Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Queridos
hermanos:
Celebramos este domingo la fiesta del Bautismo
del Señor.
Jesús, al entrar en las aguas del Jordán a ser
bautizado por Juan acepta e inaugura “su misión de Siervo doliente” (…)
es decir, se somete enteramente a la voluntad de su Padre: por amor acepta el
bautismo de muerte para la remisión de nuestros pecados”. (Catecismo nº 536).
Dice el papa Benedicto XVI cuando habla del
bautismo del Señor a la luz del icono que utiliza la iglesia oriental: “La iconografía recoge estos paralelismos. El icono del bautismo de Jesús
muestra el agua como un sepulcro líquido que tiene la forma de una cueva
oscura, que a su vez es la representación iconográfica del Hades, el
inframundo, el infierno. El descenso de Jesús a este sepulcro líquido, a este
infierno que le envuelve por completo, es la representación del descenso al
infierno. (…) El sacramento —el Bautismo— aparece así como una participación en
la lucha transformadora del mundo emprendida por Jesús en el cambio de vida que
se ha producido en su descenso y ascenso.”(Jesus de Nazaret).
El Papa
Francisco dedicó una catequesis a hablar del Bautismo y decía entre otras
cosas: “La Pascua de Cristo, con su carga de novedad, nos alcanza a través del
bautismo para transformarnos a su imagen: los bautizados son de Jesucristo, es
Él el Señor de su existencia.”
“En virtud del
Espíritu Santo, el bautismo nos sumerge en la muerte y resurrección del Señor,
ahogando en la fuente bautismal al hombre viejo, dominado por el pecado que
separa de Dios y haciendo nacer al hombre nuevo, recreado en Jesús. En Él,
todos los hijos de Adán están llamados a una vida nueva. El bautismo es un
renacimiento.”
“Aquellos de
vosotros que no os acordéis de la fecha del bautismo, que pregunten a la madre,
a los tíos, a los sobrinos, preguntad: «¿Tú sabes cuál es la fecha de mi
bautismo?» y no la olvidéis nunca. Y ese día agradeced al Señor, porque es
precisamente el día en el que Jesús entró en mí, el Espíritu Santo entró en mí.
... Todos debemos saber la fecha de nuestro bautismo. Es otro cumpleaños: el
cumpleaños del renacimiento. No os olvidéis de hacer esto, por favor.”
“Las promesas
bautismales que cada año renovamos en la Vigilia Pascual deben ser reiniciadas
cada día para que el bautismo «cristifique»: no debemos tener miedo de esta
palabra; el bautismo nos «cristifica», quien ha recibido el bautismo y va
«cristificado». Se asemeja a Cristo, se transforma en Cristo y lo convierte
verdaderamente en otro Cristo.” (Audiencia general. 11-4-2018).
Jesús, vuestro
párroco
+ Lectura del santo evangelio
según san Lucas 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías;
Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».
Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo:
«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».
Palabra del Señor.
168 Por medio de la Iglesia recibimos la fe y la vida nueva en Cristo por el bautismo. En el Ritual Romano, el ministro del bautismo pregunta al catecúmeno: "¿Qué pides a la Iglesia de Dios?" Y la respuesta es: "La fe". "¿Qué te da la fe?" "La vida eterna".
536 El bautismo de Jesús es, por su parte, la aceptación y la inauguración de su misión de Siervo doliente. Se deja contar entre los pecadores (cf. Is 53, 12); es ya "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn 1, 29); anticipa ya el "bautismo" de su muerte sangrienta (cf Mc 10, 38; Lc 12, 50). Viene ya a "cumplir toda justicia" (Mt 3, 15), es decir, se somete enteramente a la voluntad de su Padre: por amor acepta el bautismo de muerte para la remisión de nuestros pecados (cf. Mt 26, 39). A esta aceptación responde la voz del Padre que pone toda su complacencia en su Hijo (cf. Lc 3, 22; Is 42, 1). El Espíritu que Jesús posee en plenitud desde su concepción viene a "posarse" sobre él (Jn 1, 32-33; cf. Is 11, 2). De él manará este Espíritu para toda la humanidad. En su bautismo, "se abrieron los cielos" (Mt 3, 16) que el pecado de Adán había cerrado; y las aguas fueron santificadas por el descenso de Jesús y del Espíritu como preludio de la nueva creación.
537 Por el bautismo, el cristiano se asimila sacramentalmente a Jesús que anticipa en su bautismo su muerte y su resurrección: debe entrar en este misterio de rebajamiento humilde y de arrepentimiento, descender al agua con Jesús, para subir con él, renacer del agua y del Espíritu para convertirse, en el Hijo, en hijo amado del Padre y "vivir una vida nueva" (Rm 6, 4):
“En este domingo después de la Epifanía celebramos el Bautismo de Jesús, y hacemos memoria grata de nuestro Bautismo. (…)
El Evangelio nos presenta a Jesús, en las aguas del río Jordán, en el centro de una maravillosa revelación divina. Escribe san Lucas: «Cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”» (Lc 3, 21-22). De este modo Jesús es consagrado y manifestado por el Padre como el Mesías salvador y liberador. En este evento —testificado por los cuatro Evangelios— tuvo lugar el pasaje del bautismo de Juan Bautista, basado en el símbolo del agua, al Bautismo de Jesús «en el Espíritu Santo y fuego». De hecho, el Espíritu Santo en el Bautismo cristiano es el artífice principal: es Él quien quema y destruye el pecado original, restituyendo al bautizado la belleza de la gracia divina; es Él quien nos libera del dominio de las tinieblas, es decir, del pecado y nos traslada al reino de la luz, es decir, del amor, de la verdad y de la paz: este es el reino de la luz. ¡Pensemos a qué dignidad nos eleva el Bautismo! «Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!» (1 Jn 3, 1), exclama el apóstol Juan. Tal estupenda realidad de ser hijos de Dios comporta la responsabilidad de seguir a Jesús, el Siervo obediente, y reproducir en nosotros mismos sus rasgos, es decir: es decir, mansedumbre, humildad y ternura. Sin embargo, esto no es fácil, especialmente si entorno a nosotros hay mucha intolerancia, soberbia, dureza. ¡Pero con la fuerza que nos llega del Espíritu Santo es posible! El Espíritu Santo, recibido por primera vez el día de nuestro Bautismo, nos abre el corazón a la Verdad, a toda la Verdad. El Espíritu empuja nuestra vida hacia el camino laborioso pero feliz de la caridad y de la solidaridad hacia nuestros hermanos. El Espíritu nos dona la ternura del perdón divino y nos impregna con la fuerza invencible de la misericordia del Padre. No olvidemos que el Espíritu Santo es una presencia viva y vivificante en quien lo acoge, reza con nosotros y nos llena de alegría espiritual.
Hoy, fiesta del Bautismo de Jesús, pensemos en el día de nuestro Bautismo. Todos nosotros hemos sido bautizados, agradezcamos este don. Y os hago una pregunta: ¿Quién de vosotros conoce la fecha de su Bautismo? Seguramente no todos. Por eso, os invito a ir a buscar la fecha preguntando por ejemplo a vuestros padres, a vuestros abuelos, a vuestros padrinos, o yendo a la parroquia. Es muy importante conocerla porque es una fecha para festejar: es la fecha de nuestro renacimiento como hijos de Dios. Por eso, los deberes para esta semana: ir a buscar la fecha de mi Bautismo. Festejar este día significa reafirmar nuestra adhesión a Jesús, con el compromiso de vivir como cristianos, miembros de la Iglesia y de una humanidad nueva, en la cual todos somos hermanos. Que la Virgen María, primera discípula de su Hijo Jesús, nos ayude a vivir con alegría y fervor apostólico nuestro Bautismo, acogiendo cada día el don del Espíritu Santo, que nos hace hijos de Dios.” (Francisco. Ángelus. 10-1-2016).
Las Comadronas
Señor, que verdaderamente te has hecho hombre con todas sus consecuencias, que has participado de nuestra naturaleza hasta el punto de necesitar ser lavado por unas comadronas.
Señor, las dos comadronas, (según la tradición apócrifa que refleja el icono de la Natividad), fueron buscadas por San José entre las comadronas hebreas. Y ambas dieron testimonio de tu nacimiento virginal:
Una de ellas es Zelomí, testigo del resplandor de luz que inunda la cueva en el momento de tu nacimiento y de la virginidad de María.
La otra mujer es Salomé, que duda ante tu nacimiento virginal, que tras tocar a María para comprobarlo su mano se seca y es curada al tocarte.
Señor Jesús, Hijo de Dios, que te has hecho “Hijo del Hombre” al encarnarte en el seno de María, y al nacer has sido bañado, prefigurando el bautismo.
Te bendecimos por el sacramento del Bautismo que nos introduce en un nuevo nacimiento del agua y del Espíritu que nos une a Ti, a tu Vida y a tus misterios.
Tu nacimiento como hombre, tu Navidad, es anticipo del nuestro bautismo que nos hace hijos de Dios, nos sepulta contigo en tu muerte, muerte al pecado, y nos hace resurgir como nuevas creaturas y vivir para Dios.
Concédenos profundizar en nuestro bautismo, de tal forma que saque toda su potencialidad, que la luz de tu gracia crezca día a día en nuestros corazones para que comprendamos mejor la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha hecho renacer y de la sangre que nos ha redimido.
Que tu Santo Espíritu nos abra la esperanza de los cielos abiertos, y continuamente testimonie en nuestros corazones que somos hijos adoptivos del Padre, hermanos tuyos y Tú nuestro hermano mayor, y que avive continuamente el deseo de tu venida gloriosa.
Que tu Santo Espíritu haga de nosotros siervos humildes y obedientes, dóciles a tu Palabra, en salida misionera, testigos del fuego de tu amor que quieres prender en los corazones.
“Pido que no tengamos reserva sobre el Camino Neocatecumenal que, ciertamente, es un carisma del Espíritu a la Iglesia en estos tiempos para la reiniciación cristiana: no es el camino, pero sí que es un camino, al que habremos de ayudar o cuando menos no podemos obstaculizar. Caben, por supuesto, y habrá que crearlos, secundando la acción del Espíritu, otros caminos de reiniciación cristiana: pero lo que no podemos es quedarnos cruzados de brazos o agarrotados.” (Nuestro Arzobispo D. Antonio Cañizares. Plan Diocesano de Pastoral Evangelizadora).
Hermosa y valorada oportunidad para que redescubrir la belleza de nuestro bautismo.
Las catequesis serán los martes y jueves a las 8.30 noche, entrando por la calle Ciudad de Laval a partir del martes 15 de enero. Habrá servicio de guardería para los que tengan niños pequeños.
El próximo domingo 20 de enero la Iglesia celebra la Infancia Misionera, con el lema: “Con Jesús, a Belén ¡Qué buena noticia!”.
La Infancia Misionera es una Institución de la Iglesia universal para promover la ayuda recíproca entre los niños del mundo. Nació como una iniciativa humilde, integrada por un grupo de niños a quienes se pedía sencillamente una avemaría al día y una pequeña limosna al mes. Actualmente colaboran niños, procedentes de más de 130 países.
La colecta de la misa con niños del sábado 19 de enero irá destinada a este fin.
Durante este mes de enero les invitamos a colaborar con la infancia misionera del Domund aportando `céntimos rojos´, es decir, monedas de 1, 2 y 5 céntimos. Traedlas en bolsitas. Gracias.
1. Se celebrará una Eucaristía en Acción de Gracias en la iglesia de San Roque, el domingo 13 de enero, a les 12.00 h., con motivo de la despedida de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada que durante más de 140 años han estado en esta que fue su primera fundación.
2. El Domingo 20 de enero a las 18.00 h. tendrá lugar en la Iglesia del Beato la Presentación de los Misioneros Siervos del Señor que son una fundación del Brasil.
3. CURSO BÁSICO DE VOLUNTARIADO DE CÁRITAS:
Seis sesiones: 4, 6, 11, 13, 18, y 20 de febrero a las 20.00 h. En calle Duque Carlos 15, 1er piso. Inscripción previa:
Caritasinterparroquial.gandia@gmail.com
600454258 (Por whatsapp).
4. Reunión del equipo de Pastoral de la Salud: lunes 14 a las 10.15 h.
5. Formación arciprestal de catequistas: el lunes 21 de enero a las 17.30 y a las 20.15 h. con el tema: la catequesis como gestación y la fatiga del catequista.
Del 14 al 20 de enero de 2019
COMIENZA EL TIEMPO ORDINARIO ANTES DE CUARESMA
Comienza hacerse uso del Tomo III de la Liturgia de las Horas
Lunes 14. Fiesta de San Juan de Ribera, obispo. 19.30 h.: Sin intención.
Martes 15. 19.30 h.: En sufragio de: Mercedes Rovira Morant; Martina Ramírez Jiménez.
Miércoles 16. Beata Juana Mª Condesa Lluch, virgen. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 17. San Antonio, Abad. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 18. 19.30 h.: Sin intención.
Del 18 al 25 de enero se celebra el octavario de preces por la unión de los cristianos.
Sábado 19. Por la tarde: SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención.
21.00 h.: Sin intención.
Domingo 20. SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí-Sanchis.
Puedes descargar la Hoja Parroquial:
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