HOJA
PARROQUIAL
Domingo 20 de febrero de 2011.
Dice el Papa Benedicto XVI en su exhortación apostólica sobre la Palabra de Dios que “la Palabra de Dios, en efecto, no se contrapone al hombre, ni acalla sus deseos auténticos, sino que más bien los ilumina, purificándolos y perfeccionándolos. Qué importante es descubrir en la actualidad que sólo Dios responde a la sed que hay en el corazón de todo ser humano”. (Verbum Domini nº 23).
La Palabra de Dios es la que ilumina el deseo más profundo de ser felices que hay dentro de nosotros. El evangelio de este domingo viene a saciar la sed de nuestro corazón. En las palabras de Jesús: “Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo”, nos deja Jesús el norte y guía de nuestra vida, la luz que ilumina nuestros pasos, el camino, la verdad y la vida. Esta palabra fue la que guió la vida de todos los santos, como también la de este peregrino que narra así una situación en que la Palabra de Jesús le sirvió de guía: “Había prometido a los soldados un rublo, y ahora tenía uno en mi bolsillo. ¿Debía dárselo, o no? Por un lado, pensaba para mis adentros, te dieron de golpes y te robaron, y ya no pueden hacerte mal alguno porque están detenidos; pero por otro lado, acuérdate de lo que está escrito en la Biblia: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer. Y el mismo Jesucristo dijo: Amad a vuestros enemigos; y en otro lugar: Y al que quiera litigar contigo para quitarte la túnica, déjale también el manto. Hechas estas reflexiones, volví sobre mis pasos y llegué a la posada en el preciso momento en que el convoy se estaba formando para iniciar la marcha. Corrí en busca de los dos malhechores y les puse el rublo en las manos, diciéndoles: —Orad y haced penitencia; Jesucristo es el amigo de los hombres y nunca os abandonará.” (Relatos de un peregrino ruso). ¿Quién es nuestro enemigo? No son las personas que nos rodean, aunque nos acarreen “tribulaciones y angustias, afrentas e injurias, dolores y tormentos, martirio y muerte; a los cuales debemos amar mucho” (…) “nuestro Señor Jesucristo, cuyas huellas debemos seguir (cf. 1 Pe 2,21), llamó amigo a quien lo traicionaba (cf. Mt 26,50) y se ofreció espontáneamente a quienes lo crucificaron”. (San Francisco de Asís. Regla no bulada). Nuestro verdadero enemigo son nuestros vicios y pecados que salen del corazón. “Debemos tener odio a nuestro cuerpo con sus vicios y pecados, porque dice el Señor en el Evangelio: Todos los males, vicios y pecados salen del corazón (Mt 15,18-19; Mc 7,23). Debemos amar a nuestros enemigos y hacer bien a los que nos tienen odio (cf. Mt 5,44; Lc 6,27).” (San Francisco de Asís. Carta a los fieles II).
Jesús, vuestro párroco
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente." Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica; dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehuyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»
Palabra del Señor.
1825 Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos todavía enemigos (cf Rm 5,10). El Señor nos pide que amemos como él hasta nuestros enemigos (cf Mt 5,44), que nos hagamos prójimos del más lejano (cf Lc 10,27-37), que amemos a los niños (cf Mc 9,37) y a los pobres como a él mismo (cf Mt 25,40.45).
2261 La Escritura precisa lo que el quinto mandamiento prohíbe: "No quites la vida del inocente y justo" (Ex 23,7). El homicidio voluntario de un inocente es gravemente contrario a la dignidad del ser humano, a la regla de oro y a la santidad del Creador. La ley que lo proscribe posee una validez universal: Obliga a todos y a cada uno, siempre y en todas partes.
2262 En el Sermón de la Montaña, el Señor recuerda el precepto: "No matarás" (Mt 5,21), y añade el rechazo absoluto de la ira, del odio y de la venganza. Más aún, Cristo exige a sus discípulos presentar la otra mejilla (cf Mt 5,22-39), amar a los enemigos (cf Mt 5,44). El mismo no se defendió y dijo a Pedro que guardase la espada en la vaina (cf Mt 26,52).
2303 El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado cuando el hombre le desea deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave. "Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial..." (Mt 5,44-45).
2608 En el Sermón de la Montaña, Jesús insiste en la conversión del corazón: la reconciliación con el hermano antes de presentar una ofrenda sobre el altar (cf Mt 5, 23-24), el amor a los enemigos y la oración por los perseguidores (cf Mt 5, 44-45).
2647 La oración de intercesión consiste en una petición en favor de otro. No conoce fronteras y se extiende hasta los enemigos.
2844 La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos (cf Mt 5, 43-44)
EXPOSICIÓN DEL PADRE NUESTRO
Oh santísimo Padre nuestro: creador, redentor, consolador y salvador nuestro. Que estás en el cielo: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para el conocimiento, porque tú, Señor, eres luz; inflamándolos para el amor, (...) Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: para que te amemos con todo el corazón (cf. Lc 10,27), pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, gastando todas nuestras fuerzas y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio de tu amor y no en otra cosa; y para que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, atrayéndolos a todos a tu amor según nuestras fuerzas, alegrándonos del bien de los otros como del nuestro y compadeciéndolos en sus males y no dando a nadie ocasión alguna de tropiezo (cf. 2 Cor 6,3). Danos hoy nuestro pan de cada día: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo: para memoria e inteligencia y reverencia del amor que tuvo por nosotros, y de lo que por nosotros dijo, hizo y padeció. Perdona nuestras ofensas: por tu misericordia inefable, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos. Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: y lo que no perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que lo perdonemos plenamente, para que, por ti, amemos verdaderamente a los enemigos, y ante ti por ellos devotamente intercedamos, no devolviendo a nadie mal por mal (1 Tes 5,15), y nos apliquemos a ser provechosos para todos en ti. No nos dejes caer en la tentación: oculta o manifiesta, súbita o importuna. Y líbranos del mal: pasado, presente y futuro. Gloria al Padre, etc. (San Francisco de Asís)
«Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos», había dicho Jesús en el cenáculo (Jn 15,13). Se desearía exclamar: Sí que existe, oh Cristo, un amor mayor que dar la vida por los amigos. ¡El tuyo! ¡Tú no diste la vida por tus amigos, sino por tus enemigos! Pablo dice que a duras penas se encuentra quién esté dispuesto a morir por un justo, pero se encuentra. «Por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; más la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros»; «Cristo murió por los impíos en el tiempo señalado» (Rm 5,6-8). Sin embargo no se tarda en descubrir que el contraste es sólo aparente. La palabra «amigos» en sentido activo indica aquellos que te aman, pero en sentido pasivo indica aquellos que son amados por ti. Jesús llama a Judas «amigo» (Mt 26,50) no porque Judas le amara, ¡sino porque Él le amaba! No hay mayor amor que dar la propia vida por los enemigos, considerándoles amigos: he aquí el sentido de la frase de Jesús. Los hombres pueden ser, o dárselas de enemigos de Dios; Dios nunca podrá ser enemigo del hombre. Es la terrible ventaja de los hijos sobre los padres (y sobre las madres). (...) Tener misericordia significa apiadarse (misereor) en el corazón (cordis) respecto al propio enemigo, comprender de qué pasta estamos hechos todos y por lo tanto perdonar. (P. Raniero Cantalamessa, ofmcap Predicación del Viernes Santo 2006).
............................................................................
“La primera palabra que Nuestro Señor dijo en la cruz producirá seguramente en tu alma un buen deseo de imitarle, es decir, de perdonar a los enemigos y de amarles. Pues bien, te digo que esto es muy poca cosa, si no añades un propósito especial de esta manera: en adelante no me enojaré por las palabras injuriosas que aquél o aquélla, el vecino o la vecina, mi criado o la criada, dicen contra mí, ni tampoco por tales o cuales desprecios, de que me ha hecho objeto éste o aquél; al contrario, diré tal o cual cosa, para ganarlos o suavizarlos, y así de los demás afectos. (San Francisco de Sales. Introducción a la Vida devota. 2ª parte cap. VI)
............................................................................
Cap. IX: Del amor: Dice el Señor: Amad a vuestros enemigos, [haced el bien a los que os odian, y orad por los que os persiguen y calumnian] (Mt 5,44). En efecto, ama de verdad a su enemigo aquel que no se duele de la injuria que le hace, sino que, por amor de Dios, se consume por el pecado del alma de su enemigo. Y muéstrele su amor con obras.
Cap. X: Del castigo del cuerpo: Hay muchos que, cuando pecan o reciben una injuria, con frecuencia acusan al enemigo o al prójimo. Pero no es así, porque cada uno tiene en su poder al enemigo, es decir, al cuerpo, por medio del cual peca. Por eso, bienaventurado aquel siervo (Mt 24,46) que tiene siempre cautivo a tal enemigo entregado en su poder, y se guarda sabiamente de él; porque, mientras haga esto, ningún otro enemigo, visible o invisible, podrá dañarle. (San Francisco de Asís. Admoniciones)
Me llamo Carmen, soy una feligresa de la Parroquia de S. Francisco de Borja y quisiera compartir con vosotros mi testimonio. Yo vivía con mi hijo y este murió inesperadamente hace un año. Estaba un poco perdida, rezaba pero no aceptaba su muerte, estaba enfadada con Dios. Con el tiempo el Señor me ha hecho ver mi egoísmo y mi soberbia queriendo manejar mi vida y hacer mis planes. Dios permitió la enfermedad para ayudarme. Antes era autosuficiente, iba a misa todos los días, me valía sola. Después de la muerte de mi hijo me caí varias veces y me quedé impedida con muchos dolores, necesitaba ayuda para todo, levantarme, vestirme etc... Gracias a Dios encontré apoyo en mi familia. Poco a poco el Señor me fue dando fuerzas físicas y espirituales. Ahora camino con el andador por casa y me siento mejor. Nunca dejé de rezar y el Señor fue proveyendo en mi vida, la familia, la parroquia que envió a los agentes de pastoral de la salud y me di cuenta que ya estaba en condiciones de escuchar y no juzgar tanto. Las visitas de estos agentes de pastoral son de gran ayuda, cambiamos impresiones, rezamos juntos y podemos experimentar cómo se da la comunión de los santos. Siento que el Señor me quiere mucho, nunca me ha fallado y voy comprendiendo el sentido que tiene mi vida y mi enfermedad. Ahora por distintos motivos me siguen necesitando mis tres hijos y aquí estoy para ayudar en lo que pueda, escuchándolos, animándolos, y sobre todo, no haciéndoles la vida más difícil con mis quejas y achaques, sino tratando de hacerlo fácil. He comprendido que antes que a nadie, mis quejas se las digo al Señor. Estoy agradecida a mi madre la Iglesia que me atiende en mis necesidades espirituales con los sacramentos y estas visitas que verdaderamente nos enriquecen a todos.
Me llamo Carmen, soy una feligresa de la Parroquia de S. Francisco de Borja y quisiera compartir con vosotros mi testimonio. Yo vivía con mi hijo y este murió inesperadamente hace un año. Estaba un poco perdida, rezaba pero no aceptaba su muerte, estaba enfadada con Dios. Con el tiempo el Señor me ha hecho ver mi egoísmo y mi soberbia queriendo manejar mi vida y hacer mis planes. Dios permitió la enfermedad para ayudarme. Antes era autosuficiente, iba a misa todos los días, me valía sola. Después de la muerte de mi hijo me caí varias veces y me quedé impedida con muchos dolores, necesitaba ayuda para todo, levantarme, vestirme etc... Gracias a Dios encontré apoyo en mi familia. Poco a poco el Señor me fue dando fuerzas físicas y espirituales. Ahora camino con el andador por casa y me siento mejor. Nunca dejé de rezar y el Señor fue proveyendo en mi vida, la familia, la parroquia que envió a los agentes de pastoral de la salud y me di cuenta que ya estaba en condiciones de escuchar y no juzgar tanto. Las visitas de estos agentes de pastoral son de gran ayuda, cambiamos impresiones, rezamos juntos y podemos experimentar cómo se da la comunión de los santos. Siento que el Señor me quiere mucho, nunca me ha fallado y voy comprendiendo el sentido que tiene mi vida y mi enfermedad. Ahora por distintos motivos me siguen necesitando mis tres hijos y aquí estoy para ayudar en lo que pueda, escuchándolos, animándolos, y sobre todo, no haciéndoles la vida más difícil con mis quejas y achaques, sino tratando de hacerlo fácil. He comprendido que antes que a nadie, mis quejas se las digo al Señor. Estoy agradecida a mi madre la Iglesia que me atiende en mis necesidades espirituales con los sacramentos y estas visitas que verdaderamente nos enriquecen a todos.
2. El lunes 21 de febrero a las 10 de la mañana reunión del Equipo de Pastoral de la Salud.
3. El mismo lunes reunión con los padres de 1º de comunión a las 6 de la tarde o bien a las 8.30 noche.
4. Catequesis de jóvenes y adultos: martes y viernes a las 9.30 noche.
5. El miércoles 23 de febrero reunión con los padres de 3º de comunión a las 6 de la tarde o bien a las 8.30 noche.
6. El jueves 24 de febrero a las 5 de la tarde: reunión del Equipo de Cáritas.
Ingresados hasta el 11-2-2011: 40.405,66 €.
Ingresados hasta el 18-2-2011: + 326 €.
40.731,66 €.
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
Caixa Ontinyent, c. Madrid 38:
2045-6028-12-0000095170
La doctrina de Cristo pide también que perdonemos las injurias (Mt 5,43-47). El precepto del amor se extiende a todos los enemigos. Es el mandamiento de la Nueva Ley (Concilio Vaticano II. Gaudium et Spes nº 28)
Del 21 al 27 de febrero de 2011
Lunes 21. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Espí-Sanchis.
Martes 22. 19.30 h.: En sufragio de: Josefina Martínez.
Miércoles 23. 19.30 h.: En sufragio de: José Antonio Cabanilles.
Jueves 24. 19.30 h.: En sufragio de: Salvador Castelló Estrugo.
Viernes 25. 19.30 h.: Sin intención
Sábado 26. VIII del T.O. 18.00 h.: Con niños. Sin intención
19.30 h.: Sin intención
21.00 h.: En sufragio de: Matías Díez Martín
Domingo 27. VIII del T.O.
12.00 h. Pro Pópulo
No hay comentarios:
Publicar un comentario