HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Domingo 15 de Abril de 2018
Queridos Hermanos:
El evangelio de
este domingo nos vuelve a colocar en el primer domingo, en el día en que Jesús
resucitó.
El Papa
Benedicto XVI en su obra Jesús de Nazaret se preguntaba “¿Qué ha traído Jesús,
si no ha conseguido un mundo mejor? Pensamos siempre que, si quería ser el
Mesías, debería haber traído la edad de oro.” Una edad donde no hubiera ya ni
luto, ni llanto ni dolor. Donde no hubiera sufrimientos. Donde no hubiera
injusticias. Esto es lo que han pretendido y pretenden todos los totalitarismos
que ha habido y hay hoy día. Los más recientes el nacismo, el comunismo, y
actualmente, entre otras, la ideología de género. El totalitarismo de
cada época acaba eliminando al que piensa diferente. Y nos decía entonces el
Papa: “ningún reino de este mundo es el Reino de Dios, ninguno asegura la
salvación de la humanidad en absoluto. El reino humano permanece humano, y el
que afirme que puede edificar el mundo según el engaño de Satanás, hace caer el
mundo en sus manos.”
Entonces. ¿qué
ha traído Jesús realmente, si no ha traído la paz al mundo, el bienestar para
todos, un mundo mejor? ¿Qué ha traído? Y nos responde el Papa: “La respuesta es
muy sencilla: a Dios. Ha traído a Dios.” Dice el Papa que podría parecer poco,
pero es muchísimo. No es lo mismo una vida con Dios que sin Dios. No es lo
mismo una vida con Jesucristo resucitado que una vida con un recuerdo de una
buena persona que murió de forma trágica dando la vida. No es lo mismo.
Jesús
resucitado se pone en medio como el árbol de Vida del paraíso y nos da la Paz.
Lo podemos ver, tocar, escuchar en su instrucción. Para ello nos capacita los
sentidos interiores, nos abre el entendimiento, para ver, tocar, oír al Señor.
El Señor hizo de los apóstoles testigos de su resurrección, de su misericordia,
del perdón de los pecados. Nosotros también estamos llamados a ser
testigos. Como solteros, casados, consagrados, trabajadores, como padre,
abuelo, abuela, como autoridad al servicio del bien común. (Francisco Gaudete et Exsultate nº 14). Ser testigos como “misioneros apasionados, devorados por el entusiasmo de
comunicar la verdadera vida” que nos ayuda a salir “de la mediocridad tranquila
y anestesiante.” (cf. Id. 150), dejando que la presencia de Cristo en la comunidad cristiana y en la
Eucaristía inflame con su fuego nuestro corazón. “Si no le permites que él
alimente el calor de su amor y de su ternura, no tendrás fuego, y así ¿cómo
podrás inflamar el corazón de los demás con tu testimonio y tus palabras? Y si
ante el rostro de Cristo todavía no logras dejarte sanar y transformar,
entonces penetra en las entrañas del Señor, entra en sus llagas, porque allí
tiene su sede la misericordia divina. (id. 151).
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 24, 35-48
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: «Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo: «Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
Palabra del Señor.
EL ESTADO DE LA
HUMANIDAD RESUCITADA DE CRISTO
645. Jesús resucitado establece con sus discípulos relaciones directas mediante el tacto (cf. Lc 24, 39; Jn 20, 27) y el compartir la comida (cf. Lc 24, 30. 41-43; Jn 21, 9. 13-15). Les invita así a reconocer que él no es un espíritu (cf. Lc 24, 39) pero sobre todo a que comprueben que el cuerpo resucitado con el que se presenta ante ellos es el mismo que ha sido martirizado y crucificado ya que sigue llevando las huellas de su pasión (cf Lc 24, 40; Jn 20, 20. 27). Este cuerpo auténtico y real posee sin embargo al mismo tiempo las propiedades nuevas de un cuerpo glorioso: no está situado en el espacio ni en el tiempo, pero puede hacerse presente a su voluntad donde quiere y cuando quiere (cf. Mt 28, 9. 16-17; Lc 24, 15. 36; Jn 20, 14. 19. 26; 21, 4) porque su humanidad ya no puede ser retenida en la tierra y no pertenece ya más que al dominio divino del Padre (cf. Jn 20, 17). Por esta razón también Jesús resucitado es soberanamente libre de aparecer como quiere: bajo la apariencia de un jardinero (cf. Jn 20, 14-15) o "bajo otra figura" (Mc 16, 12) distinta de la que les era familiar a los discípulos, y eso para suscitar su fe (cf. Jn 20, 14. 16; 21, 4. 7).
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA
“En las lecturas bíblicas de la liturgia de hoy resuena dos veces la palabra «testigos». La primera vez es en los labios de Pedro: él, después de la curación del paralítico ante la puerta del templo de Jerusalén, exclama: «Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello» (Hch 3, 15). La segunda vez, en los labios de Jesús resucitado: Él, la tarde de Pascua, abre la mente de los discípulos al misterio de su muerte y resurrección y les dice: «Vosotros sois testigos de esto» (Lc 24, 48). Los apóstoles, que vieron con los propios ojos al Cristo resucitado, no podían callar su extraordinaria experiencia. Él se había mostrado a ellos para que la verdad de su resurrección llegara a todos mediante su testimonio. Y la Iglesia tiene la tarea de prolongar en el tiempo esta misión; cada bautizado está llamado a dar testimonio, con las palabras y con la vida, que Jesús ha resucitado, que Jesús está vivo y presente en medio de nosotros. Todos nosotros estamos llamados a dar testimonio de que Jesús está vivo.
Podemos preguntarnos: pero, ¿quién es el testigo? El testigo es uno que ha visto, que recuerda y cuenta. Ver, recordar y contar son los tres verbos que describen la identidad y la misión. El testigo es uno que ha visto, con ojo objetivo, ha visto una realidad, pero no con ojo indiferente; ha visto y se ha dejado involucrar por el acontecimiento. Por eso recuerda, no sólo porque sabe reconstruir de modo preciso los hechos sucedidos, sino también porque esos hechos le han hablado y él ha captado el sentido profundo. Entonces el testigo cuenta, no de manera fría y distante sino como uno que se ha dejado cuestionar y desde aquel día ha cambiado de vida. El testigo es uno que ha cambiado de vida.
El contenido del testimonio cristiano no es una teoría, no es una ideología o un complejo sistema de preceptos y prohibiciones o un moralismo, sino que es un mensaje de salvación, un acontecimiento concreto, es más, una Persona: es Cristo resucitado, viviente y único Salvador de todos. Él puede ser testimoniado por quienes han tenido una experiencia personal de Él, en la oración y en la Iglesia, a través de un camino que tiene su fundamento en el Bautismo, su alimento en la Eucaristía, su sello en la Confirmación, su continua conversión en la Penitencia. Gracias a este camino, siempre guiado por la Palabra de Dios, cada cristiano puede transformarse en testigo de Jesús resucitado. Y su testimonio es mucho más creíble cuando más transparenta un modo de vivir evangélico, gozoso, valiente, humilde, pacífico, misericordioso. En cambio, si el cristiano se deja llevar por las comodidades, las vanidades, el egoísmo, si se convierte en sordo y ciego ante la petición de «resurrección» de tantos hermanos, ¿cómo podrá comunicar a Jesús vivo, como podrá comunicar la potencia liberadora de Jesús vivo y su ternura infinita?
Que María, nuestra Madre, nos sostenga con su intercesión para que podamos convertirnos, con nuestros límites, pero con la gracia de la fe, en testigos del Señor resucitado, llevando a las personas que nos encontramos los dones pascuales de la alegría y de la paz. (Francisco. Regina Coeli. 19-4-2015).
GAUDETE ET EXSULTATE"
Es una exhortación apostólica de 40 páginas del Papa Francisco con fecha del 19 de marzo (día de San José), presentada este lunes 9 de abril, con el subtítulo "sobre el llamado a la santidad en el mundo actual". Es un llamado a vivir la santidad por el amor. Pues dice: “a cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4).” (GE 2).
Nos llama el Señor a ser santos como Abraham, Sara, Moisés... una "nube de testigos" que nos alientan, también los santos beatificados o canonizados. Pero también entre ellos puede estar nuestra propia madre, una abuela u otras personas cercanas (cf. GE 3).
En este camino a la santidad nadie se salva solo, como individuo aislado: vamos en comunidad, perteneciendo al pueblo de Dios. (cf. GE 6)
Dice así el Papa: Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad» (GE 7).
El llamado a la santidad que el Señor hace a cada uno de nosotros, ese llamado que te dirige también a ti: «Sed santos, porque yo soy santo» (Lv 11,45; cf. 1 P 1,16). (GE 10).
Señor Jesús, ayúdanos a promover el deseo de la santidad (GE 177), pues tú enviaste a los discípulos a proclamar la conversión para el perdón de los pecados (Lc 24, 47).
Concédenos asociarnos contigo, a tu muerte y resurrección de la manera única y personal que has previsto, concédenos morir y resucitar constantemente contigo.(cf. EG 20), para ser tus testigos.
Concédenos ser un mensaje que el Espíritu Santo toma de la riqueza de Jesucristo y regala a los demás (cf. EG 21).
Concédenos, Señor, identificarnos contigo y con tus deseos para colaborar contigo en la construcción de tu Reino de amor, justicia y paz para todos. Concédenos que todos los esfuerzos o renuncias, alegrías y fecundidad te los podamos ofrecer, entregándonos en cuerpo y alma para dar lo mejor de nosotros en este empeño (cf. GE 25).
Durante varios domingos se realizarán encuentros de oración y predicación de la Buena Noticia llamados Misión en las Plazas con el Papa Francisco. Se realiza esta misión en las principales ciudades de Europa.
Es una reunión festiva, de oración y de anuncio del Evangelio durante una hora.
Nos dice San Pablo que la fe viene por el oído. Pero ¿qué es lo que hemos de escuchar para tener fe? Dice San Pablo que Dios ha querido salvar a los creyentes por medio del Kerygma, la necedad de la predicación.
Este próximo domingo 15 de abril habrá Misión en el Parque de las esclavas a las 11.00 h. con el rezo de Laudes, predicación del Kerygma y el testimonio de algún miembro de la parroquia.
La misión continuará durante los próximos domingos.
Domingo 22 de abril JORNADA POR LA VIDA
En la parroquia de San Francisco de Borja de Gandía
12.00 h. Acogida
14.00 h. Comida en los locales parroquiales
15.30 h. Mesa Redonda y cortometrajes por la vida
18.00 h. Merienda y conclusión con el rezo de Vísperas cantadas con la bendición de madres gestantes y niños pequeños.
Domingo 6 de mayo
17.30 h. en los locales parroquiales de San Francisco de Borja de Gandía Película sobre el tema y coloquio.
1. Fiesta del Beato Andrés Hibernón:
Novenario: del 13 al 21 de abril a las 20.00 h. Fiesta del Beato: Domingo 22 de abril. Misa solemne a las 11.30 h. Solemne procesión a las 20.00 h.
2. De lunes a viernes a las 10.00 h.: oración de la mañana con exposición del Santísimo Sacramento.
3. El miércoles 18 de abril a las 17.45 h. habrá reunión con el Equipo de Cáritas.
4. El viernes 20 de abril exposición con el Santísimo Sacramento desde las 16.30 h.
5. El sábado 21 de abril al finalizar la misa de 18.00 h. se entregarán los premios del concurso de dibujo, redacción y poesía.
6. Campamento interparroquial: del 2 al 8 de julio en el Campamento San Juan Pablo II de Siete Aguas.
7. Colectas:
Jueves Santo para Cáritas Interparroquial: 562,33 €.
Viernes Santo para los Santos Lugares: 562 €.
Segundo domingo de mes (7-8 abril): 331,74 €.
Total ingresos para Cáritas de la Cruz de Cuaresma: 1.038,55 €.
8. Jornada Mundial de Oración por las vocaciones: domingo 22 de abril.
Del 16 al 22 de abril de 2018
Lunes 16. 19.30 h.: Sin intención.
Martes 17. 19.30 h.: Sin intención.
Miércoles 18. Beato Andrés Hibernón. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. D. Bernardino Buendía; Isabel Terrades y Petri Martínez.
Jueves 19. 19.30 h.: En sufragio de: María Pradillas Deante.
Viernes 20. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí-Sanchis.
Sábado 21. Por la mañana: San Anselmo, obispo y doctor. Por la tarde: DOMINGO CUARTO DE PASCUA. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 22. DOMINGO CUARTO DE PASCUA. 10.00 h.: Sin intención. 11.30 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.
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