28 de octubre de 2013

Fiesta de la familia con el Papa

En la Fiesta de la Familia en san Pedro
El Papa, ante 150.000 personas: «El matrimonio dura toda la vida y necesita la ayuda de Jesús»
Zenit / Efe / ReL    26 octubre 2013
El Papa Francisco considera que hay tres palabras fundamentales para la convivencia en familia, "permiso, gracias y excusa", durante su intervención en la Fiesta de la Familia que se celebró hoy en la Plaza de San Pedro.

Unos 150.000 miembros de familias católicas venidas de 75 países se reunieron en la Plaza de San Pedro y aledaños para la peregrinación a la Tumba de San Pedro en el Año de la Fe, bajo el lema "¡Familia, vive la alegría de la fe!, y para encontrarse con el pontífice.

Durante la fiesta hubo reflexiones, música, narración de cuentos a los niños y testimonios, hasta que el papa Francisco hizo su aparición a las 17.30 hora local (15.30 GMT) con un globo naranja en la mano y agarrando a varios niños que portaban globos de diferentes colores.

Ya en el estrado, el pontífice preguntó a los presentes si sabían hacer el signo de la cruz y, al asentir, les dijo: "Pues vamos a hacerlo juntos".

Después de la canción "We are the world" ("Somos el mundo") interpretada en inglés por un coro de niños, todos los globos fueron soltados y pintaron el cielo de colores.

Sentado en la butaca del estrado, el papa siguió los testimonios y canciones con atención, mientras las escaleras se llenaban de niños a los pies del pontífice.

Después de escuchar a ancianos, familias con y sin dificultades, jóvenes en paro y emigrantes llegados de África, el papa se dirigió a los presentes y habló de la familia y del matrimonio.

No a la cultura de lo provisional

Aludió al divorcio, al considerar que "no hay que hacer caso a esta cultura de lo provisional que rompe la vida en pedazos".

"Los esposos cristianos no son ingenuos, pero no tienen miedo de responder ante Dios y ante la sociedad", destacó.

Explicó que el matrimonio es un "largo viaje que deben hacer juntos, que dura toda la vida y necesita la ayuda de Jesús".
Tres palabras claves
Para el papa, hay tres palabras fundamentales para la convivencia en familia -permiso, gracias y excusas- y pidió: "Que nunca terminemos la jornada sin hacer las paces".

Dar las gracias todos los días al otro es bello, aseguró, a la vez que resaltó la importancia de pedir excusas "cuando alguno se ofende en familia".

También se refirió a los abuelos, de los que dijo que son "la sabiduría de un pueblo y un pueblo que no escucha a sus ancianos es un pueblo que muere".

Testimonio de todo el mundo
La niña Federica, de unos diez años en el micrófono le dijo al papa “Te quiero mucho” y le mostró un dibujo, le confió que su mamá le ha enseñado a cocinar algunas cosas, y a rezar por los otros. Cientos de globos fueron dejados libres y volaban mientas los diversos coros entonaron sus cantos y los fieles agitaban sus brazos.

Mons. Paglia le llamó: “papa, Francisco, o mejor papá Francisco”. Y recordó que los papás abuelos y niños allí presentes en la plaza le hicieron “recordar el sueño del profeta Zacarías” y de la alegría de la fe, por la que “hacemos fiesta”, junto "con la presencia de familias de más de 75 países". Recordó también a las familias en dificultad como las de Siria, probadas por la guerra y a quienes la plaza les envió un aplauso de apoyo. En la celebración festiva participaron por algunos minutos acróbatas circenses y artistas de calle que amenizaron la fiesta con algunas demostraciones.

Una mamá recordó la gran aventura que es la familia, y varias pareja de jóvenes indicaron la fecha en que se van a casar y las dificultades que deberán enfrentar, como una de romanos al confiar que a pesar de no tener un trabajo seguro y no saber como van a pagar el alquiler, decidieron casarse en primavera.

También el testimonio de unos abuelos que desde España vinieron a Roma con toda la familia, sobrinos incluidos. En medio de todo esto el santo padre le bendijo el niño a una madre en cinta.

Se escuchó el testimonio de una mujer siria, que contó el drama y el miedo que les empujó a escapar a Jordania y que viven el drama del exilio y de la guerra. Y su esposo agradeció al santo padre la vigilia de oración por la paz en Siria´.

Familias en misiónLas familias en misión estuvieron presentes, fue leída la carta de una familia italiana, de Florencia, en misión en tierra musulmana; y de otra familia con una niña, del Camino Neocatecumenal, que ahora están Albania y que dejaron sus trabajos y vida en Italia para servir allí a la Iglesia.

No faltaron dos abuelos, directores de películas, de convicciones diversas, que quisieron presentar su testimonio al papa Francisco. Fueron Pablo y Victorio Taviani, quienes sufrieron la barbarie del nazi-fascismo en la Segunda Guerra Mundial, sobre la cual hicieron un film, como otro sobre el genocidio del pueblo armenio.

También estuvo el testimonio de una familia, suegros incluidos, que habían llevado a vivir con ellos a la otra abuela, a pesar de que la casa era pequeña y de las dificultades que esto significaba.

Una familia joven de Lampedusa, de pescadores, contaron cuando les llamaron para ayudar a los desesperados que desembarcaban, con particulares tremendos. Junto al de un ingeniero agrario de Nigeria que se escapó de África y en la estiva de una barca vio morir a 25 inmigrantes, entre los cuales un primo suyo, antes de llegar a la isla italiana.

Concurso "Talentos de Familia"El Consejo Pontificio de las Familias, que organizó el acto, señaló que entre los miles de personas presentes se encontraban numerosos niños y ancianos, "para destacar la sucesión generacional que tiene lugar en la familia".

Durante la tarde se celebró el concurso "Talentos de Familia" en el que se presentaron diecinueve canciones, de las cuales tres fueron seleccionadas y que escucharon durante la fiesta de la familias, la primera de ellas interpretada por un joven italiano, la segunda por un peruano y la tercera por un congolés.

Otro de los actos organizados por el Consejo Pontificio fue el concurso "Presenta tu familia al papa Francisco", para el que han sido enviados más de 4.000 dibujos elaborados por niños de todo el mundo.

A las 19.30 hora local (17.30 GMT), el pontífice saludó a los participantes y ya de noche subió al "papa-móvil" para moverse entre los asistentes, que lo abrazaban y besaban.

La Fiesta de la Familia continuará hoy domingo con una misa celebrada por el papa Francisco en la Plaza de San Pedro y finalizará con la oración del Ángelus, que incluirá una colecta para familias sirias, ante la difícil situación en ese país.

Hacia el final del evento, el papa dirigió sus palabras al público, que lo interrumpió varias veces con sus aplausos. Al concluir el santo padre dio su bendición y dijo: "No podemos irnos sin pedirle a la Virgen que nos proteja a todos", y rezó un Ave María


A continuación el papa Francisco saludó a diversas personas y por más de media hora pasó con el jeep abierto, para saludar a las familias presentes en la plaza y vía de la Conciliazione, desde donde mucha gente siguió la ceremonia gracias a las pantallas gigantes.


Discurso completo del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Familia
¡Queridas familas, ¡´buona sera´ y bienvenidas a Roma!

Han venido aquí como peregrinos desde muchas partes del mundo, para profesar la fe delante del la tumba de San Pedro. Esta plaza les acoge y abraza: somos un sólo pueblo, con una sola alma, convocados por el Señor, que nos ama y sostiene. Saludo también a todas las familias que están unidas a través de la televisión y de internet: una plaza que se extiende sin confines.

Quisieron llamar a este momento “¡La familia vive la alegría de la fe!”. ¡Me gusta este título! He escuchado las experiencias de ustedes, los casos que han contado. Vi tantos niños, tantos abuelos... Sentí la tristeza de las familias que viven en situación de pobreza y de guerra. He oído a los jóvenes que se quieren casar, aún entre mil dificultades. Y entonces nos preguntamos: ¿Cómo es posible, hoy, vivir la alegría de la fe en familia? ¿Es posible o no es posible vivir esta alegría?

En el evangelio de Mateo, hay una palabra de Jesús que nos ayuda: ´Venid a mí todos los que están cansados y oprimidos, que yo les aliviaré´. Muchas veces la vida es pesada y tantas veces trágica, lo hemos apenas escuchado. Trabajar es fatigoso; buscar trabajo es fatiga y encontrar trabajo hoy nos pide tanta fatiga.

Pero, aquello que más pesa en la vida, no es esto, lo que más pesa es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser acogidos. Pesan ciertos silencios, a veces aún en familia, entre marido y esposa, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el cansancio se hace más pesado. Pienso en los ancianos solos, a las familias en dificultad porque no tienen ayuda para sostener a quienes en casa precisan de especiales atenciones y cuidados. ´Venid a Mí todos los que están cansados y oprimidos´, dice Jesús.

Queridas familias, el Señor conoce nuestros cansancios, los conoce y los pesos de nuestra vida. Pero conoce también nuestro deseo profundo de hallar la alegría del alivio. ¿Se acuerdan? Jesús dijo: ´Vuestra alegría sea plena´. Jesús quiere que nuestra alegría sea plena.

Lo dijo a los apóstoles, y hoy lo repite a todos nosotros. Así, esta es la primera cosa que quiero compartir con ustedes en esta tarde, y es una palabra de Jesús: ´Venid a mi, familias de todo el mundo --dice Jesús-- y yo les aliviaré para que vuestra alegría sea completa´.

Y esta palabra de Jesús llévenla a casa, en el corazón, compártanla en familia, él nos invita a ir hacia él para darnos a todos la alegría.

La segunda palabra, la tomo del rito del matrimonio. En este sacramento, quien se casa dice: ´Prometo serte fiel, amarte y respetarte, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, y de honrarte y amarte todos los días de nuestra vida´. En aquel momento, los esposos no saben qué sucederá, no saben cuáles son las alegrías y las tristezas que les esperan. Parten, como Abraham; se ponen juntos en camino. Esto es el matrimonio, partir y caminar juntos, de manos dadas, entregándose en la mano grande del Señor. Mano en la mano por toda la vida y sin hacer caso de esta cultura de lo provisorio que nos corta la vida a pedazos.

Con esta confianza en la fidelidad de Dios, todo se enfrenta, sin miedo, con responsabilidad. Los esposos cristianos no son ingenuos, conocen los problemas y los peligros de la vida. Pero no tienen miedo de asumir la propia responsabilidad, delante de Dios y de la sociedad. Sin huir ni aislarse, sin renunciar a la misión de formar una familia y traer al mundo hijos.

Pero hoy, santo padre, es difícil. ¡Seguro que es difícil! ¡Por eso, es necesaria la gracia del sacramento! ¡Los sacramentos no sirven para decorar la vida; ¡que lindo matrimonio, que linda la ceremonia, que linda la fiesta! Eso no es la gracia del sacramento, eso es una decoración y la gracia no es para decorar la vida pero para hacernos fuertes en la vida, para hacernos corajosos y poder ir adelante! Sin aislarse, siempre juntos.

Los cristianos se casan sacramentalmente, porque son conscientes que necesitan el sacramento. Necesitan a este para vivir unidos entre sí y cumplir la misión de padres. ´En la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad´. Así dicen los esposos en el matrimonio y rezan juntos y con la comunidad, ¿por qué? Solamente porque es costumbre hacerlo así? No, lo hacen, porque les sirve para el largo viaje que deben hacer juntos, no a tramos, necesitan de la ayuda de Jesús, para caminar juntos con confianza, para acogerse uno al otro cada día y perdonarse cada día.

Y esto es importante en las familias, saber perdonarse, porque todos nosotros tenemos defectos, todos y a veces hacemos cosas que no son buenas y le hacen mal a los otros. Tener el coraje de pedir perdón en familia cuando nos equivocamos. Hace pocas semanas atrás recordé en esta plaza que para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras, quiero repetirlo, tres palabras: permiso, gracias y perdón. Tres palabras claves.

Pidamos permiso para no ser invasores. En familia: ¿Puedo hacer esto, te gusta que haga esto? El leguaje del permiso. Demos gracias, gracias por el amor, pero dime tú, cuántas veces al día le dices gracias a tu mujer o a tu marido? Cuántos días pasan sin decir esta palabra: gracias.

Y todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofende en la familia, o en el matrimonio. A veces, digo, vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen la jornada sin hacer la paz, cada día. Disculpa y se recomienza. Permiso, gracias, perdón. ¿Lo decimos juntos?: Permiso, gracias, disculpa, usemos estas tres palabras en familia, perdonarse cada día.

En la vida, la familia experimenta muchos momentos hermosos: el descanso, la comida juntos, el paseo hasta al parque o por los campos, la visita a los abuelos, o a una persona enferma... Pero, si falta el amor, faltará la alegría, faltará la fiesta. Porque el amor nos lo da siempre Jesús: él es la fuente inagotable y se da a nosotros en la Eucaristía. Allí en el sacramento, Jesús nos da su palabra y el pan de la vida, para que nuestra alegría sea completa.

Y para concluir, está aquí delante de nosotros, este ícono de la presentación de Jesús en el templo. Es un ícono verdaderamente bello e importante. Contemplémoslo y dejémonos ayudar por esta imagen. Como todos ustedes, también los protagonistas de la escena tienen su camino: María y José se pusieron en camino, yendo como peregrinos a Jerusalén, obedeciendo a la ley del Señor; y también el viejo Simeón y la profetisa Ana, también ella muy anciana, van al templo impelidos por el Espíritu Santo. La escena nos muestra este entrecruzarse de tres generaciones: el entrelazarse de tres generaciones,

Simeón toma en los brazos al niño Jesús, en quien reconoce al Mesías, y Ana es representada en el gesto de alabar a Dios y anunciar la salvación a quien esperaba la redención de Israel. Estos dos ancianos representan la fe como memoria.

Y les pregunto: ¿Ustedes escuchan a los abuelos?, ¿le abren el corazón a la memoria que nos dan los abuelos? Los abuelos son la sabiduría de la familia, la sabiduría de un pueblo, y un pueblo que no escucha a los abuelos es un pueblo que muere. Hay que scuchar a los abuelos.

María y José son la familia santificada por la presencia de Jesús que es el cumplimiento de todas las promesas. Cada familia, como la de Nazaret está insertada en la historia de un pueblo y no puede existir sin las generaciones anteriores. Y por ello tenemos aquí a los abuelos, los abuelos, y los niños. Los niños aprenden de los abuelos y de las generaciones anteriores.

Queridas familias, también ustedes son parte del pueblo de Dios. Caminen felices, juntamente con este pueblo. Permanezcan siempre unidas a Jesús y llévenlo a todos con vuestro testimonio. Gracias por haber venido. Juntos, hagamos nuestras estas palabras de san Pedro, que nos dan fuerza y continuarán a darnos fuerza en los momentos difíciles: ´¿Señor, de quién iremos? ¡Tú tienes palabras de vida eterna!´. ¡Con la gracia de Cristo, vivan la alegría de la fe! ¡El Señor les bendiga y María, nuestra Madre, les proteja y acompañe!

24 de octubre de 2013

Domingo 27 de octubre de 2013. XXX TO C

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 27 de Octubre de 2013  

                  Queridos hermanos:
El evangelio de este domingo nos presenta dos modos de ser, de vivir, dos modos de situarse ante Dios y ante uno mismo, dos modos de orar: como el fariseo o como el publicano. El fariseo se coloca a sí mismo como el centro de la oración. Aunque da gracias a Dios, lo cual es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, lo hace poniendo en el centro lo que es y lo que hace. Respecto a lo que es: Se compara con los demás y se ve mejor que los demás: ladrones, injustos, adúlteros. Se compara con el publicano y se ve mejor. Se ve a sí mismo como cumplidor de la ley. Y lo que hace también le deja satisfecho: “Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. Ayuno, oración y limosna. Un ejemplo... aparentemente. No se relaciona con Dios, sino consigo mismo. Lo que le cuenta a Dios en la oración es para alabarse a sí mismo. Tiene orgullo de sí mismo. Es autosuficiente. Es un rico, sin experiencia de ser un necesitado. Y su amor propio le lleva al desprecio de los que no son cumplidores como él cree serlo. Ha hecho de la fe una religión que le deja satisfecho, pero no se relaciona con el Dios vivo, fuente de amor y comunión con los demás. Es ciego al conocimiento de sus pecados y limitaciones. Queda sin justificar.
El publicano, en cambio, tiene conciencia de sus pecados y limitaciones y no se justifica a sí mismo, se coloca como mendigo de la gracia, pues no merece nada, no puede vanagloriarse ante Dios. Al recibir la justificación gratuitamente por Dios le introduce en la fuente de la vida y la comunión. La fe lleva a la caridad. Su respuesta hacia los demás será de misericordia, que le llevará a seguir alcanzando misericordia. El publicano ha colocado en el centro al Señor. En esto se parece a la Virgen María. No por sus pecados, sino por su descentramiento. Decía el Papa Benedicto XVI respecto de María: “el programa de su vida: no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto en la oración como en el servicio al prójimo; sólo entonces el mundo se hace bueno. María es grande precisamente porque quiere enaltecer a Dios en lugar de a sí misma”. (Deus Cáritas Est 41). El fariseísmo es más común de lo que parece. No seamos de los que cantan sus propios méritos y esconden sus culpas. Más bien, como mendigos de la gracia, seamos reflejos de su misericordia.
Jesús, vuestro párroco
+   Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 9-14

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola:
— «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.”
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo:
“¡ Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor.
 
2559         "La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" (San Juan Damasceno, f. o. 3, 24). ¿Desde dónde hablamos cuando oramos?  ¿Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde "lo más profundo" (Sal 130, 14) de un corazón humilde y contrito? El que se humilla es ensalzado (cf Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración. "Nosotros no sabemos pedir como conviene" (Rom 8, 26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios (cf San Agustín, serm 56, 6, 9).

2613 La tercera parábola, "el fariseo y el publicano" (cf Lc 18, 9-14), se refiere a la humildad del corazón que ora. "Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador". La Iglesia no cesa de hacer suya esta oración: "¡Kyrie eleison!".

2631 La petición de perdón es el primer movimiento de la oración de petición (cf el publicano: "ten compasión de mí que soy pecador": Lc 18, 13). Es el comienzo de una oración justa y pura. La humildad confiada nos devuelve a la luz de la comunión con el Padre y su Hijo Jesucristo, y de los unos con los otros (cf 1 Jn 1, 7-2, 2): entonces "cuanto pidamos lo recibimos de El" (1 Jn 3, 22). Tanto la celebración de la eucaristía como la oración personal comienzan con la petición de perdón.

2667 Esta invocación de fe bien sencilla ha sido desarrolla da en la tradición de la oración bajo formas diversas en Oriente y en Occidente. La formulación más habitual, transmitida por los espirituales del Sinaí, de Siria y del Monte Athos es la invocación: "Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Señor, ¡Ten piedad de nosotros, pecadores!" Conjuga el himno cristológico de Flp 2, 6-11 con la petición del publicano y del mendigo ciego (cf Lc 18,13; Mc 10, 46-52). Mediante ella, el corazón está acorde con la miseria de los hombres y con la misericordia de su Salvador.

2668 La invocación del santo Nombre de Jesús es el camino más sencillo de la oración continua. Repetida con frecuencia por un corazón humildemente atento, no se dispersa en "palabrerías" (Mt 6, 7), sino que "conserva la Palabra y fructifica con perseverancia" (cf Lc 8, 15). Es posible "en todo tiempo" porque no es una ocupación al lado de otra, sino la única ocupación, la de amar a Dios, que anima y transfigura toda acción en Cristo Jesús.

2839 Con una audaz confianza hemos empezado a orar a nuestro Padre. Suplicándole que su Nombre sea santificado, le hemos pedido que seamos cada vez más santificados. Pero, aun revestidos de la vestidura bautismal, no dejamos de pecar, de separarnos de Dios. Ahora, en esta nueva petición, (perdona nuestras ofensas), nos volvemos a él, como el hijo pródigo (cf Lc 15, 11-32) y nos reconocemos pecadores ante él como el publicano (cf Lc 18, 13). Nuestra petición empieza con una "confesión" en la que afirmamos al mismo tiempo nuestra miseria y su Misericordia. Nuestra esperanza es firme porque, en su Hijo, "tenemos la redención, la remisión de nuestros pecados" (Col 1, 14; Ef 1, 7). El signo eficaz e indudable de su perdón lo encontramos en los sacramentos de su Iglesia (cf Mt 26, 28; Jn 20, 23).
 
SALVACIÓN MEDIANTE LA FE (PUBLICANO) O MEDIANTE LAS OBRAS DE LA LEY (FARISEO)
"La vida en la fe, en cuanto existencia filial, consiste en reconocer el don originario y radical, que está a la base de la existencia del hombre, y puede resumirse en la frase de san Pablo a los Corintios: «¿Tienes algo que no hayas recibido?» (1 Co 4,7). Precisamente en este punto se sitúa el corazón de la polémica de san Pablo con los fariseos, la discusión sobre la salvación mediante la fe o mediante las obras de la ley. Lo que san Pablo rechaza es la actitud de quien pretende justificarse a sí mismo ante Dios mediante sus propias obras. Éste, aunque obedezca a los mandamientos, aunque haga obras buenas, se pone a sí mismo en el centro, y no reconoce que el origen de la bondad es Dios. Quien obra así, quien quiere ser fuente de su propia justicia, ve cómo pronto se le agota y se da cuenta de que ni siquiera puede mantenerse fiel a la ley. Se cierra, aislándose del Señor y de los otros, y por eso mismo su vida se vuelve vana, sus obras estériles, como árbol lejos del agua. San Agustín lo expresa así con su lenguaje conciso y eficaz: “de aquel que te ha hecho, no te alejes ni siquiera para ir a ti” (De continentia, 4,11). (Papa Francisco. Lumen Fidei 19)
DOS MODOS DE SITUARSE ANTE DIOS
Y ANTE UNO MISMO: FARISEO O PUBLICANO
“El fariseo se jacta de sus muchas virtudes; le habla a Dios tan sólo de sí mismo y, al alabarse a sí mismo, cree alabar a Dios. El publicano conoce sus pecados, sabe que no puede vanagloriarse ante Dios y, consciente de su culpa, pide gracia. … dos modos de situarse ante Dios y ante sí mismo. Uno, en el fondo, ni siquiera mira a Dios, sino sólo a sí mismo; realmente no necesita a Dios, porque lo hace todo bien por sí mismo. No hay ninguna relación real con Dios, que a fin de cuentas resulta superfluo; basta con las propias obras. Aquel hombre se justifica por sí solo. El otro, en cambio, se ve en relación con Dios. Ha puesto su mirada en Dios y, con ello, se le abre la mirada hacia sí mismo. Sabe que tiene necesidad de Dios y que ha de vivir de su bondad, la cual no puede alcanzar por sí solo ni darla por descontada. Sabe que necesita misericordia, y así aprenderá de la misericordia de Dios a ser él mismo misericordioso y, por tanto, semejante a Dios. El vive gracias a la relación con Dios, de ser agraciado con el don de Dios; siempre necesitará el don de la bondad, del perdón, pero también aprenderá con ello a transmitirlo a los demás. … Necesita a Dios, y como lo reconoce, gracias a la bondad de Dios comienza él mismo a ser bueno”. (Benedicto XVI. Jesús de Nazaret)
EL PELIGRO DEL NEOFARISEISMO
“El fariseo nos presenta una conciencia satisfecha de sí misma, que cree que puede observar la ley sin la ayuda de la gracia y está convencida de no necesitar la misericordia. Se pide a todos gran vigilancia para no dejarse contagiar por la actitud farisaica.” (Bto. Juan Pablo II. Veritatis Splendor 104-105).
  
«Nada vale el hombre, si tú no lo visitas. No olvides a quien es débil; acuérdate, oh Señor, que me has hecho débil, que me has plasmado del polvo. ¿Cómo podré sostenerme si tú no me miras sin cesar para fortalecer esta arcilla, de modo que mi consistencia proceda de tu rostro? Si escondes tu rostro, todo perece (Sal 103, 29): si tú me miras, ¡pobre de mí! En mí no verás más que contaminaciones de delitos; no es ventajoso ser abandonados ni ser vistos, porque, en el acto de ser vistos, somos motivo de disgusto. Sin embargo, podemos pensar que Dios no rechaza a quienes ve, porque purifica a quienes mira. Ante él arde un fuego que quema la culpa (cf. Jl 2, 3)»(Oración de san Ambrosio de Milán. De interpellatione David, IV, 6, 22, citada en Veritatis Splendor 105).
VISITA SEMINARISTAS
DEL SEMINARIO
MAYOR Y MENOR
DE VALENCIA
A NUESTRA
PARROQUIA
El Seminario mayor y menor de Valencia, con sus seminaristas visitará nuestro arciprestazgo el sábado 26 y el domingo 27 de octubre. Nuestra parroquia ha acogido 12 seminaristas. Estarán presentes en las misas del sábado y domingo.

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES
Padre, haz que surjan entre los cristianos numerosas
y santas vocaciones al sacerdocio, que mantengan viva la fe 
y conserven la grata memoria de tu Hijo Jesús
mediante la predicación de su palabra
y la administración de los Sacramentos
con los que renuevas continuamente a tus fieles.
Danos santos ministros del altar, que sean solícitos
y fervorosos custodios de la Eucaristía, sacramento
del don supremo de Cristo para la redención del mundo.
Llama a ministros de tu misericordia
que, mediante el sacramento de la Reconciliación, 
derramen el gozo de tu perdón.
Padre, haz que la Iglesia acoja con alegría
las numerosas inspiraciones del Espíritu de tu Hijo
y, dócil a sus enseñanzas,
fomente vocaciones al ministerio sacerdotal
y a la vida consagrada.
Fortalece a los obispos, sacerdotes, diáconos,
a los consagrados y a todos los bautizados en Cristo
para que cumplan fielmente su misión
al servicio del Evangelio.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
María Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros
(Benedicto XVI. Mensaje 5-3-2006)
La parroquia tiene necesidad de su colaboración para pagar, no solamente los gastos extraordinarios (algo más de 2.700 € al mes), sino incluso los gastos ordinarios de luz, comunidad de propietarios, teléfono... La parroquia le lanza un S.O.S. Le rogamos ayuda.
Puede hacerlo en las colectas parroquiales o a través de la suscripción del AME (aportación mensual a la Iglesia) o en la cuenta que la parroquia tiene en BANKIA
(Paseo Germanías 82)
2038-6230-75-3000420970
1. El lunes 28 de octubre a las 10.30 h. ser reunirá el Equipo de Pastoral de la Salud.
2. Comenzará el lunes de 21.00 a 22.30 h. la formación organizada por la Junta de Hermandades en el Local Museo de Gandía (Calle Abad Sola 101) con el tema “seréis mis testigos” a cargo del Rvdo. D. Manuel Cobos Rayo.
3. El lunes a las 21.00 h. será la penitencial de los jóvenes de la parroquia que recibirán la Confirmación el próximo 3 de noviembre. El viernes 1 de noviembre a las 8.30 noche será la Vigilia de oración pidiendo el Espíritu Santo. Invitamos a uniros en oración por estos jóvenes.
4. El Señor Arzobispo se reunirá con todos los grupos del Itinerario Diocesano de Renovación en el Colegio Calderón del Grau el martes 29 de octubre a las 20.30 h. para presentar el cuarto curso del Itinerario.
5. El miércoles 30 de octubre comenzará el Curso básico de voluntariado de Cáritas en la sede de Cáritas Interparroquial.
6. El miércoles 30 a las 20.30 h. será la reunión del Equipo de Liturgia.
7. Los jueves de 8 a 9.30 noche tendrá lugar las clases del Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas Sede Gandia sobre Fe y Cultura (5 sesiones) y sobre Sagrada Escritura.
8. Atención al horario especial de misas para el 31 de octubre y 1, 2 y 3 de noviembre. Será como tres domingos seguidos. Todos los Santos (31 de octubre y 1 de noviembre); Conmemoración de los Files difuntos (el sábado 2 de noviembre); Domingo 31 del Tiempo Ordinario (3 de noviembre). Las misas del sábado tarde no serán de domingo.
Del 28 de octubre al 3 de noviembre de 2013
Lunes 28. Fiesta de San Simón y San Judas, apóstoles. 19.30 h.: Sin intención. 
Martes 29. 19.30 h.: En sufragio de: Rosendo Roche. 
Miércoles 30. 19.30 h.: En sufragio de: Mª Jesús Ruiz; Víctor Ferragut. 
Jueves 31. Solemnidad de todos los Santos. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención. 
Viernes 1. Solemnidad de todos los Santos. 9.30 h.: Sin intención. 11.00 h.: Sin intención. 12.00 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: Sin intención. 
Sábado 2. Conmemoración de los fieles difuntos. 9.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Ferrer-Puig. 11.00 h.: En sufragio de: Rogelio Roselló. 12.00 h.: Pro Pópulo. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de: Amparo Montaner Melis. 19.30 h.: En sufragio de: Luis Colomina y Octavio Monllor; Rosa Peiró, Joaquín Escrivá y Martín Escrivá. 
Domingo 3. Domingo XXXI del T.O. 9.30 h.: Sin intención. 11.00 h.: Sin intención.12.00 h. Pro Pópulo. CONFIRMACIONES. 19.30 h.: Sin intención.

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Hoja Parroquial en formato pdf

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21 de octubre de 2013

22 octubre. Beato Juan Pablo II: liturgia, maitines, oración colecta.

El oficio litúrgico del Beato Juan Pablo II, 22 de octubre: Oración colecta y Maitines

Oración colecta de la misa y de la liturgia de las horas:

Oh Dios, rico en misericordia, que has querido que el beato Juan Pablo II, papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Él, que vive y reina.

El oficio de lectura o maitines:

Carlos José Wojtyla nació en Wadowic, Polonia, el año 1920. Ordenado presbítero y realizados sus estudios de teología en Roma, regresó a su patria donde desempeñó diversas tareas pastorales y universitarias. Nombrado Obispo auxiliar de Cracovia, pasó a ser Arzobispo de esa sede en 1964; participó en el Concilio Vaticano II.

Elegido Papa el 16 de octubre de 1978, tomó el nombre de Juan Pablo II, se distinguió por su extraordinaria actividad apostólica, especialmente hacia las familias, los jóvenes y los enfermos, y realizó innumerables visitas pastorales en todo el mundo. Los frutos más significativos que ha dejado en herencia a la Iglesia son, entre otros, su riquísimo magisterio, la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica y los Códigos de Derecho Canónico para la Iglesia Latina y para las Iglesias Orientales. Murió piadosamente en Roma, el 2 de abril del 2005, vigilia del Domingo II de Pascua, o de la Divina Misericordia.

El Oficio de Lecturas en la Liturgia de las Horas del Beato Juan Pablo II, día 22 de octubre

Del Común de pastores: para un papa.

Oficio de lectura

Segunda lectura

De la Homilía del beato Juan Pablo II, papa, en el inicio de su pontificado

(22 de octubre 1978: AAS 70 [1978] 945-947)

¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Cristo!
¡Pedro vino a Roma! ¿Qué fue lo que le guió y condujo a esta Urbe, corazón del Imperio Romano, sino la obediencia a la inspiración recibida del Señor? Es posible que este pescador de Galilea no hubiera querido venir hasta aquí; que hubiera preferido quedarse allá, a orillas del Lago de Genesaret, con su barca, con sus redes. Pero guiado por el Señor, obediente a su inspiración, llegó hasta aquí.

Según una antigua tradición durante la persecución de Nerón, Pedro quería abandonar Roma. Pero el Señor intervino, le salió al encuentro. Pedro se dirigió a El preguntándole: «Quo vadis, Domine?: ¿Dónde vas, Señor?». Y el Señor le respondió enseguida: «Voy a Roma para ser crucificado por segunda vez». Pedro volvió a Roma y permaneció aquí hasta su crucifixión.

Nuestro tiempo nos invita, nos impulsa y nos obliga a mirar al Señor y a sumergirnos en una meditación humilde y devota sobre el misterio de la suprema potestad del mismo Cristo.

El que nació de María Virgen, el Hijo del carpintero – como se le consideraba –, el Hijo del Dios vivo, como confesó Pedro, vino para hacer de todos nosotros «un reino de sacerdotes».

El Concilio Vaticano II nos ha recordado el misterio de esta potestad y el hecho de que la misión de Cristo –Sacerdote, Profeta-Maestro, Rey– continúa en la Iglesia. Todos, todo el Pueblo de Dios participa de esta triple misión. Y quizás en el pasado se colocaba sobre la cabeza del Papa la tiara, esa triple corona, para expresar, por medio de tal símbolo, el designio del Señor sobre su Iglesia, es decir, que todo el orden jerárquico de la Iglesia de Cristo, toda su “sagrada potestad” ejercitada en ella no es otra cosa que el servicio, servicio que tiene un objetivo único: que todo el Pueblo de Dios participe en esta triple misión de Cristo y permanezca siempre bajo la potestad del Señor, la cual tiene su origen no en los poderes de este mundo, sino en el Padre celestial y en el misterio de la cruz y de la resurrección.

La potestad absoluta y también dulce y suave del Señor responde a lo más profundo del hombre, a sus más elevadas aspiraciones de la inteligencia, de la voluntad y del corazón. Esta potestad no habla con un lenguaje de fuerza, sino que se expresa en la caridad y en la verdad.

El nuevo Sucesor de Pedro en la Sede de Roma eleva hoy una oración fervorosa, humilde y confiada: ¡Oh Cristo! ¡Haz que yo me convierta en servidor, y lo sea, de tu única potestad! ¡Servidor de tu dulce potestad! ¡Servidor de tu potestad que no conoce ocaso! ¡Haz que yo sea un siervo! Más aún, siervo de tus siervos.

¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad!

¡Ayudad al Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a la humanidad entera!

¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! Abrid a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura. de la civilización y del desarrollo. ¡No tengáis miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo El lo conoce!

Con frecuencia el hombre actual no sabe lo que lleva dentro, en lo profundo de su ánimo, de su corazón. Muchas veces se siente inseguro sobre el sentido de su vida en este mundo. Se siente invadido por la duda que se transforma en desesperación. Permitid, pues, – os lo ruego, os lo imploro con humildad y con confianza – permitid que Cristo hable al hombre. ¡Sólo El tiene palabras de vida, sí, de vida eterna!

Responsorio

R/. No tengáis miedo: el Redentor del hombre ha revelado el poder de la cruz y ha dado la vida por nosotros. * Abrid de par en par las puertas a Cristo.

V/. Somos llamados en la Iglesia a participar de su potestad. * Abrid.

Oración

Oh Dios, rico en misericordia, que has querido que el beato Juan Pablo II, papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Él, que vive y reina.

19 de octubre de 2013

Domingo 20 de octubre de 2013. XXIX TO C.

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 20 de Octubre de 2013  

                  Queridos hermanos:
La constancia es la cualidad por la cual algo se mantiene en pie. La palabra viene del latín (“sto”, “stare”), evoca la idea de estabilidad, estar derecho, con aplomo, firmeza. Este verbo latino dio lugar a la palabra “estatua”, “estatura”, y también la palabra sustancia, que no es algo vago o nebuloso, sino lo que permanece en un ser que cambia y al cual sostiene. La constancia hace referencia a la firmeza.
La paciencia viene de la palabra latina “pati” que significa sufrir, soportar. Paciencia es la aptitud para esperar sufriendo y sufrir esperando. Si uno es apto para soportar y esperar es paciente.
La palabra perseverancia incluye la palabra “severo”, que originalmente quería decir inflexible, austero. Perseverar quiere decir persistir, continuar, ser inflexible.
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica nº 2742 que "no nos ha sido prescrito trabajar, vigilar y ayunar constantemente; pero sí tenemos una ley que nos manda orar sin cesar" (Evagrio Póntico). Y cita varios textos bíblicos: "Orad constantemente" (1 Ts 5, 17), "dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo" (Ef 5, 20), "siempre en oración y suplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos" (Ef 6, 18).
¿Qué es lo que hará posible la oración continua que mantenga la fe hasta la venida de Nuestro Señor Jesucristo?: el amor. “Este ardor incansable no puede venir más que del amor”. (Catecismo nº 2742). No cejemos de pedir al Señor la fortaleza para el combate de la oración. Ante las tentaciones de la pereza, del relajamiento espiritual, el descuido de la vigilancia, la negligencia del corazón, el desaliento: Orar es siempre posible, orar es una necesidad vital, oración y vida cristiana son inseparables porque se trata del mismo amor y de la misma renuncia que procede del amor. Ya san Benito enseñaba a sus monjes: "Ora et labora". "Ni ores sin trabajar, ni trabajes sin orar".
Nuestra oración ha de ser paciente, perseverante, constante, insistente, necesaria, sin desanimarnos, como dice Jesús, con la parábola de la viuda: “Debemos orar siempre sin desfallecer”.
Jesús, vuestro párroco
+  Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
— «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario.” Por algún tiempo se negó, pero después se dijo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.”» Y el Señor añadió:
—«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
Palabra del Señor.
 
2613         S. Lucas nos ha trasmitido tres parábolas principales sobre la oración:

                  La primera, "el amigo importuno" (cf Lc 11, 5-13), invita a una oración insistente: "Llamad y se os abrirá". Al que ora así, el Padre del cielo "le dará todo lo que necesite", y sobre todo el Espíritu Santo que contiene todos los dones.
                  La segunda, "la viuda importuna" (cf Lc 18, 1-8), está centrada en una de las cualidades de la oración: es necesario orar siempre, sin cansarse, con la paciencia de la fe. "Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará fe sobre la tierra?"
La tercera parábola, "el fariseo y el publicano" (cf Lc 18, 9-14), se refiere a la humildad del corazón que ora. "Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador". La Iglesia no cesa de hacer suya esta oración: "¡Kyrie eleison!".
2098 Los actos de fe, esperanza y caridad que ordena el primer mandamiento se realizan en la oración. La elevación del espíritu hacia Dios es una expresión de nuestra adoración a Dios: oración de alabanza y de acción de gracias, de intercesión y de súplica. La oración es una condición indispensable para poder obedecer los mandamientos de Dios. "Es preciso orar siempre sin desfallecer" (Lc 18,1).
2559 "La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" (San Juan Damasceno, f. o. 3, 24). ¿Desde dónde hablamos cuando oramos?  ¿Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde "lo más profundo" (Sal 130, 14) de un corazón humilde y contrito? El que se humilla es ensalzado (cf Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración. "Nosotros no sabemos pedir como conviene"(Rom 8, 26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios (cf San Agustín, serm 56, 6, 9).
2573 La oración (se entiende) como un combate de la fe y una victoria de la perseverancia (cf Gn 32, 25-31; Lc 18, 1-8).
Lc 18,1-8: No puede fluir el río cuando se seca el manantial del agua. La lectura del santo evangelio nos impulsa a orar y a creer, y a no presumir de nosotros, sino del Señor. ¿Qué mejor exhortación a la oración que esta parábola del juez inicuo que se nos ha propuesto? Un juez inicuo, que ni temía a Dios ni respetaba al hombre, escuchó, sin embargo, a una viuda que le importunaba, vencido por el hastío, no movido por la piedad. Si, pues, escuchó a quien no soportaba que le suplicase, ¿de qué manera nos escuchará quien nos exhorta a que pidamos? Después de habernos persuadido el Señor, mediante esta comparación, como argumento por contraste, de que conviene orar siempre y no desfallecer, añadió lo siguiente: Sin embargo, ¿crees que cuando venga el Hijo del hombre encontrará fe en la tierra? (Lc 18,1-8). Si la fe flaquea, la oración perece. ¿Quién hay que ore, si no cree? Por esto, el bienaventurado Apóstol decía, exhortando a orar: Todo el que invocare el nombre del Señor será salvo. Y para mostrar que la fe es la fuente de la oración y que no puede fluir el río cuando se seca el manantial del agua, añadió: ¿Cómo van a invocar a aquel en quien no creyeron? (Rom 10,13.14). Creamos, pues, para poder orar. Y para que no decaiga la fe, mediante la cual oramos, oremos. De la fe fluye la oración; y la oración que fluye suplica firmeza para la misma fe. Para que la fe no decayese en medio de las tentaciones, dijo el Señor: Vigilad y orad, para no entrar en tentación. Vigilad -dijo- y orad, para no entrar en tentación. ¿Qué es entrar en tentación, sino salirse de la fe? En tanto avanza la tentación en cuanto decae la fe. En tanto decae la tentación en cuanto avanza la fe. Mas para que vuestra caridad vea más claramente que el Señor dijo: Vigilad y orad, para no entrar en tentación, refiriéndose a la fe, para que no decayese ni pereciese, dice el evangelio en el mismo lugar: Esta noche pidió Satanás ahecharos como trigo; yo he rogado por ti, Pedro, para que tu fe no decaiga (Lc 22,46.31.32). ¿Ruega quien defiende, y no ruega quien se halla en peligro? (San Agustín. Sermón 115,1)
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"Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?" (Lc 18, 8). La pregunta, con la que Jesús concluye la parábola sobre la necesidad de orar "siempre sin desanimarse" (Lc 18, 1), sacude nuestra alma. Es una pregunta a la que no sigue una respuesta; en efecto, quiere interpelar a cada persona, a cada comunidad eclesial y a cada generación humana. La respuesta debe darla cada uno de nosotros. Cristo quiere recordarnos que la existencia del hombre está orientada al encuentro con Dios; pero, precisamente desde esta perspectiva, se pregunta si a su vuelta encontrará almas dispuestas a esperarlo, para entrar con él en la casa del Padre. Por eso dice a todos: “Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora" (Mt 25, 13). (Juan Pablo II. Homilía 21 de octubre de 2001)
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“La fe es un don precioso de Dios, que abre nuestra mente para que lo podamos conocer y amar, Él quiere relacionarse con nosotros para hacernos partícipes de su misma vida y hacer que la nuestra esté más llena de significado, que sea más buena, más bella. Dios nos ama. Pero la fe necesita ser acogida, es decir, necesita nuestra respuesta personal, el coraje de poner nuestra confianza en Dios, de vivir su amor, agradecidos por su infinita misericordia. Es un don que no se reserva sólo a unos pocos, sino que se ofrece a todos generosamente. Todo el mundo debería poder experimentar la alegría de ser amados por Dios, el gozo de la salvación. Y es un don que no se puede conservar para uno mismo, sino que debe ser compartido. Si queremos guardarlo sólo para nosotros mismos, nos convertiremos en cristianos aislados, estériles y enfermos. El anuncio del Evangelio es parte del ser discípulos de Cristo y es un compromiso constante que anima toda la vida de la Iglesia. «El impulso misionero es una señal clara de la madurez de una comunidad eclesial» (Benedicto XVI, Verbum Domini, 95). Toda comunidad es “adulta”, cuando profesa la fe, la celebra con alegría en la liturgia, vive la caridad y proclama la Palabra de Dios sin descanso, saliendo del propio ambiente para llevarla también a las “periferia”, especialmente a aquellas que aún no han tenido la oportunidad de conocer a Cristo. La fuerza de nuestra fe, a nivel personal y comunitario, también se mide por la capacidad de comunicarla a los demás, de difundirla, de vivirla en la caridad, de dar testimonio a las personas que encontramos y que comparten con nosotros el camino de la vida.” (Francisco, Mensaje Domund 2013)
 
Virgen de la constancia

Maria, en ti, aprendemos el misterio de la constancia en la oración y la fuerza de la plegaria humilde, y discreta. La levedad del agua, en su movimiento constante, es capaz de romper la dureza de la piedra. Dígnate tú también ayudarnos por tu misericordia triunfando con el goteo de tu gracia sobre la rudeza de nuestro corazón. (por San Alfonso Mª Ligorio)
VISITA SEMINARISTAS
DEL SEMINARIO MAYOR Y MENOR DE VALENCIA
A NUESTRA PARROQUIA
El Seminario mayor y menor de Valencia, con sus seminaristas visitará nuestro arciprestazgo el sábado 26 y el domingo 27 de octubre. Nuestra parroquia ha acogido 16 seminaristas. Estarán presentes en las misas del sábado y domingo. Los que deseéis colaborar en la acogida, la cena, el desayuno no dudéis en comunicarlo.
Sábado 26 de octubre:
11.00: Acogida en Simat de la Valldigna. Oración. Visita al Monasterio de Simat
13.00: Reunión allí mismo para distribuir los seminaristas en familias y explicarles el fin de semana
14.00: Comida en familias de acogida
17.00: Acogida en la parroquia. Explicación de la historia de la Parroquia y visita locales. Hacer dos grupos desde las 6 tarde hasta las 20.30 h.
Grupo A:
18.00: Eucaristía con los niños; 19.00: Merienda; 19.30: Explicación de las actividades de la parroquia: Anatolé y Buen Pastor
Grupo B
18.00: Explicación de las actividades de la parroquia: Anatolé y Buen Pastor; 19.00: Merienda; 19.30: Eucaristía
20.30: Vísperas en el Templo
21.15: Eucaristía con las comunidades
23.00: Cena ágape en los locales
…/…: Descanso en familias de acogida
Domingo 27 de octubre:
9.00: Rezo de Laudes; 9.30: Desayuno y visita a los lugares propios de Gandía: Colegiata, Palacio, Clarisas, Beato.
12.00: Eucaristía; 14.00: Comida en las familias de acogida
17.00: Despedida en el Grau

La fe y la caridad dan lugar a la misión donde te encuentres. Siempre llevar a Cristo. Nadie sea perezoso en la misión, en la fe y en la caridad.
Las colectas del sábado 19 y domingo 20 irán íntegramente destinadas a ayudar a los misioneros del tercer mundo. Os invitamos a ser generosos en vuestra aportación Si se os olvida podéis hacer llegar los donativos durante la semana.

1. Misas en sufragio. A lo largo del año, en todas las misas, se reza por todos los difuntos. Algunas celebraciones incluyen una intención particular por algún difunto o por alguna necesidad. Les invitamos a solicitar en el despacho o sacristía la celebración de intenciones particulares o misas en sufragio.
2. El próximo Sínodo de los Obispo tratará el tema de los Desafío pastorales que tiene la familia en el Contexto de la Evangelización.
3. El pasado jueves comenzó el Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas Sede Gandia con casi 60 alumnos. Presidió la eucaristía de inicio D. Vicente Fontestad. El jueves que viene 24 de octubre a las 20 h. primera clase. Les invitamos a esta modalidad de formación tan interesante.
4. El lunes 21 de octubre a las 9 noche comienza el cursillo prematrimonial en la parroquia de San Cristóbal de Benipeixcar.
5. El lunes 21 de octubre a las 8.30 noche se reunirá el grupo del Itinerario Diocesano de Renovación. El Señor Arzobispo se reunirá con ellos en el Colegio Calderón del Grau el jueves 29 de octubre a las 20.30 h. para presentar el cuarto curso. A las 21.30 h. se reunirá el Equipo de catequesis prebautismales en los locales parroquiales.
6. El martes 22 de octubre a las 18.00 el párroco se reunirá con los padres de segundo curso de la catequesis.
7. El martes 22 de octubre a las 20.15 h. se reunirá el grupo Descanso.
8. El miércoles 23 de octubre, a las 5.30 tarde se reunirá con el párroco el Equipo de Cáritas.
9. Ha surgido la iniciativa de que la reliquia de que nuestro Patrón y Titular de nuestra parroquia, S. Francisco de Borja, visite nuestros hogares, nuestras casas. Para esto necesitamos saber quiénes están interesados en tener la reliquia en su casa. La estancia no será superior de una semana. Para más información pónganse en contacto con D. Jesús o D. Arturo.
Del 21 al 27 de octubre de 2013
Lunes 21. En sufragio de los difuntos de la familia Espí—Sanchis. 
Martes 22. 19.30 h.: sin intención. 
Miércoles 23. 19.30 h.: En sufragio de José Antonio Cabanilles. 
Jueves 24. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Domínguez Ruiz. 
Viernes 25. 19.30 h.: sin intención. 
Sábado 26. XXX T.O. 18.00 h.: Misa con niños: sin intención. 19.30 h.: sin intención. 21.00 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Cabrera Romero. 
Domingo 27. XXX T.O. 9.30 h.: sin intención. 11.00 h.: sin intención. 12.00 h. Pro Pópulo. 19.30 h.: sin intención.

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Hoja Parroquial en formato pdf

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