17 de marzo de 2011

Domingo 20 de marzo. II CUA 2011 A

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
  
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 20 de marzo de 2011.

NO TENGÁIS MIEDO
     Queridos hermanos:
“Ojala escuchéis hoy su voz, no endurezcáis el corazón.” Con estas palabras del salmo 95, 7 se nos invita en la Cuaresma y en nuestra Diócesis a reencontrar el gozo del seguimiento de Cristo. El gozo del encuentro con el Resucitado. El mismo gozo que tuvieron los discípulos de Emaús tras escuchar a Jesús por el camino y reconocerlo al partir el pan.
Decía el Papa Juan Pablo II: “El Padre nos dice desde lo alto del cielo: Escuchad a Jesús. Sin embargo, como Pedro, Santiago y Juan, también nosotros a veces tenemos miedo. Preferimos otras voces, voces de la tierra, puesto que es más fácil escucharlas y parecen tener más sentido. Pero sólo Jesús puede conducirnos a la vida. Sólo su palabra es palabra de vida eterna. Con gratitud acojamos su invitación: ¡No tengáis miedo! ¡Escuchad mi voz!. (Homilía del Santo Padre Juan Pablo II. 24 -2-2002).
Jesús nos invita a no tener miedo, a subir con Él al Monte Tabor, anticipo de la resurrección y preludio de otro monte, el Calvario; a dejarnos iluminar por el Sol de la Caridad de Cristo; a dejarnos vestir con la vestidura blanca de los resucitados; a proclamar lo bien que se está con el Señor; a dejarnos envolver por el abrazo de la nube luminosa, esto es, del Espíritu Santo; a que resuene en nuestros oídos y corazones la Palabra del Padre que nos invita a escuchar a su Hijo; a “recibir la bendición que el Padre promete a los que escuchan la voz de Jesús” (idem); a ser llevados a la relación de amor entre el Padre y su Hijo amado; a bajar de la montaña a nuestra vida diaria con Jesús solo, siempre con Él. En definitiva: a dejarnos conquistar por el misterio de luz y amor de Dios (cf. Flp 3, 12). Jesús nos invita a no tener miedo, para que nuestra parroquia sea una auténtica escuela de oración (cf. Idem. Ángelus 24 -2-2002), que cada grupo parroquial sea un lugar de transfiguración.
No tengáis miedo los que queréis emprender un camino de Vida y Bendición. No tengáis miedo los que ya lo estáis emprendiendo. Quiero animar desde aquí a cuantos habéis empezado o vais a empezar el Itinerario Diocesano de Renovación en nuestra Parroquia o a formar parte del grupo de oración. No tengáis miedo.
Jesús, vuestro párroco

Lectura del santo evangelio según san Mateo        17, 1-9

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su, hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: ‑ «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:
‑ «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.»
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: ‑«Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
«No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Palabra del Señor.

La gloriosa venida de Cristo
554   A partir del día en que Pedro confesó que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, el Maestro "comenzó a mostrar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén, y sufrir ... y ser condenado a muerte y resucitar al tercer día" (Mt 16, 21): Pedro rechazó este anuncio (cf. Mt 16, 22-23), los otros no lo comprendieron mejor (cf. Mt 17, 23; Lc 9, 45). En este contexto se sitúa el episodio misterioso de la Transfiguración de Jesús (cf. Mt 17, 1-8: 2 P 1, 16-18), sobre una montaña, ante tres testigos elegidos por él: Pedro, Santiago y Juan. El rostro y los vestidos de Jesús se pusieron fulgurantes como la luz, Moisés y Elías aparecieron y le "hablaban de su partida, que estaba para cumplirse en Jerusalén" (Lc 9, 31). Una nube les cubrió y se oyó una voz desde el cielo que decía: "Este es mi Hijo, mi elegido; escuchadle" (Lc 9, 35).

555   Por un instante, Jesús muestra su gloria divina, confirmando así la confesión de Pedro. Muestra también que para "entrar en su gloria" (Lc 24, 26), es necesario pasar por la Cruz en Jerusalén. Moisés y Elías habían visto la gloria de Dios en la Montaña; la Ley y los profetas habían anunciado los sufrimientos del Mesías (cf. Lc 24, 27). La Pasión de Jesús es la voluntad por excelencia del Padre: el Hijo actúa como siervo de Dios (cf. Is 42, 1). La nube indica la presencia del Espíritu Santo.

556 En el umbral de la vida pública se sitúa el Bautismo; en el de la Pascua, la Transfiguración. Por el bautismo de Jesús "fue manifestado el misterio de la primera regeneración": nuestro bautismo; la Transfiguración "es es sacramento de la segunda regeneración": nuestra propia resurrección (Santo Tomás, s.th. 3, 45, 4, ad 2). Desde ahora nosotros participamos en la Resurrección del Señor por el Espíritu Santo que actúa en los sacramentos del Cuerpo de Cristo. La Transfiguración nos concede una visión anticipada de la gloriosa venida de Cristo "el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo" (Flp 3, 21). Pero ella nos recuerda también que "es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios" (Hch 14, 22):
Pedro no había comprendido eso cuando deseaba vivir con Cristo en la montaña (cf. Lc 9, 33). Te ha reservado eso, oh Pedro, para después de la muerte. Pero ahora, él mismo dice: Desciende para penar en la tierra, para servir en la tierra, para ser despreciado y crucificado en la tierra. La Vida desciende para hacerse matar; el Pan desciende para tener hambre; el Camino desciende para fatigarse andando; la Fuente desciende para sentir la sed; y tú, ¿vas a negarte a sufrir? (S. Agustín, serm. 78, 6).

568 La Transfiguración de Cristo tiene por finalidad fortalecer la fe de los Apóstoles ante la proximidad de la Pasión: la subida a un "monte alto" prepara la subida al Calvario. Cristo, Cabeza de la Iglesia, manifiesta lo que su cuerpo contiene e irradia en los sacramentos: "la esperanza de la gloria" (Col 1, 27).

Señor Jesús, que en el Tabor nos has manifestado de forma anticipada la luz de la resurrección enseñándonos que el camino de la cruz y el de la gloria son inseparables. Tú que has acogido el designio del Padre en el que estaba escrito que debías sufrir para entrar en la gloria (cf. Lc 24, 26), concédenos que al llevar cada día la cruz lo hagamos con fe rebosante de amor, experimentando en ella, no sólo su peso y su dureza, sino también su fuerza de renovación y de consolación. Señor Jesús conquista nuestro corazón con tu Luz, muévelo a la oración, llévalo a una profunda y prolongada unión con Dios en el silencio orante para que nuestra vida sea transfigurada y viva conservando la luz de la fe incluso en las horas más oscuras y cumpla fielmente en todas las circunstancias los designios de Dios. Que nuestra oración presente a Dios, nuestro Padre, todo lo que hay de estéril y muerto en el mundo, así como el azote de las guerras, la violencia, las enfermedades, el hambre, la pobreza, la injusticia. Presentémosle el sufrimiento de tantos hombres, de las víctimas de los terremotos y el Tsunami del Japón al Dios de toda bendición. Pidámosle que toque estos males y los transforme en vida. (Oración inspirada en el Ángelus y la homilía del Papa Juan Pablo II el 24 de febrero de 2002 )

Hoy, segundo domingo de Cuaresma, prosiguiendo el camino penitencial, la liturgia, después de habernos presentado el domingo pasado el evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto, nos invita a reflexionar sobre el acontecimiento extraordinario de la Transfiguración en el monte. Considerados juntos, ambos episodios anticipan el misterio pascual: la lucha de Jesús con el tentador preludia el gran duelo final de la Pasión, mientras la luz de su cuerpo transfigurado anticipa la gloria de la Resurrección. Por una parte, vemos a Jesús plenamente hombre, que comparte con nosotros incluso la tentación; por otra, lo contemplamos como Hijo de Dios, que diviniza nuestra humanidad. De este modo, podríamos decir que estos dos domingos son como dos pilares sobre los que se apoya todo el edificio de la Cuaresma hasta la Pascua, más aún, toda la estructura de la vida cristiana, que consiste esencialmente en el dinamismo pascual: de la muerte a la vida.
El monte —tanto el Tabor como el Sinaí— es el lugar de la cercanía con Dios. Es el espacio elevado, con respecto a la existencia diaria, donde se respira el aire puro de la creación. Es el lugar de la oración, donde se está en la presencia del Señor, como Moisés y Elías, que aparecen junto a Jesús transfigurado y hablan con él del "éxodo" que le espera en Jerusalén, es decir, de su Pascua.
La Transfiguración es un acontecimiento de oración: orando, Jesús se sumerge en Dios, se une íntimamente a él, se adhiere con su voluntad humana a la voluntad de amor del Padre, y así la luz lo invade y aparece visiblemente la verdad de su ser: él es Dios, Luz de Luz. También el vestido de Jesús se vuelve blanco y resplandeciente. Esto nos hace pensar en el Bautismo, en el vestido blanco que llevan los neófitos. Quien renace en el Bautismo es revestido de luz, anticipando la existencia celestial, que el Apocalipsis representa con el símbolo de las vestiduras blancas (cf. Ap 7, 9. 13).
Aquí está el punto crucial: la Transfiguración es anticipación de la resurrección, pero esta presupone la muerte. Jesús manifiesta su gloria a los Apóstoles, a fin de que tengan la fuerza para afrontar el escándalo de la cruz y comprendan que es necesario pasar a través de muchas tribulaciones para llegar al reino de Dios. La voz del Padre, que resuena desde lo alto, proclama que Jesús es su Hijo predilecto, como en el bautismo en el Jordán, añadiendo: "Escuchadlo" (Mt 17, 5). Para entrar en la vida eterna es necesario escuchar a Jesús, seguirlo por el camino de la cruz, llevando en el corazón, como él, la esperanza de la resurrección. Spe salvi, salvados en esperanza. Hoy podemos decir: "Transfigurados en esperanza". (Benedicto XVI. 17 de febrero de 2008).
La limosna representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. (...) “No podéis servir a Dios y al dinero” (Lc 16,13). La limosna nos ayuda a vencer esta constante tentación, educándonos a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina. Las colectas especiales en favor de los pobres, que en Cuaresma se realizan en muchas partes del mundo, tienen esta finalidad.” (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Cuaresma 2008).

“Este impulso de ir más allá de lo habitual está en cada generación. Desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su “huella”. Dios es vida, y cada criatura tiende a la vida; en un modo único y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegría y a la paz. Entonces comprendemos que es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría: «sin el Creador la criatura se diluye» (Vat. II, Gaudium et Spes, 36). (Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 2011).
1.  De lunes 21 a viernes 25, a las 6.30 h. de la mañana rezo de Laudes y a las 9.30 h. Oración de la mañana con Exposición del Santísimo Sacramento.
2.  Reunión del Equipo de Pastoral de la Salud: el lunes 21 de marzo a las 10.30 de la mañana.
3.  Aquellos que queráis realizar el Itinerario Diocesano de Renovación propuesto por nuestro Arzobispo tendremos una reunión el próximo lunes 21 de marzo a las 20.30 h.
4.  La parroquia va a iniciar un grupo de oración con el cometido de orar por diversas necesidades y formarse. Aquellos que estéis interesados tendremos una reunión el próximo lunes 21 de marzo a las 20.30 h.
5.  El martes 22 de marzo a las 7 tarde en nuestra parroquia habrá una reunión de Vicaría para preparar la Jornada para la Educación Integral del 4 de junio.
6.  El miércoles 23 de marzo habrá reunión con los padres de 3º de comunión a las 6 tarde y a las 8.30 noche.
7.  El jueves 24 de marzo a las 5 tarde reunión del Equipo de Cáritas y a las 20.30 h. reunión del Equipo de Liturgia.
8.  Semana de la Vida: Domingo 20 de marzo a las 18.00 h. visionado de la película “Blood Money”, sobre el negocio del aborto y posterior coloquio. El viernes 25 de marzo, solemnidad de la anunciación del Señor, se expondrá el Santísimo Sacramento todo el día, desde las 9.30 h. hasta las 18.30 h. en que se hará la reserva con el rezo de Vísperas. A las 19.00 h. se rezará el rosario. Tras la Eucaristía, Vigilia de Oración a las 20.30 h. A los niños se les invita a realizar dibujos por la vida que serán expuestos en un panel.
9.  El sábado 26 de marzo de 11.00 h. a 12.30 h. retiro espiritual en la Capilla de la Comunión a cargo del párroco.
10.  El sábado 26 de marzo en la misa de 6 tarde los niños de 3º de comunión harán la renovación de las Promesas del Bautismo.
11.  Colectas: Para Manos Unidas se ha llegado a 1.006 €. Para el Seminario se han recogido de momento 466 €.
Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 11-3-2011:                                      41.746,66 €.                       
                                                                                                        
Ingresados hasta el 17-3-2011:                                               + 1000 €.

      42.746,66 €.

Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, c. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170

Del 21 al 27 de marzo de 2011
Lunes 21. 19.30 h.: En sufragio de: Familia Espí Sanchis y Evangelina Gómez.
Martes 22. 19.30 h.: En sufragio de: Enrique Picornell Borull.  
Miércoles 23. 19.30 h.: En sufragio de: José Antonio Cabanilles.  
Jueves 24. 19.30 h.: En sufragio de: Enrique Santos Juanes Canet. 
 Viernes 25.Solemnidad de la Anunciación del Señor. 19.30 h.: En sufragio de: sin intención. 
 Sábado 26. 3º de Cuaresma. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: En sufragio de: Matías Díez Martín.
Domingo 27. 3º de Cuaresma. 12.00 h. Pro Pópulo




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