HOJA
PARROQUIAL
Domingo 3 de abril de 2011.
Queridos hermanos:
Escuchamos este domingo el Evangelio del Ciego de Nacimiento. Este ciego somos cada uno de nosotros. Como decía San Agustín: “¿Quién no ha nacido ciego, en verdad? Ciego de corazón.” (Sermón 136,1-3). O Juan Pablo II: “Todo ser humano espiritualmente ciego de nacimiento tiene la posibilidad de "volver a la luz", es decir, de nacer a la vida sobrenatural. (10 -3- 2002).
Todos nosotros necesitamos de la acción de Jesús. Su saliva haciendo barro para ser modelado. Barro sobre nuestros ojos para necesitar ser lavados. Palabra de Jesús para ser obedecida e ir a lavarnos a la piscina de Siloé, que significa “Enviado”, figura del Bautismo y del sacramento del Perdón. Pero también todos nosotros necesitamos encontrarnos con el mismo Siloé, que es Jesús, para confesar la fe y adorarle como el ciego: “«Creo, Señor.» Y se postró ante él”. Es una referencia a una nueva creación que nos permita “ver” el amor de Dios, con los ojos del corazón.
En el evangelio también aparecen otros personajes: los padres que no confiesan la verdad por miedo a los judíos y los fariseos, que se creen justos, que creen ver. En realidad están ciegos, igual que el ciego de nacimiento. Decía el Papa Benedicto: “en el hombre es fuerte la tentación de construirse un sistema de seguridad ideológico: incluso la religión puede convertirse en un elemento de este sistema, como el ateísmo o el laicismo, pero de este modo uno queda cegado por su propio egoísmo.” (Ángelus. 2-3–2008). Gran peligro estar seguro de sí mismo. Cualquier presunción ciega. Aunque sea la presunción del que se cree religioso y creyente. Como decía el Papa Juan Pablo II: “Para quien encuentra a Jesús, no hay términos medios: o reconoce que lo necesita a él y su luz , o elige prescindir de él. En este último caso, tanto a quien se considera justo ante Dios como a quien se considera ateo, la misma presunción les impide abrirse a la conversión auténtica.”
Hermanos, seamos siempre ciegos abiertos a la Luz, siempre saliendo de las Tinieblas a la Luz. No sea que nos ocurra como aquella piedra que recibiendo la Luz del sol por la mañana presuma tener la Luz en su poder y cuando llegue la noche se encuentre a oscuras.
Pidamos esta Luz, como la pidió Santa Teresa de Jesús: «Como dio vista al ciego con lodo, quiere el Señor que a cosa tan ciega como yo haga cosa que no lo sea... Dadnos, Señor, luz, mirad que es más menester que al ciego que era de su nacimiento».
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Juan 9, 1. 6‑9. 13‑17. 34‑38
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: ‑ «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).»
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: ‑ «¿No es ése el que se sentaba a pedir?» Unos decían: ‑ «El mismo. » Otros decían: ‑ «No es él, pero se le parece.» El respondía: ‑ «Soy yo.»
Llevaron ante los fariseos al que habla sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó: ‑ «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»
Algunos de los fariseos comentaban: ‑ «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.»
Otros replicaban: ‑ «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?» Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: - «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?» Él contestó: ‑ «Que es un profeta.»
Le replicaron: ‑ «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?» Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo:
‑ «¿Crees tú en el Hijo del hombre?» Él contestó: ‑ «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» Jesús le dijo: ‑ «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.» Él dijo:
‑ «Creo, Señor.» Y se postró ante él.
Palabra del Señor.
748 "Cristo es la luz de los pueblos. Por eso, este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de la Iglesia, anunciando el evangelio a todas las criaturas". Con estas palabras comienza la "Constitución dogmática sobre la Iglesia" del Concilio Vaticano II. Así, el Concilio muestra que el artículo de la fe sobre la Iglesia depende enteramente de los artículos que se refieren a Cristo Jesús. La Iglesia no tiene otra luz que la de Cristo; ella es, según una imagen predilecta de los Padres de la Iglesia, comparable a la luna cuya luz es reflejo del sol.
1216 "Este baño (del bautismo) es llamado iluminación porque quienes reciben esta enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado..." (S. Justino, Apol. 1,61,12). Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz verdadera que ilumina a todo hombre" (Jn 1,9), el bautizado, "tras haber sido iluminado" (Hb 10,32), se convierte en "hijo de la luz" (1 Ts 5,5), y en "luz" él mismo (Ef 5,8).
588 Jesús escandalizó a los fariseos comiendo con los publicanos y los pecadores (cf. Lc 5, 30) tan familiarmente como con ellos mismos (cf. Lc 7, 36; 11, 37; 14, 1). Contra algunos de los "que se tenían por justos y despreciaban a los demás" (Lc 18, 9; cf. Jn 7, 49; 9, 34), Jesús afirmó: "No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores" (Lc 5, 32). Fue más lejos todavía al proclamar frente a los fariseos que, siendo el pecado una realidad universal (cf. Jn 8, 33-36), los que pretenden no tener necesidad de salvación se ciegan con respecto a sí mismos (cf. Jn 9, 40-41).
2826 Por la oración, podemos "discernir cuál es la voluntad de Dios" (Rm 12, 2; Ef 5, 17) y obtener "constancia para cumplirla" (Hb 10, 36). Jesús nos enseña que se entra en el Reino de los cielos, no mediante palabras, sino "haciendo la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mt 7, 21).
2827 "Si alguno cumple la voluntad de Dios, a ese le escucha" (Jn 9, 31; cf 1 Jn 5, 14). Tal es el poder de la oración de la Iglesia en el Nombre de su Señor, sobre todo en la Eucaristía; es comunión de intercesión con la Santísima Madre de Dios (cf Lc 1, 38. 49) y con todos los santos que han sido "agradables" al Señor por no haber querido más que su Voluntad:
Incluso podemos, sin herir la verdad, cambiar estas palabras: 'Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo' por estas otras: en la Iglesia como en nuestro Señor Jesucristo; en la Esposa que le ha sido desposada, como en el Esposo que ha cumplido la voluntad del Padre (San Agustín, serm. Dom. 2, 6, 24).
Señor Jesús, Luz indeficiente, que diste la vista a los ciegos y curaste la ceguera del ciego de nacimiento. Ilumínanos, Señor, con el colirio de la fe. Pon tu saliva mezclada con tierra en los ojos de nuestro corazón, unge nuestra ceguera. Nosotros, Señor, hemos nacido ciegos por causa de Adán, y necesitamos que nos ilumines. Nos reconocemos, Señor, pecadores. Con tu Palabra obra en nosotros una nueva creación. Que nos dejemos modelar como el primer Adán. No permitas que vivamos pensando que no estamos ciegos o que no tenemos necesidad de salvación, pues los que pretenden no tener necesidad de salvación se ciegan con respecto a sí mismos.
“En estos domingos de Cuaresma, a través de los pasajes del evangelio de san Juan, la liturgia nos hace recorrer un verdadero itinerario bautismal: el domingo pasado, Jesús prometió a la samaritana el don del "agua viva"; hoy, curando al ciego de nacimiento, se revela como "la luz del mundo"; el domingo próximo, resucitando a su amigo Lázaro, se presentará como "la resurrección y la vida". Agua, luz y vida: son símbolos del bautismo, sacramento que "sumerge" a los creyentes en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, liberándolos de la esclavitud del pecado y dándoles la vida eterna.
Detengámonos brevemente en el relato del ciego de nacimiento (cf. Jn 9, 1-41). Los discípulos, según la mentalidad común de aquel tiempo, dan por descontado que su ceguera es consecuencia de un pecado suyo o de sus padres. Jesús, por el contrario, rechaza este prejuicio y afirma: "Ni este pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios" (Jn 9, 3). ¡Qué consuelo nos proporcionan estas palabras! Nos hacen escuchar la voz viva de Dios, que es Amor providencial y sabio. Ante el hombre marcado por su limitación y por el sufrimiento, Jesús no piensa en posibles culpas, sino en la voluntad de Dios que ha creado al hombre para la vida. Y por eso declara solemnemente: "Tengo que hacer las obras del que me ha enviado. (...) Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo" (Jn 9, 4-5).
Inmediatamente pasa a la acción: con un poco de tierra y de saliva hace barro y lo unta en los ojos del ciego. Este gesto alude a la creación del hombre, que la Biblia narra con el símbolo de la tierra modelada y animada por el soplo de Dios (cf. Gn 2, 7). De hecho, "Adán" significa "suelo", y el cuerpo humano está efectivamente compuesto por elementos de la tierra. Al curar al hombre, Jesús realiza una nueva creación. Pero esa curación suscita una encendida discusión, porque Jesús la realiza en sábado, violando, según los fariseos, el precepto festivo. Así, al final del relato, Jesús y el ciego son "expulsados" por los fariseos: uno por haber violado la ley; el otro, porque, a pesar de la curación, sigue siendo considerado pecador desde su nacimiento.
Al ciego curado Jesús le revela que ha venido al mundo para realizar un juicio, para separar a los ciegos curables de aquellos que no se dejan curar, porque presumen de sanos. En efecto, en el hombre es fuerte la tentación de construirse un sistema de seguridad ideológico: incluso la religión puede convertirse en un elemento de este sistema, como el ateísmo o el laicismo, pero de este modo uno queda cegado por su propio egoísmo.
Queridos hermanos, dejémonos curar por Jesús, que puede y quiere darnos la luz de Dios. Confesemos nuestra ceguera, nuestra miopía y, sobre todo, lo que la Biblia llama el "gran pecado" (cf. Sal 19, 14): el orgullo. Que nos ayude en esto María santísima, la cual, al engendrar a Cristo en la carne, dio al mundo la verdadera luz. (Benedicto XVI. Ángelus. 2 - 3 - 2008).
“Según las enseñanzas evangélicas, no somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un instrumento de su providencia hacia el prójimo.” (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Cuaresma 2008).
“Os invito a intensificar vuestro camino de fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Vosotros sois el futuro de la sociedad y de la Iglesia. Como escribía el apóstol Pablo a los cristianos de la ciudad de Colosas, es vital tener raíces y bases sólidas. Esto es verdad, especialmente hoy, cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento. Vosotros, jóvenes, tenéis el derecho de recibir de las generaciones que os preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestra vida, del mismo modo que una planta pequeña necesita un apoyo sólido hasta que crezcan sus raíces, para convertirse en un árbol robusto, capaz de dar fruto. (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011).
1. De lunes 4 de abril al viernes 8 de abril, a las 6.30 h. de la mañana rezo de Laudes y a las 9.30 h. Oración de la mañana con Exposición del Santísimo Sacramento.
2. El lunes 4 de abril a las 10.00 h.: Reunión del equipo de Pastoral de la Salud.
3. El mismo lunes a las 20.00 h. formación “Los Lunes Compartidos” organizada por Cáritas sobre las Bienaventuranzas en el palacio. El tema: “Los Limpios de Corazón”, a cargo del jesuita Adolfo Chércoles.
4. El miércoles 6 de abril a las 17.30 h. se reunirá el Equipo de Cáritas para la Oración. Como sabrán, debido a las obras en los locales parroquiales, la acogida de Cáritas parroquial se está realizando en la Cáritas de Beniopa los miércoles a las 7.00 de la tarde.
5. El jueves 7 de abril a las 5 de la tarde reunión del Equipo de Cáritas.
6. El mismo jueves a las 20.30 h. Adoración del Santísimo Sacramento por ser primer jueves de mes.
7. El viernes 8 de abril a las 7 de la tarde será el Ejercicio del Vía Crucis
8. Tras la primera reunión del primer grupo del Itinerario Diocesano de renovación, se ha quedado para realizar la siguiente reunión el lunes 9 de mayo a las 8 de la noche en los locales de la parroquia.
Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 25-3-2011: 43.173,66 €.
+430 €
IIngresados hasta el 1-04-2011: 43.606,66 €
IIngresados hasta el 1-04-2011: 43.606,66 €
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, C/. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170
Del 4 al 10 de marzo de 2011
Lunes 4. 19.30 h.: En sufragio de: Rogelio Roselló; Martín Escrivá y Joaquín Escrivá.
Martes 5. 19.30 h.: En sufragio de: Clotilde Pérez Aguilera.
Miércoles 6. 19.30 h.: En sufragio de: Perfecto Estornell Vidal.
Jueves 7. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 8. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova.
Sábado 9. V de Cuaresma. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de: Dif. Fam. García –Estruch. 19.30 h.: En sufragio de: Sin intención. 21.00 h.: En sufragio de: Sin intención.
Domingo 10. V de Cuaresma. 12.00 h. Pro Pópulo
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