HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 17 de Abril de 2016
Queridos hermanos:
¡Qué amor tan grande tiene el Señor por sus ovejas. Ese pequeño rebaño es LA IGLESIA.
Esas ovejas han recibido gratis el ser llevados por el Padre a ser del Buen Pastor: “Mi Padre, que me las ha dado”. Es el Padre el que mueve a las ovejas a pertenecer al rebaño. Por diversas mediaciones.
Esas ovejas han recibido la Palabra de Jesús, y han escuchado su voz. Han recibido el ser conocidas y amadas por el Pastor. Han recibido el camino y seguimiento del Pastor. Han recibido la Vida Eterna, la muerte vencida. Han recibido estar en las manos del Hijo y del Padre. “Nadie las arrebatará de mi mano…. nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre.”
En el mensaje del Santo Padre Francisco para la 53 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones dice: “La Iglesia no es sólo el lugar donde se cree, sino también verdadero objeto de nuestra fe; por eso decimos en el Credo: «Creo en la Iglesia».” La Iglesia es ese rebaño de ovejas donde hemos recibido gratis todos estos regalos y muchos más.
Yo no puedo menos que decir: CREO EN LA IGLESIA. Y CREO CON LA IGLESIA. ESPERO EN LA IGLESIA Y CON LA IGLESIA. AMO A LA IGLESIA, EN LA IGLESIA Y CON LA IGLESIA.
Es duro ver que va creciendo el número de casos de apostasía formal para salir de la Iglesia Católica. Las causas son múltiples. Pero una causa está en mi mano. He sido una oveja del rebaño que no ha traslucido siempre el gozo de tal Pastor buscando otros pastos, otras praderas, otras fuentes.
El Papa sigue diciendo en su mensaje: “Dios nos llama a pertenecer a la Iglesia y, después de madurar en su seno, nos concede una vocación específica. El camino vocacional se hace al lado de otros hermanos y hermanas que el Señor nos regala: es una con-vocación. El dinamismo eclesial de la vocación es un antídoto contra el veneno de la indiferencia y el individualismo. Establece esa comunión en la cual la indiferencia ha sido vencida por el amor, porque nos exige salir de nosotros mismos, poniendo nuestra vida al servicio del designio de Dios y asumiendo la situación histórica de su pueblo santo.”
Ser oveja del rebaño de Jesús, Buen Pastor, es ser oveja con otras ovejas. No oveja indiferente e individualista. En la mano del Padre y de Jesús estoy yo. Y también están mis hermanos.
Crezcamos en la intimidad y conocimiento de Jesús, de su voz, aprendiendo a distinguirla de otras voces, crezcamos en el conocimiento de la altura, anchura, longitud y profundidad de sus manos, corramos en su seguimiento y hagámoslo en amor a las ovejas, las que son del rebaño y las que todavía no los son, para que conozcan a este BUEN PASTOR, JESÚS.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 27-30
En aquel tiempo, dijo Jesús:
— «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre.
Yo y el Padre somos uno.»
Palabra del Señor.
590 Sólo la identidad divina de la persona de Jesús puede justificar una exigencia tan absoluta como ésta: "El que no está conmigo está contra mí" (Mt 12, 30); lo mismo cuando dice que él es "más que Jonás ... más que Salomón" (Mt 12, 41-42), "más que el Templo" (Mt 12, 6); cuando recuerda, refiriéndose a que David llama al Mesías su Señor (cf. Mt 12, 36-37), cuando afirma: "Antes que naciese Abraham, Yo soy" (Jn 8, 58); e incluso: "El Padre y yo somos una sola cosa" (Jn 10, 30).
754 "La Iglesia, en efecto, es el redil cuya puerta única y necesaria es Cristo (Jn 10, 1-10). Es también el rebaño cuyo pastor será el mismo Dios, como él mismo anunció (cf. Is 40, 11; Ez 34, 11-31). Aunque son pastores humanos quien es gobiernan a las ovejas, sin embargo es Cristo mismo el que sin cesar las guía y alimenta; El, el Buen Pastor y Cabeza de los pastores (cf. Jn 10, 11; 1 P 5, 4), que dio su vida por las ovejas (cf. Jn 10, 11-15)".
Los obispos sucesores de los apóstoles
861 "Para que continuase después de su muerte la misión a ellos confiada, encargaron mediante una especie de testamento a sus colaboradores más inmediatos que terminaran y consolidaran la obra que ellos empezaron. Les encomendaron que cuidaran de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les había puesto para ser los pastores de la Iglesia de Dios. Nombraron, por tanto, de esta manera a algunos varones y luego dispusieron que, después de su muerte, otros hombres probados les sucedieran en el ministerio" (LG 20; cf San Clemente Romano, Cor. 42; 44).
862 "Así como permanece el ministerio confiado personalmente por el Señor a Pedro, ministerio que debía ser transmitido a sus sucesores, de la misma manera permanece el ministerio de los apóstoles de apacentar la Iglesia, que debe ser elegido para siempre por el orden sagrado de los obispos". Por eso, la Iglesia enseña que "por institución divina los obispos han sucedido a los apóstoles como pastores de la Iglesia. El que los escucha, escucha a Cristo; el que, en cambio, los desprecia, desprecia a Cristo y al que lo envió" (LG 20).
896 El Buen Pastor será el modelo y la "forma" de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias debilidades, el obispo "puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a a los que cuida como verdaderos hijos ... Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su obispo como la Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre" (LG 27):
Seguid todos al obispo como Jesucristo (sigue) a su Padre, y al presbiterio como a los apóstoles; en cuanto a los diáconos, respetadlos como a la ley de Dios. Que nadie haga al margen del obispo nada en lo que atañe a la Iglesia (San Ignacio de Antioquía, Smyrn. 8,1)
1465 Cuando celebra el sacramento de la Penitencia, el sacerdote ejerce el ministerio del Buen Pastor que busca la oveja perdida, el del Buen Samaritano que cura las heridas, del Padre que espera al Hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez que no hace acepción de personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.
1516 Solo los sacerdotes (obispos y presbíteros) son ministros de la unción de los enfermos (cf Cc. de Trento: DS 1697; 1719; CIC, can. 1003; CCEO. can. 739,1). Es deber de los pastores instruir a los fieles sobre los beneficios de este sacramento. Los fieles deben animar a los enfermos a llamar al sacerdote para recibir este sacramento. Y que los enfermos se preparen para recibirlo en buenas disposiciones, con la ayuda de su pastor y de toda la comunidad eclesial a la cual se invita a acompañar muy especialmente a los enfermos con sus oraciones y sus atenciones fraternas.
EL PAPA FRANCISCO COMENTA
EL EVANGELIO
“El cuarto domingo del tiempo de Pascua se caracteriza por el Evangelio del Buen Pastor, que se lee cada año. El pasaje de hoy refiere estas palabras de Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, lo que me ha dado, es mayor que todo, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno» (Jn 10, 27-30). En estos cuatro versículos está todo el mensaje de Jesús, está el núcleo central de su Evangelio: Él nos llama a participar en su relación con el Padre, y ésta es la vida eterna.
Jesús quiere entablar con sus amigos una relación que sea el reflejo de la relación que Él mismo tiene con el Padre: una relación de pertenencia recíproca en la confianza plena, en la íntima comunión. Para expresar este entendimiento profundo, esta relación de amistad, Jesús usa la imagen del pastor con sus ovejas: Él las llama y ellas reconocen su voz, responden a su llamada y le siguen. Es bellísima esta parábola. El misterio de la voz es sugestivo: pensemos que desde el seno de nuestra madre aprendemos a reconocer su voz y la del papá; por el tono de una voz percibimos el amor o el desprecio, el afecto o la frialdad. La voz de Jesús es única. Si aprendemos a distinguirla, Él nos guía por el camino de la vida, un camino que supera también el abismo de la muerte.
Pero, en un momento determinado, Jesús dijo, refiriéndose a sus ovejas: “Mi Padre, que me las ha dado…” (cf. 10, 29). Esto es muy importante, es un misterio profundo, no fácil de comprender: si yo me siento atraído por Jesús, si su voz templa mi corazón, es gracias a Dios Padre, que ha puesto dentro de mí el deseo del amor, de la verdad, de la vida, de la belleza… y Jesús es todo esto en plenitud. Esto nos ayuda a comprender el misterio de la vocación, especialmente las llamadas a una especial consagración. A veces Jesús nos llama, nos invita a seguirle, pero tal vez sucede que no nos damos cuenta de que es Él, precisamente como le sucedió al joven Samuel. Hay muchos jóvenes hoy, aquí en la plaza. (…) Quisiera preguntaros: ¿habéis sentido alguna vez la voz del Señor que, a través de un deseo, una inquietud, os invitaba a seguirle más de cerca? ¿Le habéis oído? (…) ¿Habéis tenido el deseo de ser apóstoles de Jesús? Es necesario jugarse la juventud por los grandes ideales. Vosotros, ¿pensáis en esto? ¿Estáis de acuerdo? Pregunta a Jesús qué quiere de ti y sé valiente. ¡Pregúntaselo!
Detrás y antes de toda vocación al sacerdocio o a la vida consagrada, está siempre la oración fuerte e intensa de alguien: de una abuela, de un abuelo, de una madre, de un padre, de una comunidad… He aquí porqué Jesús dijo: “Rogad, pues, al Señor de la mies —es decir, a Dios Padre— para que mande trabajadores a su mies” (Mt 9, 38). (…) Invoquemos la intercesión de María que es la Mujer del «sí». María dijo «sí», toda su vida. Ella aprendió a reconocer la voz de Jesús desde que le llevaba en su seno. Que María, nuestra Madre, nos ayude a reconocer cada vez mejor la voz de Jesús y a seguirla, para caminar por el camino de la vida. Gracias. (Francisco. Ángelus. 21 abril 2013).
“Pidamos al Señor que conceda a quienes han emprendido un camino vocacional una profunda adhesión a la Iglesia; y que el Espíritu Santo refuerce en los Pastores y en todos los fieles la comunión eclesial, el discernimiento y la paternidad y maternidad espirituales:
Padre de misericordia, que has entregado a tu Hijo por nuestra salvación y nos sostienes continuamente con los dones de tu Espíritu, concédenos comunidades cristianas vivas, fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización. Sostenlas en el empeño de proponer a los jóvenes una adecuada catequesis vocacional y caminos de especial consagración. Dales sabiduría para el necesario discernimiento de las vocaciones de modo que en todo brille la grandeza de tu amor misericordioso. Que María, Madre y educadora de Jesús, interceda por cada una de las comunidades cristianas, para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo, sean fuente de auténticas vocaciones al servicio del pueblo santo de Dios.” (Mensaje del Santo Padre Francisco para la 53 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones)
EL PAPA FRANCISCO COMENTA
EL EVANGELIO
“El cuarto domingo del tiempo de Pascua se caracteriza por el Evangelio del Buen Pastor, que se lee cada año. El pasaje de hoy refiere estas palabras de Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, lo que me ha dado, es mayor que todo, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno» (Jn 10, 27-30). En estos cuatro versículos está todo el mensaje de Jesús, está el núcleo central de su Evangelio: Él nos llama a participar en su relación con el Padre, y ésta es la vida eterna.
Jesús quiere entablar con sus amigos una relación que sea el reflejo de la relación que Él mismo tiene con el Padre: una relación de pertenencia recíproca en la confianza plena, en la íntima comunión. Para expresar este entendimiento profundo, esta relación de amistad, Jesús usa la imagen del pastor con sus ovejas: Él las llama y ellas reconocen su voz, responden a su llamada y le siguen. Es bellísima esta parábola. El misterio de la voz es sugestivo: pensemos que desde el seno de nuestra madre aprendemos a reconocer su voz y la del papá; por el tono de una voz percibimos el amor o el desprecio, el afecto o la frialdad. La voz de Jesús es única. Si aprendemos a distinguirla, Él nos guía por el camino de la vida, un camino que supera también el abismo de la muerte.
Pero, en un momento determinado, Jesús dijo, refiriéndose a sus ovejas: “Mi Padre, que me las ha dado…” (cf. 10, 29). Esto es muy importante, es un misterio profundo, no fácil de comprender: si yo me siento atraído por Jesús, si su voz templa mi corazón, es gracias a Dios Padre, que ha puesto dentro de mí el deseo del amor, de la verdad, de la vida, de la belleza… y Jesús es todo esto en plenitud. Esto nos ayuda a comprender el misterio de la vocación, especialmente las llamadas a una especial consagración. A veces Jesús nos llama, nos invita a seguirle, pero tal vez sucede que no nos damos cuenta de que es Él, precisamente como le sucedió al joven Samuel. Hay muchos jóvenes hoy, aquí en la plaza. (…) Quisiera preguntaros: ¿habéis sentido alguna vez la voz del Señor que, a través de un deseo, una inquietud, os invitaba a seguirle más de cerca? ¿Le habéis oído? (…) ¿Habéis tenido el deseo de ser apóstoles de Jesús? Es necesario jugarse la juventud por los grandes ideales. Vosotros, ¿pensáis en esto? ¿Estáis de acuerdo? Pregunta a Jesús qué quiere de ti y sé valiente. ¡Pregúntaselo!
Detrás y antes de toda vocación al sacerdocio o a la vida consagrada, está siempre la oración fuerte e intensa de alguien: de una abuela, de un abuelo, de una madre, de un padre, de una comunidad… He aquí porqué Jesús dijo: “Rogad, pues, al Señor de la mies —es decir, a Dios Padre— para que mande trabajadores a su mies” (Mt 9, 38). (…) Invoquemos la intercesión de María que es la Mujer del «sí». María dijo «sí», toda su vida. Ella aprendió a reconocer la voz de Jesús desde que le llevaba en su seno. Que María, nuestra Madre, nos ayude a reconocer cada vez mejor la voz de Jesús y a seguirla, para caminar por el camino de la vida. Gracias. (Francisco. Ángelus. 21 abril 2013).
“Pidamos al Señor que conceda a quienes han emprendido un camino vocacional una profunda adhesión a la Iglesia; y que el Espíritu Santo refuerce en los Pastores y en todos los fieles la comunión eclesial, el discernimiento y la paternidad y maternidad espirituales:
Padre de misericordia, que has entregado a tu Hijo por nuestra salvación y nos sostienes continuamente con los dones de tu Espíritu, concédenos comunidades cristianas vivas, fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización. Sostenlas en el empeño de proponer a los jóvenes una adecuada catequesis vocacional y caminos de especial consagración. Dales sabiduría para el necesario discernimiento de las vocaciones de modo que en todo brille la grandeza de tu amor misericordioso. Que María, Madre y educadora de Jesús, interceda por cada una de las comunidades cristianas, para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo, sean fuente de auténticas vocaciones al servicio del pueblo santo de Dios.” (Mensaje del Santo Padre Francisco para la 53 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones)
Los jóvenes de la parroquia de San Francisco de Borja han organizado una obra musical para recaudar fondos de cara a la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Cracovia a finales del mes de julio. La obra se titula COMO GRANO DE TRIGO sobre la vida de San José de Calasanz y tendrá lugar el domingo 24 de abril a las 19.00 h. en el Colegio Calderón del Grau de Gandía. Lo que se recaude les ayudará a pagar el viaje.
En 1963 el Papa Pablo VI designó la fiesta del Buen Pastor como la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Jesús, el Buen Pastor, nos protege como su rebaño y nos ha prometido la vida eterna. Como seguidores de Jesús estamos llamados a permanecer fieles a la gracia de Dios.
La Iglesia es la casa de la misericordia y la «tierra» donde la vocación germina, crece y da fruto. (…) La acción misericordiosa del Señor perdona nuestros pecados y nos abre a la vida nueva que se concreta en la llamada al seguimiento y a la misión. Toda vocación en la Iglesia tiene su origen en la mirada compasiva de Jesús. Conversión y vocación son como las dos caras de una sola moneda y se implican mutuamente a lo largo de la vida del discípulo misionero. (…) La Iglesia no es sólo el lugar donde se cree, sino también verdadero objeto de nuestra fe; por eso decimos en el Credo: «Creo en la Iglesia».
La llamada de Dios se realiza por medio de la mediación comunitaria. Dios nos llama a pertenecer a la Iglesia y, después de madurar en su seno, nos concede una vocación específica. El camino vocacional se hace al lado de otros hermanos y hermanas que el Señor nos regala: es una con-vocación. El dinamismo eclesial de la vocación es un antídoto contra el veneno de la indiferencia y el individualismo. Establece esa comunión en la cual la indiferencia ha sido vencida por el amor, porque nos exige salir de nosotros mismos, poniendo nuestra vida al servicio del designio de Dios y asumiendo la situación histórica de su pueblo santo.
La vocación nace en la Iglesia. Un signo claro de la autenticidad de un carisma es su eclesialidad, su capacidad para integrarse armónicamente en la vida del santo Pueblo fiel de Dios para el bien de todos (Evangelii Gaudium, 130).
La vocación crece en la Iglesia. Durante el proceso formativo, los candidatos a las distintas vocaciones necesitan conocer mejor la comunidad eclesial, superando las percepciones limitadas que todos tenemos al principio.
La vocación está sostenida por la Iglesia. Después del compromiso definitivo, el camino vocacional en la Iglesia no termina, continúa en la disponibilidad para el servicio, en la perseverancia y en la formación permanente. (Sacado del Mensaje del Santo Padre Francisco para la 53 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones)
1. El encuentro de oración y predicación de la Buena Noticia llamado Misión en las Plazas con el Papa Francisco se suprime este domingo. Será el domingo que viene.
2. Novenario en honor del Beato Andrés Hibernón del 15 al 23 de abril a las 20.00 h. La fiesta del Beato será el domingo 24 de abril: misa solemne a las 11.30 h. Y solemne procesión a las 20.00 h.
3. El miércoles 20 de abril a las 17.30 h. será la reunión con los padres de 3º para preparar las Primeras Comuniones.
4. El sábado 23 de abril será el Encuentro de Cáritas de la Vicaría VIII en el Colegio Calderón del Grau de Gandía. Con el lema “Misericordiosos como el Padre” trabajará por medio de talleres y grupos de trabajo las obras de misericordia corporal y espiritual. La Acogida será a las 9.30 h. Finalizará sobre las 16.00 h.
5. Del 29 de junio al 3 de julio tendrá lugar la peregrinación diocesana a Lourdes presidida por nuestro arzobispo. Se podrá ir en autocar, tren o avión. Para más información: Elena Navarro. Móvil: 675 724 509.
Colecta en favor de Ucrania. El pasado domingo 3 de abril el Papa Francisco hizo este llamamiento: “Pienso en particular, aquí en Europa en el drama de los que sufren las consecuencias de la violencia en Ucrania, ... han causado ya miles de muertos y de cuantos – más de un millón- se han visto empujados a dejarlas por la grave situación que todavía perdura. Los afectados son, sobre todo, los ancianos y los niños. Además de acompañarles con mi pensamiento y mi oración constantes, me he decidido a promover una ayuda humanitaria en favor suyo. Con ese fin el próximo domingo, 24 de abril, en todas las iglesias católicas de Europa, habrá una colecta especial. Invito a los fieles a participar en esta iniciativa con una aportación generosa. Este gesto de caridad, además de aliviar el sufrimiento material, quiere manifestar mi cercanía personal y la de toda la Iglesia. Espero vivamente que contribuya a promover sin ulteriores retrasos la paz y el respeto del derecho en esa tierra sometida a pruebas tan duras”.
Del 18 al 24 de abril de 2016
Lunes 18. 19.30 h.: Sin intención.
Martes 19. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. Vicente Serrano Valbuena.
Miércoles 20. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí-Sanchis.
Jueves 21. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Calvet-Sancho.
Viernes 22. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 23. Por la mañana: San Jorge. Por la tarde: Quinto Domingo de Pascua. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: En sufragio de: José Antonio Cabanilles. 21.00 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Cabrera –Escrivá.
Domingo 24. Quinto Domingo de Pascua. 9.30 h.: Sin intención. 11.00 h.: Sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención.
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