HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com
Domingo 6 de noviembre de 2011.
Queridos hermanos:
El martes, Solemnidad de todos los Santos, en el Evangelio escuchábamos las Bienaventuranzas de S. Mateo (5, 1-10), las cuales “dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad; expresan la vocación de los fieles asociados a la gloria de su Pasión y de su Resurrección; iluminan las acciones y las actitudes características de la vida cristiana” (CEC 1717). Todas las cualidades que aparecen en el texto evangélico, a saber: pobres en el espíritu, los mansos, los que lloran, los que tienen hambre y sed de la justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por causa de la justicia, “nos enseñan el fin último al que Dios nos llama: el Reino, la visión de Dios”. (CEC 1726)
Pues bien, el Evangelio que Jesús nos presenta para esta semana es la parábola de las diez vírgenes. En el grupo de estas mujeres hay cinco que son prudentes y cinco que son necias. ¿Por qué el evangelista hace esta calificación? Como bien dice el Evangelio se trata de unas vírgenes que están a la espera del novio, pero unas se proveen de aceite a diferencia de las otras. Ese aceite son las bienaventuranzas, las cuales nos iluminan las actitudes características de la vida cristiana y nos enseñan el fin último al que Dios nos llama. Por tanto no se trata de vivir una cualidad cristiana, la pureza: de hecho dice el salmo: De pie a tu derecha está la reina, vestida de oro, rodeada de variedad (Sal 44, 10). Aquellas vírgenes entraron en el banquete de su Señor porque “estaban preparadas”, porque estaban esperando la llegada de su señor. Este señor, es decir, Cristo se hace el encontradizo, sale al encuentro y lo “ven fácilmente los que lo aman” (1ª lectura).
Por tanto, Jesús nos narra una boda real que tiene unas fuertes reminiscencias en el mundo judío, como por ejemplo: “la cena de la boda tiene lugar a la caída de la noche; a la luz de las antorchas es conducida luego la novia a la casa del esposo; finalmente un mensajero anuncia la llegada del esposo.” (Joaquín Jeremías). A esta boda entran un pequeño grupo de novias, las “prudentes”. Pero, ¿y el otro grupo de cinco? ¿disfrutaron más tarde o no del banquete? ¿fueron condenadas por el esposo? Cada novia, imagen de nuestra alma, necesita de tiempo para revestirse de diferentes virtudes para gozar de las bodas del cordero.
Arturo, vuestro vicario
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: - «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo "Señor, Señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor.
“El hombre tiene necesidad de Ti, oh Cristo. Por sí solo no puede salvarse. El afán de excluirte del pensamiento moderno, de los principios rectores del saber y de la actividad humana, produce la incertidumbre, después la confusión y, a la postre, el conflicto de la conciencia humana. De ahí que tu nacimiento, oh Cristo, sea fiesta grande para el mundo, y fiesta más grande en la medida que el mundo crece y aspira a la plenitud de la vida. Es la lámpara central para nuestra vida. Tengámosla encendida para que la luz, la bondad, el gozo, oh Jesús que vienes a nosotros, penetre nuestras almas y nuestras casas.” (Pablo VI, Angelus, 4-12-1977)Sto. Tomás de Villanueva, en sus Obras Compltas II (conción 88), para explicar esta parábola acude al libro de San Gregorio Morales, 21. “Lo hace más o menos en estos términos: el pastor por excelencia, el fuerte luchador, el Jacob auténtico, es Cristo el Señor, que estuvo al servicio durísimo del Padre durante los treinta y tres años de su vida mortal, por amor a la hermosísima Raque [esposa de Jacob], la Iglesia santa de Dios, a fin de hacerla comparecer ante él sin mancha ni arruga (Ef 5, 27), y que cobró como estipendio de todos sus trabajos el rebaño de las almas fieles. A él le dijo el Padre: Pídemelo: te daré en herencia las naciones, y en posesión los confines de la tierra (Sal 2, 8). Este pastor quiere que toda su grey sea variada, hermosa, moteada, no monocolor, sino variopinta. Porque a ti no te basta con una virtud para ser oveja de Cristo; no te es suficiente con aparecer humilde, o casto, o manso, o piadoso, para formar parte del rebaño de elegidos, sino que debes estar adornado de muchas o de todas las virtudes. Así era aquella de la que habla el salmo: De pie a tu derecha está la reina, vestida de oro, rodeada de variedad (Sal 44, 10). Aquellas otras vírgenes necias, como eran monocolores, sólo tenían el blanco de la virginidad, oyeron al Señor decirles: No os conozco (Mt 25, 12). Era como decirles: No sois de mis ovejas, revestíos de colores varios y os acogeré.”
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“ En el santo rosario hemos visto cómo María se ponía a la escucha de Dios y se abría al diálogo con él. En su actitud interior contemplamos nuestro modelo de oración. Nos enseña que para rezar es preciso entrar en nuestra propia habitación y, cerrando la puerta, hablar con el Padre en lo secreto. María sabe bien que sólo los ojos del Padre ven en lo secreto y que su mirada atraviesa la puerta del corazón de todo hombre (cf. Mt 6, 5-6). Sabe bien que sólo el encuentro íntimo con el Padre celestial da el fuego de caridad que impulsa a salir de la habitación y seguir la llamada de Cristo. María es modelo de sabiduría y fe. En la espera, no aparta su mirada del Esposo que viene; más aún, provee sabiamente de aceite la lámpara de la fe en la noche del temor, para cruzar la puerta de la alegría nupcial (cf. Mt 25, 1-13).” (Visita de Juan Pablo II al Seminario Romano Mayor)
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“A veces las mujeres que encontraba Jesús, y que de él recibieron tantas gracias, lo acompañaban en sus peregrinaciones con los apóstoles por las ciudades y los pueblos anunciando el Evangelio del Reino de Dios; algunas de ellas «le asistían con sus bienes». En otras ocasiones las mujeres aparecen en las parábolas con las que Jesús de Nazaret explicaba a sus oyentes las verdades sobre el Reino de Dios; así lo vemos en la parábola de la dracma perdida (cf. Lc 15, 8-10), de la levadura (cf. Mt 13, 33), de las vírgenes prudentes y de las vírgenes necias (cf. Mt 25, 1-13). En las enseñanzas de Jesús, así como en su modo de comportarse, no se encuentra nada que refleje la habitual discriminación de la mujer, propia del tiempo; por el contrario, sus palabras y sus obras expresan siempre el respeto y el honor debido a la mujer. La mujer encorvada es llamada «hija de Abraham» (Lc 13, 16), mientras en toda la Biblia el título de «hijo de Abraham» se refiere sólo a los hombres. (Mulieris Dignitatem)547 Jesús acompaña sus palabras con numerosos "milagros, prodigios y signos" (Hch 2, 22) que manifiestan que el Reino está presente en El. Ellos atestiguan que Jesús es el Mesías anunciado (cf, Lc 7, 18-23).
672 Cristo afirmó antes de su Ascensión que aún no era la hora del establecimiento glorioso del Reino mesiánico esperado por Israel (cf. Hch 1, 6-7) que, según los profetas (cf. Is 11, 1-9), debía traer a todos los hombres el orden definitivo de la justicia, del amor y de la paz. El tiempo presente, según el Señor, es el tiempo del Espíritu y del testimonio (cf Hch 1, 8), pero es también un tiempo marcado todavía por la "tristeza" (1 Co 7, 26) y la prueba del mal (cf. Ef 5, 16) que afecta también a la Iglesia (cf. 1 P 4, 17) e inaugura los combates de los últimos días (1 Jn 2, 18; 4, 3; 1 Tm 4, 1). Es un tiempo de espera y de vigilia (cf. Mt 25, 1-13; Mc 13, 33-37).
672 Cristo afirmó antes de su Ascensión que aún no era la hora del establecimiento glorioso del Reino mesiánico esperado por Israel (cf. Hch 1, 6-7) que, según los profetas (cf. Is 11, 1-9), debía traer a todos los hombres el orden definitivo de la justicia, del amor y de la paz. El tiempo presente, según el Señor, es el tiempo del Espíritu y del testimonio (cf Hch 1, 8), pero es también un tiempo marcado todavía por la "tristeza" (1 Co 7, 26) y la prueba del mal (cf. Ef 5, 16) que afecta también a la Iglesia (cf. 1 P 4, 17) e inaugura los combates de los últimos días (1 Jn 2, 18; 4, 3; 1 Tm 4, 1). Es un tiempo de espera y de vigilia (cf. Mt 25, 1-13; Mc 13, 33-37).
1618 Cristo es el centro de toda vida cristiana. El vínculo con El ocupa el primer lugar entre todos los demás vínculos, familiares o sociales (cf Lc 14,26; Mc 10,28-31). Desde los comienzos de la Iglesia ha habido hombres y mujeres que han renunciado al gran bien del matrimonio para seguir al Cordero dondequiera que vaya (cf Ap 14,4), para ocuparse de las cosas del Señor, para tratar de agradarle (cf 1 Co 7,32), para ir al encuentro del Esposo que viene (cf Mt 25,6).
2849 Pues bien, este combate y esta victoria sólo son posibles con la oración. Por medio de su oración, Jesús es vencedor del Tentador, desde el principio (cf Mt 4, 11) y en el último combate de su agonía (cf Mt 26, 36-44). En esta petición a nuestro Padre, Cristo nos une a su combate y a su agonía. La vigilancia del corazón es recordada con insistencia en comunión con la suya (cf Lc 12, 35-40). La vigilancia es "guarda del corazón", y Jesús pide al Padre que "nos guarde en su Nombre" (Jn 17, 11). El Espíritu Santo trata de despertarnos continuamente a esta vigilancia (cf 1 Co 16, 13). Esta petición adquiere todo su sentido dramático referida a la tentación final de nuestro combate en la tierra; pide la perseverancia final. "Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté en vela" (Ap 16, 15).
La Creación, obra del amor de Dios. La creación constituye el primer acto de la historia de amor entre Dios y los hombres, el inicio del diálogo en el que “el Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía” (DV 2). Este primer acto es necesariamente fundante, porque Dios, el protagonista eterno, necesita comenzar creando el mundo, el lugar del encuentro, y al otro protagonista, el hombre; y le manifiesta a éste sus intenciones amorosas. Pero, contemplado por nosotros, este primer acto es también orientador, porque nos permite conocer cuál es nuestro origen y nuestro fin, de dónde venimos y a dónde vamos. No es extraño, pues, que la contemplación de la creación atraviese toda la Sagrada Escritura, desde el principio hasta el final, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
“La cruz no fue el desenlace de un fracaso, sino el modo de expresar la entrega amorosa que llega hasta la donación más inmensa de la propia vida. El Padre quiso amar a los hombres en el abrazo de su Hijo crucificado por amor. La cruz en su forma y significado representa ese amor del Padre y de Cristo a los hombres. En ella reconocemos el icono del amor supremo, en donde aprendemos a amar lo que Dios ama y como Él lo hace: esta es la Buena Noticia que devuelve la esperanza al mundo. “ (Vía Crucis, 18-08-2011)
Reuniones parroquiales para esta semana:
1. Lunes 7 a las 10 el equipo de Pastoral de la salud tendrá su reunión a las 10h. Por la tarde, a las 20.30h tendrán el IDR y el equipo de Oración su reunión de formación.
2. El miércoles 9, a las 17h., la Comisión diocesana de Pastoral de la salud dará una charla para los agentes de Pastoral de la salud de la Diócesis en Valencia (C/ Avellanas 12).
3. Ese mismo día, el miércoles, Cáritas parroquial se reunirá para su oración mensual a las 17.30h. Al mismo tiempo, los agentes de Cáritas tendrán el Curso Básico de voluntariado de 18.30h-20-30h. Ya por la noche, a las 20.30h. estará el curso de Liturgia.
4. El miércoles 9 se dará la 2ª ponencia sobre la Palabra de Dios según la Verbum Domini, organizada por la Junta Mayor de Hermandades por el profesor Juan M. Díaz Rodelas en el Museu Casal Faller a las 21h.
5. El sábado 12, a las 11h, los seminaristas de la Diócesis que están en los cursos de 4º y 5º de Teología recibirán el ministerio de Lector y Acólito en el Seminario Mayor de Moncada. Invitar a toda la comunidad parroquial para que recen por estos candidatos; para que también surjan vocaciones a la vida sacerdotal, y acompañar a estos candidatos en este día tan importante para ellos.
Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 28-10-2011: 50.705,66 €.
+ 450
Ingresados hasta el 04-11-2011:
51.155,66 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
BANCAJA (Paseo Germanías 82)
2077-0249-55-1101860850
Del 7 al 13 de noviembre de 2011
Lunes 7. 19.30 h. En sufragio de los difuntos familia Rodríguez Herrero.
Martes 8. 19.30 h. En sufragio de Antonio Casanova.
Miércoles 9. Dedicación de la Basílica de Letrán. 19.30 h.: Sin intención.
Jueves 10. S. León Magno. 19.30 h.: Sin intención.
Viernes 11. S. Martín de Tours. 19.30 h.: Sin intención.
Sábado 12. XXXIII T.O. 18 h.: Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención.
Domingo 6. XXXII T.O. 12.00 h. Pro Pópulo.
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