Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 14 de septiembre de 2014
Queridos hermanos:
¿Qué bienes trae la cruz para la Iglesia le dedique esta fiesta? ¿Qué nos aporta la cruz para que la exaltemos? ¿No sería mejor celebrar la exaltación de Cristo y no la de su cruz? De hecho esto es lo que celebramos en el tiempo de Pascua al celebrar la Ascensión del Señor. Se unen en su Gloria: su muerte, su sepultura, su resurrección, su ascensión y su realeza a la diestra del Padre como Señor del Universo. Así celebraríamos lo que dice San Agustín: “Tanto amó Dios al género humano que entregó a su hijo unigénito por la vida del mundo. Si el Padre no nos hubiese entregado la vida, no tendríamos vida. Si la vida no hubiese muerto, no se hubiese dado muerte a la muerte. El mismo Cristo el Señor es la vida de la que dice el evangelista Juan: Este es el Dios verdadero y la vida eterna. (1 Jn 5,20). El mismo dice a la muerte por boca del profeta, amenazándola con la muerte: ¡Oh muerte!, yo seré tu muerte; seré mordedura para ti, ¡oh infierno! (Os 13,14). Como si dijera: «Muriendo, yo te daré muerte, te destruiré, te privaré de todo poder y daré libertad a los que tienes cautivos. Quisiste apoderarte de mí, que soy inocente; justo es que pierdas a los demás, que quisiste tener en tu poder.» Así, pues, la vida murió, la vida permaneció, la vida resucitó, y, dando muerte a la muerte, con su muerte nos aportó la vida. Por tanto, la muerte fue absorbida por la victoria de Cristo (1 Cor 15,54), que es la vida eterna”. (San Agustín Sermón 265 B).
Entonces ¿Por qué celebrar la exaltación de la Santa Cruz? Nos ayuda a ello San Andrés de Creta que da una serie de razones por las cuales considerar a la cruz algo grande y precioso: Quien posee la cruz posee un tesoro. Y, al decir un tesoro, quiero significar con esta expresión a aquel que es, de nombre y de hecho, el más excelente de todos los bienes, en el cual, por el cual y para el cual culmina nuestra salvación y se nos restituye a nuestro estado de justicia original. Porque, sin la cruz, Cristo no hubiera sido crucificado. Sin la cruz, aquel que es la vida no hubiera sido clavado en el leño. Si no hubiese sido clavado, las fuentes de la inmortalidad no hubiesen manado de su costado la sangre y el agua que purifican el mundo, no hubiese sido rasgado el documento en que constaba la deuda contraída por nuestros pecados, no hubiéramos sido declarados libres, no disfrutaríamos del árbol de la vida, el paraíso continuaría cerrado. Sin la cruz, no hubiera sido derrotada la muerte, ni despojado el lugar de los muertos. Por esto, la cruz es cosa grande y preciosa. (De los sermones de san Andrés de Creta, obispo).
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: —«Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.»
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
Palabra del Señor.
En la cruz, Jesús consuma su sacrificio
616 El "amor hasta el extremo"(Jn 13, 1) es el que confiere su valor de redención y de reparación, de expiación y de satisfacción al sacrificio de Cristo. Nos ha conocido y amado a todos en la ofrenda de su vida (cf. Ga 2, 20; Ef 5, 2. 25). "El amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron" (2 Co 5, 14). Ningún hombre aunque fuese el más santo estaba en condiciones de tomar sobre sí los pecados de todos los hombres y ofrecerse en sacrificio por todos. La existencia en Cristo de la persona divina del Hijo, que al mismo tiempo sobrepasa y abraza a todas las personas humanas, y que le constituye Cabeza de toda la humanidad, hace posible su sacrificio redentor por todos.
617 "Por su sacratísima pasión en el madero de la cruz nos mereció la justificación" enseña el Concilio de Trento (DS 1529) subrayando el carácter único del sacrificio de Cristo como "causa de salvación eterna" (Hb 5, 9). Y la Iglesia venera la Cruz cantando: "O crux, ave, spes unica" ("Salve, oh cruz, única esperanza", himno "Vexilla Regis").
1741 Por su Cruz gloriosa, Cristo alcanzó la salvación para todos los hombres. Los rescató del pecado que los tenía sometidos a esclavitud. "Para ser libres nos libertó Cristo" (Gal 5,1).
550 ). Por la Cruz de Cristo será definitivamente establecido el Reino de Dios: "Regnavit a ligno Deus" ("Dios reinó desde el madero de la Cruz", himno "Vexilla Regis").
160 Cristo invitó a la fe y a la conversión, él no forzó jamás a nadie. "Dio testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradecían. Pues su reino...crece por el amor con que Cristo, exaltado en la cruz, atrae a los hombres hacia Él" (DH 11).
662 "Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí"(Jn 12, 32). La elevación en la Cruz significa y anuncia la elevación en la Ascensión al cielo.
Nuestra participación en el sacrificio de Cristo
618 La Cruz es el único sacrificio de Cristo "único mediador entre Dios y los hombres" (1 Tm 2, 5). Pero, porque en su Persona divina encarnada, "se ha unido en cierto modo con todo hombre" (GS 22, 2), él "ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de Dios sólo conocida, se asocien a este misterio pascual" (GS 22, 5). El llama a sus discípulos a "tomar su cruz y a seguirle" (Mt 16, 24) porque él "sufrió por nosotros dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas" (1 P 2, 21). El quiere en efecto asociar a su sacrificio redentor a aquéllos mismos que son sus primeros beneficiarios (cf. Mc 10, 39; Jn 21, 18-19; Col 1, 24). Eso lo realiza en forma excelsa en su Madre, asociada más íntimamente que nadie al misterio de su sufrimiento redentor (cf. Lc 2, 35):
Fuera de la Cruz no hay otra escala por donde subir al cielo (Sta. Rosa de Lima, vida)
“Queridos hermanos y hermanas: El próximo… 14 de septiembre, celebraremos la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz. En el Año dedicado a la Eucaristía, esta fiesta adquiere un significado particular: nos invita a meditar en el profundo e indisoluble vínculo que une la celebración eucarística y el misterio de la cruz. En efecto, toda santa misa actualiza el sacrificio redentor de Cristo. Al Gólgota y a la "hora" de la muerte en la cruz ―escribió el amado Juan Pablo II en la encíclica Ecclesia de Eucharistia― «vuelve espiritualmente todo presbítero que celebra la santa misa, junto con la comunidad cristiana que participa en ella» (n. 4). Por tanto, la Eucaristía es el memorial de todo el misterio pascual: pasión, muerte, descenso a los infiernos, resurrección y ascensión al cielo, y la cruz es la conmovedora manifestación del acto de amor infinito con el que el Hijo de Dios salvó al hombre y al mundo del pecado y de la muerte. Por eso, la señal de la cruz es el gesto fundamental de nuestra oración, de la oración del cristiano. Hacer la señal de la cruz… es pronunciar un sí visible y público a Aquel que murió por nosotros y resucitó, al Dios que en la humildad y debilidad de su amor es el Todopoderoso, más fuerte que todo el poder y la inteligencia del mundo. …La Eucaristía es misterio de muerte y de gloria como la cruz, que no es un accidente, sino el paso a través del cual Cristo entró en su gloria (cf. Lc 24, 26) y reconcilió a la humanidad entera, derrotando toda enemistad. Por eso, la liturgia nos invita a orar con confianza y esperanza: Mane nobiscum, Domine! ¡Quédate con nosotros, Señor, que con tu santa cruz redimiste al mundo!” (Benedicto XVI. Angelus. 11 de septiembre de 2005).
“La cruz es el símbolo principal del cristianismo. Dondequiera que el Evangelio ha echado raíces, la cruz indica la presencia de los cristianos. En las iglesias y en los hogares, en los hospitales, en las escuelas y en los cementerios la cruz se ha convertido en el signo por excelencia de una cultura que recibe del mensaje de Cristo verdad y libertad, confianza y esperanza. En el proceso de secularización, que caracteriza a gran parte del mundo contemporáneo, es muy importante que los creyentes fijen su mirada en este signo central de la Revelación y capten su significado originario y auténtico. También hoy, siguiendo la doctrina de los antiguos Padres, la Iglesia presenta al mundo la cruz como "árbol de la vida", en el que se puede descubrir el sentido último y pleno de cada existencia y de toda la historia humana. Desde que Jesús la convirtió en instrumento de la salvación universal, la cruz ya no es sinónimo de maldición, sino, al contrario, de bendición. Al hombre atormentado por la duda y el pecado, la cruz le revela que "Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16). En una palabra, la cruz es el símbolo supremo del amor.” (S. Juan Pablo II. Ángelus. 15-9-2002).
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“A una exaltación como la suya debemos tender mediante la humildad. En efecto, mostrando esta humildad a dos discípulos que buscaban y deseaban sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda, les dijo: ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?, para que comprendiesen que el camino hacia la cumbre ha de comenzar en el valle de lágrimas y que no pueden merecer conquistar la meta del cielo si antes no aceptan el oprobio de la cruz.” (San Agustín. Sermón 260 C).
Señor Jesús, que te has anonadado a ti mismo, tomando la condición de siervo. Tomaste lo que no eras sin perder lo que eras. Asumiste una condición humilde ocultando en tu interior la sublimidad de la divinidad. De esta forma te pudieron crucificar para manifestar tu amor al hombre hasta el extremo. Así se cumplieron tus palabras: el que se humilla será enaltecido. Tú que has hecho del instrumento de tu pasión un camino de exaltación, concédenos amarte de tal forma que encontremos en el madero de la cruz y en nuestra propia cruz un signo de tu amor y el camino de la Vida, medicina para nuestra soberbia y trofeo de la esperanza del triunfo sobre la muerte.
En la cruz, Jesús consuma su sacrificio
616 El "amor hasta el extremo"(Jn 13, 1) es el que confiere su valor de redención y de reparación, de expiación y de satisfacción al sacrificio de Cristo. Nos ha conocido y amado a todos en la ofrenda de su vida (cf. Ga 2, 20; Ef 5, 2. 25). "El amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron" (2 Co 5, 14). Ningún hombre aunque fuese el más santo estaba en condiciones de tomar sobre sí los pecados de todos los hombres y ofrecerse en sacrificio por todos. La existencia en Cristo de la persona divina del Hijo, que al mismo tiempo sobrepasa y abraza a todas las personas humanas, y que le constituye Cabeza de toda la humanidad, hace posible su sacrificio redentor por todos.
617 "Por su sacratísima pasión en el madero de la cruz nos mereció la justificación" enseña el Concilio de Trento (DS 1529) subrayando el carácter único del sacrificio de Cristo como "causa de salvación eterna" (Hb 5, 9). Y la Iglesia venera la Cruz cantando: "O crux, ave, spes unica" ("Salve, oh cruz, única esperanza", himno "Vexilla Regis").
1741 Por su Cruz gloriosa, Cristo alcanzó la salvación para todos los hombres. Los rescató del pecado que los tenía sometidos a esclavitud. "Para ser libres nos libertó Cristo" (Gal 5,1).
550 ). Por la Cruz de Cristo será definitivamente establecido el Reino de Dios: "Regnavit a ligno Deus" ("Dios reinó desde el madero de la Cruz", himno "Vexilla Regis").
160 Cristo invitó a la fe y a la conversión, él no forzó jamás a nadie. "Dio testimonio de la verdad, pero no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradecían. Pues su reino...crece por el amor con que Cristo, exaltado en la cruz, atrae a los hombres hacia Él" (DH 11).
662 "Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí"(Jn 12, 32). La elevación en la Cruz significa y anuncia la elevación en la Ascensión al cielo.
Nuestra participación en el sacrificio de Cristo
618 La Cruz es el único sacrificio de Cristo "único mediador entre Dios y los hombres" (1 Tm 2, 5). Pero, porque en su Persona divina encarnada, "se ha unido en cierto modo con todo hombre" (GS 22, 2), él "ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de Dios sólo conocida, se asocien a este misterio pascual" (GS 22, 5). El llama a sus discípulos a "tomar su cruz y a seguirle" (Mt 16, 24) porque él "sufrió por nosotros dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas" (1 P 2, 21). El quiere en efecto asociar a su sacrificio redentor a aquéllos mismos que son sus primeros beneficiarios (cf. Mc 10, 39; Jn 21, 18-19; Col 1, 24). Eso lo realiza en forma excelsa en su Madre, asociada más íntimamente que nadie al misterio de su sufrimiento redentor (cf. Lc 2, 35):
Fuera de la Cruz no hay otra escala por donde subir al cielo (Sta. Rosa de Lima, vida)
“Queridos hermanos y hermanas: El próximo… 14 de septiembre, celebraremos la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz. En el Año dedicado a la Eucaristía, esta fiesta adquiere un significado particular: nos invita a meditar en el profundo e indisoluble vínculo que une la celebración eucarística y el misterio de la cruz. En efecto, toda santa misa actualiza el sacrificio redentor de Cristo. Al Gólgota y a la "hora" de la muerte en la cruz ―escribió el amado Juan Pablo II en la encíclica Ecclesia de Eucharistia― «vuelve espiritualmente todo presbítero que celebra la santa misa, junto con la comunidad cristiana que participa en ella» (n. 4). Por tanto, la Eucaristía es el memorial de todo el misterio pascual: pasión, muerte, descenso a los infiernos, resurrección y ascensión al cielo, y la cruz es la conmovedora manifestación del acto de amor infinito con el que el Hijo de Dios salvó al hombre y al mundo del pecado y de la muerte. Por eso, la señal de la cruz es el gesto fundamental de nuestra oración, de la oración del cristiano. Hacer la señal de la cruz… es pronunciar un sí visible y público a Aquel que murió por nosotros y resucitó, al Dios que en la humildad y debilidad de su amor es el Todopoderoso, más fuerte que todo el poder y la inteligencia del mundo. …La Eucaristía es misterio de muerte y de gloria como la cruz, que no es un accidente, sino el paso a través del cual Cristo entró en su gloria (cf. Lc 24, 26) y reconcilió a la humanidad entera, derrotando toda enemistad. Por eso, la liturgia nos invita a orar con confianza y esperanza: Mane nobiscum, Domine! ¡Quédate con nosotros, Señor, que con tu santa cruz redimiste al mundo!” (Benedicto XVI. Angelus. 11 de septiembre de 2005).
“La cruz es el símbolo principal del cristianismo. Dondequiera que el Evangelio ha echado raíces, la cruz indica la presencia de los cristianos. En las iglesias y en los hogares, en los hospitales, en las escuelas y en los cementerios la cruz se ha convertido en el signo por excelencia de una cultura que recibe del mensaje de Cristo verdad y libertad, confianza y esperanza. En el proceso de secularización, que caracteriza a gran parte del mundo contemporáneo, es muy importante que los creyentes fijen su mirada en este signo central de la Revelación y capten su significado originario y auténtico. También hoy, siguiendo la doctrina de los antiguos Padres, la Iglesia presenta al mundo la cruz como "árbol de la vida", en el que se puede descubrir el sentido último y pleno de cada existencia y de toda la historia humana. Desde que Jesús la convirtió en instrumento de la salvación universal, la cruz ya no es sinónimo de maldición, sino, al contrario, de bendición. Al hombre atormentado por la duda y el pecado, la cruz le revela que "Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16). En una palabra, la cruz es el símbolo supremo del amor.” (S. Juan Pablo II. Ángelus. 15-9-2002).
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“A una exaltación como la suya debemos tender mediante la humildad. En efecto, mostrando esta humildad a dos discípulos que buscaban y deseaban sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda, les dijo: ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?, para que comprendiesen que el camino hacia la cumbre ha de comenzar en el valle de lágrimas y que no pueden merecer conquistar la meta del cielo si antes no aceptan el oprobio de la cruz.” (San Agustín. Sermón 260 C).
Señor Jesús, que te has anonadado a ti mismo, tomando la condición de siervo. Tomaste lo que no eras sin perder lo que eras. Asumiste una condición humilde ocultando en tu interior la sublimidad de la divinidad. De esta forma te pudieron crucificar para manifestar tu amor al hombre hasta el extremo. Así se cumplieron tus palabras: el que se humilla será enaltecido. Tú que has hecho del instrumento de tu pasión un camino de exaltación, concédenos amarte de tal forma que encontremos en el madero de la cruz y en nuestra propia cruz un signo de tu amor y el camino de la Vida, medicina para nuestra soberbia y trofeo de la esperanza del triunfo sobre la muerte.
Les indicamos las fechas más importantes respecto a la despedida de D. Carlos, la entrada de D. Antonio Cañizares en Valencia y la entrada de D. Carlos en Madrid.
D. Carlos realizará su despedida como Arzobispo de Valencia el domingo 28 de septiembre a las 7 de la tarde en la Catedral de Valencia.
Por su parte, el Emmo. y Rvdmo. Monseñor Antonio, Cardenal Cañizares Llovera, hasta ahora Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, entrará en la Archidiócesis de Valencia el viernes 3 de octubre, siguiendo una tradición histórica, entrando por Villalgordo del Cabriel y descansando en el Colegio Jesús y María de Valencia. El sábado 4 de octubre a las 11.00 en la Catedral de Valencia, comenzará la eucaristía con la que inaugura su ministerio como Arzobispo de Valencia. Os invitamos a participar con vuestra presencia y oración.
El Itinerario Diocesano de Evangelización (IDE) impulsado por el arzobispo electo de Madrid y administrador apostólico de la archidiócesis de Valencia, monseñor Carlos Osoro, comienza en este último trimestre del año. Durante estas semanas de inicio de curso, la Vicaría de Evangelización se encuentra ultimando la elaboración de los materiales didácticos y pastorales que se darán a conocer en estos próximos meses. Al igual que en la puesta en marcha del IDR, a lo largo de este último trimestre del año 2014 se convocarán y desarrollarán reuniones informativas en todas las vicarias de la archidiócesis, con el objetivo de explicar el contenido del IDE así como su organización y posterior desarrollo en cada uno de los grupos que participen en él. El Itinerario Diocesano de Evangelización es un plan pastoral con una duración de tres ciclos que lleva por lema “La alegría de anunciar el Evangelio” y que tiene por objetivo servir de marco de reflexión, revisión y análisis de la Iglesia de Valencia dentro del contexto social actual. La convocatoria de este Itinerario Diocesano de Evangelización se produce tras la conclusión del IDR en el que participaron más de 20.000 personas en la archidiócesis de Valencia y que sirvió para sentar las bases y reafirmar a los creyentes en la Fe, a través de una acción pastoral que se desarrolló a lo largo de cuatro ciclos. Las reuniones de los grupos del IDE darán comienzo en enero de 2015, una vez concluida la Navidad.
1. SOLEMNE TRIDUO DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ EN LA PARROQUIA:
Los días 13, 14 y 15 de septiembre la parroquia va a realizar un triduo de la Exaltación de la Santa Cruz. Los tres días la eucaristía será a las 7.30 tarde. A las 7 se expondrá el santísimo Sacramento y se rezará el Rosario. Tras la Reserva será la Eucaristía. El lunes 15 será la fiesta en honor a la Virgen de los Dolores, que sostuvo con su fe a su Hijo crucificado por nosotros.
2. El lunes 15 de septiembre a las 21.30 h. será la reunión con los responsables de las comunidades neocatecumenales.
3. El martes 16 a las 17.00 h. será la reunión con las catequistas de infancia y a las 20.30 h. con el Equipo de Formación.
4. El miércoles 17 a las 9.30 h. será la Reunión con los coordinadores de la Limpieza del Templo. Rogamos que aquellos que deseen colaborar en tan humilde servicio nos lo comuniquen.
5. El miércoles 17 a las 17.30 h. reunión con el Equipo de Cáritas.
6. El jueves 18 a las 20.45 h. reunión con los Ministros Extraordinarios de la Comunión parroquiales.
7. El viernes 19 a 18.00 h. reunión con los catequistas de Anatolé y a las 20.30 h. reunión con los catequistas de confirmación.
8. El sábado 20 a las 10.00 h. reunión del Equipo de Medios de comunicación.
9. El domingo 21 de septiembre a las 6.30 tarde será la entrada del nuevo párroco de San Cristóbal de Benipeixcar, D. Vicente Estevan Cloquell.
Del 15 al 21 de septiembre de 2014
Lunes 15. Nuestra Señora de los Dolores. Tercer día del Triduo. 19.30 h.: Pidiendo por un enfermo. En sufragio de José Antonio, Manuel Lozano y Vicente Lloret.
Martes 16. S. Cornelio, Papa, y S, Cipriano, Obispo, Mártires. 19.30 h.: En sufragio del Rvdo. D. Jesús José Novell Carbó, segundo párroco de nuestra parroquia.
Miércoles 17. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 18. 19.30 h.: En sufragio del Rvdo. D. Miguel Martínez Landete.
Viernes 19. 19.30 h.: En sufragio de Pilar Domínguez Buendía
Sábado 20. (Por la mañana) S. Andrés Kim Taegón, Presbitero, y S. Pablo Chong Hasang y compañeros, Mártires. (Por la tarde) XXV del T.O. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Espí - Sanchis. 21.00 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Peiró - Ferrer.
Domingo 21. XXV del T.O. 11.00 h.: Pro populo. 19.30 h.: sin intención
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