7 de junio de 2024

Domingo 9 de junio de 2024. DOMINGO 10º (T.O.)-B

DOMINGO 10º DEL TIEMPO ORDINARIO (T.O.). CICLO B

Volvemos a encontrarnos con el mal en el texto del evangelio de hoy. Esta vez no en forma de serpiente sino “encarnado” según sus enemigos, en el propio Jesús. Él les responde clara y directamente, como siempre. “Imposible, mi familia es otra. No soy de los de Belcebú, como vosotros”, les podía haber dicho... Pero intenta ser pedagógico, como siempre, y les cuenta alguna pequeña parábola con una enseñanza interesante para todos nosotros, que decimos seguirle: todo se perdonará menos las blasfemias “contra el Espíritu Santo”. No parece que en el texto queden muy claras cuáles son estas, pero cerrarnos al Espíritu no parece que sea demasiado positivo para quienes fuimos bautizados también en su nombre. Hace poco celebramos la presencia del Espíritu en medio de la Iglesia y poco después su ser Trinidad. Somos comunidad de creyentes porque el Espíritu vive en medio de nosotros y es Él quien nos habla de Misericordia.

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 20-35

En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales. También los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: —«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».

Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: —«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».

Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo. Llegaron su madre y sus hermanos y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: —«Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan».

Les contestó: —«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

Y, paseando la mirada por el corro, dijo: —«Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

CURSO DE LITURGIA

CAPITULO 9

LA PARTICIPACIÓN DE LOS LAICOS EN LA LITURGIA 

Hablar de creatividad y participación litúrgica es un tema que puede malinterpretarse. La liturgia es ejercicio del sacerdocio de Cristo, que se hace visible en la Iglesia. Toda celebración litúrgica es acción de Cristo. En este sentido, la liturgia es de la Iglesia, no de nadie en particular, por lo cual sus ministros no pueden adueñarse de ella. "A nadie le está permitido, ni siquiera al sacerdote, ni a grupo alguno, añadir, quitar o cambiar algo por propia iniciativa" (SC 22 y también CDC 846). Para mejor ilustrar esta cuestión valgan unas líneas tomadas de un libro del papa Benedicto XVI titulado “El espíritu de la Liturgia. Una introducción”. La cita dice así:

“La «creatividad» no puede ser una categoría auténtica en la realidad litúrgica. El arte tiene que ver con la libertad, eso es cierto. Pero la libertad así concebida está vacía: no libera, sino que deja que aparezca la desesperación como la última palabra de la existencia humana. Este tipo de creatividad no puede tener cabida en la liturgia. La liturgia no vive de las «genialidades» de cualquier individuo o de cualquier comisión”.

Pese a lo anterior no debe pensarse que en la liturgia todo está cerrado y los ministros deben limitarse a una mera repetición mecánica de los ritos, oraciones y rúbricas. Liturgia no es sinónimo de rigidez aunque no admite la arbitrariedad. El Misal es sumamente rico y variado en oraciones, prefacios, misas, como para que pueda decirse que no hay una gran variedad de textos para escoger, dependiendo lógicamente del calendario litúrgico y otras circunstancias. En este aspecto es donde hay que encajar la creatividad litúrgica, escogiendo dentro de la variedad y no inventando lo que no existe. La mejor pastoral que puede hacerse consiste en una buena liturgia, no debe existir esa excusa tan recurrida de lo pastoral para justificar una liturgia mal hecha.

"La participación es un término que viene del latín participatio (partem-capere=tomar parte) y es sinónimo de intervención, adhesión, asistencia". En efecto, hoy día la palabra es usada frecuentemente y todo el mundo pide, en cualquier ámbito de la vida, participar. Para los cristianos, el fundamento de la participación está en el Bautismo, ya que todo bautizado está revestido de la dignidad sacerdotal. Se ha interpretado la participación pensando en que consiste en la intervención del mayor número de personas posibles durante el mayor tiempo posible. ¡Gran error! No se trata de multiplicar vana y artificialmente las acciones a realizar pensando que con eso se aumenta la participación ya que la auténtica participación consiste en dar paso a la acción de Dios.

En la liturgia no podía ser menos y es uno de los conceptos claves de la reforma litúrgica. Es toda la asamblea litúrgica la que está implicada en la acción litúrgica, pero cada uno de sus miembros intervienen de modo distinto "según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual" (SC 26).

ETAPAS o NIVELES en la VIDA de ORACION CONTEMPLATIVA

 1. Según Santa Teresa de Jesús:

Santa Teresa de Jesús refiere siete niveles, "Siete Moradas", en el camino de oración que es para ella la "historia de amistad con Dios", que van desde la conversión inicial en que comienza el trato con Dios, pasando por la ORACION DE UNION en la que la voluntad del orante y la de Dios son una sola, y culminando en el MATRIMONIO ESPIRITUAL, o sea, la unión total del alma con Dios, que bien la describe San Pablo: "Vivo ya no yo, sino es Cristo quien vive en mí" (Gal.2, 20). Estos niveles que Santa Teresa distingue y que varían según haya mayor, menor o ninguna intervención de las potencias del alma (voluntad, entendimiento y memoria) son los siguientes:

Trato inicial con Dios.

Oración de recogimiento.

Oración de quietud.

Sosiego de potencias.

Oración de unión.

Desposorio espiritual.

Matrimonio espiritual.

 2. Según otros autores espirituales:

Otros escritores espirituales han descrito este camino de santificación en formas análogas: La Subida al Monte Carmelo de San Juan de la Cruz tiene tres etapas; doce son los peldaños de la escalera de la Humildad de San Benito; tres las etapas del desarrollo del hombre (infancia, adolescencia y madurez) de Sto. Tomás de Aquino. Un autor espiritual más reciente, Reginald Garrigou-Lagrange, o.p. (cfr. "Las Tres Etapas de la Vida Interior", 1944) toma de todos y basándose en el Evangelio, describe la vida espiritual también en tres etapas, cada una precedida de un momento de crisis o transición que denomina "conversión".

 Las diferentes etapas no deben tomarse rígidamente, pues pueden darse características propias de una de las fases en alguna otra. Pueden también darse momentos de avance considerable o de regresiones a etapas anteriores. Se utiliza la división sólo como una herramienta para poder describir este complejo proceso del que sólo Dios y el alma son autores y que varía de una persona a otra, según los designios divinos y la fidelidad de la persona en su respuesta a la gracia.

Tanto Santa Teresa de Jesús, como San Juan de la Cruz, ambos Doctores de la Iglesia y de quien el Papa Juan Pablo II dijo que en ellos veneraba a los maestros espirituales de su vida interior, asocian los diferentes grados de oración contemplativa (camino de oración) con el camino de la santificación.

 Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

Tiempo Ordinario

El tiempo del Año litúrgico que no tiene un carácter propio (Adviento Navidad, Cuaresma y Pascua) recibe el nombre de Tiempo ordinario, que abarca 33 ó 34 semanas. Comienza el lunes siguiente al domingo posterior al 6 de enero (Epifanía) y dura hasta el martes anterior al Miércoles de Ceniza. Ahí se interrumpe para reiniciarse desde el lunes siguiente a Pentecostés hasta las vísperas del primer domingo de Adviento. La vida cristiana es sencilla, no se necesitan cosas extrañas o difíciles; basta poner a Jesús en el centro de nuestras elecciones cotidianas.

11 de JUNIO: SAN BERNABÉ

 A pesar de que San Bernabé no fue uno de los doce elegidos por Jesucristo, es considerado Apóstol por los primeros padres de la Iglesia, aún por San Lucas, a causa de la misión especial que le confió el Espíritu Santo y de su activa tarea apostólica.

Bernabé era un judío de la tribu de Leví, había nacido en Chipre; su nombre original era el de José, pero los Apóstoles lo cambiaron al de Bernabé que significa ‘hombre esforzado’. Se le menciona en las Sagradas Escrituras, en el cuarto capítulo de los Hechos de los Apóstoles; se menciona la venta de sus propiedades. El Santo fue elegido para llevar el Evangelio a Antioquía, instruir y guiar a los neófitos. Para esta misión obtuvo la cooperación de San Pablo. Los dos predicadores obtuvieron gran éxito; Antioquía se convirtió en el gran centro de evangelización y fue ahí donde, por primera vez, se dio el nombre de Cristianos, a los fieles seguidores de Cristo. Alrededor del año 60 ó 61, San Bernabé ya había muerto. Se dice que fue apedrado hasta morir en Salamina. Otra tradición nos lo presenta como predicador en Alejandría y en Roma y además como primer obispo de Milán.

 

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