HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 5 de Julio de 2015
Queridos hermanos:
El evangelio de este domingo escuece. “Se extrañó de su falta de fe.” Jesús vuelve a Nazaret y no encuentra la masa fermentada, ni las personas iluminadas ni sazonadas. Han tenido durante cerca de treinta años la Sal, la Luz, el Fermento en la persona del Hijo de Dios y en la Sagrada Familia de Nazaret. Y no ha valido de mucho. La falta de fe es el hilo conductor de estos últimos domingos. Faltaba la fe en la barca de los discípulos que atravesaban el Lago y tropezaron con la tempestad y Jesús durmiendo. Había fe, en cambio en la hemorroísa y en Jairo. Ahora falta de nuevo la fe en los de su casa, los suyos.
Los habitantes de Nazaret me recuerdan a los ricos de los que dice Jesús: ¡Qué difícil le va a ser a un rico entrar en el Reino de los Cielos! (cf. Mc 10,24s).
Para acoger a Jesús los de Nazaret hace falta que estén pidiendo, como mendigos y pobres, el pan de la Palabra; hace falta que estén buscando crecer en su fe, hace falta que estén llamando a la puerta de la sabiduría.
A los de Nazaret les pasa que no son pobres de espíritu y ni piden, ni buscan ni llaman. Cierto parecido con nosotros, cristianos viejos.
Nos dirá el Papa en su primera encíclica: “El creyente es transformado por el Amor, al que se abre por la fe, y al abrirse a este Amor que se le ofrece, su existencia se dilata más allá de sí mismo.” (Francisco. Lumen Fidei 21). Por la fe nos abrimos a este amor, que es Jesús. Los de Nazaret están cerrados, suficientes. No son necesitados. Con Jesús o sin Jesús permanecen igual, sin cambiar, generación tras generación. Con familia en misión o sin familia en misión, los de Nazaret están cerrados.
Pero fijémonos en otro detalle. Es tanto el fracaso que Jesús tiene con la mayoría de los habitantes de Nazaret que puede pasar desapercibido el grano de mostaza y el sentido de la misión de Jesús y su familia viviendo en este lugar: “No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos.” Cuando Jesús dijo que el evangelio se anunciaba a los pobres (cf. Lc 7,22), se cumple perfectamente aquí. Solamente los pobres y necesitados, los enfermos, los niños, los que buscan con sincero corazón, están abiertos a la Salud, al Bien, a la Verdad, a la Vida, a Jesús y a su Amor.
Este es el sentido de seguir siendo sal, luz y fermento en lugares cerrados: encontrar pobres que piden, buscan, llaman para ofrecerles el tesoro, la perla, el grande y sumo Bien: Jesús. De Nazaret. Y no se arrepiente de perder el tiempo (casi treinta años) para tan poquito fruto.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 1-6
En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
— «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?» Y esto les resultaba escandaloso.
Jesús les decía:
— «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe.
Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.
Palabra del Señor.
SOBRE LA FE
144 Obedecer ("ob-audire") en la fe, es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma. De esta obediencia, Abraham es el modelo que nos propone la Sagrada Escritura. La Virgen María es la realización más perfecta de la misma.
Creer solo en Dios
150 La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que él ha revelado, la fe cristiana difiere de la fe en una persona humana. Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que él dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura (cf. Jr 17,5-6; Sal 40,5; 146,3-4).
Creer en Jesucristo, el Hijo de Dios
151 Para el cristiano, creer en Dios es inseparablemente creer en aquel que él ha enviado, "su Hijo amado", en quien ha puesto toda su complacencia (Mc 1,11). Dios nos ha dicho que les escuchemos (cf. Mc 9,7). El Señor mismo dice a sus discípulos: "Creed en Dios, creed también en mí" (Jn 14,1). Podemos creer en Jesucristo porque es Dios, el Verbo hecho carne: "A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado" (Jn 1,18). Porque "ha visto al Padre" (Jn 6,46), él es único en conocerlo y en poderlo revelar (cf. Mt 11,27).
Creer en el Espíritu Santo
152 No se puede creer en Jesucristo sin tener parte en su Espíritu. Es el Espíritu Santo quien revela a los hombres quién es Jesús. Porque "nadie puede decir: 'Jesús es Señor' sino bajo la acción del Espíritu Santo" (1 Cor 12,3). "El Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios...Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios" (1 Cor 2,10-11). Sólo Dios conoce a Dios enteramente. Nosotros creemos en el Espíritu Santo porque es Dios.
1814 La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que El nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propone, porque El es la verdad misma. Por la fe "el hombre se entrega entera y libremente a Dios" (DV 5). Por eso el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios. "El justo vivirá por la fe" (Rom 1,17). La fe viva "actúa por la caridad" (Gál 5,6).
1815 El don de la fe permanece en el que no ha pecado contra ella (cf Cc Trento: DS 1545). Pero, "la fe sin obras está muerta" (St 2,26): Privada de la esperanza y de la caridad, la fe no une plenamente el fiel a Cristo ni hace de él un miembro vivo de su Cuerpo.
1816 El discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella, sino también profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla: "Todos vivan preparados para confesar a Cristo delante de los hombres y a seguirle por el camino de la cruz en medio de las persecuciones que nunca faltan a la Iglesia" (LG 42; cf DH 14). El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación: "Por todo aquél que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos" (Mt 10,32-33).
LA FAMILIA DE NAZARET
“La paz y la guerra comienzan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro, precisamos que toda familia viva feliz.
Algunos padres están llenos de amor y de ternura hacia sus hijos. Recuerdo el ejemplo de una madre que tenía doce hijos. La más pequeña de todos, que era niña, estaba afecta de una profunda minusvalía. Me resulta difícil describir su aspecto, tanto desde el punto de vista físico como emocional. Cuando se me ocurrió brindarme a acoger a la niña en uno de nuestros hogares, donde teníamos otros en condiciones parecidas, la madre prorrumpió en sollozos: –“¡Por Dios, Madre Teresa, no me diga eso! Esta criatura es el mayor regalo que Dios ha hecho a mi familia. Todo nuestro amor se centra en ella. Si se la lleva, nuestras vidas carecerán de sentido.” (…)
En Jesús, María y José, los integrantes de la Sagrada Familia de Nazaret, se nos brinda un magnífico ejemplo para la imitación. ¿Qué fue lo que hicieron? José era un humilde carpintero ocupado en mantener a Jesús y María, proveyéndoles de alimento y vestido: de todo lo que necesitaban para subsistir. María, la madre, tenía también una humilde tarea: la de ama de casa con un hijo y un marido de los que ocuparse. A medida que el hijo fue creciendo, María se sentía preocupada porque tuviera una vida normal, porque se sintiera a gusto en casa, con ella y con José. Era aquél un hogar donde reinaban la ternura, la comprensión y el respeto mutuo. Como he dicho: un magnífico ejemplo para nuestra imitación.
Hoy todo el mundo da la impresión de andar acelerado. Nadie parece tener tiempo para los demás: los hijos para sus padres, los padres para sus hijos, los esposos el uno para el otro. La paz mundial empieza a quebrarse en el interior de los propios hogares. De vez en cuando deberíamos plantearnos algunos interrogantes para saber orientar mejor nuestras acciones. Deberíamos plantearnos interrogantes como éste: ¿Conozco a los pobres? ¿Conozco, en primer lugar, a los pobres de mi familia, de mi hogar, a los que viven más cerca de mí: personas que son pobres, pero acaso no por falta de pan? Existen otras formas de pobreza, precisamente más dolorosa en cuanto más íntima. Acaso mi esposa o mi marido carezcan, o carezcan mis hijos, mis padres, no de ropa ni de alimento. Es posible que carezcan de cariño, porque yo se lo niego. ¿Dónde empieza el amor? En nuestros propios hogares. ¿Cuándo empieza? Cuando oramos juntos. La familia que reza unida permanece unida.
Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto para que la felicidad llene el corazón del que amamos. (…) Empieza diciendo una palabra amable a tu hijo, a tu marido, a tu mujer. Empieza ayudando a alguien que lo necesite en tu comunidad, en tu puesto de trabajo o en tu escuela... El mundo está saturado de sufrimientos por falta de paz. Y en el mundo falta paz porque falta en los hogares. Hay muchos – ¡demasiados!– hogares divididos.
El amor empieza al dedicarnos a aquellos a quienes tenemos a nuestro lado: los miembros de nuestra propia familia. (…)
Si queremos verdaderamente la paz, debemos adoptar una resolución firme: no consentir que un solo niño viva privado de amor. Me temo que no existe conciencia de lo importante que es la familia. Si se instalase el amor en el interior de la familia, el mundo cambiaría para bien. (…) El amor comienza por el hogar. Si la familia vive en el amor, sus miembros esparcen amor en su entorno. ” (Madre Teresa de Calcuta, Orar, Editorial Planeta, 91-101).
Señor, enséñame a no hablar como un bronce que retumba o una campanilla aguda, sino con amor. Hazme capaz de comprender y dame la fe que mueve montañas, pero con el amor. Enséñame aquel amor que es siempre paciente y siempre gentil: nunca celoso, presumido, egoísta y quisquilloso. El amor que encuentra alegría en la verdad, siempre dispuesto a perdonar, a creer, a esperar, a soportar. En fin, cuando todas las cosas finitas se disuelvan y todo sea claro, haz que yo haya sido el débil, pero constante reflejo de tu amor perfecto.” (Madre Teresa de Calcuta, Orar, Editorial Planeta, 100-101).
El Papa Francisco en este primer capítulo de su carta “Laudato si” y hablar de lo que le está pasando a nuestra casa, la tierra, nos dice que “el clima es un bien común”. Ante el preocupante calentamiento del sistema climático nos invita a todos a la responsabilidad: “La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana…. por el uso intensivo de combustibles fósiles… por la deforestación” (LS 23).
El Papa Francisco en este primer capítulo de su carta “Laudato si” y hablar de lo que le está pasando a nuestra casa, la tierra, nos dice que “el clima es un bien común”. Ante el preocupante calentamiento del sistema climático nos invita a todos a la responsabilidad: “La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana…. por el uso intensivo de combustibles fósiles… por la deforestación” (LS 23).
Este calentamiento afecta al ciclo del carbono y tiene efectos en “el agua potable, la energía y la producción agrícola de las zonas más cálidas, y provocará la extinción de parte de la biodiversidad del planeta. (LS 24).
El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad, afectando principalmente a los países más pobres. (LS 25).
Los poderosos en lo económico o político parece enmascaran los problemas y ocultan los síntomas, manteniendo los actuales modelos de producción y de consumo. Sería urgente políticas que llevaran a reemplazar la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable. (LS 26).
CAMPAÑA para la compra y colocación del Aire Acondicionado en el Templo:
PRIMERA FASE: 15.925 €
SEGUNDA FASE
- Instalación de conductos en el resto del templo:
+ 3.427 € = 19.352 €
- Instalación de 2ª máquina de aire: + 8.565 €: = 27.917 €
Recaudado hasta el 3 de julio de 2015:
11.881,28 €.
Faltan 4.043,72 € para la primera fase.
Para no perder el aire acogedor de nuestra parroquia: ¡Colabora!
Puedes hacer tu donativo en la cuenta que la parroquia tiene
haciendo constar: “Para el Aire Acondicionado”
en BANKIA (Paseo Germanías 82)
2038-6230-75-3000420970
ACTIVIDADES PARA EL VERANO:
- Campamento de verano para niños entre 6 y 12 años en Guadalest del 12 al 19 de julio.
- Convivencia retiro para jóvenes entre 13 y 16 años en Vivar del Cid (Burgos) del 21 al 27 de julio.
- Viaje a Caleruega (Burgos), tras las huellas de Santo Domingo de Guzmán, para las familias, del 31 de julio al 2 de agosto.
HORARIO DE VERANO
MISAS
· De lunes a viernes a las 7.30 tarde
· Los sábados y vísperas de fiestas a las 7.30 tarde y a las 9 noche (con las comunidades neocatecumenales)
· Los domingos y festivos a las 11.00 h. y 19.30 h.
“La paz y la guerra comienzan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro, precisamos que toda familia viva feliz.
El amor comienza por el hogar. Si la familia vive en el amor, sus miembros esparcen amor en su entorno.” (Madre Teresa de Calcuta)
EL AMOR SEMBRADO EN NAZARET
NO FUE EN VANO
Del 6 al 12 de julio de 2015
Lunes 6. Santa María Goretti, Vg. y mr. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova.
Martes 7. 19.30 h.: En sufragio de: Charo Miñana.
Miércoles 8. 19.30 h.: En sufragio de: Carmen Bardés.
Jueves 9. Santos Agustín Zhao Rong, pbro. y comp. mr. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. D. Vidal Saez.
Viernes 10. San Cristóbal. Btos. Carmelo Bolta, pbro. y Francisco Pinazo, rel. mr. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. D. José Palop García.
Sábado 11. Por la mañana: Fiesta de san Benito, patrono de Europa. Por la tarde XV del T.O. 19.30 h.: Sin intención. 2 1.00 h.: Sin intención.
Domingo 12. XV del T.O. 11.00 h.: En sufragio de: Enrique Catalá Blasco y Pepita Catalá Climent. 19.30 h.: Pro Pópulo.
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