HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 22 de Diciembre de 2013
Queridos hermanos:
Cercanas ya las fiestas de la Natividad de nuestro Salvador escuchamos un evangelio que nos llena de esperanza. En momentos distintos, José y María reciben del ángel el anuncio de la llegada del Mesías. Estaban desposados. No vivían juntos. Y ambos reciben el mismo encargo: acoger a este Niño, obra del Espíritu Santo, y ponerle por nombre Jesús. “Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados”. ¡Qué obra tan hermosa la que Dios hizo en San José! Abierto a la acción imprevista de Dios en la historia, dócil a sus insinuaciones, aun en sueños, obediente, no es menos que la Virgen María. “La acción del Espíritu Santo recayó sobre los dos, dice San Agustín (Sermón 51). “A pesar de haber experimentado turbación, José actúa «como le había ordenado el ángel del Señor», seguro de hacer lo que debía. También poniendo el nombre de «Jesús» a ese Niño que rige todo el universo, él se inserta en el grupo de los servidores humildes y fieles, parecido a los ángeles y a los profetas, parecido a los mártires y a los apóstoles, como cantan antiguos himnos orientales. San José anuncia los prodigios del Señor, dando testimonio de la virginidad de María, de la acción gratuita de Dios, y custodiando la vida terrena del Mesías”. (Benedicto XVI. Ángelus. 19-12-2010).
A María y a José, el ángel les dice que pongan al niño el nombre de Jesús. ¿Por qué? Jesús significa el Señor salva. Viene como Salvador. Salvar... ¿de qué? Dice San Agustín que también Moisés salvó a su pueblo de Egipto, los jueces lo salvaron de los filisteos, los reyes de los gentiles que había alrededor. Pero “No es ésta la salvación propia de Jesús; él lo librará de sus pecados, le pondrán por nombre Jesús. ¿Por qué? Él, en efecto, salvará a su pueblo Israel. ¿De qué? De sus pecados”. (Sermón 293).
Esta es la verdadera esclavitud. Nuestros pecados. José y María, un matrimonio, abiertos a la acción del Espíritu Santo, ayudan a salvar el mundo acogiendo al Salvador. El Señor también actúa e instruye a mi hermano. Pidamos para nuestras familias esta acogida, esta disponibilidad. Y colaborar así con el Señor en que el mundo conozca la alegría del Evangelio.
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 18‑24
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: ‑ «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta:
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios‑con‑nosotros".»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
Palabra del Señor.
La acción del Espíritu Santo
recayó sobre María y José
“La acción del Espíritu Santo recayó sobre los dos. Siendo, dice, un hombre justo. Justo era el varón, justa la mujer. El Espíritu Santo, que reposaba en la justicia de ambos, a ambos les dio el hijo. Pero en el sexo al que correspondía dar a luz obró lo que al nacer sería también para el marido. Así, pues, el ángel ordena a los dos que impongan el nombre al niño, con lo que se manifiesta que ambos tienen autoridad paterna. (…) Se dice también a María: “He aquí que vas a concebir un hijo y le pondrás por nombre Jesús”: Y a José: “José, hijo de David, no temas recibir a María como tu esposa, porque lo que en ella ha nacido es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús: él salvará a su pueblo de todos sus pecados”. Se afirma también: Y le dio a luz un hijo, con lo que se le reconoce como padre, no por obra de la carne, sino por la del amor. Así es como él es padre. (…)¿Cómo es que era padre? Porque su paternidad era tanto más auténtica cuanto más casta. Ciertamente era considerado como padre de nuestro Señor Jesucristo, pero de otra manera. (…) El Señor no nació de la sangre de José, aunque así se pensase; sin embargo, a la piedad y caridad de José le nació de la Virgen María un hijo, Hijo a la vez de Dios”. (San Agustín. Sermón 51)
¿Cómo ejerce san José la custodia del Redentor?
“Hemos escuchado en el Evangelio que “José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer” (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: “Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo” (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1). ¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús. ¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio. (…) José es “custodio” porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas.
En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación. Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos.
Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios. (...) Pero, para “custodiar”, también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.
Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura. (Francisco. Homilía en la Misa inaugural de su pontificado. 19-3-2013).
ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA
Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro «sí» ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús. Tú, llena de la presencia de Cristo, llevaste la alegría a Juan el Bautista, haciéndolo exultar en el seno de su madre. Tú, estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor. Tú, que estuviste plantada ante la cruz con una fe inquebrantable y recibiste el alegre consuelo de la resurrección, recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora. Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte. Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga. Tú, Virgen de la escucha y la contemplación, madre del amor, esposa de las bodas eternas, intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo, para que ella nunca se encierre ni se detenga en su pasión por instaurar el Reino. Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Aleluya. (Francisco. Evangelii Gaudium 288)
DÍA DE LA FAMILIA DIOCESANO
28 de diciembre
Actos: A las 12.30 h.: acogida en la Capilla de la Universidad Católica sede de Santa Úrsula (calle Guillem de Castro 94, junto a las Torres de Quart). Allí habrá una liturgia de la Palabra en torno al papel isustituible de la familia cristiana. Tras ello comida de fraternidad en los locales parroquiales.
15.30 h.: "Rosario de las familias" acompañado por monseñor Osoro y por los niños.
16.30 h.: Eucaristía presidida por el Arzobispo en la Seo.
ENCUENTRO EN MADRID:
La familia, un lugar privilegiado
Envío de familias para el mundo
Del 27 al 29 de diciembre, en la Plaza de Colón, estará el Santísimo Sacramento expuesto 33 horas ininterrumpidas para orar por las familias y por el derecho a la vida También se instalarán unos confesionarios para recibir el Sacramento de la Reconciliación.
29 de diciembre
Actos: 10:30 h. intervención de Kiko Arguello (iniciador del camino neocatecumenal) para presentar a “las Familias para el Mundo”. Familias de toda Europa que vendrá a recibir la bendición de Excmo. Cardenal de Madrid D. Antonio María Rouco Varela para la Misión ad gentes que están realizando en distintas partes del Mundo.
12:00 h. Conexión con el Papa. EUCARISTIA presidida por don Antonio Mª. Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid.
Horario de misas en TIEMPO DE Navidad:
· Natividad del Señor: 24 de diciembre: 18.00; 19.30; 24.00 h. y 25 de diciembre: 9.30; 11.00; 12.00; 19.30 h.
· El sábado 28 de diciembre se suprime la misa de 6 tarde por la celebración diocesana del Día de la Familia.
· Santa María Madre de Dios: martes 31 de diciembre: 18.00; 19.30. y miércoles 1 de enero: 9.30; 11.00; 12.00; 19.30 h.
· El viernes 3 de enero la misa será a las 6.30 tarde.
· 2º domingo de Navidad: Sábado 4 (18.00; 19.30.; 21.00 h.) y domingo 5 de enero: 9.30; 11.00; 12.00.
· Solemnidad de la Epifanía: Domingo 5 tarde (18.00 h.) y lunes 6 de enero: 9.30; 11.00; 12.00; 19.30 h.
· Bautismo del Señor: sábado 11 y domingo 12 de enero en el horario habitual
1. El domingo 22 a las 17.00 h. Festival de Villancicos. Os invitamos a preparar algún villancico por grupo o familia para cantar al Niño-Dios.
2. Los jóvenes de la parroquia irán a visitar a los enfermos de la parroquia junto con el equipo de Pastoral de la salud el lunes 23 a las 10.30 h. para cantar villancicos.
2. El lunes 23 de diciembre a las 4 de la tarde será la limpieza general del Templo. Invitaros a dejar limpia la Iglesia para tan hermosas fiestas que se acercan. Tanto el lunes 23 por la noche como el martes 24 por la mañana intentaremos decorar la Iglesia para las fiestas de Navidad.
3. El lunes 23 de diciembre a las 5.30 de la tarde habrá una oración con las catequistas de la parroquia.
4. El viernes 27 a las 20.30 h. tendremos una Vigilia de Oración por la familia y por la vida.
5. El Domingo 29 de diciembre a las 12.00 h.: celebración solemne de la Fiesta de la Sagrada Familia en la Parroquia.
6. El jueves 2 de enero visita del Paje de SS. MM. los Reyes a la Parroquia a las 6 tarde.
7. El viernes 3 de enero a las 19.30 h. CONCIERTO DE NAVIDAD a cargo de Salvador Carbó interpretando el Pastor y el lobo.
8. Visita de SS. MM. los Reyes a la Parroquia el domingo 5 de enero a las 20.00 h.
9. En el despacho parroquial podrán adquirir el calendario parroquial 2014.
Del 23 al 29 de diciembre de 2013
Lunes 23. 19.30 h.: En sufragio de José Antonio Cabanilles.
Martes 24. NATIVIDAD DEL SEÑOR. 18.00 h.: sin intención. 19.30 h.: sin intención. 24.00 h.: sin intención.
Miércoles 25. NATIVIDAD DEL SEÑOR. 9.30 h.: sin intención. 11.00 h.: sin intención. 12.00 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: sin intención.
Jueves 26. S. ESTEBAN, Protomartir. 19.30 h.: En sufragio de Jesús Valls y Luisa Peiró.
Viernes 27. S. JUAN, Apóstol y Evangelista. 19.30 h.: En sufragio de José Segura.
Sábado 28. LA SAGRADA FAMILIA 19.30 h.: En sufragio de Rosendo Roche.
Domingo 29. SAGRADA FAMILIA. 9.30 h.: sin intención. 11.00 h.: sin intención. 12.00 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: sin intención.
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