HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 12 de Junio de 2011. PENTECOSTÉS
Queridos hermanos:
“El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia. Sin él, ¿a qué se reduciría? Ciertamente, sería un gran movimiento histórico, una institución social compleja y sólida, tal vez una especie de agencia humanitaria. Y en verdad es así como la consideran quienes la ven desde fuera de la perspectiva de la fe. Pero, en realidad, en su verdadera naturaleza y también en su presencia histórica más auténtica, la Iglesia es plasmada y guiada sin cesar por el Espíritu de su Señor. Es un cuerpo vivo, cuya vitalidad es precisamente fruto del Espíritu divino invisible.” (Benedicto XVI 31-5-2009). Con estas palabras el Papa Benedicto nos coloca ante la Iglesia, cuerpo que tiene alma. La secularización es un proceso por el cual la Iglesia va perdiendo el alma: abundante y excesiva actividad, esmerada programación y sucesiva aplicación inteligente mediante un compromiso concreto, poco a poco olvidamos que el verdadero protagonista de la Iglesia es el Espíritu Santo el cual se recibe en comunidad que vive unida y orante en prolongada espera. (cf. Id. 23-5-2010).
Necesitamos un continuo Pentecostés en la Iglesia. “No hay Iglesia sin Pentecostés.” dirá el Papa. (Id. 23-5-2010). Para los que vivimos la fe de forma rutinaria necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que hemos hecho de la Iglesia un cuerpo envejecido, sin vitalidad, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que vivimos sin asombro los sacramentos, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que hemos hecho de Jesús sólo un modelo de conducta, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que hemos perdido fuerzas para afrontar los retos de esta sociedad y esta cultura, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que perdimos la valentía o estamos cansados, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que pensamos solo en las vacaciones o en la jubilación, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que hemos perdido la valentía misionera, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que hemos perdido la alegría y el entusiasmo, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que vivimos la vida desde el miedo, desde la mesura humana que no arriesga nada, y hemos perdido el deseo de entregarnos a Cristo por amor consagrándonos totalmente a él, necesitamos un continuo Pentecostés. Para los que nos cerramos en el modo de pensar y de actuar, necesitamos un continuo Pentecostés. “La Iglesia conoce innumerables «Pentecostés» que vivifican las comunidades locales”. (Íd.). Pidamos la intercesión maternal de María para que nuestra comunidad parroquial viva un continuo Pentecostés.
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-23
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
— «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: — «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: — «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Nosotros cerramos continuamente nuestras puertas; continuamente buscamos la seguridad y no queremos que nos molesten ni los demás ni Dios. Por consiguiente, podemos suplicar continuamente al Señor sólo para que venga a nosotros, superando nuestra cerrazón, y nos traiga su saludo. "La paz con vosotros": este saludo del Señor es un puente, que él tiende entre el cielo y la tierra. Él desciende por este puente hasta nosotros, y nosotros podemos subir por este puente de paz hasta él.
Por este puente, siempre junto a él, debemos llegar también hasta el prójimo, hasta aquel que tiene necesidad de nosotros. Precisamente abajándonos con Cristo, nos elevamos hasta él y hasta Dios: Dios es amor y, por eso, el descenso, el abajamiento que nos pide el amor, es al mismo tiempo la verdadera subida. Precisamente así, al abajarnos, al salir de nosotros mismos, alcanzamos la altura de Jesucristo, la verdadera altura del ser humano.
Al saludo de paz del Señor siguen dos gestos decisivos para Pentecostés; el Señor quiere que su misión continúe en los discípulos: "Como el Padre me envió, también yo os envío" (Jn 20, 21). Después de lo cual, sopla sobre ellos y dice: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" (Jn 20, 23). El Señor sopla sobre sus discípulos, y así les da el Espíritu Santo, su Espíritu. El soplo de Jesús es el Espíritu Santo.
Aquí reconocemos, ante todo, una alusión al relato de la creación del hombre en el Génesis, donde se dice: "El Señor Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida" (Gn 2, 7). El hombre es esta criatura misteriosa, que proviene totalmente de la tierra, pero en la que se insufló el soplo de Dios. Jesús sopla sobre los Apóstoles y les da de modo nuevo, más grande, el soplo de Dios. En los hombres, a pesar de todos sus límites, hay ahora algo absolutamente nuevo, el soplo de Dios. La vida de Dios habita en nosotros. El soplo de su amor, de su verdad y de su bondad.
Así, también podemos ver aquí una alusión al bautismo y a la confirmación, a esta nueva pertenencia a Dios, que el Señor nos da. El texto del evangelio nos invita a vivir siempre en el espacio del soplo de Jesucristo, a recibir la vida de él, de modo que él inspire en nosotros la vida auténtica, la vida que ya ninguna muerte puede arrebatar.
Al soplo, al don del Espíritu Santo, el Señor une el poder de perdonar. Hemos escuchado antes que el Espíritu Santo une, derriba las fronteras, conduce a unos hacia los otros. La fuerza, que abre y permite superar Babel, es la fuerza del perdón. Jesús puede dar el perdón y el poder de perdonar, porque él mismo sufrió las consecuencias de la culpa y las disolvió en las llamas de su amor. El perdón viene de la cruz; él transforma el mundo con el amor que se entrega. Su corazón abierto en la cruz es la puerta a través de la cual entra en el mundo la gracia del perdón. Y sólo esta gracia puede transformar el mundo y construir la paz.” (Benedicto XVI. 15 de mayo de 2005).
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“En uno de sus sermones, san Agustín llama a la Iglesia «Societas Spiritus», sociedad del Espíritu (Serm. 71, 19, 32: PL 38, 462). Pero ya antes de él san Ireneo había formulado una verdad: «Donde está la Iglesia, allí está el Espíritu de Dios, y donde está el Espíritu de Dios, allí está la Iglesia y toda gracia, y el Espíritu es la verdad; alejarse de la Iglesia significa rechazar al Espíritu» y por eso «excluirse de la vida» (Adv. haer. III, 24, 1).” (Cit. en HOMILÍA Benedicto XVI. 11 de mayo de 2008).
683 "Nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino por influjo del Espíritu Santo" (1 Co 12, 3). "Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!" (Ga 4, 6). Este conocimiento de fe no es posible sino en el Espíritu Santo. Para entrar en contacto con Cristo, es necesario primeramente haber sido atraído por el Espíritu Santo. El es quien nos precede y despierta en nosotros la fe. Mediante el Bautismo, primer sacramento de la fe, la Vida, que tiene su fuente en el Padre y se nos ofrece por el Hijo, se nos comunica íntima y personalmente por el Espíritu Santo en la Iglesia:
683 "Nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino por influjo del Espíritu Santo" (1 Co 12, 3). "Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!" (Ga 4, 6). Este conocimiento de fe no es posible sino en el Espíritu Santo. Para entrar en contacto con Cristo, es necesario primeramente haber sido atraído por el Espíritu Santo. El es quien nos precede y despierta en nosotros la fe. Mediante el Bautismo, primer sacramento de la fe, la Vida, que tiene su fuente en el Padre y se nos ofrece por el Hijo, se nos comunica íntima y personalmente por el Espíritu Santo en la Iglesia:
El Bautismo nos da la gracia del nuevo nacimiento en Dios Padre por medio de su Hijo en el Espíritu Santo. Porque los que son portadores del Espíritu de Dios son conducidos al Verbo, es decir al Hijo; pero el Hijo los presenta al Padre, y el Padre les concede la incorruptibilidad. Por tanto, sin el Espíritu no es posible ver al Hijo de Dios, y, sin el Hijo, nadie puede acercarse al Padre, porque el conocimiento del Padre es el Hijo, y el conocimiento del Hijo de Dios se logra por el Espíritu Santo (San Ireneo, dem. 7).
1265 El Bautismo no solamente purifica de todos los pecados, hace también del neófito "una nueva creación" (2 Co 5,17), un hijo adoptivo de Dios (cf Ga 4,5-7) que ha sido hecho "partícipe de la naturaleza divina" ( 2 P 1,4), miembro de Cristo (cf 1 Co 6,15; 12,27), coheredero con él (Rm 8,17) y templo del Espíritu Santo (cf 1 Co 6,19).
1266 La Santísima Trinidad da al bautizado la gracia santificante, la gracia de la justificación que :
– le hace capaz de creer en Dios, de esperar en él y de amarlo mediante las virtudes teologales;
– le concede poder vivir y obrar bajo la moción del Espíritu Santo mediante los dones del Espíritu Santo;
– le permite crecer en el bien mediante las virtudes morales.
“¡Te damos gracias, oh Cristo! Te damos gracias, porque en la Eucaristía nos acoges a nosotros, indignos, mediante la potencia del Espíritu Santo en la unidad de tu Cuerpo y de tu Sangre, en la unidad de tu muerte y de tu resurrección.¡Te damos gracias, Señor, Dios nuestro!
¡Te damos gracias, oh Cristo!
Te damos gracias, porque permites a la Iglesia nacer siempre de nuevo en esta tierra, y porque le permites engendrar hijos e hijas de esta tierra como hijos de la adopción divina y herederos de los destinos eternos.
¡Te damos gracias, Señor, Dios nuestro!
“Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo a vosotros” (Jn 20,21).
¡Y da a estas palabras el soplo potente de Pentecostés!
Haz que estemos dondequiera Tú nos envíes..., porque el Padre te envió a Ti.
“Quiero invitaros a acoger la cruz de Jesús, signo del amor de Dios, como fuente de vida nueva. Sin Cristo, muerto y resucitado, no hay salvación. Sólo Él puede liberar al mundo del mal y hacer crecer el Reino de la justicia, la paz y el amor, al que todos aspiramos. En el Evangelio se nos describe la experiencia de fe del apóstol Tomás cuando acoge el misterio de la cruz y resurrección de Cristo. Tomás, uno de los doce apóstoles, siguió a Jesús, fue testigo directo de sus curaciones y milagros, escuchó sus palabras, vivió el desconcierto ante su muerte. En la tarde de Pascua, el Señor se aparece a los discípulos, pero Tomás no está presente, y cuando le cuentan que Jesús está vivo y se les ha aparecido, dice: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo» (Jn 20, 25). También nosotros quisiéramos poder ver a Jesús, poder hablar con Él, sentir más intensamente aún su presencia. A muchos se les hace hoy difícil el acceso a Jesús. Muchas de las imágenes que circulan de Jesús, y que se hacen pasar por científicas, le quitan su grandeza y la singularidad de su persona. (...) Jesús mismo, apareciéndose nuevamente a los discípulos después de ocho días, dice a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente» (Jn 20, 27). También para nosotros es posible tener un contacto sensible con Jesús, meter, por así decir, la mano en las señales de su Pasión, las señales de su amor. En los Sacramentos, Él se nos acerca en modo particular, se nos entrega. Queridos jóvenes, aprended a “ver”, a “encontrar” a Jesús en la Eucaristía, donde está presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino.” (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011).
1. El lunes 13 a las 20.30 h. reunión del grupo de oración.
2. El martes 14 será la excursión con el Equipo de catequistas a la Luz de las Imágenes de Alcoy. Pueden acompañarnos aquellos que lo deseen. Saldremos a las 9.30 h. Volveremos por la tarde sobre las 6.30 h.
3. El jueves 16 a las 17.30 h. se reunirá el Equipo de Cáritas.
4. El mismo jueves a las 20.30 h. se reunirá el Equipo de Liturgia.
5. El sábado 18 de junio será el Encuentro de catequistas arciprestal en la Iglesia de San Pedro y San Pablo de la Playa de Gandía. Desde las 10 de la mañana hasta después de comer.
6. El sábado 18 de junio a las 10.30 de la mañana reunión del Equipo de educadores para preparar el Campamento interparroquial. Será este campamento del 12 al 16 de julio en Orea (Guadalajara).
7. El domingo que viene es la Jornada pro Orántibus. Les invitamos a rezar por aquellas personas consagradas que dedican su vida a orar por nosotros.
8. El lunes 27 de junio a las 20.30 h. en los locales parroquiales tendrá lugar la reunión para organizar el Viaje parroquial a Tierra Ignaciana (Oñate, San Sebastián, Bilbao, etc).
II Semana de Cáritas:
· Domingo 19 de junio a las 18.00 h.: Película cortometraje de Lino Varela, producido por Cáritas, "Al otro lado de la calle".
· Lunes 20 de junio a las 20.30 h.: Charla: “Al otro lado del corazón”, sobre el trabajo pastoral con transeúntes. A cargo de Eduardo Mahiques, vicedirector de Cáritas interparroquial
· Viernes 24 de junio: Adoración del Santísimo Sacramento: 9.30 h.: Oración de Laudes y Exposición del Santísimo Sacramento. 18.30 h.: Rezo de Vísperas y Reserva del Santísimo Sacramento. 19.00 h.: Rezo del Santo Rosario. 19.30 h.: Eucaristía en la Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista. 20.30 h.: Vigilia de Adoración al Santísimo Sacramento
9. Con motivo del 60 aniversario de la Ordenación sacerdotal del Papa Benedicto XVI, la Congregación del Clero ha invitado a las parroquias a organizar 60 horas de Adoración del Santísimo Sacramento pidiendo por la santificación del Clero y por las vocaciones sacerdotales. Con este motivo los días 24 de junio, 29 y 30 de junio y el 1 de julio se expondrá el Santísimo Sacramento en la Parroquia todo el día. Ya les informaremos con más detalle.
Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval: Ingresados hasta el 3-6-2011: 45.963,66 €.
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Ingresados hasta el 10-6-2011: 45.963,66 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, C/. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170
Lunes 13. San Antonio de Padua. 19.30 h.: En sufragio de: Montserrat del Pilar Blay García.
Martes 14. 19.30 h.: En acción de gracias a San Antonio.
Miércoles 15. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 16. Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 17. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 18. Solemnidad de la Santísima Trinidad. 19.30 h.: En sufragio de: Manolita Castellá Ruiz y Federico Gregori Femenía. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 19. Solemnidad de la Santísima Trinidad. 12.00 h. Pro Pópulo
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