30 de marzo de 2013

Domingo 31 de marzo. 1 Dom Resurrección C.


 HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 31 de marzo de 2013  



“La dulce y confortadora alegría de evangelizar”
                  Queridos hermanos:
Cristo ha resucitado. Este anuncio lo hacen dos hombres con vestidos refulgentes a varias mujeres que van al sepulcro. Llevan vestiduras llenas de Luz. Son vestiduras celestes. Son vestiduras de alegría, como dirá San Juan Crisóstomo. Quien por la entrañable misericordia de nuestro Dios ha sido visitado por el Sol que nace de lo alto y ha sido iluminado en las tinieblas y sombras de muerte en que vivía no puede menos que anunciar esta luz de la alegría. Decía el Papa Francisco el Domingo de Ramos: “Alegría. No sean nunca hombres, mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo. Nunca se dejen vencer por el desánimo. (…) Llevemos a todos la alegría de la fe. (…) Debemos llevar la victoria de la cruz de Cristo a todos y por doquier; llevar este amor grande de Dios. Y esto requiere de todos nosotros que no tengamos miedo de salir de nosotros mismos, de ir hacia los demás”.
El anuncio puede que sea tenido en nada, que no sea creído, que se escuche con indiferencia, que apenas haga cambiar las cosas, pero es necesario hacerlo: “anunciaron todo esto”.
El cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana (Cuba), en la congregación general de cardenales previa al cónclave, pidió al entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, su intervención sobre la misión de Iglesia y el permiso para divulgarla. En la Misa Crismal pasada reveló sus palabras: “Evangelizar supone celo apostólico. Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de salir de sí misma. La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria. Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma (cfr. la mujer encorvada sobre sí misma del Evangelio). Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico. Simplificando; hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí. El próximo Papa debe ser un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de “la dulce y confortadora alegría de evangelizar”. (Pablo VI. Evangeli Nuntiandi 80).
 Jesús, vuestro párroco

+   Lectura del santo evangelio según san Lucas 24, 1-12

El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando las aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y, entrando, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas por esto, se les presentaron dos hombres con vestidos refulgentes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: — «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado. Acordaos de lo que os dijo estando todavía en Galilea: “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de pecadores, ser crucificado y al tercer día resucitar.”»
Recordaron sus palabras, volvieron del sepulcro y anunciaron todo esto a los Once y a los demás.
María Magdalena, Juana y María, la de Santiago, y sus compañeras contaban esto a los apóstoles. Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron.
Pedro se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose, vio sólo las vendas por el suelo. Y se volvió admirándose de lo sucedido.

Palabra del Señor.
Las apariciones del Resucitado
643  Sabemos por los hechos que la fe de los discípulos fue sometida a la prueba radical de la pasión y de la muerte en cruz de su Maestro, anunciada por él de antemano (cf. Lc 22, 31-32). La sacudida provocada por la pasión fue tan grande que los discípulos (por lo menos, algunos de ellos) no creyeron tan pronto en la noticia de la resurrección. Los evangelios, lejos de mostrarnos una comunidad arrobada por una exaltación mística, los evangelios nos presentan a los discípulos abatidos ("la cara sombría": Lc 24, 17) y asustados (cf. Jn 20, 19). Por eso no creyeron a las santas mujeres que regresaban del sepulcro y "sus palabras les parecían como desatinos" (Lc 24, 11; cf. Mc 16, 11. 13). Cuando Jesús se manifiesta a los once en la tarde de Pascua "les echó en cara su incredulidad y su dureza de cabeza por no haber creído a quienes le habían visto resucitado" (Mc 16, 14).

644 Tan imposible les parece la cosa que, incluso puestos ante la realidad de Jesús resucitado, los discípulos dudan todavía (cf. Lc 24, 38): creen ver un espíritu (cf. Lc 24, 39). "No acaban de creerlo a causa de la alegría y estaban asombrados" (Lc 24, 41). Tomás conocerá la misma prueba de la duda (cf. Jn 20, 24-27) y, en su última aparición en Galilea referida por Mateo, "algunos sin  embargo dudaron" (Mt 28, 17). Por esto la hipótesis según la cual la resurrección habría sido un "producto" de la fe (o de la credulidad) de los apóstoles no tiene consistencia. Muy al contrario, su fe en la Resurrección nació - bajo la acción de la gracia divina- de la experiencia directa de la realidad de Jesús resucitado.
 
LA ALEGRÍA DE EVANGELIZAR
“Conservemos, pues, el fervor espiritual. Conservemos la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas. Hagámoslo —como Juan el Bautista, como Pedro y Pablo, como los otros Apóstoles, como esa multitud de admirables evangelizadores que se han sucedido a lo largo de la historia de la Iglesia— con un ímpetu interior que nadie ni nada sea capaz de extinguir. Sea ésta la mayor alegría de nuestras vidas entregadas. Y ojalá que el mundo actual —que busca a veces con angustia, a veces con esperanza— pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo, y aceptan consagrar su vida a la tarea de anunciar el reino de Dios y de implantar la Iglesia en el mundo”. (Pablo VI. Evangeli Nuntiandi 80).
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Decía el Papa Francisco a los sacerdotes: “hay que salir a experimentar nuestra unción, su poder y su eficacia redentora: en las «periferias» donde hay sufrimiento, hay sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones. No es precisamente en autoexperiencias ni en introspecciones reiteradas que vamos a encontrar al Señor: los cursos de autoayuda en la vida pueden ser útiles, pero vivir nuestra vida sacerdotal pasando de un curso a otro, de método en método, lleva a hacernos pelagianos, a minimizar el poder de la gracia que se activa y crece en la medida en que salimos con fe a darnos y a dar el Evangelio a los demás; a dar la poca unción que tengamos a los que no tienen nada de nada.

El sacerdote que sale poco de sí, que unge poco – no digo «nada» porque, gracias a Dios, la gente nos roba la unción – se pierde lo mejor de nuestro pueblo, eso que es capaz de activar lo más hondo de su corazón presbiteral. El que no sale de sí, en vez de mediador, se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en gestor. Todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor «ya tienen su paga», y puesto que no ponen en juego la propia piel ni el corazón, tampoco reciben un agradecimiento afectuoso que nace del corazón. De aquí proviene precisamente la insatisfacción de algunos, que terminan tristes, sacerdotes tristes, y convertidos en una especie de coleccionistas de antigüedades o bien de novedades, en vez de ser pastores con «olor a oveja» – esto os pido: sed pastores con «olor a oveja», que eso se note –; en vez de ser pastores en medio al propio rebaño, y pescadores de hombres. Es verdad que la así llamada crisis de identidad sacerdotal nos amenaza a todos y se suma a una crisis de civilización; pero si sabemos barrenar su ola, podremos meternos mar adentro en nombre del Señor y echar las redes. Es bueno que la realidad misma nos lleve a ir allí donde lo que somos por gracia se muestra claramente como pura gracia, en ese mar del mundo actual donde sólo vale la unción – y no la función – y resultan fecundas las redes echadas únicamente en el nombre de Aquél de quien nos hemos fiado: Jesús.

Queridos fieles, acompañad a vuestros sacerdotes con el afecto y la oración, para que sean siempre Pastores según el corazón de Dios.
 Queridos sacerdotes, que Dios Padre renueve en nosotros el Espíritu de Santidad con que hemos sido ungidos, que lo renueve en nuestro corazón de tal manera que la unción llegue a todos, también a las «periferias», allí donde nuestro pueblo fiel más lo espera y valora. Que nuestra gente nos sienta discípulos del Señor, sienta que estamos revestidos con sus nombres, que no buscamos otra identidad; y pueda recibir a través de nuestras palabras y obras ese óleo de alegría que les vino a traer Jesús, el Ungido. (Papa Francisco. Jueves Santo 28 de marzo de 2013).
 

Concédenos, Señor,
salir al encuentro de la gente,
conocer a las personas por su nombre,
salir a anunciar el Evangelio,
con un corazón acogedor.
Haznos salir de nuestras cuevas y cautiverios.
Tú que saliste del sepulcro
para sembrar de Luz el mundo entero;
Tú que has roto las puertas y cerrojos de la muerte;
Has demolido las prisiones del abismo
y destrozado el poder del enemigo;
Tú que eres nuestro Buen Pastor
y la fuente de agua viva;
Ábrenos el oído para escuchar
que nos llamas a seguirte
y anunciar el Evangelio a todas las gentes.
(Oración inspirada en el responsorio de la segunda lectura del Oficio del Sábado Santo)
 
Durante el tiempo de Cuaresma el Equipo de Cáritas colocó una cruz en la entrada de la Iglesia que hiciera presente las necesidades de algunas familias atendidas por Cáritas para facilitar la limosna penitencial.
Se ha venido a recoger algo más de 2.000 €. Con este dinero se han conseguido satisfacer todas las necesidades propuestas, desde averías domésticas, compra de una lavadora, dos somieres, ajuar doméstico, toallas, alimentación, medicación, pago de un recibo de agua, así como una aportación extra al economato interparroquial.
También se recibió por necesidad ropa de niño recién nacido, sábanas, colchas, cuna, protector, sillita de niño para mesa y para el coche, carro de niño, dos parques cuna, un taca-tac, juguetes, peluches niño, así como unos 30 Kg. Aproximadamente en alimentos.
Agradecemos de corazón a cuantos han colaborado desinteresadamente para que la cruz de nuestros hermanos sea más llevadera. El Señor pague con sus gracias el bien realizado.





1. De miércoles 3 a viernes 5 de abril los jóvenes de confirmación irán al Centro Aspadis de Alberique. Aspadis es una obra benéfico-social sin fin de lucro, fundada en 1980 por el Rvdo. D. Vicente Aparicio y que se dedica a la asistencia y rehabilitación de niños y jóvenes discapacitados psíquicos profundos y a lograr su máximo desarrollo físico, psíquico y social dentro de sus grandes limitaciones.
2. El viernes 5 de abril a las 19.00 h. será la celebración del Vía Lucis en tiempo de Pascua.
3. El viernes 5 de abril a las 9.30 h. de la noche habrá una vigilia de oración en el Monasterio de las Clarisas de Gandía y el sábado 6 de abril a las 11.00 h. la profesión solemne de Sor Jerusalén  presidida por D. Carlos, Arzobispo de Valencia. Os invitamos a uniros en la oración y la celebración.
4. El sábado 6 de abril habrá un musical en el teatro del Museu Faller de Gandía a las 17.00 h. y  a las 20.30 h. Se representará el musical “No tengáis miedo”, sobre el Papa Juan Pablo II en el que participan 80 actores y 15 músicos de la diócesis de Cuenca. Ha sido visto por más de 27.000 espectadores en España y Polonia. Tienen a su disposición entradas en la parroquia.
5. El domingo 7 de abril comienza la gran misión por el Año de la Fe en las plazas de Gandía. Son 5 encuentros durante los domingos de Pascua para ayudar a nuestra fe. Del 7 de abril al 5 de mayo a las 11.00 h. en un tramo del Paseo de Germanías.
6. Se está organizando una peregrinación a Santiago de Compostela del 2 al 12 de agosto. Interesados ponerse en contacto con D. Arturo.
7. La fiesta de San Vicente Ferrer será el lunes 8 de abril. Es de precepto, por lo cual habrá horario especial de misas: 12.00 h. y 19.30 h.
8. Colectas: Jueves Santo para Cáritas parroquial: 510,99 €
Seminario: 287,35 €
    
Del 1 al 7 de abril de 2013
Lunes 1.  19.30 h.: Sin intención. 

Martes 2. 19.30 h.: En sufragio de: Dif. Fam. Ferrer—Puig. 
Miércoles 3. 19.30 h.: En sufragio de: Rogelio Roselló. 
Jueves 4. 19.30 h.: En sufragio de: Octavio Monllor. 
Viernes 5. 19.30 h.: Sin intención. 
Sábado 6. 18.00 h.: Con niños. Sin intención. 19.30 h.: En sufragio de: Víctor Ferragud y Rosendo Roche. 21.00 h.: Sin intención. 
Domingo 7. 12.00 h. Pro Pópulo. 
Lunes 8: Fiesta de San Vicente Ferrer. 12.00: Pro Pópulo. 19.30 h.: En sufragio de: Antonio Casanova y Mª Dolores Gómez Gasent. 
Martes 9: Solemnidad de la Anunciación del Señor.

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23 de marzo de 2013

Domingo 24 de marzo de 2013. DOMINGO DE RAMOS.


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PARROQUIAL
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Domingo 24 de marzo de 2013  



ME CUBRIRÁ CON SUS PLUMAS
           Queridos hermanos:
Érase una vez una gallina que se puso a incubar unos huevos que encontró. La pobre gallina no sabía que los huevos que incubaba eran de víbora, que apenas salieron del huevo y pudieron, mataron a la que los incubó.
Este pequeño relato podemos aplicarlo a lo que vamos a celebrar en estos santos días.
Jesús no tuvo reparo en compararse con una gallina: “¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido!” (Mateo 23,37). Decía San Juan Crisóstomo: “¡Cuánto amor no delata esa imagen de la gallina! Porque ardiente es el que esta ave tiene por sus polluelos. Esta imagen de las alas aparece en muchos pasajes de los profetas, en el cántico de Moisés y en los salmos, y ninguna como ella para darnos a entender la mucha protección y providencia de Dios para con su pueblo”. (Homilías sobre el Evangelio de San Mateo, 74,3).
Las gallinas son aves que viven en comunidad, que han perdido gran parte de la facultad del vuelo. De ella se aprovechan plumas, huevos y carne. Se dice de una persona cobarde, miedosa o excesivamente tímida o pusilánime que es un “gallina”. ¿No es una imagen elocuente del amor de Jesucristo? El Verbo eterno deja el nido del Padre, y pudiendo volar alto como el águila, pierde la facultad de vuelo al hacerse gallina. Ciertamente Jesús podía haber elegido la imagen del águila. Ya el Antiguo Testamento refiere a Dios las cualidades de esta ave en el cuidado de su pueblo: "Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí. (Ex 19,4; Dt 32,11). Si pensamos en alas, que sean las del águila. Así hemos estado respondiendo a la lectura breve en los Laudes del tiempo de cuaresma: “El te librará de la red del cazador. Te cubrirá con sus plumas", sacado del Salmo 91(90). Pero Jesús prefiere las plumas de la gallina. Viene a extender sus manos y cobijar a polluelos que no quieren ser cobijados. Quiere defenderlos del buitre y el gavilán. Pero los polluelos se han creído adultos, gallos, sin necesidad de cobijo… Es más, a sabiendas, incuba huevos de víbora. Decía San Juan de Ávila: “Las víboras que dentro de ti traías te daban, Señor, tales bocados, que te hicieron reventar en la cruz, para que a costa de tus dolores las víboras se trocasen en simplicidad y mansedumbre de ovejas, que a trueque de tu muerte alcanzasen vida de gracia”. (San Juan de Ávila. Audi Filia 80). En lugar de cloquear contra los que le atacan, picoteando, batiendo alas con furia y arañando con sus uñas, extiende sus brazos y pasa por un “gallina”, un cobarde, que no se defiende, que no manifiesta su fortaleza en la defensa de sí mismo..../...         .../...Jesucristo se  ha hecho débil gallina en atención a sus polluelos. Ha muerto en la cruz, haciendo de ella el lugar del amor más alto, largo, ancho y profundo (cf. Ef 3,18), abrazando el cosmos entero. Y lo ha hecho para reunir bajo sus alas a todos los hijos de Dios dispersos (cf. Jn 11,52), no para dividir. “La codicia desea dividir como la caridad quiere reunir”. (cf. S. Agustín. Sermón 64). Por eso no retuvo con avidez o codicia el ser águila, igual a Dios, no hizo alarde de su categoría de Dios, sino que se despojó de su rango y se hizo polluelo, gallina, (cf. Flp 2, 6ss; 2ª lectura domingo de Ramos), que recibirá los palos, ultrajes y salivazos de las víboras (cf. 1ª lectura domingo de Ramos).
Que esta Semana Santa nos conceda “los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús…en su compasión hacia los pequeños” (cf. San Agustín. Id.) con manos para reunir y cobijar, manos para la bondad y la ternura.     
Jesús, vuestro párroco


Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 23, 33-49
Y, cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: — «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.» Y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte. El pueblo estaba mirando. Las autoridades le hacían muecas, diciendo: — «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.»
Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre (...) Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: — «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.» Pero el otro le increpaba: — «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.» Y decía: — «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.» Jesús le respondió:
— «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.»
Era ya eso de mediodía, y vinieron las tinieblas sobre toda la región, hasta la media tarde; porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: — «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.» Y, dicho esto, expiró. El centurión, al ver lo que pasaba, daba gloria a Dios, diciendo: — «Realmente, este hombre era justo.»


Palabra del Señor.
La entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén

559 ¿Cómo va a acoger Jerusalén a su Mesías? Jesús rehuyó siempre las tentativas populares de hacerle rey (cf. Jn 6, 15), pero elige el momento y prepara los detalles de su entrada mesiánica en la ciudad de "David, su Padre" (Lc 1,32; cf. Mt 21, 1-11). Es aclamado como hijo de David, el que trae la salvación ("Hosanna" quiere decir "¡sálvanos!", "Danos la salvación!"). Pues bien, el "Rey de la Gloria" (Sal 24, 7-10) entra en su ciudad "montado en un asno" (Za 9, 9): no conquista a la hija de Sión, figura de su Iglesia, ni por la astucia ni por la violencia, sino por la humildad que da testimonio de la Verdad (cf. Jn 18, 37). Por eso los súbditos de su Reino, aquel día fueron los niños (cf. Mt 21, 15-16; Sal 8, 3) y los "pobres de Dios", que le aclamaban como los ángeles lo anunciaron a los pastores (cf. Lc 19, 38; 2, 14). Su aclamación "Bendito el que viene en el nombre del Señor" (Sal 118, 26), ha sido recogida por la Iglesia en el "Sanctus" de la liturgia eucarística para introducir al memorial de la Pascua del Señor.

El Evangelio de la bendición de los ramos, (…) comienza diciendo que "Jesús marchaba por delante subiendo a Jerusalén" (Lc 19, 28). En seguida al inicio de la liturgia de este día, la Iglesia anticipa su respuesta al Evangelio, diciendo: "Sigamos al Señor". Así se expresa claramente el tema del domingo de Ramos. Es el seguimiento. Ser cristianos significa considerar el camino de Cristo como el camino justo para ser hombres, como el camino que lleva a la meta, a una humanidad plenamente realizada y auténtica. … Ser cristianos es un camino, o mejor, una peregrinación, un caminar junto a Jesucristo, un caminar en la dirección que él nos ha indicado y nos indica.
Pero ¿de qué dirección se trata? ¿Cómo se encuentra esta dirección? La frase de nuestro Evangelio nos da dos indicaciones al respecto. En primer lugar, dice que se trata de una subida. (…) es una subida a la verdadera altura del ser hombres. El hombre puede escoger un camino cómodo y evitar toda fatiga. También puede bajar, hasta lo vulgar. Puede hundirse en el pantano de la mentira y de la deshonestidad. Jesús camina delante de nosotros y va hacia lo alto. Él nos guía hacia lo que es grande, puro; nos guía hacia el aire saludable de las alturas: hacia la vida según la verdad; hacia la valentía que no se deja intimidar por la charlatanería de las opiniones dominantes; hacia la paciencia que soporta y sostiene al otro. Nos guía hacia la disponibilidad para con los que sufren, con los abandonados; hacia la fidelidad que está de la parte del otro incluso cuando la situación se pone difícil. Guía hacia la disponibilidad a prestar ayuda; hacia la bondad que no se deja desarmar ni siquiera por la ingratitud. Nos lleva hacia el amor, nos lleva hacia Dios. Jesús sabe que su camino irá más allá: no acabará en la cruz. Sabe que su camino rasgará el velo entre este mundo y el mundo de Dios; que él subirá hasta el trono de Dios y reconciliará a Dios y al hombre en su cuerpo. Su camino lleva más allá de la cima del monte del Templo, hasta la altura de Dios mismo: esta es la gran subida a la cual nos invita a todos, (…) la meta a la cual él quiere llevarnos: hasta las alturas de Dios, a la comunión con Dios, al estar-con-Dios. Esta es la verdadera meta, y la comunión con él es el camino. La comunión con él es estar en camino, una subida permanente hacia la verdadera altura de nuestra llamada. Caminar junto con Jesús siempre es al mismo tiempo caminar en el "nosotros" de quienes queremos seguirlo. Nos introduce en esta comunidad. (…) Este caminar también significa siempre ser llevados. Nos encontramos, por decirlo así, en una cordada con Jesucristo, junto a él en la subida hacia las alturas de Dios. Él tira de nosotros y nos sostiene. Integrarnos en esa cordada, aceptar que no podemos hacerla solos, forma parte del seguimiento de Cristo. Forma parte de él este acto de humildad: entrar en el "nosotros" de la Iglesia; aferrarse a la cordada, la responsabilidad de la comunión: no romper la cuerda con la testarudez y la pedantería. El humilde creer con la Iglesia, estar unidos en la cordada de la subida hacia Dios, es una condición esencial del seguimiento. También forma parte de este ser llamados juntos a la cordada el no comportarse como dueños de la Palabra de Dios, no ir tras una idea equivocada de emancipación. La humildad de "estar-con" es esencial para la subida. También forma parte de ella dejar siempre que el Señor nos tome de nuevo de la mano en los sacramentos; dejarnos purificar (...) Por último, debemos decir también: la cruz forma parte de la subida hacia la altura de Jesucristo, de la subida hasta la altura de Dios mismo. (...) el camino hacia la vida misma, hacia la realización de la propia humanidad está vinculado a la comunión con Aquel que subió a la altura de Dios mediante la cruz. 
En último término, la cruz es expresión de lo que el amor significa: sólo se encuentra quien se pierde a sí mismo. (Benedicto XVI. 28-3-2010)
Concédenos, Señor, peregrinar contigo, seguirte e imitarte. Concédenos a la Virgen María como compañera de camino.
Concédenos ir a Nazaret y recordar continuamente el inicio de la salvación por el anuncio del ángel a nuestras vidas; Concédenos ir a Belén donde tu has nacido y vives entre nosotros; Concédenos subir la escalera hacia el Calvario hasta el lugar en el que moriste por nosotros en la cruz; Concédenos estar ante el sepulcro vacío; rezar donde su cuerpo inerte descansó y donde al tercer día tuvo lugar la resurrección. Concédenos seguirte, Señor, caminando con alegría, sabiendo que tú eres el camino. Concédenos que siguiéndote seamos mensajeros de la paz, orando por la paz, y dando el fruto de las buenas obras: la bondad y la ternura. (Oración inspirada en Benedicto XVI. 28-3-2010)
DOMINGO DE RAMOS
Sábado 23 de marzo:
18.00 y 19.30 h.: Celebración del Domingo de Ramos.
21.00 h.: Oración ante la Cruz
Domingo 24 de marzo
9.30.: Celebración del Domingo de Ramos.
11.00 h.: Bendición de Palmas y Ramos en la Iglesia de las Esclavas. Procesión hasta la Parroquia. Al llegar, celebración de la Eucaristía.
20.00 h.: Concierto del Coro Veus de la Safor PCR. Réquiem de Faure.
MARTES SANTO 26 de marzo. 20.30 h.: Celebración Comunitaria del Sacramento del Perdón

JUEVES SANTO 28 marzo
De 9.00 a 11.00 h.: Confesiones.
11.00 h.: Rezo comunitario de Laudes. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 6 años; para los niños de 6 a 8 años y para los niños de 9 a 12 años por parte de los catequistas.
19.30 h.: Misa de la Cena del Señor. Al finalizar habrá turnos de vela ante el Monumento.
22.30 h.: Hora Santa. Se cerrará la Capilla de la Comunión a las 12.00 de la noche.
La Colecta será para Cáritas parroquial.

VIERNES SANTO 29 marzo
8.00 h.: Vía Crucis por las calles del Barrio.
11.00 h.: Rezo comunitario de Laudes. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 6 años; para los niños de 6 a 8 años y para los niños de 9 a 12 años por parte de los catequistas.
16.30 h.: Celebración de la Pasión del Señor. La Colecta será para Tierra Santa.


SÁBADO SANTO 30 de marzo
11.00 h.: Rezo comunitario de Laudes. A la misma hora, actividades para los niños de 3 a 5 años y para los niños de 6 a 12 años por parte de los catequistas.
A continuación, preparación de la Vigilia Pascual.
22.00 h.: Solemne Vigilia Pascual. Lleven pequeñas campanitas para los niños para el canto del “Gloria”. Al finalizar se les hará un dulce obsequio. Colecta extraordinaria parroquial.


DOMINGO DE RESURRECCIÓN
31 de marzo
9.30 h.; 12.00 h.; 19.30 h.: Eucaristías del Domingo de Resurrección. Colecta extraordinaria parroquial




1. Limpieza general del Templo: miércoles 27 de marzo.
2. Celebraciones del Perdón:
- Lunes Santo en la parroquia de Cristo Rey a las 20.30 h.
- Martes Santo en la parroquia de San Nicolás a las 19.30 h.; a las 20.00 h. en Sta. María Magdalena de Beniopa; y 20.30 en nuestra parroquia.
- Miércoles Santo a las 20.00 h. en las parroquias de la Sagrada Familia y San José.
- Jueves Santo confesiones en nuestra parroquia de 9 a 11.00 h.
   

Del 25 al 31 de marzo de 2013

Lunes Santo 25.  19.30 h.: En sufragio de: Mateo Blay y Cristian Pascual Galera. 
Martes Santo 26. 19.30 h.: En sufragio de: Dolores Colomer Richard. 
Miércoles Santo 27. 19.30 h.: En sufragio de: José Femenías Faus. 
Jueves Santo 28. 19.30 h. Misa de la Cena del Señor. 
Viernes Santo 29. 16.30 h.: Celebración de la Pasión del Señor. 
Sábado Santo 30. 22.00 h.: Solemne Vigilia Pascual. 
Domingo de resurrección 31: 9.30 h.; 12.00 h.; 19.30 h.:


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22 de marzo de 2013

Año de la Fe. Catequesis de D. Javier Llopis.

Ciclo de catequesis, a cargo de D. Javier Llopis.




¿Qué buscais? (11.03.2013)


Te doy gracias padre señor del cielo y de la tierra.(12-3-2013)


Tus pecados te son perdonados.(13-3-2013)



Recibid el Espíritu Santo.(14-3-2013)

20 de marzo de 2013

Lema y escudo Papa Francisco


«Miserando atque aligendo» sigue como lema
El Papa Francisco confirma que mantiene el mismo lema y escudo que cuando era cardenal
VaticanInsider / ReL
 

El sol, la estrella y la flor representan a Jesús, María y José, con el IHS que alude a la espiritualidad jesuita. Sólo añade la tiara papal.El Papa Francisco mantendrá el mismo escudo y el mismo lema que tenía como arzobispo y como cardenal de Buenos Aires.

El Pontífice argentino decidió simplificar el trabajo de los expertos de heráldica papal, aportando como único cambio la tiara papal en vez del sombrero cardenalicio.

El escudo papal, sobre fondo azul, presenta un sol con las tres letras del monograma de Cristo “IHS” (emblema de los jesuitas), una estrella y un nardo.

De esta forma, los tres miembros de la Sagrada Familia (Jesús, María y José) están representados en el escudo.

El lema papal también seguirá siendo el mismo: «Miserando atque aligendo», cita de las homilías de Beda el Venerable. Es un comentario al llamado de San Mateo, que es elegido por Jesús después de que hubiera mostrado compasión por él.

El texto de Beda, explica una nota de la Sala de Prensa del Vaticano, «es un homenaje a la misericordia divina» y tiene un «significado particular en la vida y en el itinerario espiritual del Papa».

De hecho, durante la fiesta de San Mateo de 1953, Jorge Mario Bergoglio experimentó a la edad de 17 años, de una forma muy particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. Después de una confesión, se sintió tocado y advirtió la misericordia de Dios, que 
con una mirada de tierno amor, lo llamaba a la vida religiosa, siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola.

19 de marzo de 2013

Homilía del Santo Padre en la Misa de Imposición del Palio y entrega del anillo del Pescador


Plaza de San Pedro
Martes 19 de marzo de 2013
Solemnidad de San José

Queridos hermanos y hermanas
Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.
Saludo con afecto a los hermanos Cardenales y Obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.
Hemos escuchado en el Evangelio que «José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer» (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¿de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: «Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo» (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).
¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús
¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio;  y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera Lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación.
Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.
Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen «Herodes» que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.
Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.
Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.
Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.
En la segunda Lectura, san Pablo habla de Abraham, que «apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza» (Rm 4,18). Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza. También hoy, ante tantos cúmulos de cielo gris, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza. Custodiar la creación, cada hombre y cada mujer, con una mirada de ternura y de amor; es abrir un resquicio de luz en medio de tantas nubes; es llevar el calor de la esperanza. Y, para el creyente, para nosotros los cristianos, como Abraham, como san José, la esperanza que llevamos tiene el horizonte de Dios, que se nos ha abierto en Cristo, está fundada sobre la roca que es Dios.
Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.
Imploro la intercesión de la Virgen María, de san José, de los Apóstoles san Pedro y san Pablo, de san Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo: Orad por mí. Amen.

© Copyright 2013 - Libreria Editrice Vaticana

16 de marzo de 2013

Algunos textos del Cardenal Bergoglio.


Este es el enlace a "Algunos textos del Cardenal Bergoglio" .:

https://www.dropbox.com/s/rd4leyqnnfznrcx/Algunos%20textos%20del%20Cardenal%20Bergoglio.doc

17 de marzo de 2013. V CUARESMA C.


 HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 17 de marzo de 2013  


           DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA

               Queridos hermanos:
Tras la feliz elección del Papa Francisco, y la Misión parroquial Porta Fidei, nos adentramos a vivir la Semana de Pasión, previa a la Semana Santa. En el Evangelio de este domingo escuchamos el pasaje de la mujer sorprendida en adulterio. Colocando el estribillo del Padrenuestro, deseamos sea nuestro pan de cada día el acudir a las enseñanzas de Jesús como el pueblo que acudía a Jesús.
1. Sea nuestro pan de cada día una mirada limpia, pues como decía Jesús: "Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mt 5, 28). “Cada hombre ha de mirar dentro de sí y ver si aquélla que le ha sido confiada como hermana en la humanidad común, como esposa, no se ha convertido en objeto de adulterio en su corazón; ha de ver si la que, por razones diversas, es el co-sujeto de su existencia en el mundo, no se ha convertido para él en un "objeto": objeto de placer, de explotación”. (Bto. Juan Pablo II. Mulieris Dignitatem 14).
2. Sea nuestro pan de cada día la responsabilidad en el trato hacia el otro, defendiendo su dignidad, sobre todo hacia la mujer. Pues el adulterio es cosa de dos, ¿dónde está el hombre que también fue sorprendido? “Su pecado escapa a la atención, pasa en silencio, aparece como no responsable del "pecado de la otra persona". A veces se convierte incluso en el acusador, como en el caso descrito en el Evangelio de San Juan, olvidando el propio pecado". (Idem).
3. Sea nuestro pan de cada día ver los propios pecados, pidiendo misericordia. «El que esté sin pecado...» San Agustín dice: “Cada uno de vosotros considérese a sí mismo, entre en sí mismo, ascienda al tribunal de su mente, preséntese ante su conciencia, oblíguese a confesar. (…) Cada uno, al poner la atención en sí mismo, se encuentra pecador”. (Tratado sobre el Evangelio de San Juan 33,5).
4. Sea nuestro pan de cada día el perdón ofrecido. El tentador invitó a Jesús a convertir las piedras en panes. En este caso los acusadores convierten el pan del perdón en piedras de acusación invocando la Ley de Moisés (Dt 22,22; Lv 20,10). De esta forma, tiradas las piedras de la acusación que hemos tomado por ver brizna en ojo ajeno, recogeremos los panes de la misericordia para darlos a los demás al ver viga en ojo propio.
5. Sea nuestro pan de cada día el encuentro a solas con el Misericordioso. Dice San Agustín: "quedaron sólo ellos dos: la miserable y la misericordia" (ib.). Sin más defensa que el reconocimiento de la culpa y el arrepentimiento. Sin acusadores o condenadores. Tampoco seas tú el que se condene. Más bien, vuelve cada día al Pan de Vida, que se amasa por nuestro pecados, para que te alimentes y vivas.
Jesús, vuestro párroco
  

+   Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?»
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
— «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.»
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: — «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?» Ella contestó: — «Ninguno, Señor.»
Jesús dijo: — «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.»
Palabra del Señor.
   

LA CELEBRACION DEL SACRAMENTO
DE LA PENITENCIA

1480         Como todos los sacramentos, la Penitencia es una acción litúrgica. Ordinariamente los elementos de su celebración son: saludo y bendición del sacerdote, lectura de la Palabra de Dios para iluminar la conciencia y suscitar la contrición, y exhortación al arrepentimiento; la confesión que reconoce los pecados y los manifiesta al sacerdote; la imposición y la aceptación de la penitencia; la absolución del sacerdote; alabanza de acción de gracias y despedida con la bendición del sacerdote.

1481 La liturgia bizantina posee expresiones diversas de absolución, en forma deprecativa, que expresan admirablemente el misterio del perdón: "Que el Dios que por el profeta Natán perdonó a David cuando confesó sus pecados, y a Pedro cuando lloró amargamente y a la pecadora cuando derramó lágrimas sobre sus pies, y al publicano, y al pródigo, que este mismo Dios, por medio de mí, pecador, os perdone en esta vida y en la otra y que os haga comparecer sin condenaros en su temible tribunal. El que es bendito por los siglos de los siglos. Amén."

1482 El sacramento de la penitencia puede también celebrarse en el marco de una celebración comunitaria, en la que los penitentes se preparan a la confesión y juntos dan gracias por el perdón recibido. Así la confesión personal de los pecados y la absolución individual están insertadas en una liturgia de la Palabra de Dios, con lecturas y homilía, examen de conciencia dirigido en común, petición comunitaria del perdón, rezo del Padrenuestro y acción de gracias en común. Esta celebración comunitaria expresa más claramente el carácter eclesial de la penitencia. En todo caso, cualquiera que sea la manera de su celebración, el sacramento de la Penitencia es siempre, por su naturaleza misma, una acción litúrgica, por tanto, eclesial y pública (cf SC 26-27).

PRIMERAS PALABRAS
DEL NUEVO PAPA FRANCISCO
Bendición Urbi et Orbi: 
Hermanos y hermanas, buenas tardes.
Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias. Y ante todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja. (Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre).
Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Deseo que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el cual me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan hermosa. Y ahora quisiera dar la Bendición, pero antes, antes, os pido un favor: antes que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis para el que Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí....
Ahora daré la Bendición a vosotros y a todo el mundo, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. (Bendición).
Hermanos y hermanas, os dejo. Muchas gracias por vuestra acogida. Rezad por mí y hasta pronto. Nos veremos pronto. Mañana quisiera ir a rezar a la Virgen, para que proteja a toda Roma. Buenas noches y que descanséis.
..........................
Homilía Misa con los Cardenales
En estas tres lecturas veo que hay algo en común: es el movimiento. (...) Caminar, edificar, confesar.
Caminar. «Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor» (Is 2,5). Ésta es la primera cosa que Dios ha dicho a Abrahán: Camina en mi presencia y sé irreprochable. Caminar: nuestra vida es un camino y cuando nos paramos, algo no funciona. Caminar siempre, en presencia del Señor, a la luz del Señor, intentando vivir con aquella honradez que Dios pedía a Abrahán, en su promesa.
Edificar. Edificar la Iglesia. Se habla de piedras: las piedras son consistentes; pero piedras vivas, piedras ungidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia, la Esposa de Cristo, sobre la piedra angular que es el mismo Señor. He aquí otro movimiento de nuestra vida: edificar.
Tercero, confesar. Podemos caminar cuanto queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, Esposa del Señor. Cuando no se camina, se está parado. ¿Qué ocurre cuando no se edifica sobre piedras? Sucede lo que ocurre a los niños en la playa cuando construyen castillos de arena. Todo se viene abajo. No es consistente. Cuando no se confiesa a Jesucristo, me viene a la memoria la frase de Léon Bloy: «Quien no reza al Señor, reza al diablo». Cuando no se confiesa a Jesucristo, se confiesa la mundanidad del diablo, la mundanidad del demonio.
Caminar, edificar, construir, confesar. Pero la cosa no es tan fácil, porque en el caminar, en el construir, en el confesar, a veces hay temblores, existen movimientos que no son precisamente movimientos del camino: son movimientos que nos hacen retroceder.
Este Evangelio prosigue con una situación especial. El mismo Pedro que ha confesado a Jesucristo, le dice: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Te sigo, pero no hablemos de cruz. Esto no tiene nada que ver. Te sigo de otra manera, sin la cruz. Cuando caminamos sin la cruz, cuando edificamos sin la cruz y cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor: somos mundanos, somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor.
Quisiera que todos, después de estos días de gracia, tengamos el valor, precisamente el valor, de caminar en presencia del Señor, con la cruz del Señor; de edificar la Iglesia sobre la sangre del Señor, derramada en la cruz; y de confesar la única gloria: Cristo crucificado. Y así la Iglesia avanzará.
Deseo que el Espíritu Santo, por la plegaria de la Virgen, nuestra Madre, nos conceda a todos nosotros esta gracia: caminar, edificar, confesar a Jesucristo crucificado. Que así sea.  (Homilía del Santo Padre Francisco. Santa Misa con los Cardenales. Jueves 14 de marzo de 2013)
   

· Todos los viernes de Cuaresma son días de abstinencia de comer carne.
· Esta semana la oración comunitaria de Laudes a las 6’30 de la mañana, será jueves y viernes.
· La oración de las 9.30 h. con Exposición del Santísimo Sacramento será el miércoles, jueves y viernes. Se suprime el lunes 18 y el martes 19 por Fallas.
· Los viernes de Cuaresma se hará el Ejercicio del Vía Crucis a las 7 tarde. Recuerden que el Santísimo está expuesto todo el viernes para la Adoración.
· Horario confesiones: De lunes a viernes, de 7.00 a 7.30 tarde y antes de las misas de sábado y domingo.
· Esta semana el viernes habrá un Vía Crucis nocturno por las calles de la parroquia a partir de las 9.30 noche. Al terminar el Vía Crucis se realizará la Exposición del Santísimo Sacramento para la Adoración de toda la noche por turnos. Por la mañana a las 8 de la mañana se hará la Reserva y la Eucaristía.
  


1. Horario especial de misas para la Solemnidad de San José: El lunes 18 habrá misa a las 6 y a las 7.30 tarde. El martes 19 habrá misa a las 9.30, 12.00 y 19.30 h.

2. El miércoles 20 habrá formación con el Equipo de Cáritas a las 17.30 h.
3. El jueves 21 reunión con el Equipo de Liturgia a las 20.30 h.
4. El sábado 23 habrá reunión de preparación del campamento a las 10.00 de la mañana en la Parroquia de Cristo Rey.
5. El sábado 23 a las 9.00 de la noche habrá oración ante la Cruz.
6. Horario especial de misas para el Domingo de Ramos: El sábado 23 habrá misa a las 6 y 7.30 tarde; el domingo 24 habrá misa a las 9.30 h. A las 11.00 de la mañana desde la Iglesia de las Esclavas tendrá lugar la bendición de palmas y ramos, la procesión de Domingo de Ramos y al llegar al Templo se celebrará la Eucaristía.
7. Por la tarde a las 8.00 de la noche tendrá lugar el concierto de Semana Santa, a cargo del Coro Veus de la Safor, que interpretará el Requiem de Fauré.

Escudo y lema episcopal de Su Eminencia Reverendísima Card. Jorge Mario Bergoglio s.j. Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina

MISERANDO ATQUE
ELIGENDO
Saca la frase de un sermón de San Beda sobre la vocación de San Mateo: “Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, "Sígueme", que quiere decir: "Imítame". Le dijo "Sígueme", más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él anduvo”. (San Beda el Venerable, presbítero; Homilía 21)
  

Del 18 al 24 de marzo de 2013
Lunes 18.  18.00 h.: sin intención. 19.30 h.: sin intención. 

Martes 19. S. JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN. 9.30 h.: sin intención. 12.00 h.: Pro Pópulo. 19.30 h.: sin intención. 
Miércoles 20. 19.30 h.: En sufragio de los difuntos de la familia Espí—Sanchis, Ricardo Rodrigo Martínez y difuntos familia. 
Jueves 21. 19.30 h.: En sufragio de Vicente Juan Selfa. 
Viernes 22. 19.30 h.: sin intención. 
Sábado 23. DOMINGO DE RAMOS. 18.00 h.: Con niños. sin intención. 19.30 h.: En sufragio de José Antonio Cabanilles. 
Domingo 24. DOMINGO DE RAMOS. 12.00 h. Pro Pópulo

 Hoja Parroquial

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