11 de octubre de 2024

Domingo 13 de Octubre de 2024. DOMINGO XXVIII TO-B

 DOMINGO 28º DEL TIEMPO ORDINARIO (T.O.). CICLO B

Aquí me parece muy importante remarcar una realidad importantísima, y es la que se deja entrever en el asombro de los discípulos: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”  Lo que Jesús nos muestra hoy es nuestro ideal como seres humanos, pero nuestra realidad está lejos de llegar a ese ideal; ante esto no debemos de frustrarnos y defendernos de ello diciendo que es imposible lo que Dios nos pide, sino que hemos de entender y aceptar que hacia ello debemos de caminar, aceptando nuestras limitaciones y acogiéndonos a la gracia de Dios.

Por lo tanto, si bien no podemos alcanzar este ideal en un día, si podemos revisar nuestra actitud de vida ¿hacia dónde nos están llevando nuestras acciones?

D. Juan R. Boronat

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17-30

          En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: ”Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” Jesús  le contestó: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre”. Entonces él le contestó: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven”. Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme”. Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.

         Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: “¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: “Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios”.

         Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: “Entonces, ¿quién puede salvarse?” Jesús mirándolos fijamente, les dijo: “Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible”.

         Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.

         Jesús le respondió: “Yo os aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna”.

CURSO DE LITURGIA

CAPITULO 22

LOS MINISTERIOS LAICALES

Los Ministerios Laicales que hoy día pueden instituirse han quedado reducidos a dos: Lectorado y Acolitado. Etimológicamente, la palabra acólito procede del griego y significa compañero, derivada a su vez de la voz camino, en referencia al camino que se recorre en compañía. La figura del acólito está recogida desde tiempos pretéritos en los rituales celebrativos de la iglesia, no en vano hay documentos del siglo XVII en los cuales se hace ya referencia a su figura, funciones y atuendo.

  Mediante el motu proprio Ministeria Quaedam (15-VIII-72) el papa Pablo VI suprimió el subdiaconado y las cuatro órdenes menores (Ostiariado, Lectorado, Exorcistado y Acolitado), estableciendo en su lugar los ministerios antes citados de Lectorado y Acolitado. Se establece así una frontera clara y diáfana entre ministerios ordenados (que se confieren mediante la imposición de manos) y los demás ministerios, que pueden ser instituidos o simplemente confiados a los laicos, de manera estable u ocasional (caso típico del que sale a leer o a decir unas preces en una ceremonia concreta).

  Centrándonos en los ministerios laicales instituidos diremos que se instituyen en una ceremonia litúrgica que establece a un varón como lector, salmista o al servicio del altar como ayudante del sacerdote, como ministro extraordinario de la Comunión y de la Exposición del Santísimo. Esta institución la hace el obispo o el superior de una Orden religiosa generalmente dentro de la Misa. Al lector se le hace entrega de una Biblia y al acólito de la patena con pan y cáliz con vino, simbolizando su función.

  Las funciones del Lector son:

Proclamación de la palabra, excepto el Evangelio.

Salmista.

Director de canto o coro

Intencionista en la Oración de los fieles.

Monitor o comentador o guía

Catequista litúrgico.

Instructor de lectores ocasionales.

 

SIETE PAUTAS PARA SEGUIR A CRISTO HOY

5 - Abraza el Misterio. Busca la sabiduría.

La Espiritualidad trata del misterio de Dios y la Creación, del misterio de la persona humana y de la comunidad, del misterio de la oración, la ascética y  el ministerio. Andamos aquí con pies de plomo y gran cautela. Nuestro lenguaje es siempre inadecuado para expresar la realidad de las cosas; nuestra comprensión finita se humillada ante el infinito y eterno Dios.

Uno de los desafíos centrales es ver la inmensidad del lado oscuro del ser humano -sus guerras y demonios- mientras contemplamos el infinito mar de la luz, la vida y el amor de Dios. Recuperar todo el simbolismo de la Cruz, un signo del amor extravagante de Dios y de la maldad humana, va a resultar esencial. El poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe acertó en 1812 al decir: “No saber esto, morir y resucitar así, en la ignorancia, es como habitar permanentemente en las tinieblas. La sabiduría debe ser buscada si queremos morar en el misterio.  

6 -  Vive sencillamente; encuentra el centro.

Con gran movilidad y rapidez, con una plétora de ideologías y estilos de vida, con el rechazo a la autoridad y la exaltación de la libertad, entramos en este nuevo milenio en un torbellino de actividades y opiniones contradictorias. ¿Cómo conseguir un corazón íntegro, saber lo que es verdaderamente necesario, vivir en el centro de la vida y  experimentar la simplicidad?  La sencillez es un asunto del corazón. Es vivir profundamente el momento presente, rechazando ser influenciado por el pasado (con su posible amargura o remordimiento) o por el futuro (con su miedo y ansiedad potenciales). La sencillez es jerarquizar el valor de la vida según unas prioridades, vivir en la verdad de las cosas, permanecer con los ojos fijos en la presencia orientadora e interior de Dios.

María, sentada a los pies de Jesús, experimentó lo único necesario. Seguramente al día siguiente tuvo que ir de nuevo a hacer la compra y la colada pero su corazón, incluso al realizar estas actividades, estaba centrado. El núcleo de cada individuo y de cada comunidad es un refugio de la gracia y del mismo Espíritu que lo habita. Ofrecer hospitalidad y cortesía a Dios, y estar convencidos de su gran valor central nos pone en el camino de experimentar la simplicidad. Sin ello vamos a la deriva, atrapados por los vientos y engaños de la complejidad, perdidos en el cosmos.

7 - ¡Recupera la alegría!

Salimos del siglo XX asustados. A pesar de todo el “progreso” y el optimismo en la ciencia, la educación y la tecnología, nuestro historial anota 100 millones de vidas arrebatadas o destrozadas por las guerras y la opresión política. El planeta tierra se ha convertido en un campo de exterminio y los campos de concentración son un símbolo de nuestra inhumanidad. Esto sólo es una parte. Millones de personas han hecho y siguen haciendo muchas cosas buenas. Los hambrientos son alimentados, los sin techo son acogidos, los extranjeros son bienvenidos. Los actos de bondad nos dan alegría y mantienen la esperanza. Surge una frescura y una vitalidad mucho más profundas que las corrientes de oscuridad y muerte. Nuestro desafío está en creer que la comunicación entre personas es más profunda que la alienación y en actuar con energía para ser alegres trabajadores por el entendimiento y el amor en un mundo frágil, roto e imperfecto. Ahí reside la alegría, en el compartir la luz, el amor y la vida de Dios. Esta alegría no es un estado pasajero, sino una cualidad permanente. Es una alegría que nadie puede arrebatarnos pero que podemos perder si volvemos a la oscuridad, a la indiferencia, al odio.

Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial 

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.


17 de octubre: SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, obispo y mártir

Antioquía, en la actual Siria, era la tercera metrópoli más grande del mundo antiguo después de Roma y Alejandría. Ignacio se convirtió en su obispo alrededor del 69, sucediendo a san Evodio, pero sobre todo al apóstol Pedro que había fundado la comunidad cristiana en esa ciudad. Se dice que Ignacio, originario de una familia pagana no romana, gracias a la predicación de San Juan Evangelista, que había evangelizado esas tierras, profesó su fe cristiana a una edad tardía reconociendo que Dios es amor y que Jesús resucitado era el Mesías. Ignacio fue un obispo fuerte, un pastor celoso.

Los seguidores de su comunidad cristiana lo llamaban un creyente "de fuego", tal como lo sugiere la etimología de su nombre. Durante su episcopado comenzó la terrible persecución del emperador Trajano. El obispo se negó a abjurar y por lo tanto fue condenado a ser transportado encadenado a Roma. Así comienzó su larguísimo viaje, durante el cual fue torturado a menudo por los guardias, hasta su llegada a Roma. La ejecución de la sentencia se realizó en el 107 en el Coliseo, durante las celebraciones por las victorias del emperador en Dacia, y de ese modo "el Trigo de Ignacio" fue triturado por las feroces bestias para ser convertido en "Pan eucarístico de Cristo". Del viaje hacia el martirio del obispo Ignacio nos quedan siete hermosas cartas escritas por él, que también constituyen un documento inimitable de la vida de las comunidades cristianas de la época.





3 de octubre de 2024

Domingo 6 de Octubre de 2024. DOMINGO XXVII TO-B

 DOMINGO 27º DEL TIEMPO ORDINARIO (T.O.). CICLO B

El pasaje que escuchamos hoy nos refleja una discusión entre judeocristianos: unos queriendo continuar con la práctica judía del divorcio permitido para volverse a casar, y otros tratando de comprender la intervención de Jesús respecto al tema, donde pedía que la unión del hombre y la mujer en matrimonio, fuera indisoluble.

El argumento que Jesús propone para su afirmación es realmente difícil de rebatir, pues si los judíos de su tiempo fundaban la posibilidad del divorcio en la Ley de Moisés, Jesús remonta su afirmación a la voluntad divina en la creación. Jesús nos aclara esta voluntad creadora al recordarnos que fuimos creados para el amor, para vivir el uno para el otro. Y esta unidad no se da sólo por voluntad humana, sino que Dios también expresa su amor a través de esta unidad. Por eso Jesús dice: “lo que Dios unió”. Es decir, que si el matrimonio está llamado a vivir para siempre, es porque Dios ha fortalecido ese vínculo con su amor y su bendición.

Oremos esta semana por todos los matrimonios con dificultades, oremos también por los que no tienen dificultades, para que encontrando el amor y la misericordia de Dios, entiendan mejor su vocación al amor sincero y la felicidad profunda.

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2-16

             En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?”.

   Él les respondió: “¿Qué os prescribió Moisés?” Ellos contestaron: “Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa”. Jesús les dijo: “Moisés prescribió esto, debido a la dureza de vuestro corazón. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”.

   Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: “Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio”.

   Después de esto, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Os aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos.

CURSO DE LITURGIA

CAPITULO 21

FUNCIONES DEL SACRISTAN

    El sacristán debe conocer los horarios de las misas y dar las campanadas a tiempo: la primera, media hora antes; la segunda, un cuarto de hora; y la última, a la hora de empezar.

        Procurará que estén todas las cosas necesarias acomodadas en su sitio, cepilladas, limpias y listas para usarse, en cantidad suficiente (albas, estolas, casulla, cíngulos, etc).

  Si falta algo, lo consigue, o avisa a tiempo para que se prevea (hostias, vino, agua). Sobre todo tiene aseado el presbiterio y presentables el altar y el ambón.

  Se encarga del ambiente agradable: música ambiental, adorno, aseo, luz, ventilación, temperatura, sonido.

  Tiene que consultar el calendario litúrgico para ver las características del día (categoría de fiesta, color, tiempo, elementos). Consulta las tablas de precedencias, conoce el calendario y la tabla de fiestas movibles. Prepara las lecturas del día y abre el Leccionario por la página oportuna.

  Avisa cuando hay nuevas vestiduras, u objetos, para la bendición.

  Hace genuflexión hasta tocar con la rodilla el suelo al pasar frente al Santísimo; hace reverencia profunda al altar siempre que pase delante de él.

  Procura que haya una lámpara encendida ante el Santísimo. Cerca del Sagrario debe haber un vasito con agua para purificarse los dedos y un purificador.

  Conoce si la Misa se aplica por algún difunto o cualquier otra intención y pone el oportuno aviso para el celebrante.

 

SIETE PAUTAS PARA SEGUIR A CRISTO HOY

4 -  Utiliza la tecnología como un medio y no como un fin en sí mismo

           A veces es conveniente recordarles –por ejemplo- a los miembros de las Sociedades Gastronómicas que la comida no es un fin en sí misma sino una forma de mantener el cuerpo con buena salud. A los cambistas hay que hacerles el mismo recordatorio: el dinero es para la gente, no al revés. Jesús tuvo que tratar con la confusión de la gente respecto al Sabbath. No debe convertirse en un ídolo y ganar una falsa autonomía.

  La tecnología es una fuerza poderosa hoy en día. Es una posesión que fácilmente puede poseernos a su vez, dejándonos sin libertad y dominados por su seductor estímulo y promesa de control. La gente se pierde en Internet. La televisión puede convertirse en una adicción. (por ejemplo, los americanos de unos 50 años han pasado 9 años - casi un quinto de sus vidas- frente a un televisor). Tal inversión entre medios y fines nos lleva a la confusión, el caos y el mal.

  La Espiritualidad se relaciona con el orden y la paz. Es una forma de vida que trata de poner lo realmente importante en primer lugar, clarificar medios y fines, discernir cómo las maravillas de la tecnología pueden ser utilizadas para humanizar nuestra vida y acercarnos más a Dios. No debemos temer a la tecnología, más bien tenemos la obligación de usarla apropiadamente en nuestro misión de evangelizadores. No saber usar este medio poderoso  trae sobre nosotros la justificada acusación de negligencia.   Si San Pablo estuviera vivo hoy, ¿acaso no saldría en televisión y enviaría sus epístolas vía internet?

  La tecnología, no obstante, también lleva aparejadas una serie de deficiencias en el trabajo evangelizador. El contacto personal a menudo se pierde, y la multiplicidad de mensajes y estímulos puede ser tan abrumadora que nos deje exhaustos. Un diálogo abierto, tan importante y presente en la formación religiosa, con frecuencia brilla por su ausencia.

  Con todo, la tecnología es un instrumento poderoso y debe ser entendida y usada apropiadamente para difundir la fe.

"Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
   Sólo Dios basta". 
Santa Teresa de Jesús

Horario de Misas

De lunes a sábado.. 19:30 h.

Domingos .............. 10:00—11:30 h

Rezo del Santo Rosario

De lunes a sábado .. 19:00 h.

Exposición del Santísimo

Jueves .................... 18:30—19:30 h.

Domingos .............. 10:30—11:30 h.

Confesiones

Media hora antes a cada Misa

Cuando alguien lo solicite

Despacho Parroquial

Martes, miércoles

y jueves ................ 18:00—19:00 h.

 Cáritas Parroquial 

Atención los miércoles de 18 a 19 h. en los locales de Ciudad de Laval, 30.

10 de octubre: SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA

Tomás García Martínez (* Fuenllana, Ciudad Real, 1488 - Valencia, 9 de septiembre de 1555), predicador, escritor ascético y religioso agustino español. Nació en Fuenllana, se educó y creció en Villanueva de los Infantes, provincia de Ciudad Real. Aunque hizo estudios de Artes y Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, ingresó en la Orden de los Agustinos de Salamanca (1516) y en 1518 fue ordenado sacerdote; en la orden ocupó los cargos de prior conventual, visitador general y prior provincial de Andalucía y Castilla. También fue profesor de la universidad y consejero y confesor de Carlos I de España. Gozó de fama por su gran austeridad personal (llegó a vender el jergón donde dormía para dar el dinero a los pobres).

Carlos I le había ofrecido el cargo de arzobispo de Granada pero él nunca lo había aceptado; se cuenta que llegó a arzobispo de Valencia el 10 de octubre de 1544 por error de un escribano, pero siguió negándose hasta que se lo ordenó su superior en la orden. Allí, ayudado por su obispo auxiliar Juan Segriá, puso orden en una diócesis que hacía un siglo que no tenía gobierno pastoral directo. Compuso bellos sermones, tuvo asimismo una gran devoción por la Virgen María. En 1547 ordenó sacerdote al futuro San Luis Beltrán. Falleció por una angina de pecho en 1555 a los sesenta y seis años, después de haber donado hasta su cama. Fue canonizado por el papa Alejandro VII el 1 de noviembre de 1658.