HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 28 de Abril de 2013
Queridos hermanos:
Jesús, como Buen Pastor, nos conduce de su mano a las manos del Padre, hermoso redil, cenáculo del pequeño rebaño. Y allí nos da. Nos da su palabra, nos da su cuerpo, nos da su sangre en la Eucaristía, nos da su amor servicial en el Lavatorio y nos da su Ley. Todo lo que da lo manda hacer. Haced esto en memoria mía. (Lc 22,19). También vosotros debéis lavaros los pies unos a otros (Jn 13, 14). Como yo os he amado, amaos también entre vosotros. (Jn 13,34). “El amor puede ser «mandado» porque antes es dado”. (Benedicto XVI. Deus Cáritas Est nº 14). El nos lo ha dado todo antes. “Os doy”. “Os he amado”. Estas palabras reflejan quien es Jesús.
Para ello es necesario dejar salir del Cenáculo al Judas que llevamos en nosotros. Dejarnos limpiar por la palabra de Jesús de nuestras pequeñas viboritas: traiciones, orgullos, impurezas, robos, incredulidades, tristezas, desconfianzas, violencias... (cf. Jn 13,10). No es lo mismo vivir la vida recibiendo el don que robándolo. Judas era un ladrón. (Jn 12,6). Los que se han dejado limpiar por Jesús, por su Palabra reciben el tesoro de su amor y el mandato de amar como Él. ¿Cómo? Con su amor. Con su Espíritu. Asociados a Él. Unidos y en comunión con Él. Así Él amará en nosotros. Decía San Agustín: “Este amor nos lo otorga el mismo que dijo : como yo os he amado, amaos también entre vosotros. Pues para esto nos amó precisamente, para que nos amemos los unos a los otros; y con su amor hizo posible que nos ligáramos estrechamente, y como miembros unidos por tan dulce vínculo, formemos el cuerpo de tan espléndida cabeza”. (Tratados sobre el evangelio de San Juan 65,1-3).
No podemos amar como Jesús desde fuera del Cenáculo: “Observar el mandamiento del Señor es imposible si se trata de imitar desde fuera el modelo divino. Se trata de una participación, vital y nacida "del fondo del corazón", en la santidad, en la misericordia, y en el amor de nuestro Dios”. (Catecismo 2842).
Nuestro salir del Cenáculo debe ser de forma distinta que la de Judas. Judas salió del Cenáculo habitado por Satanás. Nosotros queremos salir del Cenáculo a dar lo recibido habitados por Jesucristo. Si Cristo vive en mi, amaré como Él para dar gloria a Dios.
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35
1822 La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios.
1823 Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (cf Jn 13,34). Amando a los suyos "hasta el fin" (Jn 13,1), manifiesta el amor del Padre que ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: "Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor" (Jn 15,9). Y también: "Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado" (Jn 15,12).
1824 Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: "Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor" (Jn 15,9-10; cf Mt 22,40; Rm 13,8-10).
1825 Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos todavía enemigos (cf Rm 5,10). El Señor nos pide que amemos como él hasta nuestros enemigos (cf Mt 5,44), que nos hagamos prójimos del más lejano (cf Lc 10,27-37), que amemos a los niños (cf Mc 9,37) y a los pobres como a él mismo (cf Mt 25,40.45).
1970 La Ley evangélica entraña la elección decisiva entre "los dos caminos" (cf Mt 7,13-14) y la práctica de las palabras del Señor (cf Mt 7,21-27); está resumida en la regla de oro: "Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros; porque esta es la Ley y los profetas" (Mt 7,12; cf Lc 6,31).
Toda la Ley evangélica está contenida en el "mandamiento nuevo" de Jesús (Jn 13,34): amarnos los unos a los otros como él nos ha amado (cf Jn 15,12).
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
— «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.»
Palabra del Señor.
1822 La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios.
1823 Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (cf Jn 13,34). Amando a los suyos "hasta el fin" (Jn 13,1), manifiesta el amor del Padre que ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: "Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor" (Jn 15,9). Y también: "Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado" (Jn 15,12).
1824 Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: "Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor" (Jn 15,9-10; cf Mt 22,40; Rm 13,8-10).
1825 Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos todavía enemigos (cf Rm 5,10). El Señor nos pide que amemos como él hasta nuestros enemigos (cf Mt 5,44), que nos hagamos prójimos del más lejano (cf Lc 10,27-37), que amemos a los niños (cf Mc 9,37) y a los pobres como a él mismo (cf Mt 25,40.45).
1970 La Ley evangélica entraña la elección decisiva entre "los dos caminos" (cf Mt 7,13-14) y la práctica de las palabras del Señor (cf Mt 7,21-27); está resumida en la regla de oro: "Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros; porque esta es la Ley y los profetas" (Mt 7,12; cf Lc 6,31).
Toda la Ley evangélica está contenida en el "mandamiento nuevo" de Jesús (Jn 13,34): amarnos los unos a los otros como él nos ha amado (cf Jn 15,12).
"Nuestro Señor Jesucristo declara que da a sus discípulos un mandato nuevo de amarse unos a otros (Jn 13, 34). ¿No había sido dado ya este precepto en la antigua ley de Dios (Lv 19, 18)? ¿Por qué, pues, el Señor lo llama nuevo cuando conoce su antigüedad? ¿Tal vez será nuevo porque despojándonos del hombre viejo nos ha revestido del hombre nuevo? El hombre que oye, o mejor, el hombre que obedece, se renueva, no por una cosa cualquiera, sino por la caridad, acerca de la cual, para distinguirla del amor carnal, añade el Señor: "Como yo os he amado". Este amor nos renueva para ser hombres nuevos, herederos del Nuevo Testamento y cantores del cántico nuevo. Este amor, carísimos hermanos, renovó ya entonces a los justos de la antigüedad, a los patriarcas y profetas, como renovó después a los Apóstoles y es el que también ahora renueva a todas las gentes... " (S. Agustín, Tratado 65, 1 sobre el Evangelio de San Juan).
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“Envió a todos el Espíritu Santo para que los mueva interiormente a amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas (cf. Mt 12,30) y a amarse mutuamente como Cristo les amó (cf. Jn 13,34; 15,12). Los seguidores de Cristo, llamados por Dios no en razón de sus obras, sino en virtud del designio y gracia divinos y justificados en el Señor Jesús, han sido hechos por el bautismo, sacramento de la fe, verdaderos hijos de Dios y partícipes de la divina naturaleza, y, por lo mismo, realmente santos. En consecuencia, es necesario que con la ayuda de Dios conserven y perfeccionen en su vida la santificación que recibieron. El Apóstol les amonesta a vivir «como conviene a los santos» (Ef 5, 3) y que como «elegidos de Dios, santos y amados, se revistan de entrañas de misericordia, benignidad, humildad, modestia, paciencia» (Col 3, 12) y produzcan los frutos del Espíritu para la santificación (cf. Ga 5, 22; Rm 6, 22). Pero como todos caemos en muchas faltas (cf. St 3,2), continuamente necesitamos la misericordia de Dios y todos los días debemos orar: «Perdónanos nuestras deudas» (Mt 6, 12).” (Lumen gentium 40)
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¿Es posible amar?
Toda persona siente el deseo de amar y de ser amado. Sin embargo, ¡qué difícil es amar, cuántos errores y fracasos se producen en el amor! Hay quien llega incluso a dudar si el amor es posible. Las carencias afectivas o las desilusiones sentimentales pueden hacernos pensar que amar es una utopía, un sueño inalcanzable, ¿habrá, pues, que resignarse? ¡No! El amor es posible y la finalidad de este mensaje mío es contribuir a reavivar en cada uno de vosotros, que sois el futuro y la esperanza de la humanidad, la fe en el amor verdadero, fiel y fuerte; un amor que produce paz y alegría; un amor que une a las personas, haciéndolas sentirse libres en el respeto mutuo. Dejadme ahora que recorra con vosotros, en tres momentos, un itinerario hacia el “descubrimiento” del amor. [...] Llegamos aquí al tercer momento de nuestra reflexión. En la Cruz Cristo grita: “Tengo sed” (Jn 19,28), revelando así una ardiente sed de amar y de ser amado por todos nosotros. Sólo cuando percibimos la profundidad y la intensidad de este misterio nos damos cuenta de la necesidad y la urgencia de que lo amemos “como” Él nos ha amado. Esto comporta también el compromiso, si fuera necesario, de dar la propia vida por los hermanos, apoyados por el amor que Él nos tiene. Ya en el Antiguo Testamento Dios había dicho: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18), pero la novedad de Cristo consiste en el hecho de que amar como Él nos ha amado significa amar a todos, sin distinción, incluso a los enemigos, “hasta el extremo” (cf. Jn 13,1). (Benedicto XVI, Mensaje para la JMJ 2007)
“¡Oh, Jesús!, me detengo pensativo a los pies de tu cruz: también yo la he construido con mis pecados. Tu bondad que no se defiende y se deja crucificar es un misterio que me sobrepasa y conmueve mis entrañas. Señor, tú has venido al mundo por mí, para buscarme, para traerme el abrazo del Padre: el abrazo que tanto hecho en falta. Tú eres el rostro de la bondad y de la misericordia: por eso quieres salvarme.” (Benedicto XVI, Vía crucis 2006)
La Iglesia no recibe
ninguna cantidad
de los Presupuestos Generales del Estado
La Iglesia no recibe ninguna cantidad de los Presupuestos Generales del Estado a pesar de que todavía el 40% de los españoles piensa que sí, que el Estado pasa una cantidad determinada a la Iglesia. Hace ya años que no es así.
La cantidad que la Iglesia recibe depende en exclusiva de la libertad de los contribuyentes al marcar la X a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta. Es más, la cantidad que aparece en los Presupuestos Generales del Estado -algo más de 13 millones al mes- son pagos a cuenta en función del resultado a favor de la Iglesia en el IRPF.
El artículo 16 de la Constitución Española de 1978 establece que los poderes públicos «mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones». Por otra parte, el Acuerdo sobre Asuntos Económicos entre la Santa Sede y el Estado Español, de enero de 1979, establece que «el Estado se compromete a colaborar con la Iglesia Católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico, con respeto absoluto del principio de libertad religiosa» (art II.1). Cooperación y colaboración no es financiación directa, ni subvención.
1. Con motivo de la Pascua del enfermo en el 6º domingo de Pascua, el domingo 5 de mayo en la misa de 12.00 habrá celebración comunitaria de la unción de enfermos. ¿Quienes han de recibir la Unción de Enfermos y cuando?
· Las personas que estén gravemente enfermas
· Quienes van a someterse a una operación grave en breve
· Aquellos ancianos que presentan limitaciones severas o bien las manifestaciones de un envejecimiento acelerado o fruto de una enfermedad
· Los enfermos graves que han perdido el conocimiento, y de quienes puede suponerse que pedirían el sacramento si pudieran
· Los niños enfermos graves si comprenden el significado de este sacramento
Por esto rogamos no la reciban quienes no se encuentren entre las situaciones indicadas de severidad y gravedad.
2. Novenario en honor a la Virgen de los Desamparados, patrona de Gandía. Se celebrará en la Insigne Colegiata del 2 al 12 de mayo.
3. El lunes 29 estará la reunión con los miembros del equipo de Pastoral de la salud a las 10 h. A las 20.30 h., el grupo de oración tendrá su sesión de formación. También, a las 20.30 h., será la reunión del grupo de Itinerario Diocesano de Renovación.
4. El jueves 2, después de Misa, a las 20.30 h., por ser primer jueves de mes habrá Adoración del Santísimo en la capilla.
5. El viernes 3, a partir de las 10.30 h., estará la visita ordinaria a los enfermos de la parroquia.
6. El viernes 3 y sábado 4 los jóvenes de confirmación tendrán una convivencia.
7. El sábado 4 a las 10.00 h., en la Parroquia de Cristo, reunión para preparar el Campamento interparroquial. Será del 11 al 17 de julio en la Sierra de Peñascosa. Tienen los folletos informativos a su disposición.
8. El domingo 5 será el último día de la Gran Misión en las Plazas.
9. En este Año de la fe propusimos hacer confesiones de fe en las celebraciones dominicales de la Eucaristía. Las hojas para realizar este “acto de fe” las tienen en la mesa de la entrada de la iglesia. De todos modos, a la hora de responder a las preguntas, si tienen alguna duda o cuestión, nosotros (D. Jesús, D. Arturo) estamos a su disposición.
10. Del 4 al 12 de agosto está la peregrinación del Camino de Santiago. Esta peregrinación empezará en O Cebreiro para concluir en la Catedral de Santiago de Compostela. Animar a todos los feligreses a que participen en esta experiencia. Los folletos los tienen en la mesa de la entrada de la iglesia. Para participar en la peregrinación pónganse en contacto con D. Arturo.
Del 29 al 5 de mayo de 2013
Lunes 29. STA. CATALINA DE SIENA. 19.30 h.: En sufragio de Rosendo Roche.
Martes 30. 19.30 h.: En sufragio de Víctor Ferragut.
Miércoles 1. S. José Obrero 19.30 h.: En sufragio del Rvdo. Fernando Domínguez Soriano.
Jueves 2. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Ferrer—Puig.
Viernes 3. SANTOS FELIPE y SANTIAGO, APÓSTOLES. 19.30 h.: En sufragio de Rogelio Roselló.
Sábado 4. VI PASCUA. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de los difuntos de la familia García—Estruch. 19.30 h.: En sufragio de Octavio Monllor Colomina. 21.00 h.: sin intención.
Domingo 28. VI PASCUA. 12.00 h. Pro Pópulo.
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