DOMINGO 3º DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B
El
evangelio de este Domingo empieza haciendo un resumen de la primera actividad
de Jesús y resume su predicación con estas palabras: "Se ha cumplido el
plazo. Está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia".
Probablemente
sin llegar a entenderlas, pero las creyeron y dejaron sus barcas, sus redes, su
casa. Era todo lo que tenían. Pero había algo en la llamada de aquel hombre y
en su promesa que, sin pensarlo dos veces, soltaron sus posesiones y marcharon
en pos de Jesús.
"Venid
conmigo". Esta es la invitación que hay que atender. Hay que intentar
convertirse y procurar estar cada día un rato con Jesús. Ver lo que Jesús hace.
Escuchar lo que Jesús dice y entablar con él una relación personal de amistad.
Dejarse cautivar por Jesús. Poco a poco nos iremos dando cuenta -en la medida
en que nos vamos contagiando de él- que
con Jesús es posible una nueva forma de ser y de vivir.
+ Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1,14-20.
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: -Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia.
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: -Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con Él.
Formación en la fe
OBJETOS LITÚRGICOS (I)
CRUZ PROCESIONAL: Signo de nuestra Redención, del Sacrificio de Cristo y de su victoria sobre la muerte. Precede toda procesión, y se inciensa por ser el signo por el cual Cristo nos ha conseguido la Salvación.
ACETRE: Caldero de agua bendita que se usa para las aspersiones litúrgicas. El agua se recoge del acetre y se dispersa con el hisopo. Se usa sobretodo en Pascua.
CÁLIZ: Copa, vasija donde se bebe. Recipiente en forma de copa con ancha apertura. En la Liturgia cristiana, el cáliz es el vaso sagrado por excelencia, indispensable para la Misa ya que debe contener el vino que se convierte en la Sangre Preciosísima de Cristo. Su forma, materia y estilo han variado mucho en el curso de la historia. Los cálices solían ser de oro y tenían a veces un valor extraordinario. Debe ser preferiblemente de metales preciosos. El pie o soporte puede ser de otra materia. El Cáliz debe consagrarse exclusiva y definitivamente para el uso sagrado en la Santa Misa.
COPÓN: Vaso con tapa en el que se conservan las Sagradas Hostias, para poder llevarlas a los enfermos y emplearlo en las ceremonias de culto. En la actualidad los copones suelen ser de menos estatura que los cálices para distinguirlos de estos.
PURIFICADOR: Servilleta de lino o de algodón para limpiar y secar el Cáliz, la Patena y el Copón.
CORPORAL: Pieza cuadrada de tela sobre la que descansa la Eucaristía. Sobre ella se pone la patena y el cáliz durante la Misa. Antiguamente la Sagrada Hostia descansaba directamente sobre el corporal desde el ofertorio hasta la fracción. También se pone debajo de la custodia durante la Exposición del Santísimo. Debe de ser de lino o algodón. No debe llevar bordado más que una pequeña cruz. Para guardarlo debe doblarse en nueve cuadrados iguales.
MANUTERGIO: Toallita para secarse las manos. Se usa en el lavabo de la Misa para que el sacerdote se seque las manos.
CRISMERA: Vaso o ampolla donde se guarda el crisma. Por extensión junto con el crisma se guardan también los óleos de los catecúmenos y de los enfermos.
CUSTODIA: Recipiente sagrado donde se pone la Hostia consagrada de manera que se pueda ver para la adoración, sobre todo en la Bendición eucarística y las procesiones. También se le llama ostensorium, del latín ostendere, mostrar. Hay gran variedad de tamaños y estilos. Generalmente tiene forma de sol, cruz o relicario.
Rincón de oración
¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
La semana pasada en esta reflexión hacíamos una distinción entre rezar y orar. Hoy siguiendo con el tema nos vamos a detener en las condiciones necesarias para la oración.
La primera es la actitud personal:
-Con sinceridad (Mt. 6, 5)
-Con humildad (Lc. 18, 9-14)
-Con perseverancia (Lc. 11, 5-13)
-Con confianza (Hb. 4, 15-16)
No importa dónde estemos, ya sea que estemos de pie o arrodillados; ya sea que oremos verbalmente o en silencio, en forma individual o en un grupo, debemos siempre hacerlo con fe, con un corazón sincero, con humildad y confiaza, perseverando en nuestra intención.
Pero para que nuestra oración sea provechosa se ha de hacer en el silencio; silencio interior y exterior:
Muchas veces resulta difícil acallar nuestra mente y nuestro corazón, porque llevamos al silencio de la oración nuestras preocupaciones, nuestras alegrías y sufrimientos, nuestros proyectos y frustraciones, y todo ello a veces nos distrae y nos aleja del recogimiento necesario para la oración.
Pero también es necesario el silencio exterior; procurar a nuestro alrededor un clima de silencio que favorezca nuestra comunicación con Dios en la soledad de nuestra habitación o en una capilla, o en un templo.
Entre todos hemos de intentar crear un clima que favorezca ese encuentro con el Señor:
En el templo antes de comenzar una celebración, porque el silencio nos va preparando interiormente para encontrarnos con el Señor que nos va a hablar a través de su palabra proclamada, y se va a hacer presente y se nos va a dar en la eucaristía.
Pero también en la capilla, lugar de la Reserva, donde el Señor está y nos espera para comunicarse con nosotros. Guardar silencio, evitar saludos y comentarios en voz alta es una muestra de respeto, no solo a los hermanos que allí están orando, sino sobre todo de respeto al Señor que está en el Sagrario.
Entre todos podemos conseguir ese clima de silencio y de oración antes y después de cada celebración respetando a aquellos que se preparan antes o dan gracias después de cada eucaristía.
Actividades parroquiales
De lunes a sábado 19:30 h.
Domingos 10:00—11:30 h
Rezo del Santo Rosario
De lunes a sábado 19:00 h.
Exposición del Santísimo
Jueves 18:30—19:30 h.
Domingos 10:30—11:30 h.
Confesiones
Media hora antes a cada Misa
Cuando alguien lo solicite
Despacho Parroquial
Martes, miércoles
y jueves 18:00—19:00 h.
Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.
Octavario de oración por la unidad
Del 18 al 25 de enero estamos celebrando en la Iglesia unos días de oración pidiendo por la unidad de los cristianos, por la unión de todos los que creemos en Cristo en las distintas confesiones religiosas. Para que se haga realidad el deseo de Jesús: “Que todos sean uno”.
El ejemplo de los Santos
23 de enero: San Ildefonso. “Cuán prontamente deseo hacerme esclavo de esta Señora”
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