HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 3 de marzo de 2013
Una llamada a no perder la Vida
Queridos hermanos:
Jesús nos apremia a la conversión. La muerte física, causada por la violencia brutal de Pilato o por la desgracia accidental, era considerada como un castigo divino por los pecados de sus víctimas. “La gente, considerándose justa, creía estar a salvo de esa clase de incidentes, pensando que no tenía nada que convertir en su vida. Pero Jesús denuncia esta actitud como una ilusión ... e invita a reflexionar sobre esos acontecimientos, para un compromiso mayor en el camino de conversión, porque es precisamente el hecho de cerrarse al Señor, de no recorrer el camino de la conversión de uno mismo, que lleva a la muerte, la del alma”. (cf. Benedicto XVI. 7-3-2010).
La verdadera muerte es la falta de conversión, de cambio en la vida, de fruto. Por ello la llamada apremiante a la conversión es una llamada a la confianza en la misericordia de Dios y a la propia responsabilidad. Es una llamada a no desesperar de nadie. A ello nos anima la intercesión del viñador, que como Abraham ante Sodoma o Moisés ante Israel, pide un año de gracia. Y además realizará trabajos no habituales en una higuera (cavar alrededor, echar estiércol…). Ante la ausencia de fruto, el viñador, hará más faena, se cansará por algo que no ha dado fruto, Él que es viñador y no cultivador de higos como Amós.
Otro ejemplo de llamada a la conversión puede ser el Papa Benedicto. La sencillez con la que se ha despedido y su humildad, dando gracias a Dios y agradeciendo a todos curia, cardenales,... fieles por su cercanía, y pidiendo por todos para que podamos "comportarnos de manera digna de Él, de su amor, dando fruto en toda obra buena" (cfr Col 1,9-10).
Su confianza en la acción de Dios, en la obra de Jesucristo y de su palabra en el corazón de los creyentes. La caridad circula en el corazón de la higuera y nos hace vivir, colaborando con el viñador, en la esperanza de que "la Palabra de verdad del Evangelio es la fuerza de la Iglesia, es su vida. El Evangelio purifica y renueva, da fruto, dondequiera que la comunidad de los creyentes lo escucha y acoge la gracia de Dios en la verdad y en la caridad. Ésta es mi confianza, ésta es mi alegría”.
Y su invitación como llamada a la conversión: "Desearía invitaros a todos a renovar la firme confianza en el Señor, a confiarnos como niños en los brazos de Dios, seguros de que esos brazos nos sostienen siempre y son los que nos permiten caminar cada día, también en la dificultad. Me gustaría que cada uno se sintiera amado por ese Dios que ha dado a su Hijo por nosotros y que nos ha mostrado su amor sin límites." Este amor y este cuidado del Padre y de Jesucristo, nuestro viñador, nos impulsen a la conversión y dar el fruto de amor a Dios y al prójimo.
Jesús, vuestro párroco
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9
En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: — «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.»
Y les dijo esta parábola: — «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?”
Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”.»
Palabra del Señor.
IV LA PENITENCIA INTERIOR
1430 Como ya en los profetas, la llamada de Jesús a la conversión y a la penitencia no mira, en primer lugar, a las obras exteriores "el saco y la ceniza", los ayunos y las mortificaciones, sino a la conversión del corazón, la penitencia interior. Sin ella, las obras de penitencia permanecen estériles y engañosas; por el contrario, la conversión interior impulsa a la expresión de esta actitud por medio de signos visibles, gestos y obras de penitencia (cf Jl 2,12-13; Is 1,16-17; Mt 6,1-6. 16-18).
1431 La penitencia interior es una reorientación radical de toda la vida, un retorno, una conversión a Dios con todo nuestro corazón, una ruptura con el pecado, una aversión del mal, con repugnancia hacia las malas acciones que hemos cometido. Al mismo tiempo, comprende el deseo y la resolución de cambiar de vida con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de su gracia. Esta conversión del corazón va acompañada de dolor y tristeza saludables que los Padres llamaron "animi cruciatus" (aflicción del espíritu), "compunctio cordis" (arrepentimiento del corazón) (cf Cc. de Trento: DS 1676-1678; 1705; Catech. R. 2, 5, 4).
1432 El corazón del hombre es rudo y endurecido. Es preciso que Dios dé al hombre un corazón nuevo (cf Ez 36,26-27). La conversión es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace volver a él nuestros corazones: "Conviértenos, Señor, y nos convertiremos" (Lc 5,21). Dios es quien nos da la fuerza para comenzar de nuevo. Al descubrir la grandeza del amor de Dios, nuestro corazón se estremece ante el horror y el peso del pecado y comienza a temer ofender a Dios por el pecado y verse separado de él. El corazón humano se convierte mirando al que nuestros pecados traspasaron (cf Jn 19,37; Za 12,10).
LA LLAMADA A LA PENITENCIA
“El abad Menas dice en el Prado espiritual: «A toda edad es necesaria la penitencia, tanto a los jóvenes como a los ancianos, si se quiere gozar de la alabanza y de la gloria en la vida eterna: los jóvenes inclinando la cabeza bajo el yugo cuando se despierta la pasión, los mayores tratando de cambiar las malas tendencias a las que están habituados desde hace tiempo».
A la penitencia se le llama nuevo Bautismo: «La penitencia —dice san Juan Clímaco— renueva el Bautismo; la penitencia es un pacto con Dios para una nueva vida». Un buen número de escritores espirituales ha recogido y comentado la expresión de san Gregorio Nacianceno: «Bautismo de lágrimas».
La penitencia de los ninivitas ha inspirado a muchos predicadores. San Efrén, cuando habla de ella, se siente transportado de entusiasmo: «El alma ha muerto por el pecado... Las lágrimas que caen en un cuerpo no podrían resucitar un cadáver; pero si caen en un alma la resucitan, la hacen revivir».
Ningún pecado es tan grave que no pueda ser perdonado con el arrepentimiento. La enseñanza de san Basilio se puede comparar con un díptico. Por una parte, se lee: todos los pecados son muy graves; y por otra: todos los pecados son perdonados por Dios si hacemos una adecuada penitencia. El problema estaba en lo que hoy llamamos «pecadores habituales». Algunos los juzgan severamente. Pero san Juan Crisóstomo insiste magníficamente en el aspecto de la penitencia realizada con fe. Las recaídas en el pecado no deben ser para el culpable motivo de desesperación. Algunos advierten del peligro de que se agote la paciencia divina, pero Crisóstomo parece temer sobre todo la desesperación del pecador tras la repetición de los pecados. «Lo importante es no desesperar», son las últimas palabras de su mensaje A Teodoro caído. En sus homilías se esfuerza en demostrar la facilidad del perdón: «¿Has pecado? Di a Dios: he pecado. ¿Qué problema hay en eso?». (T. Spidlik. El camino del Espíritu).
LA NECESIDAD DE LA CONVERSIÓN
“La página del evangelio de san Lucas, que se proclama en este tercer domingo de Cuaresma, refiere el comentario de Jesús sobre dos hechos de crónica. El primero: la revuelta de algunos galileos, que Pilato reprimió de modo sangriento; el segundo, el desplome de una torre en Jerusalén, que causó dieciocho víctimas. Dos acontecimientos trágicos muy diversos: uno, causado por el hombre; el otro, accidental. Según la mentalidad del tiempo, la gente tendía a pensar que la desgracia se había abatido sobre las víctimas a causa de alguna culpa grave que habían cometido. (...) En ambos casos, concluye: "No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo" (Lc 13, 3.5).
Por tanto, el mensaje que Jesús quiere transmitir a sus oyentes es la necesidad de la conversión. No la propone en términos moralistas, sino realistas, como la única respuesta adecuada a acontecimientos que ponen en crisis las certezas humanas. Ante ciertas desgracias —advierte— no se ha de atribuir la culpa a las víctimas. La verdadera sabiduría es, más bien, dejarse interpelar por la precariedad de la existencia y asumir una actitud de responsabilidad: hacer penitencia y mejorar nuestra vida. (...) Cristo invita a responder al mal, ante todo, con un serio examen de conciencia y con el compromiso de purificar la propia vida. De lo contrario —dice— pereceremos, pereceremos todos del mismo modo. En efecto, las personas y las sociedades que viven sin cuestionarse jamás tienen como único destino final la ruina. En cambio, la conversión, aunque no libra de los problemas y de las desgracias, permite afrontarlos de "modo" diverso. Ante todo, ayuda a prevenir el mal, desactivando algunas de sus amenazas. Y, en todo caso, permite vencer el mal con el bien, si no siempre en el plano de los hechos —que a veces son independientes de nuestra voluntad—, ciertamente en el espiritual. En síntesis: la conversión vence el mal en su raíz, que es el pecado, aunque no siempre puede evitar sus consecuencias. (Benedicto XVI. Ángelus. Domingo 11 de marzo de 2007).
Para que conceda a todos los fieles estar unidos con los Pastores de la Iglesia y especialmente con los Cardenales electores del Sumo Pontífice, así como un nuevo Papa como un regalo de tu bondad y providencia. Oremos
Para que ilumine a los electores del nuevo Papa y los haga tan concordes en su cometido que se alcance una pronta, unánime y fructuosa elección, como requiere la salvación de las almas y el bien de todo el Pueblo de Dios. Oremos
Para que conceda a la Iglesia un pastor que le agrade por su santidad y sirva a su pueblo con vigilante dedicación pastoral. Oremos
· De lunes a viernes, a las 6’30 de la mañana, se reza la oración comunitaria de Laudes en el Templo parroquial de modo solemne y cantado. Y a las 9.30 h. Oración de la mañana con Exposición del Santísimo Sacramento en la Capilla de la Comunión.
· Los viernes de Cuaresma se hará el Ejercicio del Vía Crucis a las 7 tarde.
· Horario confesiones: De lunes a viernes, de 7.00 a 7.30 tarde y antes de las misas de sábado y domingo.
“Durante la Sede vacante, y sobre todo mientras se desarrolla la elección del Sucesor de Pedro, la Iglesia está unida de modo particular con los Pastores y especialmente con los Cardenales electores del Sumo Pontífice y pide a Dios un nuevo Papa como don de su bondad y providencia. En efecto, a ejemplo de la primera comunidad cristiana, de la que se habla en los Hechos de los Apóstoles (cf. 1, 14), la Iglesia universal, unida espiritualmente a María, la Madre de Jesús, debe perseverar unánimemente en la oración; de esta manera, la elección del nuevo Pontífice no será un hecho aislado del Pueblo de Dios que atañe sólo al Colegio de los electores, sino que en cierto sentido, será una acción de toda la Iglesia”. (Universi Dominici Gregis 84).
Oraciones por el nuevo Papa en la misa diaria: “Para que conceda a la Iglesia un pastor que le agrade por su santidad y sirva a su pueblo con vigilante dedicación pastoral, roguemos al Señor”. Y en las preces de Laudes y Vísperas: “Llena de alegría a tu Iglesia con la elección de un pastor, que con sus virtudes sirva de ejemplo a tu pueblo e ilumine los corazones de los fieles con la verdad del Evangelio”. También nos invita nuestro Arzobispo a rezar el Santo Rosario, especialmente en familia o en comunidad, y a visitar el Santísimo Sacramento, para pedir por esta intención.
Gracias,
Santo Padre,
por su Magisterio,
por su ejemplo,
por su humildad,
por su sencillez, por su amor a la Iglesia, por mostrar la verdad con caridad y la caridad con verdad.
Gracias Santo Padre.
2. El mismo lunes se reunirá el grupo de oración a las 20.30 h..
3. El martes 5 de marzo a las 5.30 tarde tendrá lugar el retiro de cuaresma para profesores de religión en las Agustinas de Denia.
4. El miércoles 6 de marzo a las 17.30 en la capilla de la comunión será la oración mensual organizada por el Equipo de Cáritas parroquial.
5. El jueves 7 de marzo (primer jueves de mes) a las 20.30 h. será la Adoración del Santísimo Sacramento mensual.
6. El viernes 8 de marzo (segundo viernes de mes) a las 21.30 h. tendrá lugar la oración arciprestal con jóvenes en las Clarisas de Gandía.
7. El sábado 9 de marzo en Valencia tendrá lugar el encuentro Diocesano de Pastoral de la Salud. Interesados contactar con D. Arturo.
8. El mismo sábado de 10.00 h. a 13.30 h. en la parroquia de San José de Tavernes de la Valldigna tendrá lugar el retiro espiritual para catequistas del arciprestazgo.
9. El mismo sábado en la misa de 6 será la Renovación de las Promesas del Bautismo con los niños de 3º de comunión.
10. El domingo 10 de marzo es el Día del Seminario
11. El proyecto de desarrollo integral de la mujer (JUDIT) cumple diez años. Cáritas Interparroquial de Gandía organiza una serie de actos del 4 al 8 de marzo: Exposición fotográfica en la sala de exposiciones Espai d’Art, conferencia el jueves 7 de marzo a las 20.00 h. en la casa de la Cultura Marqués González y Eucaristía de acción de gracias el viernes 8 a las 13.00 h. en la Parroquia de Cristo Rey.
12. MISIÓN VALENCIA “PORTA FIDEI”
En nuestra parroquia se realizará esta misión del 11 al 14 de marzo. Invitar a todos los feligreses a unirse en este tiempo con la oración y con la propuesta misionera a personas de nuestro entorno para que puedan venir a vivir esta misión en el Año de la Fe.
Del 4 al 10 de marzo de 2013
Lunes 4. 19.30 h.: En sufragio de Octavio Monllor Colomina, Rogelio Roselló, y Vicente Juan Selfa.
Martes 5. 19.30 h.: sin intención.
Miércoles 6. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Estruch—Olaso.
Jueves 7. 19.30 h.: En sufragio de Amparo Buendía Mena y difuntos familia.
Viernes 8. 19.30 h.: En sufragio de Antonio Casanova y Mª Dolores Gómez Gasent.
Sábado 9. IV CUARESMA. 18.00 h.: Con niños. sin intención. 19.30 h.: sin intención. 21.00 h.: sin intención.
Domingo 10. IV CUARESMA. 12.00 h. Pro Pópulo.
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