HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Domingo 4 de Marzo de 2018
Queridos
hermanos:
“Él sabía lo
que hay dentro de cada hombre” (Jn 2,25), dice el final del Evangelio de este
domingo.
Una vez que San
Francisco de Asís se había retirado a una gruta lejana, el hermano León, en una
de las ocasiones en que le llevaba el alimento, descubrió al hermano Francisco
arrodillado, con los brazos en cruz y el rostro vuelto al cielo, orando en voz alta:
“¿Quién eres tú, dulcísimo Dios mío? Y ¿quién soy yo, gusano vilísimo e inútil
siervo tuyo?”. Y repetía muchas veces esta misma pregunta.
Es necesario
conocerse a uno mismo. Para ello los
monjes de la antigüedad aceptaron y recomendaron el examen de conciencia,
apoyándose en San Pablo: «Examinaos a vosotros mismos». (cf. Ga 6,4) y “examinad qué es lo que agrada al Señor” (Ef 5,10).
Santa Teresa de
Jesús coloca como primera morada el conocimiento de uno mismo: “es gran cosa el
propio conocimiento” (Moradas primeras, 1,8). “Terribles son los ardides y
mañas del demonio para que las almas no se conozcan ni entiendan sus caminos”
(Moradas primeras, 2,11).
Jesús quiere
ser el Rey del propio corazón, pero éste está lleno de vendedores, de
mercaderes, de cambistas. Esto es lo que encuentra el Señor en nuestro corazón.
Algunas veces descubrimos los habitantes de nuestro corazón por las mercancías
que se transportan en nosotros: pérdida de la alegría, sospecha de los demás,
murmuración y queja por lo que nos pasa, desconfianza con respecto a Dios y a
los demás, falta de amor hacia alguna persona, juicio condenatorio hacia
alguien, establecimiento de prioridades donde Dios no ocupa el primer lugar,
inseguridad desconfiada, no reconocimiento del propio pecado, huída de la
realidad, ocultamiento tras una máscara, hipocresía, no necesitar la conversión
ni el crecimiento espiritual ni mayor alimento en la fe, tener un cierto
hartazgo de Dios, creerse buena persona o justificado por hacer una serie de
cosas o cumplir una serie de ritos, vivir la limitación como una carga
insoportable… El Papa Francisco nos dice: «todos nosotros tenemos dentro algún
ídolo oculto. Y podemos preguntarnos ante Dios cuál es mi ídolo oculto, el que
ocupa el lugar del Señor. (Francisco. Meditaciones diarias. 15 de octubre
de 2013).
“¿Cómo
desenmascarar estos ídolos?, se pregunta el Papa Francisco. Son los que llevan
a contradecir los mandamientos y nos hacen infieles en el amor, nos indica el
Papa. Hacer el examen de conciencia a la luz de los mandamientos de la Ley de
Dios, cumplidos en Jesucristo, pueden ser una ayuda para conocernos y así
descubrir los ídolos ocultos. (cf. Francisco. Meditaciones
diarias. 14 –6- 2013). Dejemos que Jesús expulse los mercaderes de nuestro
corazón con el Sacramento del Perdón.
Jesús, vuestro
párroco
Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-25
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: — «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: — «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: — «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: — «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que habla dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacia; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Palabra del Señor.
JESUS Y EL TEMPLO
584 Jesús subió al Templo como al lugar privilegiado para el encuentro con Dios. El Templo era para él la casa de su Padre, una casa de oración, y se indigna porque el atrio exterior se haya convertido en un mercado (Mt 21, 13). Si expulsa a los mercaderes del Templo es por celo hacia las cosas de su Padre: "no hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado. Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: 'El celo por tu Casa me devorará' (Sal 69, 10)" (Jn 2, 16-17). Después de su Resurrección, los Apóstoles mantuvieron un respeto religioso hacia el Templo (cf. Hch 2, 46; 3, 1; 5, 20. 21; etc.).
585 Jesús anunció, no obstante, en el umbral de su Pasión, la ruina de ese espléndido edificio del cual no quedará piedra sobre piedra (cf. Mt 24, 1-2). Hay aquí un anuncio de una señal de los últimos tiempos que se van a abrir con su propia Pascua (cf. Mt 24, 3; Lc 13, 35).
586 Lejos de haber sido hostil al Templo (cf. Mt 8, 4; 23, 21; Lc 17, 14; Jn 4, 22) donde expuso lo esencial de su enseñanza (cf. Jn 18, 20), Jesús (…) se identificó con el Templo presentándose como la morada definitiva de Dios entre los hombres (cf. Jn 2, 21; Mt 12, 6). Por eso su muerte corporal (cf. Jn 2, 18-22) anuncia la destrucción del Templo que señalará la entrada en una nueva edad de la historia de la salvación: "Llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre"(Jn 4, 21; cf. Jn 4, 23-24; Mt 27, 51; Hb 9, 11; Ap 21, 22).
1197 Cristo es el verdadero Templo de Dios, "el lugar donde reside su gloria"; por la gracia de Dios los cristianos son también templos del Espíritu Santo, piedras vivas con las que se construye la Iglesia.
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA
“El Evangelio de hoy (Jn 2, 13-25) nos presenta el episodio de la expulsión de los vendedores del templo. Jesús «hizo un látigo con cuerdas, los echó a todos del Templo, con ovejas y bueyes» (v. 15), el dinero, todo. Tal gesto suscitó una fuerte impresión en la gente y en los discípulos. Aparece claramente como un gesto profético, tanto que algunos de los presentes le preguntaron a Jesús: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» (v. 18), ¿quién eres para hacer estas cosas? Muéstranos una señal de que tienes realmente autoridad para hacerlas. Buscaban una señal divina, prodigiosa, que acreditara a Jesús como enviado de Dios. Y Él les respondió: «Destruid este templo y en tres días lo levantaré» (v. 19). Le replicaron: «Cuarenta y seis años se ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» (v. 20). No habían comprendido que el Señor se refería al templo vivo de su cuerpo, que sería destruido con la muerte en la cruz, pero que resucitaría al tercer día. Por eso, «en tres días». «Cuando resucitó de entre los muertos —comenta el evangelista—, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús» (v. 22).
En efecto, este gesto de Jesús y su mensaje profético se comprenden plenamente a la luz de su Pascua. Según el evangelista Juan, este es el primer anuncio de la muerte y resurrección de Cristo: su cuerpo, destruido en la cruz por la violencia del pecado, se convertirá con la Resurrección en lugar de la cita universal entre Dios y los hombres. Cristo resucitado es precisamente el lugar de la cita universal —de todos— entre Dios y los hombres. Por eso su humanidad es el verdadero templo en el que Dios se revela, habla, se lo puede encontrar; y los verdaderos adoradores de Dios no son los custodios del templo material, los detentadores del poder o del saber religioso, sino los que adoran a Dios «en espíritu y verdad» (Jn 4, 23).
En este tiempo de Cuaresma nos estamos preparando para la celebración de la Pascua, en la que renovaremos las promesas de nuestro bautismo. Caminemos en el mundo como Jesús y hagamos de toda nuestra existencia un signo de su amor para nuestros hermanos, especialmente para los más débiles y los más pobres, construyamos para Dios un templo en nuestra vida. Y así lo hacemos «encontrable» para muchas personas que encontramos en nuestro camino. Si somos testigos de este Cristo vivo, mucha gente encontrará a Jesús en nosotros, en nuestro testimonio. Pero —nos preguntamos, y cada uno de nosotros puede preguntarse—, ¿se siente el Señor verdaderamente como en su casa en mi vida? ¿Le permitimos que haga «limpieza» en nuestro corazón y expulse a los ídolos, es decir, las actitudes de codicia, celos, mundanidad, envidia, odio, la costumbre de murmurar y «despellejar» a los demás? ¿Le permito que haga limpieza de todos los comportamientos contra Dios, contra el prójimo y contra nosotros mismos, como hemos escuchado hoy en la primera lectura? Cada uno puede responder a sí mismo, en silencio, en su corazón. «¿Permito que Jesús haga un poco de limpieza en mi corazón?». «Oh padre, tengo miedo de que me reprenda». Pero Jesús no reprende jamás. Jesús hará limpieza con ternura, con misericordia, con amor. La misericordia es su modo de hacer limpieza. Dejemos —cada uno de nosotros—, dejemos que el Señor entre con su misericordia —no con el látigo, no, sino con su misericordia— para hacer limpieza en nuestros corazones. El látigo de Jesús para nosotros es su misericordia. Abrámosle la puerta, para que haga un poco de limpieza.
Cada Eucaristía que celebramos con fe nos hace crecer como templo vivo del Señor, gracias a la comunión con su Cuerpo crucificado y resucitado. Jesús conoce lo que hay en cada uno de nosotros, y también conoce nuestro deseo más ardiente: el de ser habitados por Él, sólo por Él. Dejémoslo entrar en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestro corazón. Que María santísima, morada privilegiada del Hijo de Dios, nos acompañe y nos sostenga en el itinerario cuaresmal, para que redescubramos la belleza del encuentro con Cristo, que nos libera y nos salva.” (Francisco. 8 de marzo de 2015).
ORACIÓN DÍA DEL SEMINARIO 2018
Apóstoles para los jóvenes
Señor Jesucristo, el Padre te envió al mundo para que trajeras misericordia y paz a la humanidad que andaba en tinieblas, perdida y sin pastor.
Y, resucitado, enviaste a tus apóstoles al mundo
para que participaran de tu misma misión de llevar vida,
salvación y amor a todos los pueblos del mundo.
Continúa llamando y enviando evangelizadores con Espíritu, que anuncien la buena nueva del Evangelio,
no solo con palabras, sino sobre todo
con una vida transfigurada por tu amor.
Necesitamos apóstoles para los jóvenes
que sean el rostro de la misericordia del Padre,
y que acompañen y sirvan humildemente a su pueblo.
Haz que sean muchos los que, con generosidad,
acojan el don de la vocación presbiteral,
que se dejen formar en los seminarios y de forma permanente durante toda su vida, para ser buenos discípulos tuyos, configurados totalmente a Ti,
Siervo, Sacerdote y Pastor,
que mantengan vivo y ardiente el celo pastoral,
con el fuego del Espíritu Santo,
y salgan a buscar a los que tanto necesitan de Ti,
y así te puedan encontrar y ser plenamente felices. Amén
La Cuaresma es un tiempo de conversión y de preparación a la Pascua.
Todos los viernes de Cuaresma también son días de abstinencia de comer carne. Os recordamos que durante toda la cuaresma, en los días laborables, a las 6’30 de la mañana, se reza la oración comunitaria de Laudes en el Templo parroquial de modo solemne y cantado. Y a las 10.00 h. Oración de la mañana con Exposición del Santísimo Sacramento en la Capilla de la Comunión.
También los viernes de Cuaresma hay Adoración eucarística en la parroquia por la tarde de 16.30 h. a 19.00 h. Durante ese tiempo se puede celebrar el Sacramento del Perdón. A las 18.30 se rezará el Rosario y a las 19.00 h. se hará la Reserva para hacer el Ejercicio del Vía Crucis.
1. FORMACIÓN ARCIPRESTAL DE CATEQUISTAS. El lunes 5 de marzo a las 17.30 h. y a las 20.15 h. en los locales parroquiales de San Francisco de Borja de Gandía trabajaremos la última sesión de formación del curso sobre la Pedagogía del amor y la bendición. ¿Puede influir en tu vida que conozcas la música de fondo de la creación, la banda sonora de la Santísima Trinidad?
2. Este domingo 4 de marzo es el Día del Seminario. La colecta irá destinada a la ayuda de esta Institución procurando medios y aportaciones para la adecuada formación de los futuros sacerdotes.
3. TERCER ANIVERSARIO DE LA ADORACIÓN PERPETUA EN GANDÍA. Este domingo 4 de marzo a las 19.30 h. el obispo auxiliar de Valencia presidirá la Eucaristía en la Parroquia de Cristo Rey. Al finalizar la Eucaristía se hará el traslado procesional del Santísimo Sacramento hasta la Capilla de Santa Clara. Si quieres ser adorador puedes llamar al teléfono: 662 362 704.
4. En este tiempo de cuaresma, la Parroquia convoca a todos los miembros de las familias de la Parroquia a participar en este concurso de dibujo-pintura, redacción y poesía, con el fin de involucrarnos en la preparación de nuestros corazones a la Pascua de Nuestro Señor Jesucristo.
Este concurso se convoca para fomentar la lectura, la escritura y el dibujo, y el tema será: TU FAMILIA AL PIE DE LA CRUZ. Encontrarán las bases del concurso en la mesita de la entrada.
5. Proclamación pública de la fe en la Parroquia de Cristo Rey de Gandía: martes y viernes a las 20.30 h.
Del 5 al 11 de marzo de 2018
Lunes 5. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Peiró—Vidal.
Martes 6. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio, Petra y Juan de Dios Polvoreda.
Miércoles 7. Santa Perpetua y Felicidad. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Santamaría-Pellicer.
Jueves 8. San Juan de Dios. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova.
Viernes 9. Santa Francisca Romana, religiosa. 19.30 h.: En sufragio de: Amparo Buendía Mena.
Sábado 10. Por la tarde: DOMINGO IV DE CUARESMA. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de: Dif. Fam. Santamaría-Pellicer. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 11. DOMINGO IV DE CUARESMA. 10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.
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