente por los acontecimientos que conmemoramos en la liturgia y consagrada a Dios de manera muy especial. La Iglesia, al conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo, se santifica y renueva a sí misma.

Esta semana se conoció también antiguamente como "la semana grande", título que conservó hasta hace poco en el breviario romano. Es, en efecto, una semana grande, puesto que constituye el centro y el corazón de la liturgia de todo el año. En ella se celebra el misterio de la redención. Los cristianos de la antigüedad estaban bien persuadidos de su grandeza; un escritor de los primeros siglos la resumió en esta frase lapidaria: "Pascua es la cumbre".

Durante la semana santa, la Iglesia sigue las huellas de su Maestro. Las narraciones de la pasión cobran nueva vida, como si los hechos se repitieran efectivamente ante nuestros ojos. Todos los acontecimientos que conducen al arresto, al proceso y a la ejecución de Jesús son recordados y celebrados. Paso a paso, escena por escena, seguimos el camino que Jesús recorrió durante los últimos días de su vida mortal.

La liturgia de la semana santa surgió de la devoción de los primeros cristianos en Jerusalén, donde Jesús sufrió su pasión. Desde los albores de la cristiandad, Jerusalén fue meta de peregrinaciones; y los peregrinos, entonces como ahora, gustaban de visitar los lugares de la pasión: Getsemaní, el pretorio, el Gólgota, el santo sepulcro. Entre los más interesantes documentos de los primeros tiempos que han llegado hasta nosotros destaca el diario de viaje de la peregrina española Egeria. En él se contiene una descripción gráfica de la liturgia de semana santa tal como se celebraba en Jerusalén alrededor del año 400 de nuestra era.

Tenemos mucho que aprender de la devoción de la Iglesia antigua según nos la presentan los escritos que de ella se conservan. Es verdad que los cristianos de Jerusalén tenían la ventaja de estar más cerca del Señor en el tiempo y en el espacio; pero no por eso nuestra devoción ha de ser menor. Después de todo, nosotros participamos en los misterios de Cristo no mediante imaginación o sentimiento, aunque también éstos tienen su cometido, sino por la fe. En la liturgia de semana santa, la Iglesia revive en la fe el misterio salvador de la pasión, muerte y resurrección del Señor. En palabras de San Agustín: “el triduo del Crucificado, Sepultado y Resucitado”.

Rincón de oración

ORAR  ES…

 

El modelo de la oración de Jesús

Los evangelios recogen diecisiete de las oraciones de Jesús; están entrelazadas con su ministerio público, desde su bautismo hasta el momento en que murió.

Los discípulos describen el Jesús orante como ¡una persona que disfruta orando! La vida de Jesús parecía fluir de la oración.

 

¿CuÁndo oraba Jesús?

1. Lo encontramos rezando en cada momento importante de su ministerio.

2. Después de su bautismo, mientras oraba, el Espíritu se posó sobre él en forma de paloma y la voz de Dios Padre proclamó que Jesús era su “Hijo amado”.

3. Oró antes de elegir a los doce discípulos.

4. Después de que Pedro le reconociera como el Mesías y cuando la opinión de los que le rodeaban pretendía que se proclamase Rey de los judíos.

5. La noche de su arresto, rezó por sus discípulos y por los que habrían de creer en él y todos los tiempos.

En la persona de Jesús vemos que la oración es una fuente de vida. La oración le era indispensable si quería que el Espíritu de Dios actuase en él y si quería cumplir su misión hasta dar la vida por los pecados del mundo.

 

¿Cómo oraba Jesús?

Algunos detalles de la vida de Jesús, nos dan sugerencias valiosas sobre el modo de hacerlo.

1. Jesús se apartaba: Cuando Jesús quería orar, se apartaba -aunque fuese sólo un poco- de sus ocupaciones diarias. Jesús se escondía. Metido en una actividad sin descanso, rodeado por gente que esperaba de él prodigios, dedicaba con frecuencia y asiduidad tiempo para orar. En la oración cargaba su batería espiritual y volvía a su tarea con el espíritu renovado y su cuerpo lleno de vigor.

2. Jesús vivía las propias emociones: En vez de quedarse en suspiros o llantos al sentirse turbado, orientaba sus sentimientos hacia la oración. En vez de permitir que la angustia o la frustración le encerrasen en una cárcel de depresión, Jesús hacía presente la agonía de su espíritu a su Padre del cielo.

Es una lección para nosotros: tenemos que desahogarnos con Dios. Decirle como nos sentimos y hasta (¿por qué no?) expresarle nuestra ira y nuestro desafío.

3. Jesús estaba abierto al Padre: a lo que el Padre le dijera. Casi al final del primer capítulo del evangelio de san Marcos, leemos que Jesús cambia de decisión después de un momento de oración: “Él les respondió: Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido” (Mc. 1,38).

Para Jesús, orar era un constante gesto de hacer que su vida se ajustase a la mente, la voluntad y el designio de Dios.

Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

Celebración Penitencial comunitaria

Miércoles día 27 a la 20:30 h.

Para facilitar la confesión habrá varios sacerdotes disponibles.

La celebración comunitaria de la penitencia es una ocasión propicia para reconocernos todos necesitados del perdón y la misericordia de Dios, como individuos y como comunidad pecadora que aspira a la santidad.

Horarios del Triduo Pascual

En otra hoja están los horarios de cada celebración.

 El ejemplo de los Santos

25 de MARZO: LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR

            En Oriente se encuentran testimonios de esta fiesta del 25 de marzo ya a mediados del siglo VI. En Roma se celebra a partir del siglo VII. Al ser una fiesta ligada al Señor Jesús y a su entrada en la historia, el nuevo orden litúrgico prefirió nombrarla con el título de "Anunciación del Señor" -en lugar del más popular “Anunciación de María”-. La solemnidad de la Anunciación del Señor es una fiesta navideña, aunque esté fuera del tiempo de Navidad: nueve meses antes de su nacimiento, tiene lugar la encarnación de Jesús en el seno de la Virgen María. 

La Anunciación es la fiesta del Señor que se encarnó en el seno de María, iniciando una nueva historia. Es interesante observar que Dios no envía al ángel a Jerusalén, al templo, sino a Galilea, una región despreciada como refugio de paganos incrédulos. A Nazaret, una ciudad que no menciona el Antiguo Testamento. El "Fiat" de María transforma su humilde casa en la Casa de Dios, y a ella misma en el Tabernáculo del Santísimo Jesús. Bastó un "Aquí estoy", una señal de disponibilidad, sabiendo confiar en la acción del Espíritu Santo. Y Dios entró en la historia aceptando hacerse historia en la vida de los que dijeron y seguirán diciendo "aquí estoy".

15 de marzo de 2024

Domingo 17 de Marzo de 2024

DOMINGO 5º DE CUARESMA. CICLO B
 Este episodio da ocasión a Jesús para anunciar su glorificación por su propia muerte. Por medio de la comparación con el grano de trigo, Jesús nos hace ver que la muerte es un fracaso sólo en apariencia. El grano muere, se pudre, pero de él surge una nueva planta que crece y luego puede dar muchos granos más.

El fracaso real sería que el grano de trigo no muriera. El grano de trigo que no se pudre en la tierra, queda solo, no se convierte en planta ni puede dar fruto.
No sirve un grano de trigo sin germinar, pero la germinación de vida supone entrar él mismo en la muerte.
La muerte de Cristo y de los que estamos unidos a Él por la fe y el Bautismo, es como la muerte del grano de trigo: de esa muerte nace Vida Nueva.  Para dar buenos frutos, hace falta entregarse como semilla, hace falta comprometerse por lo que uno cree. Si queremos dar fruto, debemos ser capaces de darnos, de entregarnos, de morir por aquello que estamos convencidos que es bueno. “Servir” y “seguir”, son dos palabras que se usan frecuentemente para decir que somos cristianos: se sirve al Señor y se sigue al Señor.

+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 12,20-33.

Entre los que habían subido para adorar durante la fiesta, había unos griegos que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor, queremos ver a Jesús.» Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús. El les respondió: «Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Os aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Mi alma ahora está turbada. ¿Y qué diré: "Padre, líbrame de esta hora"? ¡Si para eso he llegado a esta hora! ¡Padre, glorifica tu Nombre!»
Entonces se oyó una voz del cielo: «Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar.» La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel.»
Jesús respondió: «Esta voz no se oyó por mí, sino por vosotros. Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera; y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí.»

Formación en la fe

Medios que la Cuaresma nos ofrece

a) La Palabra de Dios: La iniciativa siempre parte de Dios. La Iglesia se hace Catecúmena. Nos sentamos de nuevo en la escuela de la Palabra, apara aprender. Cuaresma entonces es tiempo de meditación en la Escritura; la verdadera imagen de la Iglesia en cuaresma no es solamente la de un pueblo que ayuna sino sobre todo la de una comunidad que se recoge en escucha orante de la Palabra de su Señor.

b) Intensa oración: la lectura de la Palabra de Dios nos lleva a una inmensa oración; la reforma que hay que cumplir en la Cuaresma no se puede realizar sin la ayuda de Dios. Y por eso nos postramos en oración: pedid y se os dará, buscad y encontraréis. La Iglesia en oración. Oración personal y oración litúrgica, colectiva. En unión de toda la Iglesia. O de la comunidad a que pertenecemos.

c) Participar mejor en la Celebración Eucarística: La oración, sobre todo, de la Eucaristía. La Eucaristía como fuente de nuestra reforma y como muestra de nuestra inserción en el misterio pascual.

d) El Ayuno: Con la Palabra y la Oración, la Cuaresma estimula en nosotros un trabajo personal colectivo de Ayuno. Un ayuno con dimensiones profundas y personales. No el ayuno reducido a la abstinencia de alimentos. Este es el ayuno principal: la lucha contra el pecado en nosotros mismos. El privarse de algo es signo de nuestra vuelta a lo esencial en la vida: Dios y sus caminos.

Tal vez hoy día lo que más nos estorba a un sano recogimiento y a una agilidad espiritual no son tanto los alimentos, cuando las imágenes y la palabrería; una discreta renuncia a espectáculos, a las lecturas, a tantas cosas que nos ofrece la sociedad de consumo, pueden ser todavía más útiles que los sacrificios en la comida, en el tabaco o en los dulces.

e) La práctica de la Caridad: una de las señales de la recta inteligencia del ayuno es que termine en la caridad. Ayunar para dar al prójimo. “Lo que cada uno sustrae a sus placeres, lo dé a favor de los débiles y pobres” (S. León, en un sermón cuaresmal).

f) Celebrar el sacramento de la Penitencia: La reconciliación nos orienta, nos da fuerza, nos proporciona una ocasión magnifica para someter nuestra existencias de pecadores al juicio y a la misericordia de Dios, que es el que en definitiva nos tiene que transformar. La preparación cuidadosa de la confesión en este tiempo, debe ser uno de los puntos de la catequesis cuaresmal. Y mucho mejor si se realiza comunitariamente. Con un tono eclesial que se va por fortuna redescubriendo en el sacramento de la Penitencia. 

Rincón de oración

 ORAR  ES...

ORANDO CON SANTA TERESA DE JESÚS 

En el momento de gran riqueza espiritual que supone el siglo XVI español y, en consecuencia de vida de oración, se encuentra la gran maestra del espíritu que es Santa Teresa de Jesús.

Su método de oración entronca con la corriente franciscana (Osuna, Laredo), de san Pedro de Alcántara recibe la orientación al recogimiento contemplativo. La Santa se relacionó de forma epistolar con San Juan de Ávila. A la corriente dominica debe su formación doctrinal y la meditación. A la ignaciana, el método de los ejercicios y la importancia de la Humanidad de Cristo.

Todas estas influencias no impiden ni apagan la originalidad de la Santa en su doctrina y método de oración que ella entiende como una actividad afectiva del espíritu. La oración es: tratar de amistad... con quien sabemos nos ama (Vida 8,5); no está la cosa en pensar mucho sino en amar mucho (Moradas 4, 1.7; 3,1.7) La oración es la mejor forma para desarrollar la relación y el encuentro personal con Dios, incorporando a ella la vida del orante, siempre en postura de escucha a la Palabra de Dios desde la meditación, los acontecimientos de la Iglesia, la vida de cada día del que ora y de todos los hombres que le rodean.

Para atraer los sentidos externos e internos y recoger el pensamiento, santa Teresa recomienda el uso de las imágenes: Lo que podéis hacer para ayuda de esto: procurad traer una imagen o retrato de este Señor que sea a vuestro gusto, no para traerle en el seno y nunca le mirar, sino para hablar muchas veces con Él, que Él os dará qué le decir. Como habláis con otras personas, ¿por qué os han más de faltar palabras para hablar con Dios? (Camino 26,9)

El diálogo se inicia con las oraciones vocales propuestas por la Iglesia. Lo importante es cargar de sentido las palabras como describe santa Teresa: De esta suerte rezaremos con mucho sosiego vocalmente (Camino 29,6).

En la pedagogía de santa Teresa, el primer consejo es: La examinación de la conciencia y decir la confesión y santiguaros... Procurad luego,... pues estáis sola, tener compañía. ¿Pues qué mejor que la del mismo Maestro que enseñó la oración que vais a rezar? Representad al mismo Señor junto con vos y mirad con qué amor y humildad os está enseñando; y creedme, mientras pudiereis, no estéis sin tan buen amigo (Camino 26,1).

Para santa Teresa la oración es ejercitarse en un camino de fe y amor, en silencio con el Amado, en una relación filial, fraterna, amigable y esponsal que tiende al encuentro interpersonal, abierto a todas las posibilidades de comunicación.

Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

Tiempo de Cuaresma

Jueves 18:30 h: al comienzo de la Exposición del Santísimo, meditación.

Viernes 19:00 h.: Oración del Via Crucis.

Adoración de la Cruz, Testimonio y Cena compartida

Viernes dia 22 de marzo. 20:30 h.

Celebración Penitencial Comunitaria 

Miércoles dia 27 de marzo. 20:30 h.

Es una invitación a reconciliarnos con Dios como preparación próxima a la celebración de la Pascua.

 El ejemplo de los Santos

23 de MARZO: Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo

Nació en Mayorga, Valladolid, 1538 y murió en Saña Grande, Perú, en 1606. Prelado español. Consejero de la Inquisición en Granada, fue nombrado arzobispo de Lima en 1579. Al llegar a Perú reunió el III Concilio Provincial de Lima (1582-1583), que publicó un catecismo traducido al quechua y al aymara. Fundó además el seminario conciliar de Lima, el primero de América. Aprendió el quechua, el guajivo, el guajoya y el tuncha para predicar a los indios en su lengua.


Toribio de Mogrovejo cursó estudios de derecho y teología en las universidades de Salamanca y Coimbra (Portugal). A raíz de la propuesta de su nombre para el arzobispado de Lima, Toribio una vez elevado a obispo, llegó a esa ciudad americana en mayo de 1581. 

Convocó tres importantes concilios provinciales (1582, 1591 y 1601) y en 1591 fundó en Lima el primer seminario americano. Administró además la confirmación a Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y San Juan Macías. Beatificado en 1679 por el papa Inocencio XI (1676-1689) y canonizado en 1726 por Benedicto XIII (1724-1730), Juan Pablo II lo proclamó patrono del episcopado latinoamericano en 1983. 

7 de marzo de 2024

Domingo 10 de Marzo de 2024

 DOMINGO 4º DE CUARESMA. CICLO B

 Las lecturas de la misa de este cuarto domingo de Cuaresma son un canto de alegría al mostrarnos que el amor de Dios por nosotros no solo lo manifestó en palabras, sino con obras, al enviar a su Hijo para nuestra salvación.

Ninguna prueba de la caridad divina hay tan patente como que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad se hiciera criatura..., que nuestro Señor se hiciera hermano nuestro..., que el Hijo se hiciera hijo de hombre.

Los cristianos estamos llamados a vivir siempre alegres, porque la esencia de nuestra vida está en el hecho de que Dios nos ha amado con un amor individual y personal, particularmente a cada uno de nosotros. Y Jesús no deja de amarnos, ni nos abandona, ni se olvida de cada uno de sus hijos, ni aún en los momentos de mayor ingratitud de nuestra parte ni cuando nos apartamos de sus enseñanzas y recorremos la vida por caminos diametralmente opuestos a los suyos.

Jesús nos dice que Dios no lo envía para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. Y esta es la causa de nuestra paz y alegría.
Al darnos a su Hijo, Dios nos ha dado todo.
Dándonos a su Hijo, hemos recibido el cielo y la misma divinidad, de la que nos ha hecho partícipes Jesús, al hacernos hijos adoptivos de Dios.

 

+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,14-21.

Jesús dijo a Nicodemo:
«De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios.»

Formación en la fe

Preguntas Frecuentes sobre la Cuaresma

 ¿QUÉ OBLIGACIONES TIENE UN CATÓLICO EN CUARESMA?

Hay que cumplir con el precepto del AYUNO y la ABSTINENCIA, así como con el de la CONFESIÓN y COMUNIÓN anual.

¿EN QUÉ CONSISTE EL AYUNO?
El AYUNO consiste en hacer una sola comida al día, aunque se puede comer algo menos de lo acostumbrado por la mañana y la noche. No se debe comer nada entre los alimentos principales, salvo caso de enfermedad.

¿QUÉ ES LO QUE IMPORTA DE FONDO DEL AYUNO Y LA ABSTINENCIA?
Debe cuidarse el no vivir el ayuno o la abstinencia como unos mínimos, sino como una manera concreta con la que nuestra Santa Madre Iglesia nos ayuda a crecer en el verdadero espíritu de penitencia.

¿QUÉ ASPECTOS PASTORALES CONVIENE DESTACAR EN LA CUARESMA?
El tiempo de Cuaresma es un tiempo litúrgico fuerte, en el que toda la Iglesia se prepara para la celebración de las fiestas pascuales. La Pascua del Señor, el Bautismo y la invitación a la reconciliación, mediante el Sacramento de la Penitencia, son sus grandes coordenadas.
Se sugiere utilizar como medios de acción pastoral:
1) La catequesis del Misterio Pascual y de los sacramentos.
2) La exposición y celebración abundante de la Palabra de Dios.
3) La participación, de ser posible diaria, en la liturgia cuaresmal, en las celebraciones penitenciales y, sobre todo, en la recepción del sacramento de la penitencia.
4) El fomento de los ejercicios espirituales, las privaciones voluntarias como el ayuno y la limosna y las obras caritativas y misioneras.

¿CUÁLES SON LAS OBRAS DE MISERICORDIA?
Las Obras de Misericordia espirituales son:
Enseñar al que no sabe. Dar buen consejo al que lo necesita.
Corregir al que yerra. Perdonar las injurias. Consolar al triste.
Sufrir con paciencia las adversidades y flaquezas del prójimo.
Rogar a Dios por los vivos y los muertos.

Las Obras de Misericordia corporales son:
Visitar al enfermo. Dar de comer al hambriento. Dar de beber al sediento.
Socorrer al cautivo. Vestir al desnudo. Dar posada al peregrino.
Enterrar a los muertos.

 Rincón de oración

 ORAR  ES...

LA ORACIÓN LITÚRGICA

SANTIFICACIÓN Y CONSAGRACIÓN DEL TIEMPO EN LA LITURGIA DE LAS HORAS

La Iglesia se manifiesta y se realiza como comunidad orante en la Liturgia de las horas. Ésta tiene notas comunes con otras expresiones de la Iglesia como son: la Eucaristía y los sacramentos. Se distingue de estos por dos notas específicas: primero, tener como carácter específico el ser liturgia de la oración; segundo, por ser liturgia de las horas, es decir, santificación y consagración del tiempo.

Los elementos característicos que la componen son:

Proclamación y escucha de la Palabra.- Cada hora del Oficio divino (Oficio de Lectura, Laudes, Hora intermedia: Tercia, Sexta, Nona; Vísperas) contiene una breve liturgia de la palabra, con proclamación, escucha, silencio meditativo, respuesta. La lectura larga del Oficio de lecturas y las breves de las otras horas, ponen de relieve la centralidad de la Palabra de Dios y el aspecto de diálogo de la oración de la Iglesia.

La oración bíblica que es palabra de Dios sobre nuestra palabra humana para orar dignamente al Señor. Esta oración se distingue por el amplio uso que hace la Iglesia de los salmos, cánticos del Antiguo y Nuevo Testamento, tres cánticos evangélicos y la oración del Señor. Junto a estos textos hay que añadir las antífonas y responsorios que sirven de ayuda para la peculiar interpretación del salmo o del cántico.

Las lecturas de los Padres y de los escritores eclesiásticos propuestas en el Oficio de lecturas como profundización de la Palabra de Dios o del misterio celebrado, nexo de comunión con la Iglesia una, de todos los tiempos.

Los himnos, composiciones líricas de la Iglesia o que ésta ha asumido de la cultura en que vive, cantan los misterios celebrados con gran profusión y variedad.

Las oraciones eclesiales como son la colecta y las intercesiones, con la riqueza y variedad que ha aportado la reforma de la Liturgia de las Horas, a la luz de la constitución Sacrosanctum Concilium.

La Constitución Apostólica Laudis Canticum de Pablo VI, con la que se promulga el Oficio Divino el 1 de noviembre de 1970, invita a todos los cristianos a participar en la oración de la Iglesia: La Liturgia de las Horas expresa con claridad y confirma con eficacia esta profunda verdad inherente a la vida cristiana. Por esto, el rezo de las horas es propuesto a todos los fieles, incluso a aquellos que legalmente no están obligados a él (n.8).

Orar con el Oficio Divino es vivir la oración en el interior de la Iglesia, en comunión con todos los creyentes del mundo que reconocen a Cristo como Señor y único Salvador. 

Actividades parroquiales

 Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

Tiempo de Cuaresma

Jueves 18:30 h: al comienzo de la Exposición del Santísimo, meditación.

Viernes 19:00 h.: Oración del Via Crucis.

Testimonio

El lunes 11 de marzo a las 20:30 en el templo parroquial.

Adoración de la Cruz y Testimonio

Viernes día 22 de marzo.

Celebración Penitencial Comunitaria

Miércoles día 27 de marzo.

 El ejemplo de los Santos

14 de MARZO: SANTA MATILDE, reina

 


Muy joven se casó con Enrique, duque de Sajonia (Alemania). Su matrimonio fue excepcionalmente feliz. Sus hijos fueron: Otón primero, emperador de Alemania; Enrique, duque de Baviera; San Bruno, Arzobispo de Baviera; Gernerga, esposa de un gobernante; y Eduvigis, madre del famoso rey francés, Hugo Capeto. Enrique fue nombrado rey, y Matilde al convertirse en reina no dejó sus modos humildes y piadosos de vivir. En el palacio real más parecía una buena madre que una reina, y en su piedad se asemejaba más a una religiosa que a una mujer de mundo. Ninguno de los que acudían a ella en busca de ayuda se iba sin ser atendido. Después de 23 años de matrimonio quedó viuda, al morir su esposo Enrique. Se quitó todas sus joyas y las dejó como un obsequio ante el altar, ofreciendo a Dios el sacrificio de no volver a emplear joyas nunca más. Sus últimos años los pasó Matilde dedicada a fundar conventos y a repartir limosnas a los pobres. Cuando Matilde cumplió sus 70 años se dispuso a pasar a la eternidad y repartió entre los más necesitados todo lo que tenía en sus habitaciones, y rodeada de sus hijos y de sus nietos, murió santamente el 14 de marzo del año 968.