HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 10 de Mayo de 2015
Tras escuchar la alegoría de la Vid y los sarmientos el domingo pasado, escuchamos este domingo su continuación. La Trinidad está presente en todo el relato.
Jesús es la Vid entera: raíces, sarmientos, hoja y frutos: racimos de dulce uva. Igual que del seco madero de la vid pende el fruto más dulce, así Él en el en árbol tan seco de la Cruz nos mostrará el racimo más dulce: su amor de entrega hasta dar la vida, sus llagas que derraman el mosto de su caridad. Nosotros somos los sarmientos o ramas de la Vid. “Sólo el sarmiento que no teme dejarse podar por el viñador, da más fruto para sí y para los demás” (Bto. Juan Pablo II. Christifideles Laici 63). El Padre, diligente viñador, cuida de su viña: corta el sarmiento si no da fruto y poda para que dé más fruto. Este “más fruto”, “es una llamada a crecer, a madurar continuamente, a dar siempre más fruto”. (idem 57). El Espíritu Santo es la savia, implícita en el texto, que debe llegar al extremo de cada rama para que dé ese racimo de uva dulce. La poda del Padre permite quitar lo que sobra para que el sarmiento se concentre en el fruto.
Esta imagen nos habla del muchísimo amor de Dios. Pues Jesús no dice: vosotros sois los que os coméis la uva. Sino que a sus discípulos los llama “amigos”, sarmientos y miembros de la misma Vid, que es Él si hacen lo que les manda.
¡Qué invitación a crecer en amistad e intimidad con Jesús!
Si Él y nosotros somos uno, daremos el mismo fruto que da él: el amor, la alegría, la fidelidad. Por eso invita continuamente a estar unidos a Él para dar más fruto: “permaneced en mi amor” (15,9).
Y es que el amor iguala con el amado. Lo decía San Juan de la Cruz: “Tan sólo el amor puede hacer que el alma sea igual a Dios. Cuando el alma tiene perfecto amor se llama Esposa del Hijo de Dios, porque el amor crea igualdad entre el Esposo y la Esposa. Crea amistad. Y en la amistad no hay tuyo ni mío, sino que todo es de los dos amigos, como lo dijo el Esposo a sus discípulos: «Os llamo amigos porque os he comunicado todo lo que le he oído a mi Padre» (Jn 15,15).” (Anotación para la canción 28. Cántico Espiritual B). Por ello la consagración al Señor, el anhelo de santidad, el deseo de estar con Él es lo más fecundo. Unido a Él, entregado a Él como su esposa, su amigo, su sarmiento. Ya no tendremos otro oficio. Solo dar fruto, solo amar, será nuestro ejercicio. (cf. San Juan de la Cruz. Cántico Espiritual B. canciones 27 y 28).
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: — «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»
Palabra del Señor.
Los frutos de la comunión eucarística
1391 La comunión acrecienta nuestra unión con Cristo. Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús.
1392 Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la comunión lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual. La comunión con la Carne de Cristo resucitado, vivificada por el Espíritu Santo y vivificante (PO 5), conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento de la vida cristiana necesita ser alimentado por la comunión eucarística, pan de nuestra peregrinación, hasta el momento de la muerte, cuando nos sea dada como viático.
1393 La comunión nos separa del pecado. El Cuerpo de Cristo que recibimos en la comunión es "entregado por nosotros", y la Sangre que bebemos es "derramada por muchos para el perdón de los pecados". Por eso la Eucaristía no puede unirnos a Cristo sin purificarnos al mismo tiempo de los pecados cometidos y preservarnos de futuros pecados:
1394 Como el alimento corporal sirve para restaurar la pérdida de fuerzas, la Eucaristía fortalece la caridad que, en la vida cotidiana, tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados veniales (cf Cc. de Trento: DS 1638). Dándose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y nos hace capaces de romper los lazos desordenados con las criaturas y de arraigarnos en él:
1395 Por la misma caridad que enciende en nosotros, la Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales. Cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper con él por el pecado mortal.
1396 La unidad del Cuerpo místico: La Eucaristía hace la Iglesia. Los que reciben la Eucaristía se unen más estrechamente a Cristo. Por ello mismo, Cristo los une a todos los fieles en un solo cuerpo: la Iglesia. La comunión renueva, fortifica, profundiza esta incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo. En el Bautismo fuimos llamados a no formar más que un solo cuerpo (cf 1 Co 12,13). La Eucaristía realiza esta llamada.
Porque Cristo murió por nuestro amor, cuando hacemos conmemoración de su muerte en nuestro sacrificio, pedimos que venga el Espíritu Santo y nos comunique el amor; suplicamos fervorosamente que aquel mismo amor que impulsó a Cristo a dejarse crucificar por nosotros sea infundido por el Espíritu Santo en nuestro propios corazones, con objeto de que consideremos al mundo como crucificado para nosotros, y sepamos vivir crucificados para el mundo...y, llenos de caridad, muertos para el pecado vivamos para Dios (S. Fulgencio de Ruspe, Fab. 28,16-19).
VOSOTROS SOIS MIS AMIGOS.
REFLEXIÓN CON SANTA TERESA DE JESÚS
“Esme gran lástima, porque -como digo- conozco muchas almas que llegan aquí, y que pasen de aquí como han de pasar, son tan pocas, que se me hace vergüenza decirlo. No digo yo que hay pocas, que muchas debe haber, que por algo nos sustenta Dios. Digo lo que he visto. Querríalas mucho avisar que miren no escondan el talento, pues que parece las quiere Dios escoger para provecho de otras muchas, en especial en estos tiempos que son menester amigos fuertes de Dios para sustentar los flacos.” (Santa Teresa de Jesús. Vida 15,5).
La oración es tratar de amistad
“No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama.” (Santa Teresa de Jesús. Vida 8,5)
La amistad de Jesús es fiel
“¡Oh Señor mío, cómo sois Vos el amigo verdadero; y como poderoso, cuando queréis podéis, y nunca dejáis de querer si os quieren! ¡Alaben os todas las cosas, Señor del mundo! ¡Oh, quién diese voces por él, para decir cuán fiel sois a vuestros amigos! Todas las cosas faltan; Vos Señor de todas ellas, nunca faltáis. Poco es lo que dejáis padecer a quien os ama.” (Santa Teresa de Jesús. Vida 25,17).
Intimidad y entendimiento con solo la mirada
“Lo que me parece es que quiere el Señor de todas maneras tenga esta alma alguna noticia de lo que pasa en el cielo, y paréceme a mí que así como allá sin hablar se entiende … así es acá, que se entienden Dios y el alma con sólo querer Su Majestad que lo entienda, sin otro artificio para darse a entender el amor que se tienen estos dos amigos. Como acá si dos personas se quieren mucho y tienen buen entendimiento, aun sin señas parece que se entienden con sólo mirarse. Esto debe ser aquí, que sin ver nosotros cómo, de en hito en hito se miran estos dos amantes, como lo dice el Esposo a la Esposa en los Cantares.” (Santa Teresa de Jesús. Vida 27,10)
Ayuda a la amistad con Jesús tratar con amigos de Dios
“¡Qué engaño tan grande, válgame Dios, que para querer ser buena me apartaba del bien! En esto debe poner mucho el demonio en el principio de la virtud, porque yo no podía acabarlo conmigo. Sabe él que está todo el medio de un alma en tratar con amigos de Dios, y así no había término para que yo a esto me determinase. Aguardaba a enmendarme primero, como cuando dejé la oración, y por ventura nunca lo hiciera, porque estaba ya tan caída en cosillas de mala costumbre que no acababa de entender eran malas, que era menester ayuda de otros y darme la mano para levantarme. Bendito sea el Señor que, en fin, la suya fue la primera.” (Santa Teresa de Jesús. Vida 23,4)
Señor Jesús:
Concede a todos los cristianos la gracia del Espíritu Santo para comprender el valor del acompañamiento, con frecuencia silencioso, que nos lleva a dedicar tiempo para estar con nuestros hermanos enfermos. Enfermos que tienen necesidad de una asistencia continuada, de una ayuda para lavarse, para vestirse, para alimentarse.
Concédenos tu cercanía y fortaleza cuando la atención a los enfermos se prolonga en el tiempo y se vuelve fatigosa y pesada.
Concédenos prolongar en nuestra dedicación por los más débiles la misión de la Iglesia para que gracias a nuestra cercanía y a nuestro afecto, se sientan más amados y consolados.
Concédenos denunciar la gran mentira que se esconde tras ciertas expresiones que insisten mucho en la «calidad de vida», para inducir a creer que las vidas gravemente afligidas por enfermedades no serían dignas de ser vividas.
Concédenos ser «ojos del ciego» y «pies del cojo» y la gracia de la sabiduría del corazón que lleva a abrirse al sufrimiento de los hermanos y reconocer en ellos la imagen de Dios.
Oh María, Sede de la Sabiduría, intercede, como Madre nuestra por todos los enfermos y los que se ocupan de ellos. Haz que en el servicio al prójimo que sufre y a través de la misma experiencia del dolor, podamos acoger y hacer crecer en nosotros la verdadera sabiduría del corazón.
(Oración elaborada a partir del Mensaje del Santo Padre para la XXIII Jornada Mundial del Enfermo 2015).
El tema de este año nos invita a meditar una expresión del Libro de Job: «Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies» (29,15). Quisiera hacerlo en la perspectiva de la sapientia cordis, la sabiduría del corazón, que es una actitud infundida por el Espíritu Santo en la mente y en el corazón de quien sabe abrirse al sufrimiento de los hermanos y reconoce en ellos la imagen de Dios. De manera que, hagamos nuestra la invocación del Salmo: «¡A contar nuestros días enséñanos / para que entre la sabiduría en nuestro corazón!» (Sal 90,12).
Sabiduría del corazón es servir al hermano. Cuántos cristianos dan testimonio también hoy, no con las palabras, sino con su vida radicada en una fe genuina, y son «ojos del ciego» y «del cojo los pies». Personas que están junto a los enfermos que tienen necesidad de una asistencia continuada, de una ayuda para lavarse, para vestirse, para alimentarse. Este servicio, especialmente cuando se prolonga en el tiempo, se puede volver fatigoso y pesado. Es relativamente fácil servir por algunos días, pero es difícil cuidar de una persona durante meses o incluso durante años, incluso cuando ella ya no es capaz de agradecer. Y, sin embargo, ¡qué gran camino de santificación es éste!
Sabiduría del corazón es estar con el hermano. El tiempo que se pasa junto al enfermo es un tiempo santo. Es alabanza a Dios, que nos conforma a la imagen de su Hijo
Sabiduría del corazón es salir de sí hacia el hermano. A veces nuestro mundo olvida el valor especial del tiempo empleado junto a la cama del enfermo, porque estamos apremiados por la prisa, por el frenesí del hacer, del producir, y nos olvidamos de la dimensión de la gratuidad, del ocuparse, del hacerse cargo del otro.
Sabiduría del corazón es ser solidarios con el hermano sin juzgarlo. La caridad tiene necesidad de tiempo. Tiempo para curar a los enfermos y tiempo para visitarles. Tiempo para estar junto a ellos, como hicieron los amigos de Job: «Luego se sentaron en el suelo junto a él, durante siete días y siete noches. Y ninguno le dijo una palabra, porque veían que el dolor era muy grande» (Jb 2,13). Pero los amigos de Job escondían dentro de sí un juicio negativo sobre él: pensaban que su desventura era el castigo de Dios por una culpa suya. La caridad verdadera, en cambio, es participación que no juzga, que no pretende convertir al otro; es libre de aquella falsa humildad que en el fondo busca la aprobación y se complace del bien hecho. (Del Mensaje del Santo Padre para la XXIII Jornada Mundial del Enfermo 2015).
DONATIVOS para la compra y colocación del Aire Acondicionado en el Templo parroquial. Recaudado hasta el 8 de mayo de 2015:
10.627,28 €.
Faltan 5.297,72 € para la primera fase.
Para no perder el aire acogedor
de nuestra parroquia: ¡Colabora!
Puedes hacer tu donativo en la cuenta que la parroquia tiene
haciendo constar: “Para el Aire Acondicionado”
en BANKIA (Paseo Germanías 82)
2038-6230-75-3000420970
1. El lunes 11 de mayo comenzarán los ensayos con los niños de primera comunión del turno del 17 de mayo.
2. El miércoles 13 de mayo a las 20.30 h. se reunirá el Equipo de Liturgia para preparar las diversas celebraciones.
3. El sábado 16 de mayo a las 11 h. en el Seminario de Moncada serán las ordenaciones de 7 diáconos. Recemos por ellos.
4. Les recordamos que de lunes a viernes se reza los laudes en la Capilla de la Comunión a las 9.30 h.
5. Don Esteban Escudero Torres ha sido nombrado obispo auxiliar de Valencia tras su estancia en la sede de Palencia.
6. ACTIVIDADES PARA EL VERANO:
- Campamento de verano para niños entre 6 y 12 años en Guadalest del 12 al 19 de julio. Rogamos vayan apuntando a sus hijos para facilitar la organización.
- Convivencia retiro para jóvenes entre 13 y 16 años en Vivar del Cid (Burgos) del 21 al 27 de julio.
- Viaje a Caleruega (Burgos), tras las huellas de Santo Domingo de Guzmán, para las familias de Anatolé, con niños de 9 a 12 años, del 31 de julio al 2 de agosto.
Del 11 al 17 de mayo de 2015
Lunes 11. 19.30 h.: En sufragio de: Daría San José Herrero.
Martes 12. San Pancracio, mártir. 19.30 h.: En sufragio de: Dolores Puig Matoses.
Miércoles 13. Ntra. Sra. de Fátima. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 14. Fiesta de San Matías. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 15. San Isidro labrador. 19.30 h.: En sufragio de: María López García.
Sábado 16. Por la tarde: Solemnidad de la Ascensión. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: En sufragio de: Estanislao Estrugo Castillo. 21.00 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Peiró Santamaría.
Domingo 17. Solemnidad de la Ascensión. 9.30 h.: Sin intención. 11.00 h.: Sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. PRIMERAS COMUNIONES. 19.30 h.: Sin intención.
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