Parroquia de Sant Francesc de Borja
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Domingo 3 de agosto de 2014
Queridos hermanos:
El Evangelio de este domingo describe el milagro de la multiplicación de los panes, que Jesús realiza para una multitud de personas que lo seguían para escucharlo y ser curados de diversas enfermedades (cf. Mt 14, 14). Al atardecer, los discípulos sugieren a Jesús que despida a la multitud, para que puedan ir a comer. Pero el Señor tiene en mente otra cosa: «Dadles vosotros de comer» (Mt 14, 16). Ellos, sin embargo, no tienen «más que cinco panes y dos peces». Jesús entonces realiza un gesto que hace pensar en el sacramento de la Eucaristía: «Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos, y los discípulos se los dieron a la gente» (Mt 14, 19). El milagro consiste en compartir fraternamente unos pocos panes que, confiados al poder de Dios, no sólo bastan para todos, sino que incluso sobran, hasta llenar doce canastos. El Señor invita a los discípulos a que sean ellos quienes distribuyan el pan a la multitud; de este modo los instruye y los prepara para la futura misión apostólica: en efecto, deberán llevar a todos el alimento de la Palabra de vida y del Sacramento.
En este signo prodigioso se entrelazan la encarnación de Dios y la obra de la redención. Jesús, de hecho, «baja» de la barca para encontrar a los hombres. El Señor nos da aquí un ejemplo elocuente de su compasión hacia la gente. Esto nos lleva a pensar en tantos hermanos y hermanas que en estos días, en Oriente Medio e Irak, sufren las dramáticas consecuencias de la carestía, agravadas por la guerra y por la falta de instituciones sólidas. Cristo está atento a la necesidad material, pero quiere dar algo más, porque el hombre siempre «tiene hambre de algo más, necesita algo más» (Jesús de Nazaret, Madrid 2007, p. 315). En el pan de Cristo está presente el amor de Dios; en el encuentro con él «nos alimentamos, por así decirlo, del Dios vivo, comemos realmente el “pan del cielo”» (ib., p. 316). Queridos amigos, «en la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. Nace así, en torno al Misterio eucarístico, el servicio de la caridad para con el prójimo» (Sacramentum caritatis, 88).
Confiemos a la Virgen María nuestra oración, para que abra nuestro corazón a la compasión hacia el prójimo y al compartir fraterno.
Arturo vuestro vicario
Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 13-21
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.» Jesús les replicó: - «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.» Ellos le replicaron: - «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.» Les dijo: - «Traédmelos.»
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tornando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor.
EL NOMBRE DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA
1328 La riqueza inagotable de este sacramento se expresa mediante los distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca alguno de sus aspectos. Se le llama:
–Eucaristía porque es acción de gracias a Dios. Las palabras "eucharistein" (Lc 22,19; 1 Co 11,24) y "eulogein" (Mt 26,26; Mc 14,22) recuerdan las bendiciones judías que proclaman -sobre todo durante la comida- las obras de Dios: la creación, la redención y la santificación.
1329 –Banquete del Señor (cf 1 Co 11,20) porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión y de la anticipación del banquete de bodas del Cordero (cf Ap 19,9) en la Jerusalén celestial.
–Fracción del pan porque este rito, propio del banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia (cf Mt 14,19; 15,36; Mc 8,6.19), sobre todo en la última Cena (cf Mt 26,26; 1 Co 11,24). En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su resurrección (Lc 24,13-35), y con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas eucarísticas (cf Hch 2,42.46; 20,7.11). Con él se quiere significar que todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en él (cf 1 Co 10,16-17).
–Asamblea eucarística (synaxis), porque la Eucaristía es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión visibl e de la Iglesia (cf 1 Co 11,17-34).
1335 Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29).
EL NOMBRE DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA
1328 La riqueza inagotable de este sacramento se expresa mediante los distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca alguno de sus aspectos. Se le llama:
–Eucaristía porque es acción de gracias a Dios. Las palabras "eucharistein" (Lc 22,19; 1 Co 11,24) y "eulogein" (Mt 26,26; Mc 14,22) recuerdan las bendiciones judías que proclaman -sobre todo durante la comida- las obras de Dios: la creación, la redención y la santificación.
1329 –Banquete del Señor (cf 1 Co 11,20) porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión y de la anticipación del banquete de bodas del Cordero (cf Ap 19,9) en la Jerusalén celestial.
–Fracción del pan porque este rito, propio del banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia (cf Mt 14,19; 15,36; Mc 8,6.19), sobre todo en la última Cena (cf Mt 26,26; 1 Co 11,24). En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su resurrección (Lc 24,13-35), y con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas eucarísticas (cf Hch 2,42.46; 20,7.11). Con él se quiere significar que todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en él (cf 1 Co 10,16-17).
–Asamblea eucarística (synaxis), porque la Eucaristía es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión visibl e de la Iglesia (cf 1 Co 11,17-34).
1335 Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29).
En la muerte del Señor se ha realizado el destino del grano de trigo (Jn 12, 24). Si éste no cae a tierra queda solo; pero si cae en la tierra y muere produce gran fruto. Todavía nos alimentamos de este fruto del grano de trigo muerto: el pan de la eucaristía es la comunicación inagotable del amor de Jesucristo, suficientemente rico para saciar el hambre de todos los siglos y que, naturalmente, exige también nuestra cooperación en favor de esta multiplicación de los panes. El par de panes de cebada de nuestra vida puede parecer inútil, pero el Señor los necesita y los exige.
Los sacramentos de la Iglesia son, como ella misma, frutos del grano de trigo muerto. El recibirlos exige de nosotros que nos introduzcamos en ese movimiento del que ellos proceden. Exige de nosotros ese perderse a sí mismo, sin el que es imposible encontrarse: «El que quiera guardar su vida la perderá; pero el que quiera perderla por mí y por el evangelio, la encontrará». Estas palabras del Señor son la fórmula fundamental de la vida cristiana.
En definitiva, creer no es otra cosa que decir sí a esta santa aventura del perderse, lo que en su núcleo más íntimo se reduce al amor verdadero. De esta forma, la vida cristiana adquiere todo su esplendor a partir de la cruz de Jesucristo; y la apertura cristiana al mundo, de la que tanto oímos hablar hoy día, sólo puede encontrar su verdadera imagen en el costado abierto del Señor, expresión de aquel amor radical que es el único que puede salvarnos. (J. RATZINGER. HE AQUI EL MADERO DE LA CRUZ Meditaciones para el viernes santo).
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Después del bautismo ayunó y fue tentado. "Pudo no padecer hambre, pero entonces ¿cómo hubiera sido tentado? Y si El no hubiese vencido al tentador, ¿dónde ibas tú a aprender a luchar con el diablo?" Contemplemos la primera tentación. Cristo pudo convertir las piedras en pan ¿No fueron sus manos fuentes de pan el día de la multiplicación? ¿No nos lo da a diario, sin que apreciemos esta cotidiana maravilla, precisamente por su uso de cada día? ¿No podía haber hecho incluso de las piedras hijos de Abrahán? (Mt. 3,9). "¿Por qué, pues, no lo hizo? Para que aprendieras a contestar al tentador, y si alguna vez en medio de tus apuros le vieses acercarse y sugerirte. Si eres cristiano, si perteneces a Cristo, ¿por qué te abandona? ¿No debe acudir en tu ayuda?, tú sepas contestarle: ¡También el médico saja y parece que maltrata, pero no hace daño!" Podría creerse que se olvidaba de San Pablo, pero no le abandonaba, cuando, no queriendo curarle sus padecimientos, le garantizaba la asistencia de la gracia suficiente (2 Co 12,7-9). (San Agustín. Enarrat. in Ps. 90,6 y 7: PL 36,1165).
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En forma habitual el maestro duerme mientras que el esclavo vigila. Pero cuando Israel salió de Egipto “no duerme ni reposa el guardián de Israel” (Ps 121, 4 [Dios no se comporta como un hombre que cuando compra un esclavo es para que le preparare los alimentos y cuide al amo. Dios ha adquirido el esclavo /Israel para alimentarlo y cuidarlo]) PRK Pesiqta de Rab Kahana 11, 8. De la misma manera Jesús servirá: multiplicación de los panes, lavatorio de los pies, da agua que sacia la sed para siempre, es la Luz y el Camino, etc.
"Exhorto a las partes interesadas y a todos los que tienen responsabilidad política a nivel local e internacional a no ahorrar la oración y algún esfuerzo para hacer cesar cualquier hostilidad y lograr la paz deseada por el bien de todos. Invito a todos a unirse en la oración. Ahora Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones y danos el coraje de decir: 'Nunca más la guerra', 'Con la guerra todo es destruido'". Infunde en nosotros el coraje de hacer gestos concretos para construir la paz" y "haznos disponibles a escuchar el grito de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros miedos en confianza y nuestras tensiones en perdón". (Francisco I, Ángelus 27 de julio 2014)
El papa Francisco ha renovado este domingo su llamamiento a la paz, teniendo especialmente presente Oriente Medio, Irak y Ucrania. Lo ha hecho al finalizar la oración del ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico.
Queridos hermanos y hermanas,
mañana se cumple el centésimo aniversario del inicio de la Primera Guerra Mundial, que causó millones de víctimas e inmensas destrucciones. Tal conflicto, que el papa Benedicto XV definió como una "masacre inútil", terminó, después de cuatro largos años, en una paz más frágil. Mañana será un día de luto en el recuerdo de este drama. Mientras recordamos este trágico evento, deseo que no repitan más errores del pasado, sino que se tengan presentes las lecciones de la historia, haciendo siempre prevalecer las razones de la paz mediante un diálogo paciente y valiente.
En particular, hoy mi pensamiento va a tres zonas en crisis: la medioriental, la iraquí y la ucraniana. Os pido que continuéis uniéndoos a mi oración para que el Señor conceda a la población y a las autoridades de esas zonas la sabiduría y la fuerza necesarias para poder llevar adelante con determinación el camino de la paz, afrontando cualquier disputa con la tenacidad del diálogo y de la negociación y con la fuerza de la reconciliación. Que en el centro de cada decisión no se pongan los intereses particulares, sino el bien común y el respeto de cada persona.
Recordamos que todo se pierde con la guerra y nada se pierde con la paz. Hermanos y hermanas: nunca la guerra, nunca la guerra. Pienso sobre todo en los niños, a los que se les quita la esperanza de una vida digna, un futuro, niños muertos, niños heridos, niños mutilados, niños huérfanos, niños que sus juguetes son residuos bélicos, niños que no saben reír. Parad, por favor, lo pido de todo corazón. Es la hora de pararse. Parad por favor.
1. La parroquia organiza una peregrinación siguiendo el Camino de Santiago, la ruta del norte, del 7 al 17 de agosto. Esta peregrinación saldrá de la parroquia el jueves 7 a las 7,30 h.
2. Todos los miércoles se reúnen las comunidades neocatecumenales a las 21.30 h. para la celebración de la palabra en el Templo.
Del 28 de julio al 3 de agosto de 2014
- Lunes 4. S. Juan María Vianney. 19.30 h.: En sufragio de Octavio Monllor Colomina.
- Martes 5. 19.30 h.: En sufragio de José Manuel Montaner.
- Miércoles 6. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR. 19.30 h.: En sufragio del Rvdo, D. Salvador Artés.
- Jueves 7. 19.30 h.: En sufragio de Elisa y difuntos familia.
- Viernes 8. Sto. Domingo de Guzmán. 19.30 h.: En sufragio de Antonio Casanova.
- Sábado 9. XIX T.O. (Por la mañana) STA. TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (EDITH STEIN). (Por la tarde) 19.30 h.: sin intención. 21.00 h.: En sufragio de Vicente Cabrera y Asunción Romero.
- Domingo 10. XIX T.O. 11.00 h.: Pro populo. 19.30 h.: sin intención.
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Puedes descargar la Hoja Parroquial:
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