HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 1 de abril de 2012.
“Llevaron a Jesús al Gólgota” Vayamos con Él
Lectura del santo evangelio según san Marcos 11, 1-10
Queridos hermanos:
Johann Sebastián Bach, en su pasión según san Juan, estrenada el viernes santo de 1724 en la Iglesia de San Nicolás de Leipzig, dedica un aria a invitar a seguir a Jesús hasta el Golgota. Dice así: “Apresuraos, almas afligidas, salid del pozo de vuestro martirio, apresuraos, - ¿hacia donde? - ¡hacia el Golgota! Tomad las alas de la fe, volad - ¿a dónde? - ¡al Monte Calvario, allí florece vuestra bienaventuranza!”
Comienza la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. La contemplación de los acontecimientos de nuestra salvación debe llevarnos al deseo que manifiesta también el Cantar de los Cantares: “Atráeme; en pos de ti correremos”. (1,4). Tomemos las alas de la fe y volemos al lugar donde aprendemos misericordia, humildad y mansedumbre. Salgamos de nuestro pozo al lugar de la esperanza donde brota la dicha y la felicidad proclamada en los pobres, los que lloran, los hambrientos. San Andrés de Creta nos invita a lo mismo: "...Ea, pues, corramos a una con quien se apresura a su pasión, e imitemos a quienes salieron a su encuentro”. Con tantos y tantos amados de Dios en la Historia, sea tu paso ágil y ligero, al monte de los perfumes de amor. (cf. Ct 8,14). Este monte es el Gólgota.
Si el amado es comparado a una gacela o un ciervo joven (cf. Ct 2,9), que salta por las montañas, y brinca por las colinas (cf. Ct 2,8), no seamos nosotros perezosos en salir a su encuentro. Como la mujer que acudió a Betania, a la casa de Simón el leproso, quebremos y derramemos entero el frasco de perfume muy caro, de nardo puro, que es nuestra propia vida, y derramémoslo en la cabeza de Jesús. (cf. Marcos 14, 3). No seamos tacaños a la hora de celebrar la Santa Semana (cf. Mc 14, 4-5). Al contrario, con el deseo de entregarle toda nuestra vida en sus manos. Como el hombre que llevaba un cántaro de agua y al que siguieron los discípulos, llenemos el cántaro de nuestro corazón del manantial de agua viva que brota del costado de Cristo, de forma que ayudemos a otros a seguirnos hasta la sala del banquete del amor de Jesús. (cf. Mc 14,13). Comamos del mismo plato y bebamos de la copa que se nos ofrece, no para traicionarlo, sino para participar de su misma muerte de amor. (cf. Mc 14, 19). Que las heridas que aflijan al Pastor (cf. Mc 12,27) no nos dispersen, sino que nos curen y reúnan. Imitemos al gallo en la vigilancia a la que nos invita el Señor (cf. Mc 12, 38.68). Depongamos las espadas y palos que llevamos (cf. Mc 14, 43.47), reconciliémonos unos con otros, siendo nuestra arma el deseo de que se cumpla la voluntad de Dios.
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Marcos 11, 1-10
Cuando se aproximaban a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos, envía a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y no bien entréis en él, encontraréis un pollino atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os dice: "¿Por qué hacéis eso?", decid: "El Señor lo necesita, y que lo devolverá en seguida".» Fueron y encontraron el pollino atado junto a una puerta, fuera, en la calle, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les dijeron: «¿Qué hacéis desatando el pollino?» Ellos les contestaron según les había dicho Jesús, y les dejaron. Traen el pollino donde Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él. Muchos extendieron sus mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos. Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!».
Palabra del Señor.
“Mira, Padre santo, la sangre que brota del costado traspasado del Salvador, mira la sangre derramada por tantas víctimas del odio, de la guerra, del terrorismo, y concede, benigno, que el curso de los acontecimientos del mundo se desarrolle según tu voluntad en la justicia y la paz, y que tu Iglesia se dedique con serena confianza a tu servicio y a la liberación del hombre.” (Beato Juan Pablo II, Vía crucis en el Coliseo).
“Mira, Padre santo, la sangre que brota del costado traspasado del Salvador, mira la sangre derramada por tantas víctimas del odio, de la guerra, del terrorismo, y concede, benigno, que el curso de los acontecimientos del mundo se desarrolle según tu voluntad en la justicia y la paz, y que tu Iglesia se dedique con serena confianza a tu servicio y a la liberación del hombre.” (Beato Juan Pablo II, Vía crucis en el Coliseo).
“Mirad: un rey reinará con justicia y sus jefes gobernarán según derecho. El Verbo, Unigénito de Dios, era el Rey universal juntamente con Dios Padre y, al venir, se sometió toda criatura visible e invisible. Y si bien el hombre terreno, alejándose y desvinculándose de su reino, hizo poco caso de sus mandatos hasta el punto de dejarse enredar por la tiránica mano del diablo con los lazos del pecado, él, administrador y dispensador de toda justicia, nuevamente volvió a someterle a su yugo. Los caminos del Señor son efectivamente rectos. Llamamos caminos de Cristo a los oráculos evangélicos, por medio de los cuales, atentos a todo tipo de virtud y ornando nuestras cabezas con las insignias de la piedad, conseguimos el premio de nuestra vocación celestial. Rectos son realmente estos caminos, sin curva o perversidad alguna: los llamaríamos rectos y transitables. Está efectivamente escrito: La senda del justo es recta, tú allanas el sendero del justo. Pues la senda de la ley es áspera, serpentea entre símbolos y figuras y es de una intolerable dificultad. En cambio, el camino de los oráculos evangélicos es llano, sin absolutamente nada de áspero o escabroso. Así, pues, los caminos de Cristo son rectos. El ha edificado la ciudad santa, esto es, la Iglesia, en la que él mismo ha establecido su morada. El, en efecto, habita en los santos y nosotros nos hemos convertido en templos de Dios vivo, pues, por la participación del Espíritu Santo, tenemos a Cristo dentro de nosotros. Fundó, pues, la Iglesia y él es el cimiento sobre el que también nosotros, como piedras suntuosas y preciosas, nos vamos integrando en la construcción del templo santo, para ser morada de Dios, por el Espíritu. Absolutamente inconmovible es la Iglesia que tiene a Cristo por fundamento y base inamovible. Mirad -dice–, yo coloco en Sión una piedra probada, angular, preciosa, de cimiento: «quien se apoya no vacila». Así que, una vez fundada la Iglesia, él mismo cambió la suerte de su pueblo. Y a nosotros, derribado por tierra el tirano, nos salvó y liberó del pecado y nos sometió a su yugo, y no precisamente pagándole un precio o a base de regalos. Claramente lo dice uno de sus discípulos: Nos rescataron de ese proceder inútil recibido de nuestros padres: no con bienes ef meros, con oro y plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha. Dio por nosotros su propia sangre: por tanto no nos pertenecemos, sino que somos del que nos compró y nos salvó. Con razón, pues, todos cuantos conculcan la recta norma de la verdadera fe, se ven acusados por boca de los santos como negadores del Dios que los ha redimido.” (S. Cirilo de Alejandría)
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“Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo. La piedad cristiana, especialmente en la Cuaresma, con la práctica del Via Crucis, se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasión, intuyendo que ellos son el culmen de la revelación del amor y la fuente de nuestra salvación. El Rosario escoge algunos momentos de la Pasión, invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazón y a revivirlos. El itinerario meditativo se abre con Getsemaní, donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre, contra la cual la debilidad de la carne se sentiría inclinada a rebelarse. Allí, Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres, para decirle al Padre: «no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42 par.). Este «sí» suyo cambia el «no» de los progenitores en el Edén. Y cuánto le costaría esta adhesión a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes, en los que, con la flagelación, la coronación de espinas, la subida al Calvario y la muerte en cruz, se ve sumido en la mayor ignominia: Ecce homo! En este oprobio no sólo se revela el amor de Dios, sino el sentido mismo del hombre. Ecce homo: quien quiera conocer al hombre, ha de saber descubrir su sentido, su raíz y su cumplimiento en Cristo, Dios que se humilla por amor «hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2, 8). Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesús poniéndose al pie de la cruz junto a María, para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora.” (Bto. Juan Pablo II. Rosarium Virginis Mariae, 22)
La entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén
559 ¿Cómo va a acoger Jerusalén a su Mesías? Jesús rehuyó siempre las tentativas populares de hacerle rey (cf. Jn 6, 15), pero elige el momento y prepara los detalles de su entrada mesiánica en la ciudad de "David, su Padre" (Lc 1,32; cf. Mt 21, 1-11). Es aclamado como hijo de David, el que trae la salvación ("Hosanna" quiere decir "¡sálvanos!", "Danos la salvación!"). Pues bien, el "Rey de la Gloria" (Sal 24, 7-10) entra en su ciudad "montado en un asno" (Za 9, 9): no conquista a la hija de Sión, figura de su Iglesia, ni por la astucia ni por la violencia, sino por la humildad que da testimonio de la Verdad (cf. Jn 18, 37). Por eso los súbditos de su Reino, aquel día fueron los niños (cf. Mt 21, 15-16; Sal 8, 3) y los "pobres de Dios", que le aclamaban como los ángeles lo anunciaron a los pastores (cf. Lc 19, 38; 2, 14). Su aclamación "Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Sal 118, 26), ha sido recogida por la Iglesia en el "Sanctus" de la liturgia eucarística para introducir al memorial de la Pascua del Señor.
560 La entrada de Jesús en Jerusalén manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías llevará a cabo mediante la Pascua de su Muerte y de su Resurrección. Con su celebración, el domingo de Ramos, la liturgia de la Iglesia abre la Semana Santa.
569 Jesús ha subido voluntariamente a Jerusalén sabiendo perfectamente que allí moriría de muerte violenta a causa de la contradicción de los pecadores (cf. Hb 12,3).
SEMANA SANTA EN LA PARROQUIA
DOMINGO DE RAMOS
Sábado 31 de marzo:
18.00 y 19.30 h.: Celebración del Domingo de Ramos.
22.00 h.: Oración ante la Cruz
Domingo 1 de abril
11.00 h.: Bendición de Palmas y Ramos en la Iglesia de las Esclavas. Procesión hasta la Parroquia. Al llegar, celebración de la Eucaristía.
17.00 h.: Película sobre la Pasión de Cristo.
Misa Lunes Santo: 19.30 h.
MARTES SANTO 3 de abril
19.30 h.: Misa
20.30 h.: Celebración Comunitaria del Sacramento del Perdón
Misa Miércoles Santo: 19.30 h.;
JUEVES SANTO 5 de abril
De 9.00 a 11.00 h.: Confesiones.
11.00 h.: Rezo comunitario de Laudes. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 6 años; para los niños de 6 a 8 años y para los niños de 9 a 12 años por parte de los catequistas.
20.00 h.: Misa de la Cena del Señor. Al finalizar habrá turnos de vela ante el Monumento.
22.30 h.: Hora Santa. Se cerrará la Capilla de la Comunión a las 12.00 de la noche.
La Colecta será para Cáritas parroquial.
VIERNES SANTO 6 de abril
8.00 h.: Vía Crucis por las calles del Barrio.
11.00 h.: Rezo comunitario de Laudes. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 6 años; para los niños de 6 a 8 años y para los niños de 9 a 12 años por parte de los catequistas.
16.30 h.: Celebración de la Pasión del Señor. La Colecta será para Tierra Santa.
SÁBADO SANTO 7 de abril
11.00 h.: Rezo comunitario de Laudes. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 5 años y para los niños de 6 a 12 años por parte de los catequistas.
A continuación, limpieza general del Templo y preparación de la Vigilia Pascual.
22.00 h.: Solemne Vigilia Pascual. Lleven pequeñas campanitas para los niños para el canto del “Gloria”. Al finalizar se les hará un dulce obsequio. Colecta extraordinaria para la obra de los nuevos locales.
DOMINGO
DE RESURRECCIÓN
8 de abril
12.00 h.: Eucaristía del Domingo de Resurrección. Colecta extraordinaria para la obra de los nuevos locales.
Ingresados hasta el 23-03-2012: 56.676,73 €.
+ 803,31 €.
Ingresados hasta el 30-03-2012:
57.480,04 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
BANCAJA (Paseo Germanías 82)
2077-0249-55-1101860850
Del 1 al 8 de marzo de 2012
Lunes Santo 2. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Ferrer-Puig, María Escrivá Fuster, Concepción Camarena y Martín Escrivá Peiró.
Martes Santo 3. 19.30 h.: En sufragio de Rogelio Roselló y María Escrivá Fuster.
Miércoles Santo 4. 19.30 h.: En sufragio de Octavio Monllor Colomina, Vicenta Peiró Castellá y María Escrivá Fuster.
Jueves Santo 5. 20 h.: Misa de la Cena en el Señor.
Viernes Santo 6. 16.30 h.: Santos Oficios.
Sábado Santo 7. 22 h.: Solemne Vigilia Pascual.
Domingo de Resurrección 8. 12.00 h. Pro Pópulo. 13.00 h.: Bautismo.
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