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NECESARIO ORAR, SIEMPRE, SIN DESAFALLECER
Queridos
hermanos:
Escuchamos en
el Evangelio de este domingo que Jesús “decía una parábola para enseñarles
que es necesario orar siempre, sin desfallecer.” (Lc 18,1). Y nos
ofrece la parábola de la viuda importuna.
En el combate
contra los amalecitas que atacan por la espalda aparecen diversas dificultades
y obstáculos:
1. El cansancio
que fatiga nuestro seguimiento del Señor y nos hace bajar los brazos y dejar la
oración que suplica y grita al Señor.
2. La soledad
es otra dificultad. Moisés se cansó de tener los brazos levantados, pero
encontró el apoyo del otro. “Con la ayuda de los hermanos nuestra oración puede
continuar, hasta que el Señor concluya su obra.” (Francisco. Homilía.
Domingo 16 de octubre de 2016). Moisés tuvo la ayuda de Aarón y de Jur en la
montaña y de Josué y el resto de los israelitas que combatían en el valle
contra los amalecitas. La viuda del Evangelio estaba sola. Esa viuda es la Iglesia
orante que persevera sin desfallecer. “Cada uno de nosotros se cansa. Pero no
estamos solos, hacemos parte de un Cuerpo. Somos miembros del Cuerpo de Cristo,
la Iglesia, cuyos brazos se levantan al cielo día y noche gracias a la
presencia de Cristo resucitado y de su Espíritu Santo. Y sólo en la Iglesia y
gracias a la oración de la Iglesia podemos permanecer firmes en la fe y en el
testimonio.” (Francisco. Homilía. Domingo 16 de octubre de 2016).
3. El
desaliento que viene de la sequedad de la oración. La victoria en la batalla
ante Amalec o ante el juez injusto por causa del adversario, es larga. Y
desabrida. Con poco sabor o sustancia. Incluso desagradable en muchos momentos.
Dan ganas de abandonar. Pero es cuando hemos de recordar la Palabra de Dios y
la fuerza del Espíritu Santo para no desfallecer. La virtud de la esperanza ha
de emplearse aquí con todo su dinamismo, pues la esperanza: “protege del
desaliento; sostiene en todo desfallecimiento; dilata el corazón en la espera
de la bienaventuranza eterna” (Catecismo 1818). Si Moisés o la viuda no hubieran tenido esperanza en la
insistencia de su oración hubieran tirado la toalla.
4. La inercia y la pereza pueden dificultar
descubrir la necesidad de la oración para reconquistar la fuerza del amor a Dios
y al prójimo. Quizá no somos conscientes de la gravedad de la situación. El
amor vencerá, pero ante la injusticia o la maldad o la indiferencia ¿nos
encontrará con un amor humilde, confiado y perseverante,
como un ardor incansable? “Contra nuestra inercia y nuestra pereza,
el combate de la oración es el del amor humilde, confiado y perseverante” (Catecismo 2742)
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, Jesús decía una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».
Palabra del Señor.
LA VIUDA IMPORTUNA
2613 S. Lucas nos ha trasmitido tres parábolas principales sobre la oración:
La primera, "el amigo importuno" (cf Lc 11, 5-13), invita a una oración insistente: "Llamad y se os abrirá". Al que ora así, el Padre del cielo "le dará todo lo que necesite", y sobre todo el Espíritu Santo que contiene todos los dones.
La segunda, "la viuda importuna" (cf Lc 18, 1-8), está centrada en una de las cualidades de la oración: es necesario orar siempre, sin cansarse, con la paciencia de la fe. "Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará fe sobre la tierra?".
La tercera parábola, "el fariseo y el publicano" (cf Lc 18, 9-14), se refiere a la humildad del corazón que ora. "Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador". La Iglesia no cesa de hacer suya esta oración: "¡Kyrie eleison!".
2621 En su enseñanza, Jesús instruye a sus discípulos para que oren con un corazón purificado, una fe viva y perseverante, una audacia filial. Les insta a la vigilancia y les invita a presentar sus peticiones a Dios en su Nombre. Él mismo escucha las plegarias que se le dirigen.
“Al inicio de la celebración eucarística de hoy hemos dirigido al Señor esta oración: «Crea en nosotros un corazón generoso y fiel, para que te sirvamos siempre con fidelidad y pureza de espíritu» (Oración Colecta).
Nosotros solos no somos capaces de alcanzar un corazón así, sólo Dios puede hacerlo, y por eso lo pedimos en la oración, lo imploramos a él como don, como «creación» suya. De este modo, hemos sido introducidos en el tema de la oración, que está en el centro de las Lecturas bíblicas de este domingo y que nos interpela también a nosotros, (…)
Orar, por tanto, como Moisés, que fue sobre todo hombre de Dios, hombre de oración. Lo contemplamos hoy en el episodio de la batalla contra Amalec, de pie en la cima del monte con los brazos levantados; pero, en ocasiones, dejaba caer los brazos por el peso, y en esos momentos al pueblo le iba mal; entonces Aarón y Jur hicieron sentar a Moisés en una piedra y mantenían sus brazos levantados, hasta la victoria final.
Este es el estilo de vida espiritual que nos pide la Iglesia: no para vencer la guerra, sino para vencer la paz.
En el episodio de Moisés hay un mensaje importante: el compromiso de la oración necesita del apoyo de otro. El cansancio es inevitable, y en ocasiones ya no podemos más, pero con la ayuda de los hermanos nuestra oración puede continuar, hasta que el Señor concluya su obra.
San Pablo, escribiendo a su discípulo y colaborador Timoteo le recomienda que permanezca firme en lo que ha aprendido y creído con convicción (cf. 2 Tm 3,14). Pero tampoco Timoteo no podía hacerlo solo: no se vence la «batalla» de la perseverancia sin la oración. Pero no una oración esporádica e inestable, sino hecha como Jesús enseña en el Evangelio de hoy: «Orar siempre sin desanimarse» (Lc 18,1). Este es el modo del obrar cristiano: estar firmes en la oración para permanecer firmes en la fe y en el testimonio. Y de nuevo surge una voz dentro de nosotros: «Pero Señor, ¿cómo es posible no cansarse? Somos seres humanos, incluso Moisés se cansó». Es cierto, cada uno de nosotros se cansa. Pero no estamos solos, hacemos parte de un Cuerpo. Somos miembros del Cuerpo de Cristo, la Iglesia, cuyos brazos se levantan al cielo día y noche gracias a la presencia de Cristo resucitado y de su Espíritu Santo. Y sólo en la Iglesia y gracias a la oración de la Iglesia podemos permanecer firmes en la fe y en el testimonio.
Hemos escuchado la promesa de Jesús en el Evangelio: Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche (cf. Lc 18,7). Este es el misterio de la oración: gritar, no cansarse y, si te cansas, pide ayuda para mantener las manos levantadas. Esta es la oración que Jesús nos ha revelado y nos ha dado a través del Espíritu Santo. Orar no es refugiarse en un mundo ideal, no es evadir a una falsa quietud. Por el contrario, orar y luchar, y dejar que también el Espíritu Santo ore en nosotros. Es el Espíritu Santo quien nos enseña a rezar, quien nos guía en la oración y nos hace orar como hijos.
Los santos son hombres y mujeres que entran hasta el fondo del misterio de la oración. Hombres y mujeres que luchan con la oración, dejando al Espíritu Santo orar y luchar en ellos; luchan hasta el extremo, con todas sus fuerzas, y vencen, pero no solos: el Señor vence a través de ellos y con ellos. (Los santos) han combatido con la oración la buena batalla de la fe y del amor. Por ello han permanecido firmes en la fe con el corazón generoso y fiel. Que, con su ejemplo y su intercesión, Dios nos conceda también a nosotros ser hombres y mujeres de oración; gritar día y noche a Dios, sin cansarnos; dejar que el Espíritu Santo ore en nosotros, y orar sosteniéndonos unos a otros para permanecer con los brazos levantados, hasta que triunfe la Misericordia Divina.” (Francisco. Homilía. Domingo 16 de octubre de 2016)
PARA QUÉ UN SÍNODO
EN ESTOS MOMENTOS
“Para fortalecer y avivar nuestra fe como fieles testigos de Dios vivo y de su Hijo Jesucristo, para vivir esa fe cada vez con mayor vigor y ser capaces de comunicarla a los demás con fuerza y alegría.”
CUAL ES LA SITUACIÓN EN LA QUE VIVIMOS
“Vivimos tiempos recios en un mundo en que se padece el olvido de Dios, el silencio de Dios, se vive como si Dios no existiera, la práctica dominical como signo elocuente de lo que sucede ha descendido muchísimo, se echa en falta la presencia de cristianos en la vida pública y crece la apostasía silenciosa de muchos cristianos, cierta pasividad ante los que sufren está ahí, el individualismo se apodera de todos también de los cristianos, hay una debilidad evangelizadora en las comunidades cristianas, y una quiebra moral sobre todo en los países de Occidente. La fuerza del relativismo se impone por doquier... “
Oración del Mes Misionero Extraordinario
Padre nuestro, tu Hijo Unigénito Jesucristo resucitado de entre los muertos encomendó a sus discípulos el mandato de "id y haced discípulos a todas las gentes". Tú nos recuerdas que a través de nuestro bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia. Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenosla gracia de ser testigos del Evangelio, valientes y tenaces, para que la misión encomendada a la Iglesia, que aún está lejos de ser completada, pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces que traigan vida y luz al mundo. Ayúdanos a hacer que todos los pueblos puedan experimentar el amor salvífico y la misericordia de Jesucristo, Él que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos
“Bautizados y enviados”. El Domund se mantiene en la estela del tema “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo”, propuesto por el papa Francisco para la celebración del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019, a los cien años del gran documento misionero de Benedicto XV Maximum illud.
“Bautizados y enviados”. El Domund se mantiene en la estela del tema “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo”, propuesto por el papa Francisco para la celebración del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019, a los cien años del gran documento misionero de Benedicto XV Maximum illud.
El lema lo explica con claridad el presidente de las OMP, Mons. Dal Toso: “En el bautismo hemos recibido la vida divina, y, gracias a eso, somos profetas, es decir, anunciadores del misterio de Cristo, por Él enviados”. Nos situamos, pues, en el punto de partida de nuestro envío al mundo: como la Iglesia es misionera por naturaleza, así nosotros somos misioneros por nuestro bautismo.
Con motivo de la visita de las reliquias de santa Bernardette Soubirous a Valencia se han organizado diversos actos.
Con motivo de la visita de las reliquias de santa Bernardette Soubirous a Valencia se han organizado diversos actos.
Os proponemos el siguiente:
Martes 22 de octubre
16.30: Salida en bus a Valencia
18.00: Rosario meditado en la catedral
19.00: santa misa en la catedral de Valencia presidida por el arzobispo
20.00: procesión de antorchas
Al finalizar regreso a Gandía
(Siempre que haya número suficiente de personas para el bus)
1. Catequesis parroquial
Catequesis del Buen Pastor (3-5 años):
Inicio el sábado 19 de octubre a las 16.30 h..
Catequesis de Jesús es el Señor (de comunión):
Los sábados a las 16.30 h.
Catequesis de Confirmación (9-11 años):
Los viernes a las 18.00 h.
Catequesis de Postconfirmación (12-18 años):
Los viernes a las 20.00 h.
Habrá reunión con los padres del segundo curso de Jesús es el Señor el sábado 19 de octubre a las 16.45 h. y con los de primero el sábado 26 de octubre a la misma hora.
2. CURSILLOS PREMATRIMONIALES
En la parroquia de San Francisco de Borja de Gandía los lunes y jueves a las 21.00 h.
3. Semana Personas sin hogar. Del 21 al 27 de octubre:
LUNES 21, presentaremos los datos de sinhogarimo en Gandia en rueda de prensa, así como el objetivo y el mensaje de la campaña de este año.
Al igual que el año pasado, colgaremos bufandas en el mobiliario urbano de Gandia para visibilizar a las personas que viven en la calle. A la iniciativa, este año, se suma la Cooperativa Comercial Centre Històric, que también pondrá bufandas en sus escaparates durante toda la semana.
MARTES 22, Vigilia de Oración por las personas sin hogar en las Clarissas a las 20.30 horas
JUEVES 24, Flashmob en la plaza del Ayuntamiento a las 12 del mediodía con lectura de manifiesto, testimonio y colgada de cartel
Del 21 al 27 de octubre de 2019
Lunes 21. 19.30 h.: En sufragio de: Agustín Martínez García.
Martes 22. San Juan Pablo II, Papa. 19.30 h.: En sufragio de: José y Nicomedes Peiró Bolta; Ana Tulia Ramírez Medina. Miércoles 23. San Juan de Capistrano, presbítero. 19.30 h.: En sufragio de: José Antonio Cabanilles.
Jueves 24. San Antonio Mª Claret, obispo. 19.30 h.: En sufragio de: Francisco Rodríguez Melis.
Viernes 25. 19.30 h.: En sufragio de: José y Ester.
Sábado 26. Por la tarde: DOMINGO TREINTA DEL TIEMPO ORDINARIO. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: En sufragio de: José y Nicomedes Peiró Bolta. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 27. DOMINGO TREINTA DEL TIEMPO ORDINARIO. 10.00 h.: En sufragio de: Pepita Catalá Climent y Enrique. Por las almas del purgatorio. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: En sufragio de: José y Nicomedes Peiró Bolta.
A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. En muchas de las ocasiones se acompaña de una ofrenda para el sacerdote llamada estipendio. Les invitamos a solicitar en el despacho la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.
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Puedes descargar la Hoja Parroquial:
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