HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Domingo 2 de Abril de 2017
Queridos hermanos:
Muy cerca ya
de las fiestas de Pascua, en este domingo 5º de Cuaresma, escuchamos el
Evangelio de la Resurrección de Lázaro. Su resurrección llevará a la condena a
muerte de Jesús El Consejo del Sanedrín lo condena a muerte tras este
acontecimiento. (cf. Jn 11 45-53).
Os invito a
fijaros en este detalle del Evangelio de hoy: la oración de Jesús. Justo antes
de resucitar a Lázaro, cuando han quitado la losa del sepulcro, Jesús ora al
Padre de este modo: «Padre,
te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero
lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.» (Jn
11, 41-42).
¿Qué nos
enseña esta oración? Muchas cosas. En
primer lugar que Jesús no
hace nada (y sobre todo de esta importancia) sin orar antes al Padre. Segundo: que da gracias antes
de pedir. El corazón de Jesús está unido al Padre y es un corazón agradecido. Y
esto nos lleva a ver un tercer detalle: Jesús ora siempre,
constantemente al Padre, por eso dice: “tú me escuchas siempre”. La unión que Jesús
tiene con su Padre le lleva a la confianza de orarle siempre y la certeza de
ser siempre ser escuchado. Jesús está unido al Padre, “a Aquél que da y que se
da en sus dones.” (cf. Catecismo 2604). Es más importante el Padre que da, que
lo que da el Padre. Jesús, como Hijo, está unido al Padre y le pide como Hijo.
Pero fijémonos ahora en un cuarto detalle: Jesús ora con una
finalidad: que crean que tú me
has enviado.
Al parecer,
Lázaro era muy conocido. Nos dice el texto: que “muchos judíos habían ido a ver
a Marta y a María, para darles el pésame por su
hermano (11,19). Por eso, el hecho de resucitar a un muerto
lleva a la fe a muchos: “muchos
judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús,
creyeron en él.” (11,45). Otros judíos, en cambio, irán a contarlo a los
fariseos y esto ocasionará la reunión del Sanedrín para condenar a Jesús.
Piensan que si sigue haciendo tantas señales todos creerán en él. (cf.
11,46-48).
La finalidad
de la oración de Jesús es muy importante. El hecho de que Jesús resucite a
Lázaro puede llevarnos a la fe en Jesús, que resucita a los muertos. Y estaría
bien. Pero Jesús va más allá. En la oración pide que crean que Jesús ha sido
enviado por el Padre. Jesús nos invita a que nuestra fe se apoye, no solamente
en el hecho de que resucita a los muertos, sino en que vive unido al Padre al
que ora. Y nos invita a vivir así, unidos al Padre por Jesús, en Jesús, con
Jesús, que es nuestra resurrección y nuestra vida y ha venido para que tengamos
vida y vida abundante como hijos del Padre.
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 3-7. 17. 20-27. 33b-45
En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: - «Señor, tu amigo está enfermo.» Jesús, al oírlo, dijo: - «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. »
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: -«Vamos otra vez a Judea.»
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: - «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.» Jesús le dijo: - «Tu hermano resucitará.» Marta respondió: - «Sé que resucitará en la resurrección del último día.» Jesús le dice: - «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?» Ella le contestó: - «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: - «¿Dónde lo habéis enterrado?» Le contestaron: - «Señor, ven a verlo.»
Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: - «¡Cómo lo quería!» Pero algunos dijeron: - «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?» Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa.
Dice Jesús: - «Quitad la losa.» Marta, la hermana del muerto, le dice: - «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.»
Jesús le dice: - «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: - «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.» Y dicho esto, gritó con voz potente:
- «Lázaro, ven afuera.» El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: - «Desatadlo y dejadlo andar.» Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
Palabra del Señor.
994 Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona: "Yo soy la resurrección y la vida" (Jn 11, 25).
2603 Los evangelistas han conservado dos oraciones más explícitas de Cristo durante su ministerio. Cada una de el las comienza precisamente con la acción de gracias. En la primera (cf Mt 11, 25-27 y Lc 10, 21-23), Jesús confiesa al Padre, le da gracias y lo bendice porque ha escondido los misterios del Reino a los que se creen doctos y los ha revelado a los "pequeños" (los pobres de las Bienaventuranzas).
2604 La segunda oración es narrada por San Juan (cf Jn 11, 41-42) en el pasaje de la resurrección de Lázaro. La acción de gracias precede al acontecimiento: "Padre, yo te doy gracias por haberme escuchado", lo que implica que el Padre escucha siempre su súplica; y Jesús añade a continuación: "Yo sabía bien que tú siempre me escuchas", lo que implica que Jesús, por su parte, pide de una manera constante. Así, apoyada en la acción de gracias, la oración de Jesús nos revela cómo pedir: antes de que la petición sea otorgada, Jesús se adhiere a Aquél que da y que se da en sus dones. El Dador es más precioso que el don otorgado, es el "tesoro", y en El está el corazón de su Hijo; el don se otorga como "por añadidura" (cf Mt 6, 21. 33).
EL EVANGELIO COMENTADO POR EL PAPA
“El Evangelio de este quinto domingo de Cuaresma nos narra la resurrección de Lázaro. Es la cumbre de los «signos» prodigiosos realizados por Jesús: es un gesto demasiado grande, demasiado claramente divino para ser tolerado por los sumos sacerdotes, quienes, al conocer el hecho, tomaron la decisión de matar a Jesús (cf. Jn 11, 53).
Lázaro estaba muerto desde hacía cuatro días, cuando llegó Jesús; y a las hermanas Marta y María les dijo palabras que se grabaron para siempre en la memoria de la comunidad cristiana. Dice así Jesús: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre» (Jn 11, 25-26). Basados en esta Palabra del Señor creemos que la vida de quien cree en Jesús y sigue sus mandamientos, después de la muerte será transformada en una vida nueva, plena e inmortal. Como Jesús que resucitó con el propio cuerpo, pero no volvió a una vida terrena, así nosotros resucitaremos con nuestros cuerpos que serán transfigurados en cuerpos gloriosos. Él nos espera junto al Padre, y la fuerza del Espíritu Santo, que lo resucitó, resucitará también a quien está unido a Él.
Ante la tumba sellada del amigo Lázaro, Jesús «gritó con voz potente: “Lázaro, sal afuera”. El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario» (vv. 43-44). Este grito perentorio se dirige a cada hombre, porque todos estamos marcados por la muerte, todos nosotros; es la voz de Aquel que es el dueño de la vida y quiere que todos «la tengan en abundancia» (Jn 10, 10). Cristo no se resigna a los sepulcros que nos hemos construido con nuestras opciones de mal y de muerte, con nuestros errores, con nuestros pecados. Él no se resigna a esto. Él nos invita, casi nos ordena salir de la tumba en la que nuestros pecados nos han sepultado. Nos llama insistentemente a salir de la oscuridad de la prisión en la que estamos encerrados, contentándonos con una vida falsa, egoísta, mediocre. «Sal afuera», nos dice, «Sal afuera». Es una hermosa invitación a la libertad auténtica, a dejarnos aferrar por estas palabras de Jesús que hoy repite a cada uno de nosotros. Una invitación a dejarnos liberar de las «vendas», de las vendas del orgullo. Porque el orgullo nos hace esclavos, esclavos de nosotros mismos, esclavos de tantos ídolos, de tantas cosas. Nuestra resurrección comienza desde aquí: cuando decidimos obedecer a este mandamiento de Jesús saliendo a la luz, a la vida; cuando caen de nuestro rostro las máscaras —muchas veces estamos enmascarados por el pecado, las máscaras tienen que caer— y volvemos a encontrar el valor de nuestro rostro original, creado a imagen y semejanza de Dios.
El gesto de Jesús que resucita a Lázaro muestra hasta dónde puede llegar la fuerza de la gracia de Dios, y, por lo tanto, hasta dónde puede llegar nuestra conversión, nuestro cambio. Pero escuchad bien: no existe límite alguno para la misericordia divina ofrecida a todos. No existe límite alguno para la misericordia divina ofrecida a todos, recordad bien esta frase. Y podemos decirla todos juntos: «No existe límite alguno para la misericordia divina ofrecida a todos». Digámoslo juntos: «No existe límite alguno para la misericordia divina ofrecida a todos». El Señor está siempre dispuesto a quitar la piedra de la tumba de nuestros pecados, que nos separa de Él, la luz de los vivientes.” (Francisco. 6-abril-2014).
Señor Jesús, que antes de resucitar a Lázaro oraste al Padre: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.»
Enséñanos a orar al Padre. Enséñanos a dar gracias antes de pedir, a orar constantemente, a tener la certeza de ser escuchados siempre, para que como tú pidamos de manera constante al Padre y así tengamos la certeza de ser escuchados “siempre”. Pero sobre todo enséñanos a unirnos a tu Padre, unirnos “a Aquél que da y que se da en sus dones.” (cf. Catecismo 2604).
Tú, Jesús eres el mejor don del Padre, junto con el regalo del Espíritu Santo. Reza por nosotros. Reza con nosotros. Reza en nosotros.
Tú Jesús, eres nuestra resurrección y nuestra vida. Sabemos que has venido para que tengamos vida y vida abundante. Que junto al Padre no dejas de actuar en el mundo y que has recibido del Padre el mandato de dar vida y resucitar a los muertos, muertos en el cuerpo como Lázaro, y muertos en el alma como nosotros, pecadores. Resucita nuestra memoria para que siempre te agradezca y aprenda a esperar; resucita nuestro entendimiento para que miremos con fe, miremos la realidad con tus ojos, participemos de tu forma de mirar; resucita nuestra voluntad para que amemos con un amor que regenera, recrea y resucita.
Señor Jesús, gracias por orar antes de resucitar a Lázaro, para que nuestra fe se apoye, no solamente en el hecho de que resucitaste a Lázaro, sino en que vives unido al Padre al que oras.
Todos los viernes de Cuaresma también son días de abstinencia de comer carne.
ORACIÓN EN CUARESMA:
A las 6’30 de la mañana, de lunes a viernes, se reza la oración comunitaria de Laudes en el Templo parroquial de modo solemne y cantado.
A las 9.30 h. de la mañana también se rezan los Laudes en la Capilla de la Comunión con Exposición del santísimo Sacramento.
De lunes a jueves se rezará el Santo Rosario a las 19.00 h.
Los viernes de Cuaresma se rezará el Santo Rosario a las 18.30 h. y se hará el Ejercicio del Vía Crucis a las 7 tarde.
Ayuda a las necesidades que aparecen en la cruz de la entrada (una lavadora, medicamentos, alimentación…).
Anterior recaudación 15-3-2017: 155 €
Aportaciones hasta el 28-3-2017: 575€.
Total: 730 €.
Desde Cáritas Diocesana de Valencia apoyamos a Cáritas del Perú en su respuesta de emergencia por las intensas lluvias causadas por el fenómeno “El Niño”. En una noticia del 27 de marzo se informa que el temporal que ha azotado Perú ha dejado 90 fallecidos, 20 desaparecidos, 347 heridos, casi 120.000 damnificados y 742.000 afectados. Las pérdidas en infraestructura se estiman en 3.000 millones de dólares.
Cuentas abiertas por Cáritas Española para esta emergencia:
1. El lunes 3 de abril a las 20.30 h. se reunirá el Consejo de Pastoral parroquial para tratar asuntos en relación a las celebraciones de Semana Santa y a la ordenación de Juan Carlos Picornell que será el próximo 22 de abril. Su Primera Misa será el domingo 23 de abril en nuestra parroquia.
2. ESCUELA PARROQUIAL DE CATEQUISTAS. El lunes 3 de abril a las 17.30 h.
3. El miércoles 5 de abril a las 20.30h. Habrá reunión de formación de Liturgia para tratar el Misterio Pascual que vamos a celebrar.
4. El jueves 6 de abril a las 20.15 h. habrá Exposición del Santísimo Sacramento y Adoración.
5. El viernes 7 de abril habrá visita ordinaria a los enfermos.
6. El viernes 7 de abril a las 6 tarde habrá celebración del Perdón con los jóvenes de confirmación.
7. LIMPIEZA GENERAL DEL TEMPLO: el lunes santo 10 de abril desde las 16.00 h.; el miércoles santo 12 de abril desde las 21.00 h., y el Sábado santo 15 de abril desde las 12.30 h. Les invitamos a colaborar en la Limpieza de nuestro Templo. Gracias.
8. CELEBRACIONES DEL PERDÓN EN EL ARCIPRESTAZGO SAN FRANCISCO DE BORJA:
Lunes 10 de abril: 20.30 h: Cristo Rey;
Martes 11 de abril: 20.00 h: Santa María Magdalena; 20.30 h: San Nicolás; 20.30 h: San Francisco de Borja.
Miércoles 12 de abril 20 h: Sagrada Familia.
9. El Domingo de Ramos a las 17.00 h. en los locales parroquiales habrá un Cine-fórum para todos los públicos. Con una película para todos los públicos que ayude a adentrarse en los misterios que vamos a celebrar en la Semana Santa.
Del 3 al 9 de abril de 2017
Lunes 3. 19.30 h.: Sin intención.
Martes 4. 19.30 h.: Sin intención.
Miércoles 5. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 6. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 7. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 8. Por la tarde: DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova.
Domingo 9.
DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR.
10.00 h.: Sin intención.
10.30 h.: Pro Pópulo. A las 10.30 de la mañana desde la Iglesia de las Esclavas tendrá lugar la bendición de palmas y ramos, la procesión de Domingo de Ramos y al llegar al Templo se celebrará la Eucaristía. La Misa de 11.30 en el templo parroquial comenzará, pues, en las Esclavas.
19.30 h.: Sin intención.
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