27 de abril de 2013

Domingo 28 de abril de 2013. 5 PASCUA C.


HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 28 de Abril de 2013  


                                                             Queridos hermanos:
Jesús, como Buen Pastor, nos conduce de su mano a las manos del Padre, hermoso redil, cenáculo del pequeño rebaño. Y allí nos da. Nos da su palabra, nos da su cuerpo, nos da su sangre en la Eucaristía, nos da su amor servicial en el Lavatorio y nos da su Ley. Todo lo que da lo manda hacer. Haced esto en memoria mía. (Lc 22,19). También vosotros debéis lavaros los pies unos a otros (Jn 13, 14). Como yo os he amado, amaos también entre vosotros. (Jn 13,34).  “El amor puede ser «mandado» porque antes es dado”. (Benedicto XVI. Deus Cáritas Est nº 14). El nos lo ha dado todo antes. “Os doy”. “Os he amado”. Estas palabras reflejan quien es Jesús.
Para ello es necesario dejar salir del Cenáculo al Judas que llevamos en nosotros. Dejarnos limpiar por la palabra de Jesús de nuestras pequeñas viboritas: traiciones, orgullos, impurezas, robos, incredulidades, tristezas, desconfianzas, violencias... (cf. Jn 13,10). No es lo mismo vivir la vida recibiendo el don que robándolo. Judas era un ladrón. (Jn 12,6). Los que se han dejado limpiar por Jesús, por su Palabra reciben el tesoro de su amor y el mandato de amar como Él. ¿Cómo? Con su amor. Con su Espíritu. Asociados a Él. Unidos y en comunión con Él. Así Él amará en nosotros. Decía San Agustín: “Este amor nos lo otorga el mismo que dijo : como yo os he amado, amaos también entre vosotros. Pues para esto nos amó precisamente, para que nos amemos los unos a los otros; y con su amor hizo posible que nos ligáramos estrechamente, y como miembros unidos por tan dulce vínculo, formemos el cuerpo de tan espléndida cabeza”. (Tratados sobre el evangelio de San Juan 65,1-3).
No podemos amar como Jesús desde fuera del Cenáculo: “Observar el mandamiento del Señor es imposible si se trata de imitar desde fuera el modelo divino. Se trata de una participación, vital y nacida "del fondo del corazón", en la santidad, en la misericordia, y en el amor de nuestro Dios”. (Catecismo 2842).
Nuestro salir del Cenáculo debe ser de forma distinta que la de Judas. Judas salió del Cenáculo habitado por Satanás. Nosotros queremos salir del Cenáculo a dar lo recibido habitados por Jesucristo. Si Cristo vive en mi, amaré como Él para dar gloria a Dios.
Jesús, vuestro párroco
  
Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
— «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.»
Palabra del Señor.
 
1822 La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios.
1823 Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (cf Jn 13,34). Amando a los suyos "hasta el fin" (Jn 13,1), manifiesta el amor del Padre que ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: "Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor" (Jn 15,9). Y también: "Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado" (Jn 15,12).
1824 Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: "Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor" (Jn 15,9-10; cf Mt 22,40; Rm 13,8-10).
1825 Cristo murió por amor a nosotros cuando éramos todavía enemigos (cf Rm 5,10). El Señor nos pide que amemos como él hasta nuestros enemigos (cf Mt 5,44), que nos hagamos prójimos del más lejano (cf Lc 10,27-37), que amemos a los niños (cf Mc 9,37) y a los pobres como a él mismo (cf Mt 25,40.45).
1970 La Ley evangélica entraña la elección decisiva entre "los dos caminos" (cf Mt 7,13-14) y la práctica de las palabras del Señor (cf Mt 7,21-27); está resumida en la regla de oro: "Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros; porque esta es la Ley y los profetas" (Mt 7,12; cf Lc 6,31).
Toda la Ley evangélica está contenida en el "mandamiento nuevo" de Jesús (Jn 13,34): amarnos los unos a los otros como él nos ha amado (cf Jn 15,12).

"Nuestro Señor Jesucristo declara que da a sus discípulos un mandato nuevo de amarse unos a otros (Jn 13, 34). ¿No había sido dado ya este precepto en la antigua ley de Dios (Lv 19, 18)? ¿Por qué, pues, el Señor lo llama nuevo cuando conoce su antigüedad? ¿Tal vez será nuevo porque despojándonos del hombre viejo nos ha revestido del hombre nuevo? El hombre que oye, o mejor, el hombre que obedece, se renueva, no por una cosa cualquiera, sino por la caridad, acerca de la cual, para distinguirla del amor carnal, añade el Señor: "Como yo os he amado". Este amor nos renueva para ser hombres nuevos, herederos del Nuevo Testamento y cantores del cántico nuevo. Este amor, carísimos hermanos, renovó ya entonces a los justos de la antigüedad, a los patriarcas y profetas, como renovó después a los Apóstoles y es el que también ahora renueva a todas las gentes... " (S. Agustín, Tratado 65, 1 sobre el Evangelio de San Juan).
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“Envió a todos el Espíritu Santo para que los mueva interiormente a amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas (cf. Mt 12,30) y a amarse mutuamente como Cristo les amó (cf. Jn 13,34; 15,12). Los seguidores de Cristo, llamados por Dios no en razón de sus obras, sino en virtud del designio y gracia divinos y justificados en el Señor Jesús, han sido hechos por el bautismo, sacramento de la fe, verdaderos hijos de Dios y partícipes de la divina naturaleza, y, por lo mismo, realmente santos. En consecuencia, es necesario que con la ayuda de Dios conserven y perfeccionen en su vida la santificación que recibieron. El Apóstol les amonesta a vivir «como conviene a los santos» (Ef 5, 3) y que como «elegidos de Dios, santos y amados, se revistan de entrañas de misericordia, benignidad, humildad, modestia, paciencia» (Col 3, 12) y produzcan los frutos del Espíritu para la santificación (cf. Ga 5, 22; Rm 6, 22). Pero como todos caemos en muchas faltas (cf. St 3,2), continuamente necesitamos la misericordia de Dios y todos los días debemos orar: «Perdónanos nuestras deudas» (Mt 6, 12).” (Lumen gentium 40)
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¿Es posible amar?
Toda persona siente el deseo de amar y de ser amado. Sin embargo, ¡qué difícil es amar, cuántos errores y fracasos se producen en el amor! Hay quien llega incluso a dudar si el amor es posible. Las carencias afectivas o las desilusiones sentimentales pueden hacernos pensar que amar es una utopía, un sueño inalcanzable, ¿habrá, pues, que resignarse? ¡No! El amor es posible y la finalidad de este mensaje mío es contribuir a reavivar en cada uno de vosotros, que sois el futuro y la esperanza de la humanidad, la fe en el amor verdadero, fiel y fuerte; un amor que produce paz y alegría; un amor que une a las personas, haciéndolas sentirse libres en el respeto mutuo. Dejadme ahora que recorra con vosotros, en tres momentos, un itinerario hacia el “descubrimiento” del amor. [...] Llegamos aquí al tercer momento de nuestra reflexión. En la Cruz Cristo grita: “Tengo sed” (Jn 19,28), revelando así una ardiente sed de amar y de ser amado por todos nosotros. Sólo cuando percibimos la profundidad y la intensidad de este misterio nos damos cuenta de la necesidad y la urgencia de que lo amemos “como” Él nos ha amado. Esto comporta también el compromiso, si fuera necesario, de dar la propia vida por los hermanos, apoyados por el amor que Él nos tiene. Ya en el Antiguo Testamento Dios había dicho: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18), pero la novedad de Cristo consiste en el hecho de que amar como Él nos ha amado significa amar a todos, sin distinción, incluso a los enemigos, “hasta el extremo” (cf. Jn 13,1). (Benedicto XVI, Mensaje para la JMJ 2007)
  
“¡Oh, Jesús!, me detengo pensativo a los pies de tu cruz: también yo la he construido con mis pecados. Tu bondad que no se defiende y se deja crucificar es un misterio que me sobrepasa y conmueve mis entrañas. Señor, tú has venido al mundo por mí, para buscarme, para traerme el abrazo del Padre: el abrazo que tanto hecho en falta. Tú eres el rostro de la bondad y de la misericordia: por eso quieres salvarme.” (Benedicto XVI, Vía crucis 2006)





La Iglesia no recibe
ninguna cantidad 
de los Presupuestos Generales del Estado

La Iglesia no recibe ninguna cantidad de los Presupuestos Generales del Estado a pesar de que todavía el 40% de los españoles piensa que sí, que el Estado pasa una cantidad determinada a la Iglesia. Hace ya años que no es así.
La cantidad que la Iglesia recibe depende en exclusiva de la libertad de los contribuyentes al marcar la X a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta. Es más, la cantidad que aparece en los Presupuestos Generales del Estado -algo más de 13 millones al mes- son pagos a cuenta en función del resultado a favor de la Iglesia en el IRPF.
El artículo 16 de la Constitución Española de 1978 establece que los poderes públicos «mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones». Por otra parte, el Acuerdo sobre Asuntos Económicos entre la Santa Sede y el Estado Español, de enero de 1979, establece que «el Estado se compromete a colaborar con la Iglesia Católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico, con respeto absoluto del principio de libertad religiosa» (art II.1). Cooperación y colaboración no es financiación directa, ni subvención.
  
1. Con motivo de la Pascua del enfermo en el 6º domingo de Pascua, el domingo 5 de mayo en la misa de 12.00 habrá celebración comunitaria de la unción de enfermos. ¿Quienes han de recibir la Unción de Enfermos y cuando?
· Las personas que estén gravemente enfermas
· Quienes van a someterse a una operación grave en breve
· Aquellos ancianos que presentan limitaciones severas o bien las manifestaciones de un envejecimiento acelerado o fruto de una enfermedad
· Los enfermos graves que han perdido el conocimiento, y de quienes puede suponerse que pedirían el sacramento si pudieran
· Los niños enfermos graves si comprenden el significado de este sacramento
Por esto rogamos no la reciban quienes no se encuentren entre las situaciones indicadas de severidad y gravedad.
2. Novenario en honor a la Virgen de los Desamparados, patrona de Gandía. Se celebrará en la Insigne Colegiata del 2 al 12 de mayo.
3. El lunes 29 estará la reunión con los miembros del equipo de Pastoral de la salud a las 10 h. A las 20.30 h., el grupo de oración tendrá su sesión de formación. También, a las 20.30 h., será la reunión del grupo de Itinerario Diocesano de Renovación.
4. El jueves 2, después de Misa, a las 20.30 h., por ser primer jueves de mes habrá Adoración del Santísimo en la capilla.
5. El viernes 3, a partir de las 10.30 h., estará la visita ordinaria a los enfermos de la parroquia.
6. El viernes 3 y sábado 4 los jóvenes de confirmación tendrán una convivencia.
7. El sábado 4 a las 10.00 h., en la Parroquia de Cristo, reunión para preparar el Campamento interparroquial. Será del 11 al 17 de julio en la Sierra de Peñascosa. Tienen los folletos informativos a su disposición.
8. El domingo 5 será el último día de la Gran Misión en las Plazas.
9. En este Año de la fe propusimos hacer confesiones de fe en las celebraciones dominicales de la Eucaristía. Las hojas para realizar este “acto de fe” las tienen en la mesa de la entrada de la iglesia. De todos modos, a la hora de responder a las preguntas, si tienen alguna duda o cuestión, nosotros (D. Jesús, D. Arturo) estamos a su disposición.
10. Del 4 al 12 de agosto está la peregrinación del Camino de Santiago. Esta peregrinación empezará en O Cebreiro para concluir en la Catedral de Santiago de Compostela. Animar a todos los feligreses a que participen en esta experiencia. Los folletos los tienen en la mesa de la entrada de la iglesia. Para participar en la peregrinación pónganse en contacto con D. Arturo.
      
Del  29 al 5 de mayo de 2013
Lunes 29.  STA. CATALINA DE SIENA. 19.30 h.: En sufragio de Rosendo Roche. 

Martes 30. 19.30 h.: En sufragio de Víctor Ferragut. 
Miércoles 1. S. José Obrero 19.30 h.: En sufragio del Rvdo. Fernando Domínguez Soriano. 
Jueves 2. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Ferrer—Puig. 
Viernes 3. SANTOS FELIPE y SANTIAGO, APÓSTOLES. 19.30 h.: En sufragio de Rogelio Roselló. 
Sábado 4. VI PASCUA. 18.00 h.: Con niños. En sufragio de los difuntos de la familia García—Estruch. 19.30 h.: En sufragio de Octavio Monllor Colomina. 21.00 h.: sin intención. 
Domingo 28. VI PASCUA. 12.00 h. Pro Pópulo.

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Hoja Parroquial



20 de abril de 2013

Domingo 21 de abril - IV de Pascua C



 HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
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Domingo 21 de Abril de 2013  


                                 Queridos hermanos:
“Estos, por fe, conquistaron reinos, administraron justicia, vieron promesas cumplidas [...] hubo mujeres que recobraron resucitados a sus muertos.” (Hb 11, 33) Hemos escuchado en el Evangelio de hoy las últimas palabras de la alegoría– parábola del Buen pastor que cuenta Cristo: “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna”. Pues bien este Evangelio parte de una acción: escuchar, la cual nos llevará a la vida eterna. Como todos sabemos para tener fe en alguien hay que creerle, pero, como dirá S. Pablo: “¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído?; ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar?” (Rm 10, 14) Así pues “la fe no es producto de nuestro pensamiento, de nuestra reflexión; es algo nuevo, que no podemos inventar, sino que recibimos como don, como una novedad producida por Dios. Y la fe no viene de la lectura, sino de la escucha. No es algo sólo interior, sino una relación con Alguien. Supone un encuentro con el anuncio, supone la existencia de otro que anuncia y crea comunión.” (Benedicto XVI, Audiencia general 10-12-2008) Cuando surge esta relación con ese Alguien, aparece una vida nueva: la vida eterna.
En el tiempo pascual que estamos celebrando, Dios nos muestra un modo de vivir, un nuevo modo de relacionarnos con Él: “subo al Padre mío y al Padre vuestro.” (Jn 20, 17) Es así cuando “por Cristo, los hijos de la luz amanecen a la vida eterna, los creyentes atraviesan los umbrales del reino de los cielos; porque en la muerte de Cristo nuestra muerte ha sido vencida y en su resurrección hemos resucitado todos.” (Prefacio pascual II). Vida eterna y resurrección son dos caras de la misma moneda: dice el CEC: “Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha "abierto" el cielo.” También dirá un Santo Padre: “La vida subsistente y verdadera es el Padre que, por el Hijo y en el Espíritu Santo, derrama sobre todos sin excepción los dones celestiales. Gracias a su misericordia, nosotros también, hombres, hemos recibido la promesa indefectible de la vida eterna (San Cirilo de Jerusalén, catech. ill. 18, 29).”
María, madre nuestra, puerta del cielo, ayúdanos a asociarnos a las voces de los santos para proclamar las grandezas del Señor.
Arturo vuestro vicario

 
+  Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 27-30


Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 27-30
En aquel tiempo, dijo Jesús:
— «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»

Palabra del Señor

 

La fe, comienzo de la vida eterna
161 Creer en Cristo Jesús y en aquél que lo envió para salvarnos es necesario para obtener esa salvación (cf. Mc 16,16; Jn 3,36; 6,40 e.a.). "Puesto que `sin la fe... es imposible agradar a Dios' (Hb 11,6) y llegar a participar en la condición de sus hijos, nadie es justificado sin ella y nadie, a no ser que `haya perseverado en ella hasta el fin' (Mt 10,22; 24,13), obtendrá la vida eterna" (Cc. Vaticano I: DS 3012; cf. Cc. de Trento: DS 1532).
163 La fe nos hace gustar de antemano el gozo y la luz de la visión beatífica, fin de nuestro caminar aquí abajo. Entonces veremos a Dios "cara a cara" (1 Cor 13,12), "tal cual es" (1 Jn 3,2). La fe es pues ya el comienzo de la vida eterna:
Mientras que ahora contemplamos las bendiciones de la fe como el reflejo en un espejo, es como si poseyéramos ya las cosas maravillosas de que nuestra fe nos asegura que gozaremos un día (S. Basilio, Spir. 15,36; cf. S. Tomás de A., s.th. 2-2,4,1).
164 Ahora, sin embargo, "caminamos en la fe y no en la visión" (2 Cor 5,7), y conocemos a Dios "como en un espejo, de una manera confusa,...imperfecta" (1 Cor 13,12). Luminosa por aquel en quien cree, la fe es vivida con frecuencia en la oscuridad. La fe puede ser puesta a prueba. El mundo en que vivimos parece con frecuencia muy lejos de lo que la fe nos asegura; las experiencias del mal y del sufrimiento, de las injusticias y de la muerte parecen contradecir la buena nueva, pueden estremecer la fe y llegar a ser para ella una tentación.
165 Entonces  es cuando debemos volvernos hacia los testigos de la fe: Abraham, que creyó, "esperando contra toda esperanza" (Rom 4,18); la Virgen María que, en "la peregrinación de la fe" (LG 58), llegó hasta la "noche de la fe" (Juan Pablo II, R Mat 18) participando en el sufrimiento de su Hijo y en la noche de su sepulcro; y tantos otros testigos de la fe: "También nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe" (Hb 12,1-2).


"Escuchadle deciros tan encarecidamente: "Yo soy el Buen Pastor, todos los demás, todos los pastores buenos, son miembros míos", porque no hay sino una sola Cabeza y un solo Cuerpo: un solo Cristo. Sólo hay, por tanto, un Cuerpo, un rebaño único, formado por el Pastor de los pastores, bajo el cayado del Pastor supremo. ¿No es esto lo que dice el Apóstol? "Porque lo mismo que, siendo uno mismo el cuerpo, tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, son un cuerpo único, así también Cristo" (1Co 12, 12). Luego, si también Cristo es así y si tiene incorporados a Él todos los pastores buenos, con razón no habla sino de uno solo al decir: "Yo soy el Buen Pastor, Yo el único; todos los demás forman conmigo una sola unidad. Quien apacienta fuera de Mí, apacienta contra Mí; quien conmigo no recoge, desparrama". (San Agustín Sermón 138, 5).
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“Sorprendentemente, el discurso del pastor no comienza con la afirmación «Yo soy el buen pastor» sino con otra imagen: «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas» (Jn 10, 7). Jesús había dicho antes: «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas» (10, ls). Este paso tal vez se puede entender sólo en el sentido de que Jesús da aquí la pauta para los pastores de su rebaño tras su ascensión al Padre. Se comprueba que alguien es un buen pastor cuando entra a través de Jesús, entendido como la puerta. De este modo, Jesús sigue siendo, en sustancia, el pastor: el rebaño le «pertenece» sólo a El. Cómo se realiza concretamente este entrar a través de Jesús como puerta nos lo muestra el apéndice del Evangelio en el capítulo 21, cuando se confía a Pedro la misma tarea de pastor que pertenece a Jesús. Tres veces dice el Señor a Pedro: «Apacienta mis corderos» (respectivamente «mis ovejas»: 21, 15-17). Pedro es designado claramente pastor de las ovejas de Jesús, investido del oficio pastoral propio de Jesús. Sin embargo, para poder desempeñarlo debe entrar por la «puerta». A este entrar —o mejor dicho, ese dejarle entrar por la puerta (cf. 10, 3)— se refiere la pregunta repetida tres veces: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Ahí está lo más personal de la llamada: se dirige a Simón por su nombre propio, «Simón», y se menciona su origen. Se le pregunta por el amor que le hace ser una sola cosa con Jesús. Así llega a las ovejas «a través de Jesús»; no las considera suyas —de Simón Pedro—, sino como el «rebaño» de Jesús. Puesto que llega a ellas por la «puerta» que es Jesús, como llega unido a Jesús en el amor, las ovejas escuchan su voz, la voz de Jesús mismo; no siguen a Simón, sino a Jesús, por el cual y a través del cual llega a ellas, de forma que, en su guía, es Jesús mismo quien guía.” (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret)
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La tarea del pastor es cuidar, guiar, alimentar, reunir y buscar. Buscar es hoy especialmente necesario. Desde el seno del Padre, el Señor vino a buscar a la humanidad perdida. La parábola del buen pastor da fe de ello y en la parábola del buen samaritano el hombre apaleado en el camino representa a la humanidad caída, ante la que, conmovido, Cristo se inclina, la cura y levanta. Él vino a buscar a los alejados y a ofrecerles el amor de Dios. Vino a buscar la oveja perdida y, compadecido, se la echó al hombro lleno de alegría, como narra san Lucas. [...] También hoy Jesús sale cada día a buscarnos y no deja de enviarnos la fuerza de su Espíritu, principal agente de la evangelización. Buscar es hoy tarea del buen sacerdote. Nuestros rediles decrecen. Las palabras también tengo otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que conducir (Jn 10, 16) siguen resonando en nuestro corazón. Salid a buscar, decía el rey, para celebrar la boda de su Hijo (cf. Lc 14, 21). Todos los hombres son ovejas del rebaño que Dios ama. Por tanto, siguiendo las huellas de Jesucristo, el pastoreo del sacerdote no es sedentario, sino a campo abierto. Por eso nos sentimos tan orgullosos de los sacerdotes que anuncian el Evangelio en otros países. Buscar es trabajo misionero. Se nos preparó a muchos, preferentemente, para cuidar una comunidad ya constituida. Hoy, en cambio, cuando en muchos de nosotros ha aumentado la edad, además de cuidar la comunidad existente, el Señor nos pide conducir otras ovejas al redil. Es tiempo de nueva evangelización y de primer anuncio en nuestro propio territorio. En esta tarea, la comunidad y el pastor, a la vez, han de ser hoy los misioneros. De aquí que el buen sacerdote sea consciente, y sepa bien, en qué medida ha de apoyar a los laicos y contar con ellos. (CEE, Mensaje a los sacerdotes con motivo del año sacerdotal 27-11-2009)


  

“Dios de nuestros padres, renuévanos en la fe que es nuestra vida y salvación, en la esperanza que promete perdón y renovación interior, en la caridad que purifica y abre nuestro corazón a amarte a ti, y en ti, a todos nuestros hermanos y hermanas. Señor Jesucristo,
que la Iglesia renueve su compromiso en la formación de nuestros jóvenes en el camino de la verdad y la bondad, la santidad y el servicio generoso a la sociedad. Espíritu Santo, consolador, defensor y guía, inspira una nueva primavera de santidad y celo apostólico para la Iglesia.” (Benedicto XVI, oración por la Iglesia en Irlanda)


Gracias a las diversas aportaciones recibidas durante este primer trimestre se ha acabado de pagar a los proveedores de las obras realizadas en los locales nuevos.
Ahora la parroquia se dispone a acometer la reforma de las dos salas que faltaban por remodelar para su uso litúrgico y catequético.
La parroquia sigue percibiendo la ayuda de donativos y limosnas de cara al pago de los créditos recibidos para la construcción del Templo, la compra de los nuevos locales y las obras realizadas. Damos las gracias a tantas personas que siguen aportando su granito de arena para la edificación de la Iglesia. El Señor les bendiga.

Ayudas y donativos en la cuenta que la parroquia tiene en
BANKIA (Paseo Germanías 82)
2038-6230-75-3000420970
 


  1.  El lunes 22 estará la reunión del Consejo de pastoral parroquial a las 20.30 h. en los Nuevos locales parroquiales.
  2. El equipo de Pastoral de la salud visitará a los enfermos del hospital el jueves 25 a partir de las 17.30 h.
  3.  El día 25 se reunirá el Equipo de liturgia a las 20.30 h. para su sesión de formación.
  4.  El viernes 12 a las 19.00 h. será el Vía Lucis, antes de la misa. A las 18.30 h. estará la oración del Santo Rosario.
  5. El 26, viernes, será el sorteo de la rifa del jamón serrano. El premiado será aquel que coincida con las dos últimas cifras del cupón premiado de la O.N.C.E. de ese día.
  6.  El sábado tendrá lugar la Ordenación diaconal de 3 seminaristas de nuestra Diócesis. Tengámoslos presentes en la oración y, al mismo tiempo, oremos también para que cada persona tenga una respuesta generosa a la llamada que Dios pueda hacerle sobre todo para la vida sacerdotal o religiosa.


     
Del  22 al 28 de abril de 2013

Lunes 22.  19.30 h.: En sufragio del Rvdo Bernardino Buendía Sánchez. 
Martes 23. 19.30 h.: En sufragio de José Antonio Cabanilles. 
Miércoles 24. 19.30 h.: sin intención. 
Jueves 25. 19.30 h.: En sufragio de Jesús Sánchez Godínez y difuntos familia. 
Viernes 26. 19.30 h.: En sufragio de Claudio Fuster. 
Sábado 27. V PASCUA. 18.00 h.: Con niños. sin intención. 19.30 h.: sin intención. 21.00 h.: sin intención. 
Domingo 28. V PASCUA. 12.00 h. Pro Pópulo. Bautizo.



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15 de abril de 2013

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Basílica de San Pablo Extramuros
III Domingo de Pascua, 14 de abril de 2013



Queridos Hermanos y Hermanas:

Me alegra celebrar la Eucaristía con ustedes en esta Basílica. Saludo al Arcipreste, el Cardenal James Harvey, y le agradezco las palabras que me ha dirigido; junto a él, saludo y doy las gracias a las diversas instituciones que forman parte de esta Basílica, y a todos vosotros. Estamos sobre la tumba de san Pablo, un humilde y gran Apóstol del Señor, que lo ha anunciado con la palabra, ha dado testimonio de él con el martirio y lo ha adorado con todo el corazón. Estos son precisamente los tres verbos sobre los que quisiera reflexionar a la luz de la Palabra de Dios que hemos escuchado: anunciar, dar testimonio, adorar.

1. En la Primera Lectura llama la atención la fuerza de Pedro y los demás Apóstoles. Al mandato de permanecer en silencio, de no seguir enseñando en el nombre de Jesús, de no anunciar más su mensaje, ellos responden claramente: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres». Y no los detiene ni siquiera el ser azotados, ultrajados y encarcelados. Pedro y los Apóstoles anuncian con audacia, con parresia, aquello que han recibido, el Evangelio de Jesús.Y nosotros, ¿somos capaces de llevar la Palabra de Dios a nuestros ambientes de vida? ¿Sabemos hablar de Cristo, de lo que representa para nosotros, en familia, con los que forman parte de nuestra vida cotidiana? La fe nace de la escucha, y se refuerza con el anuncio.

2. Pero demos un paso más: el anuncio de Pedro y de los Apóstoles no consiste sólo en palabras, sino que la fidelidad a Cristo entra en su vida, que queda transformada, recibe una nueva dirección, y es precisamente con su vida con la que dan testimonio de la fe y del anuncio de Cristo. En el Evangelio, Jesús pide a Pedro por tres veces que apaciente su grey, y que la apaciente con su amor, y le anuncia: «Cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras» (Jn 21,18). Esta es una palabra dirigida a nosotros, los Pastores: no se puede apacentar el rebaño de Dios si no se acepta ser llevados por la voluntad de Dios incluso donde no queremos, si no hay disponibilidad para dar testimonio de Cristo con la entrega de nosotros mismos, sin reservas, sin cálculos, a veces a costa incluso de nuestra vida. Pero esto vale para todos: el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado. Cada uno debería preguntarse: ¿Cómo doy yo testimonio de Cristo con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y los otros Apóstoles de pensar, decidir y vivir como cristiano, obedeciendo a Dios? Es verdad que el testimonio de la fe tiene muchas formas, como en un gran mural hay variedad de colores y de matices; pero todos son importantes, incluso los que no destacan. En el gran designio de Dios, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio tuyo y mío, también ese escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de las relaciones de familia, de trabajo, de amistad. Hay santos del cada día, los santos «ocultos», una especie de «clase media de la santidad», como decía un escritor francés, esa «clase media de la santidad» de la que todos podemos formar parte. Pero en diversas partes del mundo hay también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; hay quien entrega la propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el precio de su sangre. Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios, y dar gloria a Dios. Me viene ahora a la memoria un consejo que San Francisco de Asís daba a sus hermanos: predicad el Evangelio y, si fuese necesario, también con las palabras. Predicar con la vida: el testimonio. La incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia.

3. Pero todo esto solamente es posible si reconocemos a Jesucristo, porque es él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido. Anunciar y dar testimonio es posible únicamente si estamos junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado, como dice el pasaje del Evangelio de hoy; hay una cercanía cotidiana con él, y ellos saben muy bien quién es, lo conocen. El Evangelista subraya que «ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor» (Jn 21,12). Y esto es un punto importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como «el Señor». ¡Adorarlo! El pasaje del Apocalipsis que hemos escuchado nos habla de la adoración: miríadas de ángeles, todas las creaturas, los vivientes, los ancianos, se postran en adoración ante el Trono de Dios y el Cordero inmolado, que es Cristo, a quien se debe alabanza, honor y gloria (cf. Ap 5,11-14). Quisiera que nos hiciéramos todos una pregunta: Tú, yo, ¿adoramos al Señor? ¿Acudimos a Dios sólo para pedir, para agradecer, o nos dirigimos a él también para adorarlo? Pero, entonces, ¿qué quiere decir adorar a Dios? Significa aprender a estar con él, a pararse a dialogar con él, sintiendo que su presencia es la más verdadera, la más buena, la más importante de todas. Cada uno de nosotros, en la propia vida, de manera consciente y tal vez a veces sin darse cuenta, tiene un orden muy preciso de las cosas consideradas más o menos importantes. Adorar al Señor quiere decir darle a él el lugar que le corresponde; adorar al Señor quiere decir afirmar, creer – pero no simplemente de palabra – que únicamente él guía verdaderamente nuestra vida; adorar al Señor quiere decir que estamos convencidos ante él de que es el único Dios, el Dios de nuestra vida, el Dios de nuestra historia.

Esto tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos, pequeños o grandes, que tenemos, y en los cuales nos refugiamos, en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad. Son ídolos que a menudo mantenemos bien escondidos; pueden ser la ambición, el carrerismo, el gusto del éxito, el poner en el centro a uno mismo, la tendencia a estar por encima de los otros, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, algún pecado al que estamos apegados, y muchos otros. Esta tarde quisiera que resonase una pregunta en el corazón de cada uno, y que respondiéramos a ella con sinceridad: ¿He pensado en qué ídolo oculto tengo en mi vida que me impide adorar al Señor? Adorar es despojarse de nuestros ídolos, también de esos más recónditos, y escoger al Señor como centro, como vía maestra de nuestra vida.

Queridos hermanos y hermanas, el Señor nos llama cada día a seguirlo con valentía y fidelidad; nos ha concedido el gran don de elegirnos como discípulos suyos; nos invita a proclamarlo con gozo como el Resucitado, pero nos pide que lo hagamos con la palabra y el testimonio de nuestra vida en lo cotidiano. El Señor es el único, el único Dios de nuestra vida, y nos invita a despojarnos de tantos ídolos y a adorarle sólo a él. Anunciar, dar testimonio, adorar. Que la Santísima Virgen María y el Apóstol Pablo nos ayuden en este camino, e intercedan por nosotros.

Así sea.

13 de abril de 2013

Un caso real sobre el poder del perdón, «October Baby», directa al corazón, llega a los cines españoles con una belleza contracultural

El productor de cine Cecil Stokes siempre quiso hacer una película con el título "October baby". Pensó que un bebé así, sería un bebé sin nombre. Tecleó en Internet "bebé sin nombre" y lo primero que apareció fueron las palabras "superviviente del aborto".

"No sabía que estas palabras podían ir juntas", explica Stokes.

Y así nació una película sobre un tema nunca antes filmado: sobre una persona que sobrevivió a ser abortada, y con secuelas físicas. Aunque en realidad, tanto los responsables de la película como los críticos coinciden en que el gran tema de fondo es quizá aún más contracultural: el perdón. Esta es "October baby, cada vida es bella", que llega este fin de semana a las pantallas españolas.

Con frescura, directa al corazón

Estrenada con bastante éxito en Estados Unidos hace más de un año (la octava más vista esa semana), esta pequeña y fresca producción independiente va directa al corazón y al alma, mediante la belleza y los sentimientos.

Hannah, la protagonista, interpretada por la actriz Racher Hendrix, es una joven universitaria de 19 años que sufre de epilepsia, asma y depresión. El origen de estos males, al principio desconocido, se revela después: sobrevivió a un aborto.
Con ayuda de un sacerdote, pese a la confusión y el desconcierto, Hannah emprenderá el camino para reencontrarse con su madre biológica, la mujer que intentó matarla. Su investigación tiene mucho de road movie, de viaje vital y de maduración.

El caso real de Gianna Jessen
El caso real en el que se basa la película es el de Gianna Jessen. Su madre estaba embarazada de siete meses y medio de embarazo cuando decidió someterse a un aborto por inyección salina, que mata al bebé por envenenamiento y quemaduras. Pero aquel bebé, Gianna, sobrevivió al procedimiento. Su madre la entregó en adopción.

"Yo soy la persona que ella abortó. Viví en vez de morir. Mi madre estaba en la clínica y programaron el aborto a las 9 de la mañana. Afortunadamente para mí, el abortista no estaba en la clínica al yo nacer a las 6 de la mañana del 6 de abril de 1977. Me apresuré. Estoy segura que si él hubiera estado allí, yo no estaría aquí hoy, ya que su trabajo es terminar la vida, no sostenerla. Hay quien dice que soy un ‘aborto fracasado’, el resultado de un trabajo mal hecho", afirmó Gianna ante el Congreso de Estados Unidos cuando tenía 19 años de edad.

Gianna explica que continuamente conoce más supervivientes: "Regularmente me contactan por sobrevivientes que me escucharon o me vieron en un programa o cuando hablo, y descubren que no están solos". En EEUU, los productores de "October Baby" decidieron destinar el 10% de las ganancias de la película para la fundación Cada Vida es Bella (Every Life is Beautiful), que distribuirá a su vez el dinero entre organizaciones que ayudan a mujeres que enfrentan crisis de embarazo, agencias de adopción que apoyan la vida y orfanatos.

Giros narrativos y tensión continua
Uno de las enseñanzas de la película es que la vida es bella pero hay que afrontarla desde la verdad. Otra es que es en un mundo con falta de amor, surge la pregunta: "¿por qué mi madre no me quiso?"

La película se desarrolla mediante varios giros narrativos, de forma que los misterios familiares parecen dar siempre paso a más y más misterios que mantienen la intriga y la carga emocional.

El ser humano es hermosamente defectuoso, y hay que odiar el delito pero no al delincuente”, dice un personaje que sabe mucho de crímenes. En general, los personajes son entrañables y de gran humanidad, incluso los que hicieron cosas horrendas.

Los actores hacen un buen trabajo: Rachel Hendrix es expresiva; John Schneider y Jennifer Price -sus padres en la ficción- dan el contrapunto adecuado. La banda sonora incluye canciones muy hermosas. Y después de los títulos de crédito, que nadie se levante, que hay una sorpresa final.

Web de la película: www.octoberbabypelicula.com (con lista de cines)
Facebook del estreno español AQUÍ

Trailer especial de la película con testimonios españoles

Dos mil niños y jóvenes participan este domingo en el Festival de la Canción Vocacional de la archidiócesis de Valencia


En el Seminario de Moncada, con la presencia del Arzobispo
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MONCADA, 13 ABR. (AVAN).- Cerca de dos mil de niños y jóvenes, integrados en más de una treintena de grupos juveniles, procedentes de parroquias, colegios, coros y movimientos cristianos de la diócesis, participarán mañana, domingo, en la XXXIV edición del Festival de la Canción Vocacional que se desarrollará en el Seminario Mayor de Moncada con la presencia durante todo el día del Arzobispo, monseñor Carlos Osoro.

El certamen, organizado por el Centro de Orientación Vocacional (COV) de la diócesis de Valencia, comenzará a las 10 horas con la intervención de los grupos que interpretarán canciones con letra y música originales, con contenido vocacional, en torno al lema del festival de este año, “Hágase en mi”.

Igualmente, el festival incluirá la celebración de una eucaristía a las 13.30 horas presidida en la iglesia del Seminario por monseñor Carlos Osoro, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la organización.

El concurso incluye las categorías de “niños”, con participantes de hasta 13 años, y “jóvenes”, en este caso dividida en las secciones de “cuerda y viento” e “instrumentación libre”, en la que se admite cualquier tipo de instrumento.

Como novedad este año, para los niños se ha organizado una actividad de cuenta-cuentos vocacionales en el que actores caracterizados como Abraham, Moisés, Zaqueo, San Pablo o María Magdalena contarán cómo fue y cómo surgió su vocación por los jardines del Seminario.

Asimismo, serán instaladas dos carpas en los jardines del Seminario, para exponer, en una de ellas, el Santísimo con el fin de “compartir momentos de oración” y realizar, en la otra, diversas actividades, juegos y dinámicas orientadas a plantear la vocación, según las mismas fuentes.

Además, para los grupos que participen también se realizarán visitas a las instalaciones del Seminario guiadas por los propios seminaristas, “para que así los jóvenes de la diócesis puedan conocer el lugar donde se forman aquellos llamados por Cristo al sacerdocio”, han indicado.

Entre los objetivos del encuentro figura “motivar a los grupos juveniles para que vivan la vocación de especial consagración como un don y un regalo agradecido”, han añadido. Además, con este concurso “se pretende suscitar el planteamiento vocacional entre niños, adolescentes y jóvenes mediante la preparación del festival y la experiencia de ese día”.

Con el lema de este año, “Hágase en mí”, la organización quiere ensalzar la figura de la Virgen María y su papel “clave en la Historia de Salvación que la convierte en un eslabón que engarza directamente con Jesucristo”, han añadido.



12 de abril de 2013

Domingo 14 de abril. III de Pascua C.


 HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 14 de Abril de 2013  


                                  Queridos hermanos:
San Pedro es un modelo de conversión. Tras negar a Jesús tres veces, experimentar las lágrimas del arrepentimiento y recibir la Paz de la Divina Misericordia, será marcado con el sello del Espíritu Santo para el perdón de los pecados. Esta unción y sello que recibe Pedro va unida a una misión en diálogo de amor con Jesús: “Apacienta mis corderos”. En la antigüedad “se marcaba a los soldados con el sello de su jefe y a los esclavos con el de su señor” (Catecismo 1295). Cristo mismo se declara marcado con el sello de su Padre (cf Jn 6,27). (Catecismo 1296). El contacto con el Ungido Jesucristo en la oración y los sacramentos nos empapa de su aceite, que es el Espíritu Santo, y sella en nosotros la misericordia con la que hemos de tratar a nuestros hermanos. "El Señor dijo claramente que la atención prestada a su rebaño era prueba de amor a él" (S. Juan Crisóstomo”, cit. en Catecismo 1551).
Toda la Iglesia necesita continuamente la bondad misericordiosa de un Dios que perdona. Y nosotros nos asemejamos a Cristo, nuestro Jefe, cuando somos como él personas misericordiosas. (cf. Benedicto XVI. Homilía 22 de abril de 2007). Así lo dice San Juan Crisóstomo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos. ¿En qué? ¿En hacer milagros y resucitar muertos? ¡De ninguna manera, dice. Entonces ¿en qué?: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, en que os améis los unos a los otros. … Cuando Cristo hablaba a Pedro, le decía: Pedro ¿me amas más que éstos? … ¿Cuál es y qué debemos hacer para amar más que los apóstoles? ¿Resucitar muertos? ¿Hacer otros diversos milagros? ¡De ninguna manera! Entonces ¿qué es lo que hay que hacer? ¡Escuchémoslo del mismo Cristo que es el que ha de ser amado! Dice: ¡Si me amas más que éstos, apacienta mis ovejas!” (Homilía 2ª acerca del título de los Hechos de los Apóstoles).
Por eso, San Pedro no tiene reparo en proclamar ante el Sumo Sacerdote y el Sanedrín que son asesinos de Jesús al crucificarlo. Pero añade, como testigo de la divina misericordia, que la finalidad no es la condenación o el juicio, haciendo a Israel responsable de “su sangre”: Dios, el Dios de nuestros padres, lo resucitó, lo exaltó y lo hizo Jefe y Salvador para dar un regalo a Israel: la conversión y el perdón de los pecados. San Pedro, jefe de la Iglesia, hablando con el Sumo Sacerdote, jefe de los judíos, propone a Jesús como Jefe de Jefes. Con un gran cariño, está invitando a todo Israel a recibir el sello de este Jefe, Jesús, “el Señor”, recorriendo el camino de la conversión y así recibir el sello del Amor misericordioso de Dios que es el Espíritu Santo.
Jesús, vuestro párroco
 
+  Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1-19

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: —«Me voy a pescar.» Ellos contestan: —«Vamos también nosotros contigo.» Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípu­los no sabían que era Jesús. Jesús les dice: —«Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: —«No.»
Él les dice: —«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: —«Es el Señor.»
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: —«Traed de los peces que acabáis de coger.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: —«Vamos, almorzad.»
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: — «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le contestó:
— «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: — «Apacienta mis corderos.» Por segunda vez le pregunta:
— «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta:
— «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Él le dice:
— «Pastorea mis ovejas.» Por tercera vez le pregunta:
— «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: — «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: — «Apacienta mis ovejas.
Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: — «Sígueme.»
Palabra del Señor.
 
"Las llaves del Reino"

553           Jesús ha confiado a Pedro una autoridad específica: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús, "el Buen Pastor" (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su resurrección:"Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). El poder de "atar y desatar" significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles (cf. Mt 18, 18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien él confió explícitamente las llaves del Reino.

881 El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella (cf. Mt 16, 18-19); lo instituyó pastor de todo el rebaño (cf. Jn 21, 15-17).

782 La Iglesia, “tiene por jefe [cabeza] a Jesús el Cristo [Ungido, Mesías]: porque la misma Unción, el Espíritu Santo fluye desde la Cabeza al Cuerpo, es "el Pueblo mesiánico".

El estado de la humanidad resucitada de Cristo

645 Jesús resucitado establece con sus discípulos relaciones directas mediante el tacto (cf. Lc 24, 39; Jn 20, 27) y el compartir la comida (cf. Lc 24, 30. 41-43; Jn 21, 9. 13-15). Les invita así a reconocer que él no es un espíritu (cf. Lc 24, 39) pero sobre todo a que comprueben que el cuerpo resucitado con el que se presenta ante ellos es el mismo que ha sido martirizado y crucificado ya que sigue llevando las huellas de su pasión (cf Lc 24, 40; Jn 20, 20. 27). Este cuerpo auténtico y real posee sin embargo al mismo tiempo las propiedades nuevas de un cuerpo glorioso: no está situado en el espacio ni en el tiempo, pero puede hacerse presente a su voluntad donde quiere y cuando quiere (cf. Mt 28, 9. 16-17; Lc 24, 15. 36; Jn 20, 14. 19. 26; 21, 4) porque su humanidad ya no puede ser retenida en la tierra y no pertenece ya más que al dominio divino del Padre (cf. Jn 20, 17). Por esta razón también Jesús resucitado es soberanamente libre de aparecer como quiere: bajo la apariencia de un jardinero (cf. Jn 20, 14-15) o "bajo otra figura" (Mc 16, 12) distinta de la que les era familiar a los discípulos, y eso para suscitar su fe (cf. Jn 20, 14. 16; 21, 4. 7).
“En el tiempo pascual la Iglesia nos presenta, domingo tras domingo, algún pasaje de la predicación con que los Apóstoles, en particular san Pedro, después de la Pascua invitaban a Israel a la fe en Jesucristo, el Resucitado, fundando así la Iglesia. En la lectura de hoy, los Apóstoles están ante el Sanedrín, ante la institución que, habiendo declarado a Jesús reo de muerte, no podía tolerar que ese Jesús, mediante la predicación de los Apóstoles, comenzara ahora a actuar nuevamente; no podía tolerar que su fuerza sanadora se manifestara de nuevo y, en torno a este nombre, se reunieran personas que creían en él como el Redentor prometido. La acusación que se imputa a los Apóstoles es: "Queréis hacer que caiga sobre nosotros la sangre de ese hombre". San Pedro responde a esa acusación con una breve catequesis sobre la esencia de la fe cristiana: "No, no queremos hacer que su sangre caiga sobre vosotros. El efecto de la muerte y resurrección de Jesús es totalmente diverso. Dios lo hizo "jefe y salvador" de todos, también de vosotros, de su pueblo Israel". ¿Y a dónde conduce este "jefe"?, ¿qué trae este "salvador"? Él, dice san Pedro, conduce a la conversión, crea el espacio y la posibilidad de recapacitar, de arrepentirse, de recomenzar. Y da el perdón de los pecados, nos introduce en una correcta relación con Dios y, de este modo, en una correcta relación de cada uno consigo mismo y con los demás.
Esta breve catequesis de Pedro no valía sólo para el Sanedrín. Nos habla a todos, puesto que Jesús, el Resucitado, vive también hoy. Y para todas las generaciones, para todos los hombres, es el "jefe" que precede en el camino, el que muestra el camino, y el "salvador" que justifica nuestra vida. Las dos palabras "conversión" y "perdón de los pecados", correspondientes a los dos títulos de Cristo "jefe" y "salvador", son las palabras clave de la catequesis de san Pedro, palabras que en esta hora quieren llegar también a nuestro corazón. Y ¿qué quieren decir? El camino que debemos seguir, el camino que Jesús nos indica, se llama "conversión". (Benedicto XVI. Homilía 22 de abril de 2007).
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¿Cómo se apacientan las ovejas? San Agustín nos da algún ejemplo de lo que significa:
"Corregir a los indisciplinados, confortar a los pusilánimes, sostener a los débiles, confutar a los opositores..., estimular a los negligentes, frenar a los pendencieros, ayudar a los necesitados, liberar a los oprimidos, mostrar aprobación a los buenos, tolerar a los malos y amar a todos" (cf. Serm. 340, 3). "Predicar continuamente, discutir, reprender, edificar, estar a disposición de todos, es una carga enorme, un gran peso, un trabajo inmenso" (Serm. 339, 4).
“Pues ¿qué significa: “¿Me amas? Apacienta mis ovejas”, sino lo siguiente?: «Si me amas, no pienses en apacentarte a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas; busca mi gloria en ellas, no la tuya; mi propiedad, no la tuya; mis intereses, y no los tuyos”. (De los tratados de san Agustín, obispo, sobre el evangelio de san Juan)
  
Dios Padre, que nos tratas como hijos, nos comprendes, nos perdonas, nos abrazas y nos amas aun cuando nos equivocamos; concédenos comportarnos como hijos tuyos, sin desanimarnos por nuestras caídas, sintiéndonos amados por Ti, sabiendo que eres nuestra fuerza y que eres siempre fiel. Señor Jesús, concédenos pensar, actuar, amar como Tú, dejando que tomes posesión de nuestra existencia para que la cambies, la trasformes, la liberes de las tinieblas del mal y del pecado. Envíanos tu Espíritu Santo para que mostremos, con palabras y con la vida, que hemos resucitado con Cristo, que somos hijos de Dios y podamos así dar razón de nuestra esperanza. (Oración inspirada en el Papa Francisco. Audiencia 10-4-2013).
Gracias a las diversas aportaciones recibidas durante este primer trimestre se ha acabado de pagar a los proveedores de las obras realizadas en los locales nuevos.
Ahora la parroquia se dispone a acometer la reforma de las dos salas que faltaban por remodelar para su uso litúrgico y catequético.
La parroquia sigue percibiendo la ayuda de donativos y limosnas de cara al pago de los créditos recibidos para la construcción del Templo, la compra de los nuevos locales y las obras realizadas. Damos las gracias a tantas personas que siguen aportando su granito de arena para la edificación de la Iglesia. El Señor les bendiga.

Ayudas y donativos en la cuenta que la parroquia tiene en
BANKIA (Paseo Germanías 82)
2038-6230-75-3000420970
 
1. Novena en honor al Beato Andrés Hibernón del viernes 12 al sábado 20 de abril a las 20.00 h. en la Iglesia de San Roque (Beato). El domingo 21 de abril habrá misa a las 8.30 h. y a las 11.30 h. (Misa Solemne). A las 8 noche la procesión.
2. Reunión equipo Pastoral de la salud el lunes a las 10 h.
3.  Reunión del grupo de oración el lunes a las 20.30 h.
4.  Reunión del grupo de Itinerario Diocesano de Renovación el lunes a las 20.30 h.
5.  Reunión del grupo Descanso el martes a las 20.30 h.
6. Sesión de formación para los agentes de pastoral de la salud el miércoles a las 17.30 h. en la C/ Avellanas (Valencia).
7.  Reunión del grupo de Liturgia el jueves a las 20.30 h.
8. Reunión informativa para todos los interesados en realizar el Camino de Santiago el viernes 19 a las 21 h. en los locales parroquiales.
     
Del 15 al 21 de abril de 2013
Lunes 15.  19.30 h.: En sufragio de José Antonio y Manuel Lozano, y Vicente Lloret. 
Martes 16. 19.30 h.: En sufragio de Estanislao Estrugo Castelló. 
Miércoles 17. 19.30 h.: sin intención. 
Jueves 18. 19.30 h.: sin intención. 
Viernes 19. 19.30 h.: sin intención. 
Sábado 20. IV PASCUA. 18.00 h.: Con niños. sin intención. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Espí–Sanchis. 21.00 h.: sin intención. 
Domingo 21. IV PASCUA. 12.00 h. Pro Pópulo.

 Hoja Parroquial

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