HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de San Francesc de Borja
VIVIMOS GRACIAS A UNA RELACIÓN CON LA VIDA
Queridos hermanos:
En el Evangelio de este domingo se nos plantea el encuentro de Jesús, Camino, Verdad y VIDA, con los saduceos, que niegan la resurrección, y reducen la vida a este mundo.
Los saduceos, nos dice Francisco Bartolomé González, formaban un partido aristocrático, político-religioso, poco numeroso, al que pertenecían los sumos sacerdotes y los senadores, aristocracia religiosa y seglar, conocidos por sus riquezas. Conservadores en política, materialistas y colaboradores de los romanos. De sus filas salieron casi todos los sumos sacerdotes desde el año 6 al 70 d.C. Dominaban el sanedrín y el poder civil. Sólo admitían como canónicos los cinco libros de la ley -Pentateuco-. No admitían la resurrección, por no estar contenida en los libros de la ley. No admitían más vida que la presente. Limitaban su horizonte al dinero, al honor y al poder en este mundo. Por medio de un ejemplo grotesco, invocando la ley del levirato (Dt 25,5-6), quieren poner en ridículo a Jesús.
Este encuentro se produce todos los días entre miembros del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y personas que siguen la doctrina de los saduceos: dinero, poder, honor, que hacen de la ironía y la crítica fácil una puerta casi cerrada a la Vida. Jesús es la Vida. Quien se relaciona con Él está vivo, porque Dios es Dios de vivos. Dice Jesús: «Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo» (Jn 17,3). Y dice el Papa Benedicto: «La vida en su verdadero sentido no la tiene uno solamente para sí, ni tampoco sólo por sí mismo: es una relación. Y la vida entera es relación con quien es la fuente de la vida. Si estamos en relación con Aquel que no muere, que es la Vida misma y el Amor mismo, entonces estamos en la vida. Entonces «vivimos». (Spe Salvi nº 27). La vida es relacionarse con la Vida. La oración, la Liturgia, la Eucaristía, la escucha de la Palabra de Dios, en unidad al cuerpo de Cristo, nos hacen beber de la vida, participar de la vida, para que el que se relacione con nosotros beba vida, es decir, a Jesucristo, en nuestras palabras y obras.
Abraham, Isaac y Jacob se relacionaron con el Dios vivo y de la Vida. Y aunque ya han muerto, según los criterios de este mundo, para Dios viven, porque Dios es Dios de vivos, para él todos están vivos. Llevamos vida porque vivimos es relación con el Dios de la Vida. Démosla.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 20, 27-38
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: — «Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.»
Jesús les contestó: — «En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos.»
Palabra del Señor.
LA RESURRECCION DE CRISTO Y LA NUESTRA
Revelación progresiva de la Resurrección
993 Los fariseos (cf. Hch 23, 6) y muchos contemporáneos del Señor (cf. Jn 11, 24) esperaban la resurrección. Jesús la enseña firmemente. A los saduceos que la niegan responde: "Vosotros no conocéis ni las Escrituras ni el poder de Dios, vosotros estáis en el error" (Mc 12, 24). La fe en la resurrección descansa en la fe en Dios que "no es un Dios de muertos sino de vivos" (Mc 12, 27).
994 Pero hay más: Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona: "Yo soy la resurrección y la vida" (Jn 11, 25). Es el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan creído en él. (cf. Jn 5, 24-25; 6, 40) y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre (cf. Jn 6, 54). En su vida pública ofrece ya un signo y una prenda de la resurrección devolviendo la vida a algunos muertos (cf. Mc 5, 21-42; Lc 7, 11-17; Jn 11), anunciando así su propia Resurrección que, no obstante, será de otro orden. De este acontecimiento único, El habla como del "signo de Jonás" (Mt 12, 39), del signo del Templo (cf. Jn 2, 19-22): anuncia su Resurrección al tercer día después de su muerte (cf. Mc 10, 34).
995 Ser testigo de Cristo es ser "testigo de su Resurrección" (Hch 1, 22; cf. 4, 33), "haber comido y bebido con El después de su Resurrección de entre los muertos" (Hch 10, 41). La esperanza cristiana en la resurrección está totalmente marcada por los encuentros con Cristo resucitado. Nosotros resucitaremos como El, con El, por El.
996 Desde el principio, la fe cristiana en la resurrección ha encontrado incomprensiones y oposiciones (cf. Hch 17, 32; 1 Co 15, 12-13). "En ningún punto la fe cristiana encuentra más contradicción que en la resurrección de la carne" (San Agustín, psal. 88, 2, 5).Se acepta muy comúnmente que, después de la muerte, la vida de la persona humana continúa de una forma espiritual. Pero ¿cómo creer que este cuerpo tan manifiestamente mortal pueda resucitar a la vida eterna?
Cómo resucitan los muertos
997 ¿Qué es resucitar? En la muerte, separación del alma y el cuerpo, el cuerpo del hombre cae en la corrupción, mientras que su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su cuerpo glorificado. Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible uniéndolos a nuestras almas, por la virtud de la Resurrección de Jesús.
998 ¿Quién resucitará? Todos los hombres que han muerto:"los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación" (Jn 5, 29; cf. Dn 12, 2).
999 ¿Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo: "Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo" (Lc 24, 39); pero El no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo, en El "todos resucitarán con su propio cuerpo, que tienen ahora" (Cc de Letrán IV: DS 801), pero este cuerpo será "transfigurado en cuerpo de gloria" (Flp 3, 21), en "cuerpo espiritual" (1 Co 15, 44):
Pero dirá alguno: ¿cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida? ¡Necio! Lo que tú siembras no revive si no muere. Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano..., se siembra corrupción, resucita incorrupción; ... los muertos resucitarán incorruptibles. En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad (1 Cor 15,35-37. 42. 53).
1000 Este "cómo" sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es accesible más que en la fe. Pero nuestra participación en la Eucaristía nos da ya un anticipo de la transfiguración de nuestro cuerpo por Cristo:
Así como el pan que viene de la tierra, después de haber recibido la invocación de Dios, ya no es pan ordinario, sino Eucaristía, constituida por dos cosas, una terrena y otra celestial, así nuestros cuerpos que participan en la eucaristía ya no son corruptibles, ya que tienen la esperanza de la resurrección (San Ireneo de Lyon, haer. 4, 18, 4-5).
1001 ¿Cuándo? Sin duda en el "último día" (Jn 6, 39-40. 44. 54; 11, 24); "al fin del mundo" (LG 48). En efecto, la resurrección de los muertos está íntimamente asociada a la Parusía de Cristo:
El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar (1 Ts 4, 16).
“La tradición bíblica y cristiana, fundándose en la palabra de Dios, afirma con certeza que, después de esta existencia terrena, se abre para el hombre un futuro de inmortalidad. No se trata de una afirmación genérica, que quiere satisfacer la aspiración del ser humano a una vida sin fin. La fe en la resurrección de los muertos se basa, como recuerda la página evangélica de hoy, en la fidelidad misma de Dios, que no es Dios de muertos, sino de vivos, y comunica a cuantos confían en él la misma vida que posee plenamente.” (Juan Pablo II. Homilía 11 –11- 2001).
“El divino Maestro reafirma dos veces consecutivas la verdad de la resurrección, agregando claramente que la existencia, después de la muerte, será diferente de la existencia en la tierra: desaparecerá la procreación, necesaria en el tiempo, según las palabras del Creador: "Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla" (Gn 1,28). Y dado que la vida de los resucitados será semejante a la de los ángeles, nos da a entender que la persona humana estará libre de las necesidades relacionadas con la presente condición mortal.” (Juan Pablo II. Homilía 8-XI-1992)
Señor, que nos dejas la oración como escuela de esperanza, Tú que nos has dicho que "el que reza nunca está totalmente solo". Cuando ya nadie me escucha, Tú, Señor, todavía me escuchas. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar contigo, Señor. Si ya no hay nadie que pueda ayudarme –cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar–, Tú puedes ayudarme.
Te pedimos, Señor, que aumentes nuestra esperanza, que ensanches y purifiques nuestro corazón, para recibir las promesas que superan tu fama, para recibirte a Ti, Señor y para servir a mis hermanos, Tú la gran esperanza que no se apaga ni siquiera en las noches de la soledad.
(Oración inspirada en la encíclica Spe Salvi de Benedicto XVI nº 32-33.)
“El Evangelio de la vida no es una mera reflexión, aunque original y profunda, sobre la vida humana; ni sólo un mandamiento destinado a sensibilizar la conciencia y a causar cambios significativos en la sociedad; menos aún una promesa ilusoria de un futuro mejor. El Evangelio de la vida es una realidad concreta y personal, porque consiste en el anuncio de la persona misma de Jesús, el cual se presenta al apóstol Tomás, y en él a todo hombre, con estas palabras: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14, 6).” (Juan Pablo II. Evangelium Vitae nº 29)
La Pancarta, que lleva por lema "Pon tu letra en juego. Haz gestos de esperanza", presidirá hasta el mes de junio próximo la fachada de Cáritas Diocesana de Valencia. Con ella, la Institución, invita a todos los ciudadanos a comprometerse en la lucha contra la exclusión y la pobreza, ya que el año 2010 ha sido nombrado Año Europeo contra la Pobreza y la Exclusión Social.
El primer jueves de cada mes se destapará una nueva palabra de la Pancarta para acabar destapando del todo las palabras que hemos de "poner en juego" para acabar con la pobreza en nuestra sociedad.
El primer jueves de cada mes se destapará una nueva palabra de la Pancarta para acabar destapando del todo las palabras que hemos de "poner en juego" para acabar con la pobreza en nuestra sociedad.
Avisos diocesanos y arciprestales:
1. El Sr. Arzobispo está presentando por los diversos arciprestazgos el Itinerario de Renovación Diocesana. En nuestro Arciprestazgo será el lunes 15 de noviembre en el Colegio Calderón del Grau de Gandía a las 8.30 noche. Están invitados todos los miembros del Consejo de Pastoral y todos los agentes de pastoral de la parroquia (catequistas, ministros de la eucaristía, miembros del Equipo de Cáritas, de liturgia, de pastoral de la salud... mayores, jóvenes...).
2. Formación de Cáritas interparroquial: Los lunes compartidos. Los pobres de Espíritu, a cargo de D. Adolfo Chércoles, sj.
3. Formación del Instituto Diocesano de Ciencias religiosas: “procreación o reproducción”, a cargo del Dr. José A. Mínguez. Lunes 8 de noviembre de 21.00 a 22.30 h. en el Local Museo de Gandía.
4. Del 12 al 14 de noviembre habrá un Curso de iniciación al Oratorio de Niños pequeños en Torrent. Interesados ponerse en contacto con D. Arturo.
5. El sábado 13 de noviembre a las 11.00 h. en el Seminario de Moncada recibirán el acolitado y el lectorado unos seminaristas de nuestra diócesis. Os invitamos a rezar por ellos y por las vocaciones al sacerdocio.
Avisos parroquiales:
1. Equipo de Pastoral de la Salud: el lunes 8 a las 10.00 de la mañana.
2. Equipo de Cáritas: El lunes 8 a las 17.00 h. y el miércoles 10 a las 5.30 tarde oración.
3. Catequesis del Buen Pastor: Formación de catequistas el lunes 8 a las 20.30 h. en la Parroquia de Cristo Rey.
4. El jueves 11 de noviembre a las 8.30 noche en los locales, reunión con los padres de los jóvenes que serán confirmados el próximo 5 de diciembre.
5. El sábado 13 de noviembre en la misa de 6 de la tarde se entregará la cruz a los niños de 2º de comunión.
6. El 20—21 de noviembre en las misas se realizará la colecta del Día de la Iglesia Diocesana. en nuestra parroquia.
Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 29-10-2010:
35.825,79 €.
+ 720 €.
Ingresados hasta el 5-11-2010: 36.545,79 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, c. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170
Del 8 al 14 de noviembre de 2010
Lunes 8. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova.
Martes 9. Fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán. 19.30 h.: En sufragio de: Benditas almas del purgatorio.
Miércoles 10. San León Magno. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Roche –López.
Jueves 11. San Martín de Tours. 19.30 h.: En sufragio de: Vicente Peiró Roig. A intención de una feligresa por un enfermo.
Viernes 12. San Josafat. 19.30 h.: En sufragio de: Consuelo Canet Simó.
Sábado 13. XXXIII del T.O.
18.00 h.: Con niños. Sin intención.
19.30 h.: A intención de una feligresa por un enfermo.
21.00 h.: Sin intención.
Domingo 14. XXXIII del T.O. 12.00 h. Pro Pópulo.
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